La gran Huracán… De Alguna Manera...

La gran Huracán…

Dice la leyenda que Huracán cuando debe ganar un partido clave, de esos que si es medio a cero está bien, indefectiblemente lo pierde.  Los hinchas llamamos a esta situación “la gran Huracán”.

Tremendos problemas para poder salir más temprano del trabajo, corriendo todo el día para hacerse el “gil” y borrarse, acudiendo al llamado “Hoy vamos a ser ofensivos” y fuimos.  No me gusta hacer leña del árbol caído.  Tampoco está caído ya que este cuerpo técnico nos sacó de la posición incómoda en la que estábamos en cuanto al descenso pero creo que, logrado ese objetivo, debemos recuperar la memoria y sentir que somos Huracán y que estamos en el Nacional B.   

Estar en la B es humillante para nosotros.  Es antinatural.  No debemos, bajo ninguna circunstancia, acostumbrarnos a estar en la B.  Nos tenemos que ir de este lugar de una vez por todas.  Y tenemos que empezar YA MISMO a pensar como hacerlo.

La voz del hincha es clara, se hace sentir cada vez más.  Reconocemos que la herencia de la gestión anterior es lapidaria, nos dejó atados de pies y manos en el descenso.  De pasar a estar bajo la corrupción, ahora estamos en manos amables con el club.  Pero no alcanza.  Hay que subir.  Y quiero que entiendan, señores Dirigentes, que Huracán está por sobre todas las cosas y hay que dejar de lado los “rollos personales”.  

Traduzco: No da para más.  Hay que llamarlo a Cappa.  Hay que agachar la cabeza y dejar de escuchar a los “allegados” para empezar a escuchar a la gente.  Y la gente lo pide. Porque va a tener espalda para aguantar.  Porque vamos a tener un estilo de juego un poco más productivo que el pelotazo a Barrales.  Porque va a producir un revuelo que le va a hacer bien a Huracán.  Porque si nos toca quedarnos en la B, por lo menos los hinchas nos vamos a poder sentir culpables de algo.

El campeonato que viene nos tiene que encontrar mucho mejor armados que lo que estamos.  Recuerden que si la cosa sigue así, vamos a tener una compañía de Avellaneda que supongo se va a hacer fuerte.  Hay que poner primera de una vez por todas.  Estamos podridos de volver a vivir recurrentemente “la gran Huracán”.

En sus manos está nuestro futuro, señores Dirigentes.

¡Saludos Quemeros!

© Escrito por Carlos Biondi el viernes 12/04/2013 y publicado por Patria Quemera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Huracán 1 vs. Olimpo 2... De Alguna Manera...

Muy cerca del Olimpo…

Esta tarde en Parque Patricios, Olimpo venció a Huracán por 2 a 1 y sueña con ser de primera. Los goles para el conjunto de Perazzo lo marcaron Gustavo Bou y Juan Ignacio Sánchez Sotelo sobre el final del partido; mientras que el tanto del triunfo parcial para el globo lo anotó Federico Mancinelli.

Partido clave para ambos se palpitaba en el Duco minutos antes del inicio del mismo. El local con un esquema ofensivo, ingresando Defederico a último momento, salió en búsqueda del arco bahiense pensando en los 3 puntos para acortar la distancia que separaba ambos equipos.

A los 14 minutos Defederico y Milano realizaron una jugada colectiva. Este último envió la pelota hacia atrás, tomando la misma el defensor Federico Mancinelli colocándola en el ángulo superior de Nereo Champagne que nada pudo hacer. De ahí en más Huracán fue quien pudo haber ampliado el resultado y no lo supo aprovechar.

Al promediar la media hora la visita por medio de Gustavo Bou llegaría al empate luego que conectara la pelota dentro del área de Islas ante la mirada de los defensores quemeros.

Los primeros minutos del complemento fueron similares al final del primer tiempo, con Huracán impreciso y sin rumbo en el medio, siendo Olimpo quien poco a poco se animaba a hacerse dueño del partido. Ya sin Defderico, Milano y Giménez en la cancha el visitante fue quien decidió de contra buscar el triunfo. Faltando solo 2 minutos para la culminación del cotejo, Sánchez Sotelo anticipó de cabeza a la zaga central de Huracán y conectó la pelota al fondo de la red haciendo estallar a los 200 hinchas presentes en la tribuna “Colonia” de alegría.

Llegó el final del partido y el final de una pequeña ilusión que tenían Llop y sus jugadores para pelear por un ascenso. Olimpo con este triunfo (suma 53 puntos) tendrá una fin de semana más tranquilo pensando que la meta de volver a primera va en buen camino.

Síntesis

Huracán 1

Daniel Islas; Federico Mancinelli, Rodrigo Erramuspe, Alexis Ferrero, Nicolás Minici; Matías Giménez, Hugo Barrientos, Walter Busse, Matías Defederico; Jerónimo Barrales y Mauro Milano.

DT: Juan Manuel Llop.

Suplentes: Gastón Monzón, Leonardo Zaragoza, Lucas Villarruel, Cristian Sánchez Prette, Gonzalo Martínez, Cristian Espinoza y Daniel Vega

Olimpo de Bahía Blanca 2

Nereo Champagne; Adrián Martínez, Iván Furios, Néstor Moiraghi, Christian Villanueva; Marcelo Vega, Damián Musto, Leonardo Gil, Fernando Gutiérrez; Gustavo Bou y Juan Sánchez Sotelo.

DT: Walter Perazzo.

Suplentes: Darío Capogrosso, Matías Villavicencio, Gonzalo García, Jonathan Blanco, David Vega, Matías Soto Torres y Leandro González

Goles en el primer tiempo: 14m. Mancinelli (H), 27m. Bou (O).

Gol en el segundo tiempo: 43m. Sánchez Sotelo (O).

Cambios en el segundo tiempo: 20m. Cristian Espinoza por Defederico (H), 29m. Cristian Sánchez Prette por Milano (H), 34m. David Vega por Gutiérrez (O), 35m. Daniel Vega por Giménez (H), 45m. Jonathan Blanco por Sánchez Sotelo (O).

Amonestados: Villanueva, Champagne, Bou, S. Sotelo y Gil en Olimpo; Mancinelli, Barrientos y Milano en Huracán

Árbitro: Maximiliano Stevenot.

Líneas: Sergio Viola y Sergio Illuminati

4to Árbitro: Alejandro Ramírez

Cancha: Huracán

© Escrito por Marcelo Salvio, el viernes 12/04/2013 y publicado por Mundo Ascenso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Las fotos:

Los goles:

 Las estadísticas:

 

Declaraciones de Hugo Barrientos

Somos amigos, ¡por favor!... De Alguna Manera...

Somos amigos, ¡por favor!...

Fue para reírse. De hecho, me reí a carcajadas. Y también fue para preocuparse; alguna vez en la historia una cosa así pudo producir una guerra. Todos pensamos a veces algo de otros, o lo decimos, en términos como los que usó el presidente Mujica. Del mismo modo, sabemos lo que muchos piensan del presidente Mujica; más allá de que tiende a caer simpático, muy simpático, y es una persona querida sin duda, hemos oído expresiones comparables para referirse a él. Yo las he oído hasta en boca de algunos de sus compatriotas. Pero esas cosas no las dicen en público y delante de un micrófono, claro. No se dicen ciertas cosas en ciertas situaciones, y sobre todo cuando se llega a ciertas posiciones.

Pero el presidente Mujica lo dijo. No ahorró detalles ni referencias, como para que fuese imposible retractarse ni alegar equívocos. ¿Estaría enojado? Podrá tener sus razones, pero…

¿Qué cabe hacer a partir de esta situación? Se tiene la impresión de que las reglas de la diplomacia ya están desajustadas de la vida real. El mundo real, los factores reales de poder, han perdido recursos para mantener a los protocolos en su lugar y mandar debajo de la alfombra lo que conviene ocultar a la mirada de todos. Es posible que en todos los tiempos gobernantes y personas de alta posición pública hayan dicho barbaridades similares, pero las más de las veces no trascendieron. Ya no hay manera; cada vez más, todo trasciende, todo se sabe, aquí, como en la Corte de Inglaterra –las gaffes al estilo Mujica del príncipe Felipe referidas a China son memorables–, o en las grabaciones de los devaneos de Clinton en el Salón Oval, o en algunas notables expresiones de Berlusconi...

Si un presidente puede decir algo así en una situación pública –más allá del accidente de un micrófono que debería estar en off y está conectado– es que queda poco lugar para la diplomacia y el protocolo. La realidad ya es otra.

En esta realidad de hoy, el poder se parece cada vez más a la vida de la calle y se maneja cada vez más con las mismas prácticas de la gente de la calle. Y en la vida cotidiana, ¿hasta dónde confía uno en sus amigos? Sabemos que algunos amigos hablan mal de nosotros –a veces en serio, o enojados, a veces en broma, burlonamente o no tanto– cuando no los escuchamos; y a veces lo hacen para que alguien nos cuente lo que dicen. Y no pocas veces los más capaces de hacer eso resultan más confiables que los más “diplomáticos”. Las expresiones burlonas y los enojos hasta pueden ser una manera de querer. Enojarse demasiado por esas cosas puede ser un error.

Imagino que nuestra presidenta está enojada, al margen de la inevitable protesta protocolar. No la imagino tomándose esto con suficiente sentido del humor como para restarle entidad. Como sí imagino que podría haberlo hecho Néstor Kirchner. No lo sé. Ojalá que no pase a mayores. Pienso que sería un error enojarse demasiado con el presidente Mujica.

Ahora, más allá de eso, lo de los presidentes uruguayos despachándose con brulotes insólitos contra los argentinos se está pareciendo a una compulsión. ¿Qué les pasa, muchachos? Sabemos que nos quieren bastante, nosotros los queremos; sabemos que entre amigos se gastan bromas, inclusive bromas pesadas, y expresiones burlonas y duras… pero todo tiene límites. Sí, los argentinos somos más corruptos que los uruguayos –más “anómicos” decimos los sociólogos–; el presidente Batlle exageró pero pocos creen que no tenía bastante razón; pero no es esperable que esas cosas las diga alguien cuando ocupa la presidencia de un país.

Todo el mundo fuera de la Argentina piensa que los argentinos somos arrogantes, pero también que somos simpáticos y amigables; los presidentes suelen hablar de estos atributos buenos, o se quedan callados, pero no hablan de nuestra arrogancia; la gente, cotidianamente, habla de todo. Los uruguayos parecen más modestos, y también son simpáticos y amigables, da gusto estar con ellos. Los argentinos nos sentimos cómodos en el Uruguay y los uruguayos se sienten cómodos en la Argentina. El río nos une en lugar de separarnos. Y nos necesitamos mutuamente, ¡vaya si nos necesitamos!

Entonces, si somos amigos, portémonos como amigos, por favor.

© Escrito por Manuel Mora Y Araujo, Sociólogo, el domingo 07/04/2013 y publicado por del Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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