Hoy se lanza al espacio Manolito, un nuevo nano satélite argentino…
El armado. El proyecto en plena producción. Hoy será lanzado desde una
plataforma en Rusia. Foto: Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Los nano satélites constituyen el nuevo paradigma estelar que pretenden
democratizar el espacio. Hoy la Argentina pondrá en órbita el segundo cubo en
miniatura llamado “Manolito”, en homenaje al personaje de Quino. El lanzamiento
será a las 4.30 hora local, desde una plataforma en Rusia.
La construcción estuvo a cargo de la empresa Satellogic y fue financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, junto al INVAP. Está fabricado en un 80% con componentes nacionales, entre los que se cuentan sus paneles solares, desarrollados por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la computadora de abordo. Su ensamblado demoró 6 meses y es de plataforma abierta.
“Nuestra intención es facilitar el acceso a la tecnología espacial, por
norma, reservada a grandes agencias o empresas privadas, para que grupos de
investigadores, universidades, estudiantes y hasta aficionados, puedan llevar
su propio satélite al espacio”, explica Emiliano Kargieman, CEO de Satellogic.
Para tal fin, pone a disposición de los interesados, el código fuente (https://github.com/satellogic/canopus)
de sus proyectos, para que cualquiera pueda replicar el diseño de Manolito y El
Capitán Beto y remontarlo.
“Manolito es una evolución de El Capitán Beto. En el primero aprendimos a
hacer un satélite y, en éste, el desafío fue reemplazar las partes que se
podían fabricar acá. Mejoramos su sistema de comunicación, agregamos dos
procesadores. Todo esto nos permite realizar nuevos experimentos. Sumamos una
cámara de 20MP para lograr tomas de la Tierra y un GPS” cuenta Gerardo Richarte
de Satellogic.
Satélite Capitán Beto. Foto: Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Estos nano satélites tendrán una órbita similar –Manolito estará un poco más
abajo– que va de los 400 a los 700 kilómetros sobre la superficie del planeta.
Dará una vuelta a la Tierra cada hora y media, a una velocidad de 27 mil km/h.
Desde la base rusa se lanzarán unos 30 satélites similares en tamaño y peso,
con un intervalo de 2 segundos entre uno y otro. “Desde el despegue hasta que
se desprende del cohete, se tardan unos 15 minutos. En ese momento recibimos la
comunicación que todo salió bien. Recién cerca de las 10 horas vamos a saber si
se encendió y si está funcionando con normalidad. Aunque para tener un
diagnóstico completo sobre la salud del satélite se tarda una semana”, indica
Richarte.
Sobre los costos de lanzamiento, Kargieman sostiene que el precio ronda los
“60 mil dólares por kilo”. Manolito pesa 2 kg. Lo primero que suele fallar en
estos aparatos es la batería. “Se abastece a través de los paneles solares pero
cuando pasa por la sombra, o sea, cada hora y media, se descarga. Como ocurre
con cualquier celular, al cabo de 6 u 8 meses de uso continuo se empieza a
deteriorar, hasta que se apaga. Igual pueden pasar 17 años dando vueltas hasta
que finalmente se desplome”, expone Kargieman.
“No se trata de una industria desconocida para la Argentina”, enfatizó el
ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao. “En un futuro no muy lejano,
nuestro país tendrá vector propio para lanzar al espacio este tipo de
satélites”, agregó el funcionario.
Con el acuerdo con INVAP para incubar estas ideas en su laboratorio de
Bariloche, “Manolito” costó unos 70 mil dólares en componentes, 130 mil en
lanzamiento y un presupuesto mayor para el desarrollo de ingeniería y de la
plataforma.
© Escrito por Marcelo Bellucci el jueves 21/11/2013 y publicado por el Diario
Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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