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miércoles, 30 de enero de 2019

Maduro y Allende… @dealgunamanera...

Maduro y Allende…

Presidente de Venezuela Nicolás Maduro y Presidente de Chile Salvador Allende.

No podemos callar y aceptar que Maduro pretenda guarecerse en la imagen del Presidente Allende, desprestigiándolo y distorsionando la realidad. Allende es un símbolo de integridad moral, de compromiso social y de vocación democrática incuestionable. La experiencia de Maduro, en cambio, ha traído persecución política, miseria, crisis humanitaria, hambre, emigración masiva y el sufrimiento del pueblo venezolano.

© Escrito por Sergio Bitar el viernes 25/01/2019 y publicado por el Diario Digital El Mostrador de la Ciudad de Santiago de Chile, República de Chile.

En repetidas ocasiones Maduro ha intentado refugiarse en la imagen de Allende. No podemos dejar pasar esta grave distorsión de la realidad histórica. Ni Chávez ni Maduro tienen nada en común con Allende.

Allende fue un hombre de una trayectoria democrática impecable. Diputado, senador, ministro, Presidente de la República, ejemplo de vida dedicada al fortalecimiento de las instituciones democráticas, la ampliación de las libertades y de los derechos de los trabajadores y de la gente más pobre. Chávez fue un coronel que intentó un golpe de Estado en 1992 y luego triunfó en las elecciones de 1999, sin tradición democrática. Inició un proceso de regresión democrática y de deterioro económico, que solo se pudo ocultar por el alza cuantiosa del precio del petróleo.

Allende respetó la Constitución y las leyes, las libertades personales, el Parlamento actuó sin restricción alguna, la Corte Suprema ejerció sus funciones con plena independencia, la libertad de expresión alcanzó su más amplia extensión, todos los partidos políticos se desplegaron y fortalecieron. Jamás se violaron los Derechos Humanos, ni hubo presos políticos. El caso venezolano con Chávez y Maduro es completamente distinto. La elección de la Asamblea Nacional legítima fue atacada y se intentó sustituirla por un órgano ilegal, existen presos políticos desde hace muchos años, las libertades de expresión han sido cercenadas con el control de los distintos medios de comunicación, ha habido persecución y exclusión de partidos políticos, matonaje y represión.

En el ámbito económico la diferencia es enorme. Allende luchó por recuperar las riquezas básicas que se encontraban en manos extranjeras, organizar a los sectores trabajadores modestos y reducir la miseria. En el caso de Venezuela, el petróleo ya estaba en manos del gobierno, no había nada que nacionalizar. Y a pesar de ello, el gobierno venezolano, sin oposición de país ni empresa alguna, provocó una caída sin precedente de la producción, de cerca de 3 millones de barriles diarios a menos de 1 millón ahora.

Venezuela exporta sin problema a Estados Unidos, donde además posee una empresa distribuidora de gasolina (CITGO). Pero su fracaso es tal, que de exportador de gasolina a EE.UU., ahora la importa desde ese país. No solo han tenido todo el mundo abierto al comercio, sino además contaron con un enorme financiamiento de China, inexistente antes. Este desastre nada tiene que ver entonces con el “imperialismo y la burguesía”, es solo incapacidad e ineficacia. En el caso chileno, la nacionalización del cobre fue respondida por el gobierno de Nixon y de las compañías del cobre con bloqueos, cortando el financiamiento internacional, de repuestos, promoviendo el embargo de los embarques de cobre cuando llegaban a los puertos de destino en Europa.

Las condiciones internacionales de 1970 eran completamente distintas a las del año 2000. Chile debió enfrentar un período de Guerra Fría en que la actitud norteamericana del gobierno de Nixon hacia Chile fue implacable desde un comienzo, tratando de impedir la asunción de Allende y complotando para socavar el gobierno, mediante ahogo financiero y la presencia activa de la CIA, como quedó en evidencia en las propias investigaciones del Senado de EE.UU. Nada de eso ha ocurrido en Venezuela.

Tampoco es similar la situación de las Fuerzas Armadas. En el caso chileno, ellas formaban a sus oficiales en la llamada doctrina de la seguridad nacional, con cursos impartidos en Panamá, mostrando que el enemigo era interno y, por lo tanto, su tarea era aplastar cualquier movimiento social que quisiera impulsar cambios. Nada de ello ha existido durante los gobiernos de Chávez y Maduro. Ellos han contado con el respaldo total de las Fuerzas Armadas, sin lo cual no podrían haber sobrevivido al desastre humanitario, la indignación popular y el quiebre de las instituciones democráticas.

En Chile, ni creció la violencia criminal ni mucho menos la corrupción. La dictadura chilena, que intentó difundir falsedades como el llamado Plan Z y luego de reiteradas investigaciones a las cuentas personales y de los familiares de los principales dirigentes de la Unidad Popular, nunca pudo realizar acusación alguna. Nada de eso se compara entre el Chile de Allende y la Venezuela de Chávez y Maduro, donde se presenta una de las más altas tasas de homicidio del mundo.

Mucho daño ha hecho ya la experiencia de Maduro, la persecución política, la miseria de un pueblo, la crisis humanitaria, el hambre, la emigración masiva, el sufrimiento del pueblo venezolano.

Esta terrible experiencia ha provocado temor a las experiencias progresistas de América Latina, y hoy es un arma que utiliza la derecha para atacar a quienes intentan cambios económicos y sociales. La campaña de “Chilezuela” es un ejemplo, y similares campañas se han articulado en otros países.

No podemos callar y aceptar que Maduro pretenda guarecerse en la imagen del Presidente Allende, desprestigiándolo y distorsionando la realidad. Allende es un símbolo de integridad moral, de compromiso social y de vocación democrática incuestionable.



jueves, 4 de enero de 2018

El impacto de la nuevas tarifas del transporte en AMBA... @dealgunamanera...

Mirá cuánto aumentan los colectivos y trenes en la Ciudad y el conurbano y compará las nuevas tarifas con otras ciudades…


El Ministro de Transporte anunció nuevos valores para los boletos y un nuevo sistema que regirá a partir de febrero, que incluye descuentos para quienes hagan más de un viaje. Mirá también la evolución de las tarifas considerando la inflación.

Escrito por Matías Di Santi y Lucía Martínez el jueves 04/01/2017 y publicado por el sitio http://chequeado.com de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Luego de un año de elecciones y con el objetivo de reducir los subsidios en el sector, el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, anunció un aumento escalonado a partir de febrero en las tarifas de los servicios de colectivos y trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). El boleto mínimo de colectivo, que actualmente tiene un costo de $6, a partir de febrero costará $8; en abril, $9, y en junio, 10 pesos. El pasaje de tren también subirá de $2 a $3,25 entre febrero y junio para las líneas Roca, Belgrano Sur, Belgrano Norte y Urquiza, y de $4 a $6,75 para los ramales Mitre, Sarmiento y San Martín en el mismo período.

El anuncio para el transporte público representará en el primer tramo del aumento una suba del 33% para los colectivos y del 37,5% para los trenes (66% a junio para los colectivos y entre 43,75% y 62,5% a junio para los trenes). Este incremento se suma al de comienzos de 2016, cuando el Gobierno nacional dispuso una suba en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense del 100 por ciento. Antes de esa medida, por ejemplo, la tarifa mínima del colectivo valía tres pesos y pasó a valer seis.

Sin embargo, a pesar del aumento anunciado hoy, la tarifa de colectivos para el AMBA seguirá por debajo de la de la mayoría de las principales ciudades de la Argentina:

Map created by Chequeado

-Entre los centros urbanos más poblados del país, Córdoba tiene una tarifa urbana de colectivos de $15,38; Rosario, de $11,49; San Miguel de Tucumán, de $9,35; Mendoza, de $8,50; y en Mar del Plata el Concejo Deliberante aprobó días atrás un aumento que lleva la tarifa a 9,85 pesos.

La tarifa de colectivos más alta del país es la de Bahía Blanca, de acuerdo con un relevamiento realizado por Rafael Skiadaressis, especialista en economía del transporte. En la ciudad del interior bonaerense un boleto simple de colectivo cuesta 17,30 pesos. El segundo lugar se lo lleva Bariloche con un boleto inicial de $16,44 y, en tercer lugar, Río Gallegos con $15,90 por pasaje.

En el caso del subte, según informó Dietrich, la tarifa mínima pasará de $7,50 a $11 en abril y de $11 a $12,50 a partir de junio.
Al considerar una inflación del 19% (calculada por la consultora Elypsis) entre diciembre de 2017 y el mismo mes de 2018 y las tarifas de los ramales Mitre, Roca y un promedio de las líneas de colectivos del AMBA (desde la 1 hasta la 199), además de la mínima del subte, Skiadaressis calculó que en términos reales “los trenes exhiben la mayor disminución respecto a sus valores históricos, mientras que el subte se aproxima a valores de 2005 y los colectivos a los de 2010”.

La Red SUBE y la comparación regional

Por otra parte, Dietrich también anunció la implementación de un sistema llamado “Red SUBE”, un boleto “multimodal” en el que los que viajen más pagarán menos. Si bien señaló que “hay 15 millones de viajes por día en el AMBA que usan trenes, colectivos, Metrobus y subtes”, no dio cifras oficiales de cuántas personas se beneficiarían con esta medida.

Así, quienes hagan un segundo viaje combinando o no distintos medios de transporte en un lapso de dos horas pagarán un 50% de la tarifa y a partir del tercer viaje en adelante, siempre dentro del rango de dos horas, abonarán un 25% de la tarifa (hacé tu cálculo acá). Además, el Ministro confirmó que este sistema también funcionará para los beneficiarios de planes sociales que cuentan con la tarifa social y que hoy son alrededor de cuatro millones de personas.

Otras grandes ciudades de la región también cuentan con tarifas diferenciales que permiten combinar distintos medios de transporte público a un precio más barato. En Santiago de Chile, con un boleto de entre $18,50 y $22,50 argentinos aproximadamente según el horario, se pueden hacer hasta dos trasbordos entre bus, metro y tren durante dos horas.

Por su parte, en Bogotá, el servicio llamado “Transmilenio” permite hasta dos trasbordos entre diferentes servicios de colectivo dentro de la ventana de tiempo de 95 minutos. La tarifa varía entre $12,55 a $13,80 argentinos.

Por último, en San Pablo, el sistema de transporte público cuenta con colectivos, subtes y trenes. Un billete de aproximadamente $21,50 argentinos permite hasta cuatro embarques en ómnibus diferentes en un periodo de tres horas.