La única oferta de Carrefour: en Boedo va un nuevo mercado…
Pura pasión. La soñada vuelta al predio donde funcionó el Viejo
Gasómetro entusiasma a todos los hinchas del Ciclón. Marcharon a la
Legislatura y a la embajada de Francia.
La empresa francesa descarta la construcción de un estadio. Mientras
impulsan una ley en la Legislatura porteña, los hinchas planean un
boicot pacífico.
Parece la escena de una película, pero no: en una ostentosa
oficina de París los integrantes del directorio de una poderosa
multinacional reciben el reclamo de un remoto club de fútbol que jamás
escucharon nombrar y que les disputa el terreno que hace treinta años
ocupa una sucursal.
Parece un cuento rosarino, pero no: hinchas de ese
club planean un boicot pacífico contra la empresa si no entregan ese
terreno para construir un estadio. Parece una novela de intriga, pero
no: una comisión integrada por legisladores de distintos partidos
políticos hace equilibrio entre la pasión de miles de votantes y el
negocio de la multinacional. Estas escenas bien podrían haber salido de
alguna ficción, pero no: es el estado de situación del proyecto
impulsado por San Lorenzo para volver a Boedo, ese mítico lugar en
avenida La Plata donde funcionó el Viejo Gasómetro durante 63 años y
Carrefour instaló su primera tienda en 1982.
En este caso se habla de reparación histórica, de casa matriz,
de expropiación y de marchas. Aparecen el ex intendente de facto Osvaldo
Cacciatore, el ex presidente Moisés Annan, empresarios, legisladores
del PRO y un grupo de hinchas que impulsaron la vuelta a Boedo como una
cruzada en la que les va la vida. Nada tiene vinculación con la pelota
ni con los habituales protagonistas del fútbol. Todo está enmarcado en
un conflicto de intereses. Por un lado, el negocio; por otro, la pasión.
Unos hablan con el corazón y otros contestan con el bolsillo. Pero
nadie cede.
Tierra Santa.
El Carrefour de avenida La Plata al 1700 está cerrado desde agosto de
2011 por reformas. Desde entonces crecieron las especulaciones. Cómo
evitar el sueño de cada hincha de San Lorenzo que pasa por el frente y
lo encuentra vallado y sin accesos. Pero lo cierto es que la estrategia
del directorio de la empresa está bien lejos de la construcción de un
estadio. Lo más parecido a la pasión que contempla el nuevo destino para
un domingo a la tarde es la facturación de la línea de cajas.
El plan de la empresa para la sucursal avenida La Plata propone
la construcción de un supermercado bajo un nuevo estilo que en Europa se
conoce como Carrefour Planet. Se trata de un concepto que ofrece mayor
espacio en los pasillos, góndolas más bajas, sectores divididos por
colores, espacios para los niños y un restaurant. El proyecto nunca
menciona una tribuna con capacidad para tres mil visitantes sentados.
“Ni se nos ocurre barajar la posibilidad de construir nada que
se parezca a un estadio de fútbol –le confía un directivo de la empresa a
PERFIL–. Además, jamás recibimos un proyecto concreto. Estuvimos en la
Legislatura, los escuchamos, pero nunca nos entregaron nada puntual. De
todos modos, la decisión final la tienen que tomar en la casa matriz.”
Si algún hincha de San Lorenzo se entusiasmara con una buena nueva desde
Francia, se recomienda paciencia: para aprobar la reforma de esta
sucursal tardaron más de un año. Aunque siempre aparece un premio
consuelo: “A lo sumo les podríamos ceder un espacio para que hagan un
museo, algo conmemorativo, es cuestión de negociar”, finaliza el
directivo. Carrefour tiene 15.937 tiendas en 33 países y es evidente que
no tienen intención de desprenderse de ninguna.
Lesa humanidad.
San Lorenzo perdió el Viejo Gasómetro en 1979, cuando el
brigadier Osvaldo Cacciatore, por entonces intendente de la Ciudad,
firmó una ordenanza que planteaba la continuación de las calles Muñiz y
Salcedo. El cuestionado presidente Moisés Annan cedió al reclamo y el
club perdió su lugar en avenida La Plata. El equipo y su gente se
despidieron el 2 de diciembre, en un cero a cero contra Boca. Pero el
nuevo trazado de las calles nunca ocurrió, y un par de años después
Carrefour compró el terrero e instaló su primer supermercado en el país.
El despojo de la dictadura fue el punto de partida para que un
grupo de hinchas de San Lorenzo proponga lo que llamaron Restitución
Histórica. Y llevaron el reclamo a la Legislatura porteña, que desde
julio de 2006 viene tratando el tema. Hubo idas y venidas, falta de
quórum, proyectos de leyes aprobados y vetados, hasta que en noviembre
de 2010 ingresó al recinto el Proyecto de Restitución Histórica, un paso
vital para los Guardianes de la Vuelta a Boedo.
Bruno Screnci, diputado porteño por el PRO y presidente de la
Comisión legislativa que trabaja en la recuperación del predio, reconoce
que a Carrefour no le presentaron un proyecto concreto y que los
directivos asistieron a la primera reunión en la Legislatura y después
no aparecieron más. De todos modos, confía: “Están anoticiados de todo
lo que se vino resolviendo en las otras reuniones. Tienen voluntad de
escuchar”. Aunque pone reparos ante la mención de una posible
expropiación: “La voluntad política de intermediar entre el club y la
empresa está, pero también es indispensable que el proyecto se
autofinancie. La idea es colaborar sin poner plata”.
Pasional.
¿El Gobierno de la Ciudad no quiere poner dinero? No importa.
¿Hay que llenar la Ciudad de hinchas de San Lorenzo? En eso estamos.
¿Carrefour tiene otros planes? Ya veremos. Los militantes de la vuelta a
Boedo son fundamentalistas de la causa. Van con cinco delanteros y
laterales que se proyectan. No entienden eso de especular, de cuidar un
cero a cero trabado. Saben que esta final es más importante que la
Libertadores que tantas veces se les negó.
“Para la construcción del estadio, cotizado en unos 30 millones de
dólares, ya conseguimos dos empresas que pondrían dinero, y con la venta
anticipada de plateas y palcos juntaríamos lo que falte”, aclara Adolfo
Res, historiador de San Lorenzo y miembro de la Comisión de
Restitución Histórica.
—¿Y qué pasaría si la Ciudad no quiere poner la plata en caso de que se
apruebe la ley que expropie los terrenos? –preguntó Perfil.
—También tenemos un plan B para conseguir ese dinero.
—Entre el estadio y el predio necesitarían unos 50 millones de dólares.
—La plata no va a ser un impedimento.
Además de complejas cuestiones económicas, los militantes pro
Boedo también planean lo que Res define como un “plan de lucha
pacífico”, que explica así: “Nos vamos a juntar en Avenida La Plata
antes de los partidos, con cortes de calles y choriceada, vamos a armar
festivales, mateadas en la calle”. Y finaliza: “¿Vos irías a comprar a
un supermercado que permanentemente esté rodeado por hinchas?”.
© Escrito por Claudio Gómez y publicado por el Diario Perfil de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 14 de Enero de 2012.