Historias de la Patagonia: Los increíbles vuelos del “Pájaro Errante”,
aventurero y héroe de guerra…
“Tsingtau”. Foto coloreada con Gunther Plüschow
auf dem Schwimmer, Ernst Dreblow sowie Helfer. (Fotokoloration, Christoph Maier, Sammlung Ehlers)
La apasionante historia del periodista, escritor, y primer documentalista
de la Patagonia austral.
© Publicado el miércoles 03/05/2017 por Guioteca de la Ciudad de Santiago, Chile.
La esposa de Günter Plüschow leyó el telegrama que llegaba desde Grecia: “Me he encontrado con mi viejo camarada Laeitz quien conducirá un crucero hacia América del Sur. Me ha solicitado y he aceptado ser el cronista de ese viaje y filmar el mismo. Compra una cámara de fotos y una filmadora con su manual y envíamelos cuanto antes”. Fue así que en septiembre de 1925, Plüschow parte en el velero Parma, de 4 mástiles, desde el puerto de Hamburgo como documentalista del crucero.
La esposa de Günter Plüschow leyó el telegrama que llegaba desde Grecia: “Me he encontrado con mi viejo camarada Laeitz quien conducirá un crucero hacia América del Sur. Me ha solicitado y he aceptado ser el cronista de ese viaje y filmar el mismo. Compra una cámara de fotos y una filmadora con su manual y envíamelos cuanto antes”. Fue así que en septiembre de 1925, Plüschow parte en el velero Parma, de 4 mástiles, desde el puerto de Hamburgo como documentalista del crucero.
A los 75 días de navegación llegan a
las Islas Malvinas, pasando luego por el Cabo de Hornos y arribando
definitivamente al Puerto de Valdivia, en Chile. Fue el comienzo de la aventura patagónica
para aquel joven piloto de la aviación alemana, agente de inteligencia y héroe
condecorado por su desempeño en China y posterior cinematográfico escape de una
prisión británica.
Günter
Plüschow.
Descubriendo Chile al sur
Recorre diversos sitios del sur de
Chile, donde conoce a un estanciero de origen alemán de apellido Lauezzari,
quien le habla de la región del Paine. La leyenda afirma que ante la vista de
aquella imponente “muralla” natural pregunta con naturalidad que hay detrás de
esas montañas. No se sabe, recibe como vaga respuesta. Es entonces que decide
su futuro: “Entonces volveré y lo averiguaré”.
Otros autores, afirman que ese
diálogo se produjo a bordo del crucero que lo llevó al sur de Chile y también
en otras circunstancias. Pero, de una manera u otra, esa determinación y empeño
forma parte de la leyenda sureña sobre el mítico “Pájaro Errante” alemán.
Plüschow se da cuenta que para poder explorar aquella geografía necesitaba algo
diferente, algo que hasta ese momento no se conocía en la región: un avión.
El regreso del documentalista
Regresó a Alemania donde logró el
apoyo económico que necesitaba. Más tarde, puso proa al sur en una pequeña
goleta que bautizó “Feuerland” (Tierra del Fuego), tripulada por el timonel
Paul Christiansen, el cineasta Kurt Neubert, el ingeniero de aviación y
mecánico Ernst Dreblow junto a Günter Plüschow y su esposa Isot. En tanto, en la bodega de un barco mercante
con rumbo al sur, también viajaba desarmado y acomodado en varias cajas el
“Tsingtau”, el primer hidroavión que surcaría los cielos fueguinos.
La goleta
“Feuerland” ante la inmensidad patagónica.
El mítico
hidroavión Heinkel HD24, bautizado por Plüschow “D 1313 Tsingtau” y conocido
como “Cóndor de Plata” en su primer acuatizaje en la bahía de Ushuaia.
“… el piloto que ametrallaba
enemigos en Tsingou (sic). Helo aquí, en pleno aire, dirigiendo el objetivo de
la cámara cinematográfica hacia la Tierra del Fuego, los helados mares, los
cerros nevados, los incomparables lagos, la visión imponente de los montes
Sarmiento y Cella, los ventisqueros, los fiordos, el Cabo de Hornos, de
sobrecogedora belleza, y esos lugares sin descripción en que la selva avanza,
avanza irrefrenablemente hasta lamer la falda de las montañas cubiertas de
nieve”.
Así describía el periodista y escritor
chileno Luis Enrique Délano, la transformación de aquel héroe de guerra alemán,
en este piloto y director cinematográfico dedicado a reflejar las fantásticas
tierras australes en el documental “El Cóndor de Plata en la Tierra del Fuego”
(1929).
Aquellas antiguas imágenes perdidas
Su película, única en su tipo y que
se mantuvo oculta durante 70 años, fue finalmente recuperada. Dicen que la
filmó sin sonido porque creía que este desaparecería al transcurrir el tiempo.
Las dos horas de filmación muestran la partida del “Feuerland” en octubre de
1927, el cruce del Atlántico, la exploración en Brasil y el arribo a Patagonia
en noviembre de 1928.
También muestra la labor de armado
artesanal de su hidroavión Heinkel HD24 y los primeros vuelos e imágenes de Tierra
del Fuego. Era la primera vez que un avión atravesaba los cielos sureños, y
también, la primera vez que una cámara captaba la mítica geografía austral
desde el aire.
El documental completo:
Al mismo tiempo de volar, Plüschow
debe ir realizando un minucioso relevamiento geográfico y meteorológico porque
no existían aeropuertos, apoyo de radio ni información confiable. Ni siquiera
combustible de buena calidad, situación que le causara peligrosos
contratiempos. A pesar de ello, el 3 de diciembre de 1928, asombra a los habitantes
de Ushuaia acuatizando en la bahía. Plüschow entrega la primer saca de correo
por vía aérea con saludos del gobernador de Magallanes al Gobernador de
Ushuaia, y también una encomienda postal para uno de los reclusos de la famosa
prisión de Ushuaia.
Regreso triunfal a Alemania
Regresa a Alemania y su película es
un éxito europeo. Tiempo más tarde vuelve a Chile donde es condecorado por su
labor documentalista en el extremo sur. Ya de nuevo en Patagonia, se entera que
las ratas había corroído el entelado de su avión. Es que en ese tiempo se
utilizaba pegamento a la cola de pescado a fin de solidificar e impermeabilizar
la tela que componía el fuselaje. Algo muy atractivo para los roedores. Junto a
su mecánico logran reparar los daños, pero ante el riesgo de perder el permiso
de vuelo chileno por el evidente estado remendado de su avión cruza a
Argentina.
Allí continúa con sus notables
vuelos y captación de imágenes documentales de gran valor histórico de los
Hielos Continentales, Lago Argentino, Glaciar Perito Moreno, Lago Viedma,
Cordillera de Darwin y las Torres del Paine, pero su noble “Cóndor de Plata”
estaba cada vez más averiado y remendado.
El último vuelo
El parte policial relata que el 28
de enero de 1931, “a las 3:00 hs. ocurrió un accidente de aviación en el paraje
denominado Lago Rico, documentos encontrados en el mismo permiten identificar a
Plüschow y Dreblow como los fallecidos”. La crónica indica que el avión
averiado sufrió un desperfecto en el aire y se desplomó sobre el lago muriendo
sus dos ocupantes. Hoy, un monolito los recuerda a la entrada del Parque
Nacional Los Glaciares.
El “Feuerland”, en la guerra de Malvinas
Un detalle poco conocido es que la
goleta que perteneciera a Günter Plüschow, estaba aún al servicio de la
Faklands Island Company, cuando los soldados argentinos tomaron Malvinas en
1982. Fue confiscada para trasladar personal, patrullar y otras tareas
militares bajo el nombre de “Penélope”. El 26 de mayo de 1982, un ataque de las
fuerzas británicas causó averías en su mástil. Continuó en servicio hasta que
en mayo de 2006 fue adquirida y trasladada a la Argentina, para luego ser
embarcada a Alemania a fin de restaurarla para que continúe en servicio activo.
Plüschow,
Dreblow y su mascota posando para la cámara delante del “D 1313 Tsingtau”.