Concurso Nacional de Innovaciones 6ta. Edición – 2010...
Plan Hidráulico Buenos Aires...
Centro Cultural Borges… The Beatles… “Love is Real”…
Viernes 30 de Abril – Hora 22:00
Viamonte esq. Reconquista. Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Empataron 0-0 en el Ducó. El Rojo necesitaba ganar para alcanzar al Pincha en la punta, pero la igualdad lo ubica segundo a dos puntos junto con Godoy Cruz. Silvera tuvo el triunfo, pero el arquero Monzón le ahogó el grito en un mano a mano. También Gandín falló un gol increíble sobre el cierre.
Independiente salió a copar la escena y a intentar el manejo del balón con Acevedo como titiritero. Hasta que Huracán quebró la presión, luego de un peligroso zurdazo de Núñez, con un par de trancazos de Esmerado (un león para ganar en la divididas), la actitud de Machín, que pareció jugarse algo personal contra sus ex compañeros, y la calidad permanente de Toranzo para el toque oportuno y el pase con ventaja para el receptor.
Apenas los de Avellaneda entibiaron su andar, Benegas dilapidó la
En la medida de que el Globo se imponía en el partido de la fricción, cuando era tiempo de la intensa batalla física antes de que la apuesta técnica, el Rojo empezó a retroceder y depender de que las manos de Gabbarini sostuvieran el cero a cero. Primero, el arquero se quedó un difícil disparo de Peralta y enseguida controló con la mirada un tijera de Benegas que se fue cerca de un palo.
La segunda mitad arrancó con una enorme gambeta de Clara a Tuzzio -el experimentado central quedó clavado como un conito de entrenamiento- y su derechazo se fue apenas por arriba. La respuesta visitante fue con dos largos envíos, suave el de Núñez e intenso el de Piatti.
Seguramente más caliente que el equipo, Gallego intentó variar la realidad con Gandín (reemplazó al frágil Gracián) y Patricio Rodríguez (sustituyó al turbulento Mancuello). Y como estaba creciendo Piatti, Independiente tuvo un ratito de esperanza, que justamente se cortó cuando el entrenador ordenó la salida de Núñez.
El silencio, en general, de la multitud que movilizó Independiente para respaldar al equipo era la muestra más acabada de que lo de afuera estaba en sintonía con lo que venía desde adentro.
Así, como cierre, Independiente resignó mansamente su orgullo de puntero con el que llegó a la casa de Huracán. Jugó mal como equipo y con las individualidades que se salvaron de la reprobación apenas le alcanzó para salvar un puntito. Su rival no lució como de los más complicados, aunque a la hora de jugar, como sabe que tiene poco, lo enfrentó con el corazón en la mano. Algo que, por lo menos anoche, Independiente no parece dispuesto a entregar.
© Escrito por Eduardo Castiglione y publicado en el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 24 de Abril de 2010
Los Goles...
¿?
Tolo muy complicado...
Independiente no pudo con Huracán en Parque Patricios y le dejó la punta servida a Estudiantes. Silvera falló un mano a mano sobre el final. El Tolo sufre: se viene Boca, va a La Paternal y cierra con Lanús.
Por momentos acariciándola, ella se ponía mimosa. Se arrimaba, coqueteaba con Silvera, que la maltrataba pegándole con la chancleta y la dejaba pasar otra vez. Se le acercaba a Gandín, lo atraía con su mirada fascinante. Le guiñaba un ojo y el Chipi, tímido Chipi, tuvo los botines torcidos con el arco libre. Finalmente, Pezzotta terminaría anulando la jugada por offside del delantero. La punta, la que se le hizo pesada a Godoy Cruz, a Argentinos y hasta alguna vez al mismísimo Independiente, sedujo, pero el Rojo en lugar de tirarle un ramo de flores, la cascoteó.
Porque Huracán, sicario de los sueños del equipo del Tolo, tuvo un planteo inteligente después de que en la primera mitad se preocupara más por los tres palos de Monzón que los de Gabbarini. Con el ingreso de Laurito, se paró de contraataque y pudo haberlo ganado. Enfrente, con Galeano de cuatro, no se atacó por la punta izquierda, donde Mareque y Mancuello tendrían que haber sido salida. Se optó porque Pïatti -de muy buen partido- tomara los hilos solito y solo. Nacho tuvo pinceladas por aquel costado, pero excesiva individualidad.
No más que eso fue el Rojo, que tuvo con qué, pero en eso se quedó. Con Núñez con el cañón ablandado y Gracián con los foquitos quemados, la creación de juego sólo pasó por el ex Gimnasia. Patito Rodríguez entró, pero no fue Pato: tiró un par de aletazos de poco vuelo. Atrás, se sufrió menos. Velázquez estuvo impasable y Galeano no desentonó. Ambos anularon a Gino Clara, que se quedó en gambetas intrascendentes.
La punta, la perra punta, se fue con el otro: Estudiantes. Engañó a Independiente, cuchicheó con ambos hasta que el Pincha la tomó como amante. Habrá que ver si bajó un par de kilos o es la misma regordeta que alguna vez tuvieron el Tomba y Argentinos. Pesada como pocas...
© Escrito por John Jones y publicado en el Diario Deportivo Olé el sábado 24 de Abril de 2010
Q.L.R.P.
"Qué Lo Re Parió"
Características. Diseño. Medidas de seguridad.
Funcionarios del Departamento del Tesoro de EE.UU., presentaron el nuevo diseño del billete de U$ 100, que comenzaría a circular en febrero de 2011.
Según la presentación, el nuevo billete cuenta con avanzada tecnología en materia de seguridad para prevenir la falsificación.
Según el Secretario del Tesoro: "...este billete incorpora la mejor tecnología disponible para asegurar que estamos anticipandonos a los falsificadores"
Si embargo, los viejos billetes aún seguirán circulando y conservando su valor, de acuerdo a la explicación del Secretario de la Reserva Federal: "Cuando circulen los nuevos U$ 100 con fecha 10 de febrero 2011, los $ 6.5 mil millones billetes aproximadamente con diseño más antiguo ya en circulación seguirán siendo de curso legal"
Entre las principales nuevas características, se destacan:
1) La cinta de seguridad color azul en 3-D en el frente del nuevo billete tiene imágenes de campanas y números 100 que se mueven al cambiarse el ángulo de visión sobre el billete. La cinta no está impresa; está tramada en el papel gracias a una secreta microtecnología avanzada.
2) En el tintero del frente del billete, la campana cambia de color verde a cobre también cuando se inclina el billete; desapareciendo el tintero bajo el color cobre.
Además, el nuevo billete tiene las siguientes caraterísticas de seguridad:
Marca de agua: a la derecha del retrato de Franklin, visible desde el anverso y el reverso del billete.
Hilo de seguridad: vertical a la izquierda del retrato, impreso con letras "USA" y un número 100 sobre el hilo, a ambos lados del billete. Bajo luz ultravioleta, es hilo se ve rosa.
Número 100:
1) el ubicado abajo a la derecha del anverso, cambia entre colores verde y cobre.
2) el ubicado en el reverso del billete, es dorado.
Microimpresiones:
1) sobre el cuello del saco de Franklin, se ven diminutas las palabras "THE UNITED STATES OF AMERICA"
2) sobre el espacio en blanco de la marca de agua del retrato, la frase "ONE HUNDRED USA"
3) sobre los bordes del billete, números "100"
Impresión en relieve:
Sobre el hombro de Franklin, se palpa una aspereza debido a la impresión en relieve.
Se pueden ver los nuevos detalles del billete en una presentación en el siguiente link:
© http://www.newmoney.gov/newmoney/Splashpage.aspx
Bignone, la noticia extraordinaria que no supimos valorar…
Los tiempos de insensatez y de furia que vivimos impidieron que valoremos, generosamente, la culminación de una parábola histórica perfecta, en una de las pocas cuestiones de las que los argentinos podemos enorgullecernos de verdad.
El martes pasado, 20 de abril, el Tribunal Oral Federal de San Martín condenó a 25 años de prisión, a ser cumplidos en una cárcel común, al general Reynaldo Benito Bignone, último presidente de la dictadura instalada en marzo de 1976.
Pirueta de la Historia: veinticinco años antes, el 22 de abril de 1985, se había celebrado la primera audiencia en el Juicio a las Juntas, que terminó con las condenas a prisión perpetua de Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera. Como Bignone, ellos fueron condenados por masivas y gravísimas violaciones de los derechos humanos.
El juicio a Videla, Massera y demás comandantes golpistas fue impulsado, como una demanda ética y una necesidad de construcción política, por Raúl Alfonsín, un presidente que con el correr del tiempo alcanzó el merecido pedestal de héroe de la democracia recuperada.
El juicio a Bignone, como a otros muchos represores, tomó nuevo impulso por las decisiones adoptadas durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, quienes tuvieron la visión y la decisión de propiciar el único cierre posible para la tragedia de los años de plomo.
Entre el juzgamiento y condena del primero al último de los dictadores militares, los argentinos fuimos y vinimos. Atropellados por la realidad adversa o aguijoneados por la conveniencia política, los gobernantes prohijaron leyes de Punto Final y Obediencia Debida, o dictaron indultos. Hubo quienes resistieron, siempre. Pero una y otra vez, porciones muy gruesas de la sociedad acompañaron esas decisiones con su apoyo o su indiferencia. Aunque en un ejercicio hipócrita, después casi nadie se hiciera cargo de sus actos.
Los juicios siguen. Hay más de 1.400 acusados: más de 600 están procesados y, de ellos, más de 400 ya fueron detenidos. Pero la parábola se completó con la condena a Bignone. Y esa es una noticia extraordinaria.
El problema, atribuible quizás a la estupidez política y cultural que hemos sabido transmitirnos de generación en generación, es que quienes hoy son oficialismo pretendieron una vez más hacerse propietarios exclusivos del logro, como si no hubiese habido nada antes de ellos, ni hubiese a haber nada después. Y a los que hoy les toca ser oposición supusieron, en una disminución intelectual, que celebrar la continuidad histórica del juicio a los represores era hacerle el juego al Gobierno: ni uno de ellos acudió a la sala donde el tribunal dictó su sentencia, nadie puso el hecho en su contexto justo, sin sectarismos ni mezquindades.
En el fondo, o no tan el fondo, esa incapacidad recíproca, tan argentina, refleja este tiempo de apogeo del escrache, de descalificación del que piensa diferente, de violencia apenas contenida en las palabras, de la grosería y la intolerancia como herramientas y como método.
Es una cultura del desprecio por el otro que no se expresa sólo en la política, pero que en la política alcanza su paroxismo.
Las raíces se pueden buscar muy abajo en la historia. Desde la masacre de nuestros aborígenes a la represión de los primeros inmigrantes sindicalistas. De la discriminación a los cabecita negra, por pobres y por morochos, a la persecución a los peronistas o a los zurdos. De las locas de la Plaza de Mayo al temor y el odio a los piqueteros. La rabia siempre presente, como una mancha nauseabunda que no logramos remover.
Ahora, bajo el afeite descascarado de la pretendida diversidad de voces, se alientan desde el poder los métodos de acción más burdos y se intenta la unificación brutal del discurso.
Cuando el funcionario Gabriel Mariotto, con cuentas pendientes en la Justicia, dice que los afiches infamantes contra periodistas, anónimos para mayor cobardía, están "enmarcados en la libertad de expresión", ya no estamos hablando de los métodos tradicionales de los aparatos de propaganda totalitaria que el mundo ha conocido, sino, apenas, de algún émulo menor de los comisarios Cipriano Lombilla y José Amoresano, jefes de la siniestra Sección Especial que supo machacar a opositores en el primer peronismo.
Para ponerlo en palabras de Pino Solanas, que de peronismo y de integridad personal puede dar lecciones a algunos advenedizos y conversos: demasiadas veces parece que "nos encaminamos a una suerte de fascismo disfrazado de progresismo".
© Escrito por Julio Blanck y publicado en el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 25 de Abril de 2010.