Repetir...
“La cabeza es el órgano de los intercambios, pero el corazón es el órgano de la repetición.” (Gilles Deleuze)
El kirchnerismo, como cualquier cultura, muestra su esencia eterna e inmanente en la repetición. “La vida es una repetición”, escribió el filósofo danés Soren Kierkegaard. Esto se reflejó una vez más en las analogías –repeticiones– entre el comportamiento del Gobierno en el caso de la salud de la Presidenta con similares estilos y costumbres de cuando se toman decisiones de índole política y económica.
El miércoles el Gobierno salió a responder (incompletamente) a la nota de Nelson Castro del domingo pasado en Perfil, donde se detallaron inconsistencias en el cuidado de la salud de la Presidenta que se podrían sintetizar en: ¿por qué se decidió operar con tanta urgencia si aunque hubiera sido un cáncer de tiroides su avance es lento? Fundamentalmente, ¿por qué no se esperó y buscó un segundo análisis de especialistas en cáncer específicamente de tiroides antes de operar? ¿Por qué se invirtió el protocolo durante la operación: extirpación primero y luego análisis? Y, ¿por qué se comunicó tan mal, escuetamente y sin conferencia de prensa médica?
La velocidad en operar y el hecho de no haber contado con un segundo análisis no resultan ajenos a la forma asertiva con que se administra el Estado en áreas sensibles y complejamente técnicas como la economía y las relaciones internacionales, donde se avanza con una determinación que no deja espacio para la duda, lo que sirve tanto para llegar rápido en el camino del éxito (Fútbol para Todos) como en el del fracaso (la 125 y su enfrentamiento con el campo).
Esa confianza absoluta en lo propio como derivado de un orgullo autóctono es constitutiva de la esencia pura del peronismo. El excelente documental Pulqui, un instante de la patria de la felicidad, dirigido por Alejandro Fernández Mouján, obligatorio para quien precise comprender el peronismo, recrea la historia de cuando la Argentina –en 1951– quiso competir con Estados Unidos y la Unión Soviética creando un avión a reacción nacional llamado Pulqui, fabricación que se discontinuó al ser derrocado Perón en 1955. En la película también se recuerda que visitando la Ciudad de los Niños en La Plata Walt Disney se habría inspirado para hacer Disneylandia. No debería extrañar, entonces, que hoy se le den consejos económicos a Europa: es una recuperación de aquel pasado como asunción de identidad sintética.
Los errores de comunicación, como no haber informado originalmente que el diagnóstico de cáncer tenía una mínima posibilidad de error, no explicar desde el inicio que aunque terminara descubriéndose que no se tratara de un tumor canceroso se operaría igual porque, aunque haya excepciones, ésa es la práctica más común en todo el mundo, y luego de la operación no haber permitido una conferencia de prensa donde los médicos aclararan todas las dudas son prácticas cotidianas en el ejercicio del poder donde los ministros y secretarios de Estado tienen la boca cosida y están aterrorizados ante la posibilidad de decir una palabra de más.
Pero no sólo con la salud de la Presidenta se observan formas de operar repetitivas. Sólo en la edición del día de ayer PERFIL publicó dos notas que son ejemplo de repetición: el kirchnerismo prepara a Boudou para futuro candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, reproduciendo el método usado con Scioli de un vicepresidente dócil que luego es catapultado a la gobernación.
La otra nota fue que la renuncia de la esposa de Zannini al frente de la Casa de la Provincia de Santa Cruz en Buenos Aires reflejaba que el kirchnerismo le soltaba definitivamente la mano al gobernador Peralta. Pero también mostraba otra repetición cultural: los kirchneristas eligen esposas con fuerte espíritu militante: a la mencionada de Zannini se agrega la de De Vido, Alessandra Minniceli, que integró la Auditoría General de la Nación, y la de Moreno, Marta Cascales, directora suplente de la empresa estatal Ar-Sat, que juntas produjeron la serie anti Clarín y La Nación El pacto; más el ejemplo emblemático de Néstor y Cristina Kirchner.
Estos pequeños detalles reflejan mejor los códigos genéticos kirchneristas que decenas de discursos. Pero la repetición no debe ser pensada sólo como retrospectiva sino como un movimiento hacia adelante: Kierkegaard utilizó la palabra danesa gjentagelse donde gjen es “de nuevo” y tage es “tomar”. La repetición es algo tan viejo como nuevo, que si bien existía empieza a ser de nuevo. “La repetición es siempre trascendencia”, escribió Kierkegaard, para quien en ella estaba la libertad porque al repetir se escapa del fatalismo determinista de la arbitrariedad cambiante de la fortuna. El repetir es un deber de la autenticidad que en cada repetición recupera una nueva originalidad de sí mismo.
Hago todas estas aclaraciones positivas de la repetición porque también los medios y periodistas oficialistas salieron a criticar duramente a los medios y periodistas que se atrevieron a meterse con la salud de la Presidenta, repitiéndose también ellos. Como no podría ser de otra forma, porque todos estamos sometidos a lo incondicionalmente imperado de la ley de la vida.
No deberían enojarse; la presión de la prensa mantendrá alerta al jefe de la Unidad Médica Presidencial, Luis Buonomo, quien desde que asumió Néstor Kirchner ha cometido suficientes errores como para obligarlo a esmerarse.
“No hay ciencia más que de lo general y no hay ciencia más que de lo que se repite”, escribió Gilles Deleuze en su libro Repetición y diferencia. También él destacó el papel de la repetición que “expresa al mismo tiempo una singularidad contra lo general, una universalidad contra lo particular, un elemento notable contra lo ordinario, una instantaneidad contra la variación, una eternidad contra la permanencia. Desde todo punto de vista, la repetición es la transgresión”.
La repetición no es copia, no es el retorno de lo igual sino de lo mismo que no es igual. “La tarea de la vida –concluye Deleuze– consiste en hacer coexistir todas las repeticiones en un espacio donde se distribuye la diferencia.”
Pasó sólo un mes de los cuatro años que Cristina Kirchner tiene para gobernar y hacer de la repetición misma algo nuevo cada vez. Esto recién comienza.
© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado por le Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 14 de Enero de 2012.
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