Mostrando las entradas con la etiqueta Somos boludos. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Somos boludos. Mostrar todas las entradas

lunes, 26 de abril de 2010

Somos Boludos... De Alguna Manera...

Somos Boludos...

En respuesta a la contratapa del domingo pasado titulada Estamos ganando, el programa 6, 7, 8 de Canal 7 dedicó una significativa cantidad de tiempo en difundir un texto a favor de la dictadura publicado por la revista La Semana que –según el programa– había escrito yo en 1978. El programa 6, 7, 8 leyó un texto que defendía a la dictadura, mostrando otro con firma de Fontevecchia. Le asignó al director de PERFIL lo que no escribió.

En respuesta a la contratapa del domingo pasado titulada Estamos ganando, el programa 6, 7, 8 de Canal 7 dedicó una significativa cantidad de tiempo en difundir un texto a favor de la dictadura publicado por la revista La Semana que –según el programa– había escrito yo en 1978. Mientras el locutor lo leía, la cámara paneaba sobre el texto que llevaba montado una foto mía actual (en 1978 tenía 22 años) más mi nombre tomado del staff, donde se leía “director” y el logo de la revista. Aparecía la cara de Rafael Bielsa pequeña al costado porque justo ese día estaba en el estudio como invitado.

El paneo del texto fue de arriba hacia abajo y siguió con la reproducción de otro texto donde sí estaba la firma “Jorge Fontevecchia” (el recuadrado amarillo sobre el nombre es del programa), pero no se aclaró que ése era otro texto, ni que lo que se leía y se mostraba no eran el mismo texto. Y cerró mostrando el final del texto original.

Yo no escribí lo que 6, 7, 8 me asigna, que era una carta que hacía de contrapunto a otra carta, ambas enfrentadas en la misma doble página, donde en una se denunciaba la existencia de miles de desaparecidos y en la otra –la leída en en la TV Pública–, se la contradecía. Tampoco se aclaró que sólo cinco meses después, yo mismo fui un desaparecido más y estuve detenido en El Olimpo. Ni se mencionó que la revista La Semana fue la publicación más castigada durante la dictadura militar, con seis ediciones cuyos ejemplares fueron retirados de los kioscos por la Policía, la única en ser clausurada y que cinco meses después, atravesó la orden de detención de su director –quien suscribe– por el Poder Ejecutivo.

No existe otro caso de mayor confrontación periodística con la dictadura: ¿el empeño por destacar lo opuesto busca empañar esa trayectoria? En tal caso, los autores intelectuales no serían los responsables de 6, 7, 8 sino el propio Néstor Kirchner o alguna perenne mano derecha suya, porque ya en 2006, cuando el diario PERFIL y la revista Noticias criticaban casi en soledad al Gobierno, cuatro veces se empapelaron las calles con carteles de la tapa de la revista 7 Días (otro medio financiado por el oficialismo), desde donde se me acusaba de no haber estado desaparecido ni detenido en El Olimpo.

Hubo que publicar el número de registro en la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) y el hábeas corpus presentado ante el juzgado para que aquellos ataques cesaran. Ahora analizo seguir el ejemplo de Magdalena –a quien increíblemente también acusan de colaboracionismo con la dictadura– y hacer un juicio.

El mismo día que la TV Pública me asignó ese texto que no escribí, informaba sobre la condena a 25 años de prisión efectiva de Reynaldo Bignone, el último presidente de facto. Compartí la alegría que 6, 7, 8 exhibió por el fallo contra ese general porque fue él quien firmó el decreto en el que se me condenó por “traición a la patria” y derivó en mi exilio. “¡Qué paradoja!”, pensaba cuando veía ambas informaciones juntas. Recordé cuando Alfonsín vino a la redacción a recomendarme no publicar la nota que motivó el decreto de Bignone y no le hice caso: fue la primera tapa sobre Astiz en Argentina. Alfonsín rememoró en el último reportaje que le realicé que aquella vez dijo: “Hijo, lo van a matar y lo precisamos vivo para la democracia”.

“Tremendos boludos”. Me gusta la canción de 6, 7, 8, que dice: “Que somos boludos, somos boludos, le creemos a Cristina y está mal. Somos boludos...somos boludos, apoyamos lo que hace un fiscal, cuando mete preso a un viejo torturador y lo hace para que a Cristina le vaya mejor. Somos boludos, somos boludos, los derechos humanos son un bluff, los meten presos a los genocidas pero sin convicción, hacen justicia para tener cada vez más Louis Vuitton. Somos boludos, tremendos boludos; boludos que se dejan engañar. Es un buen negocio pelearse con una oscura corporación, para tener controlados a los boludos como vos y yo”.

Parafraseándola: “Videla era boludo; Galtieri, boludo y Bignone, boludo también; eran presidentes y castigaban a una revista que los defendía vehementemente. Eran boludos, muy boludos, que secuestraban, encarcelaban y mandaban al exilio a su periodista, para que treinta años después pudiera decir que no era procesista. Eran boludos, tremendos boludos, milicos boludos que se dejaban engañar”.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado en el Diario Perfil del domingo 25 de Abril de 2010