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miércoles, 1 de mayo de 2013

1º de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores... De Alguna Manera...

1º de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores...




La Internacional.

Arriba, parias de la Tierra.
En pie, famélica legión.
Atruena la razón en marcha,
es el fin de la opresión.

Del pasado hay que hacer añicos,
legión esclava en pie a vencer,
el mundo va a cambiar de base,
los nada de hoy todo han de ser.

Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional.


Ni en dioses, reyes ni tribunos,
está el supremo salvador.
Nosotros mismos realicemos
el esfuerzo redentor.

Para hacer que el tirano caiga
y el mundo siervo liberar,
soplemos la potente fragua
que el hombre libre ha de forjar.

Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional.


La ley nos burla y el Estado
oprime y sangra al productor.
Nos da derechos irrisorios,
no hay deberes del señor.

Basta ya de tutela odiosa,
que la igualdad ley ha de ser,
no más deberes sin derechos,
ningún derecho sin deber.

Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional.


sábado, 1 de mayo de 2010

1º de Mayo... Día del Trabajo... De Alguna Manera...

1º de Mayo... Día del Trabajo...


En homenaje al Dia Del Trabajador...

El origen del mundo.


Hacia pocos años que había terminado la guerra de España y la cruz y la espada reinaban sobre las ruinas de la República. Uno de los vencidos, un obrero anarquista, recién salido de la cárcel, buscaba trabajo. En vano removía cielo y tierra. No había trabajo para un rojo. Todos le ponían mala cara, se encogían de hombros o le daban la espalda. Con nadie se entendía, nadie lo escuchaba. El vino era el único amigo que le quedaba. Por las noches, antes los platos vacíos, soportaba sin decir nada los reproches de su esposa beata, mujer de misa diaria, mientras el hijo, un niño pequeño, le recitaba el catecismo.
Mucho tiempo después, Josep Verdura, el hijo de aquel obrero maldito, me lo contó. Me lo contó en Barcelona, cuando yo llegué al exilio. Me lo contó: él era un niño desesperado que quería salvar a su padre de la condenación eterna y el muy ateo, el muy tozudo, no entendía razones.
-Pero papá- le dijo Josep llorando-. Si dios no existe, ¿quién hizo el mundo?
-Tonto- dijo el obrero, cabizbajo, casi en secreto-. Tonto. Al mundo lo hicimos nosotros, los albañiles.

© Eduardo Galeano, del Libro de los abrazos...