Operación 'cambio de clima'...
Juego de la "Opo"...
Como parte de la
operación “cambio de clima” respecto del que se instaló en el país tras los
casi 12 millones de votos que recibió Cristina Kirchner en octubre de 2011, y
38 puntos de diferencia respecto de la segunda fuerza, varias acciones
coordinadas se sucedieron.
Desde los pronósticos
socioeconómicos apocalípticos que nunca se cumplen, pues no están diseñados
para cumplirse sino para alentar expectativas negativas, hasta encuestas que
suponen que a pesar de mantener los niveles de consumo y empleo sin cambios
significativos respecto de los existentes en el momento del rotundo triunfo
oficialista de 2011 la Presidenta hoy se desmoronó en popularidad a punto tal
que perdería una elección contra Fernando Iglesias.
Al cotillón opositor se
sumó también el caceroleo de segmentos medios altos y altos porteños, fogoneado
por los medios opositores y convocado por “espontáneos organizadores”
pertenecientes mayoritariamente al grupo de activistas de partidos opositores
presentes en las redes sociales.
Recientemente dos
movilizaciones y un paro general del sindicalismo opositor y sectores
vinculados a la producción agropecuaria cuyo eje central es la baja del
impuesto a las ganancias para el 19% de trabajadores formales que lo pagan
parecían completar la operación “cambio de clima”, dándole más profundidad
social a la “opo”, hasta ese momento muy sesgada hacia los segmentos medios
altos y altos.
¡Esto no fue todo, amigos
lectores de Perfil! Al aproximarse las fiestas, y como es casi una tradición en
el país, se largaron saqueos notablemente organizados en busca de plasmas,
microondas, computadoras, iPads y cualquier otro dispositivo cuya innovación
tecnológica hace las delicias de los “movimientos sociales”.
La mejor caracterización
de los saqueadores la dieron los intendentes del conurbano bonaerense, en cuyos
distritos se concentró el 80% de los arrebatos, cuando en conjunto advirtieron
que “ están organizados”, y catalogaron de simples “ladrones” a quienes están
al frente de los incidentes en puertas de supermercados.
Finalmente, frente a
episodios delictivos tan groseros, cabe recordar la sentencia que Juan Domingo
Perón expresó ante los diputados de la JP en enero de 1974, frente al sangriento
copamiento del Regimiento de Azul por parte de la guerrilla de ultraizquierda
nucleada entonces en el Ejército Revolucionario del Pueblo, que provocó una
reforma del Código Penal para castigar con más eficacia y severidad estos
atentados violentos contra la democracia:
“En este momento, con lo
que acabamos de ver, en que una banda de asaltantes que invoca cuestiones
ideológicas o políticas para cometer un crimen, ¿ahí nosotros vamos a pensar
que eso lo justifica? ¡No! Un crimen es un crimen cualquiera sea el móvil que
lo provoca, y el delito es delito cualquiera sea el pensamiento, o sentimiento,
o la pasión que impulse al criminal.
Siempre que hay voluntad criminal es un
delito, y eso lo tiene que penar la ley, no nosotros”.
© Escrito por Artemio
López y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires el domingo 23 de Diciembre de 2012.
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