domingo, 18 de agosto de 2024

Una mentira expuesta…@dealgunamanera...

 Una mentira expuesta…

Se dió vuelta la taba... Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes.

El caso de Alberto Fernández saca a la luz con claridad la doble moral que dominó las décadas de poder kirchnerista.   

© Escrito por Nelson Castro el sábado 17/08/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


“Pito duro”. Así de brutal es como Cristina Fernández de Kirchner llamaba a 
Alberto Fernández, el hombre a quien escogió para llegar nuevamente al poder. CFK tiene un particular don para demostrar su crueldad. Es una verdadera pena que no tenga el mismo don para hacer el bien. No fue este apelativo la única instancia en la que la ex vicepresidenta aludió sin tapujos a los acontecimientos del ámbito de la vida privada del expresidente que se desarrollaban a la vista de todos los que frecuentaban tanto la quinta de Olivos, como la Casa Rosada. En la tarde del 14 de septiembre de 2021, –48 horas después de la catastrófica derrota electoral ocurrida en las PASO– CFK estalló de furia frente al jefe de Estado al que acorraló durante las tres horas y media que duró la reunión que mantuvieron en la Residencia de Olivos. “Alberto, tenés que dejar de joder con las minas que traes acá, sos un pajero, pero sos el Presidente. Empezá a controlar lo que hacés en tu vida privada porque todo el mundo lo sabe y nos va a causar problemas a todos”, señaló –entre tantas otras cosas– la ex vicepresidenta. 

Uno y otro –el apelativo y el reproche furibundo pronunciado en medio de aquella conversación borrascosa abundante en vulgaridades– muestran claramente que CFK sabía lo que estaba pasando en la trastienda del poder. ¿Podía, pues, desconocer que 
Fabiola Yañez, por la que no sentía –ni siente– ningún afecto y/o empatía, estaba siendo víctima de maltratos y situaciones de violencia física propinados por su pareja, el Presidente? La respuesta es simple y contundente: No.    

El escándalo político que sigue generando este caso es producto de la trama que deja al descubierto. Es una trama repugnante y repudiable, no sólo por los hechos en sí, sino también por el contexto en el cual ocurrieron. Todo esto que estamos conociendo en detalle sucedía mientras cursaba la pandemia de covid-19 a la que el Gobierno manejó de manera horrible y criminal. Horrible por el interminable encierro al que se sometió a la población y criminal por la decisión de no comprar la vacuna producida por el laboratorio Pfizer que podría haber reducido significativamente el número de más de 100 mil muertes causadas por la enfermedad.

Una vida de mentira

Esta trama está llena de silencios cómplices que empiezan por la exsecretaria privada del expresidente, María Canteros y terminan nadie sabe en dónde ni en quién. La causa judicial por violencia de género contra el ex presidente es una mancha venenosa que no para de expandirse. La larga lista de chats a través de los que se desarrolló una conversación explícita y pormenorizada de lo que estaba acaeciendo en la residencia presidencial no dejan dudas al respecto. “No le digas nada a nadie sobre esto” expresa en uno de ellos Canteros, a quien, por otra parte, se la percibe mucho más preocupada por el victimario que por la víctima.  

Esto ilustra también sobre la situación de asimetría existente a lo largo de todo este devenir violento. AF era el Presidente. El poder lo tenía él. Su comportamiento habla de una persona que se sentía impune. Fue Alfredo Yabrán quien, durante el reportaje que Mariano Grondona le hizo en su programa Hora Clave en 1997, pronunció aquella frase de alto impacto: “el poder es impunidad”. Dijo una gran verdad que, desde entonces, se han encargado de materializar presidentes, presidentas, gobernadores, intendentes y un largo etcétera de personas que se sirvieron del poder para delinquir descaradamente. 

Es evidente que el expresidente se sentía impune. Por eso nombraba en cargos públicos para los que no tenían ninguna aptitud a mujeres por las cuales se sentía atraído a las que les proponía citas sin ningún límite ni cuidado. Su falta de decoro no fue accidental, sino intencional.  

Una de las particularidades de esta historia es el nivel de evidencia que presenta. Son innumerables los videos, fotos, chats y comunicaciones telefónicas que dan cuenta tanto de la cronología de los hechos como de sus detalles.   

El video en el que se lo ve y escucha hablar con 
Tamara Pettinato en el despacho presidencial, más que una comprobación de las conductas del expresidente es una radiografía de su patológica personalidad. El mejor adjetivo que lo define es libidinoso. Quien consulte el significado del término en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua se encontrará con los siguientes sinónimos: lujurioso, lascivo, impúdico, concupiscente, lúbrico, obsceno, 
pornográfico, sensual, vicioso, rijoso, salido, cachondo.   

En conexión con todo este relato se plantea el rol del entorno presidencial que aparece complicado. Debe entenderse por entorno al médico presidencial, Dr. Federico Walter Saavedra, al intendente de la quinta de Olivos, Daniel Rodríguez, el ex vocero presidencial, Juan Pablo Biondi, personal de seguridad y de servicio y una lista que sigue. Todos sabían. Todos callaron.

El ejercicio de la memoria

El caso que hoy nos atañe e impacta es una muestra cabal –una más– de la doble moral del kirchnerismo. Es importante detenerse en esto.   

Durante los 20 años de vigencia del kirchnerismo su doble moral fue una constante. Criticaban al neoliberalismo, pero en los 90 habían calificado a Carlos Menem como al mejor presidente de la historia de la Argentina. Se mostraban como adalides de los Derechos Humanos, pero en los 90, cuando Néstor Kirchner gobernaba Santa Cruz, habían invisibilizado todas las manifestaciones que en esa provincia intentaron llevar adelante las Madres de Plaza de Mayo. Despotricaban contra la convertibilidad, pero en los 90 habían sido fervorosos partidarios de las políticas implementadas por Domingo Cavallo. De todas estas contradicciones pudieron salir indemnes durante mucho tiempo. Una parte importante de la sociedad que prefirió ignorar esos antecedentes apoyó y votó al kirchnerismo, al que le dio un enorme poder.   

Ese tiempo parece haber terminado.  

Dijo Abraham Lincoln: “Se puede engañar a todo el mundo durante algún tiempo; se puede engañar a algunos durante todo el tiempo; lo que no se puede es engañar a todo el mundo durante todo el tiempo”. Es lo que está sucediendo con el kirchnerismo, cuya mentira –esencia sobre la que edificó todo su poder– finalmente ha quedado expuesta a la vista de todos y todas.



 

Murió Alain Delon, ícono francés, sueño de cada mujer y envidia de cada hombre del Siglo XX… @dealgunamanera

 Murió Alain Delon, ícono francés, sueño de cada mujer y envidia de cada hombre del Siglo XX…

Alain Delon murió a los 88 años. Fotografía: AFP

Lo anunciaron "con profundo pesar" sus hijos este domingo en Douchy. La frase con la que lo despidió Macron resume el sentimiento de generaciones en todo el planeta: "Prestó su rostro inolvidable para sacudir nuestras vidas".

© Publicado el domingo 18/08/2024 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El legendario Alain Delon, considerado durante décadas como "el hombre más lindo del mundo", el último gran ícono masculino del cine francés, falleció este domingo a los 88 años, tras una larga carrera empañada por la enfermedad y las desavenencias familiares que signaron el ocaso de su vida.

Sus tres hijos, Alain Fabien, Anouchka y Anthony, anunciaron "con profundo pesar" que su padre había fallecido en mitad de la noche, rodeado de su familia en su casa de Douchy, en el centro de Francia. El actor, que sufría un linfoma, murió hacia las 03h00 locales (01h00 GMT), precisó su hijo Anthony a AFP.

"Klein o Rocco, el gatopardo o el samurái, Alain Delon interpretó papeles legendarios e hizo soñar al mundo. Prestó su rostro inolvidable para sacudir nuestras vidas", dijo el presidente Emmanuel Macron en X, homenajeando a este "monumento francés".


Galán por excelencia durante décadas, 
Delon lo tuvo todo. Su presencia paralizaba reuniones, citas, películas, el lugar y la ocasión que fuere. Las mujeres de todo el planeta lo amaron en la pantalla, y los hombres envidiaron su rostro perfecto, su carisma sin igual se trate del lugar en que estuviera. Filmó a las órdenes de maestros como Luchino Visconti o Jean-Paul Godard, hasta que desapareció prácticamente de la gran pantalla desde finales de los años 1990, aunque no de la prensa rosa o la televisión, con declaraciones controvertidas y serios problemas domésticos.

En el verano de 2023 sus tres hijos presentaron una denuncia contra su dama de compañía, Hiromi Rollin, a veces descrita como su pareja, acusándola de abusar de la debilidad del actor, ya gravemente enfermo. Meses después, esos tres hijos se acusaron también mutuamente de desatender a Delon, que había sufrido un derrame cerebral años atrás.

Su último fulgor como estrella del cine fue en mayo de 2019, cuando recibió en Cannes una Palma de Oro honoraria. "Es un poco un homenaje póstumo, mientras aún estoy vivo", comentó el actor, emocionado.

Alain Delon en Cannes en 2019. Murió a los 88 años. Fotografía: AFP

Alain Delon vivió sus últimos años en su propiedad en Douchy, rodeado de altos muros y donde quería ser enterrado, cerca de sus perros.

Fue "un león majestuoso, un actor de mirada de acero (...) lo concibió todo y lo controló todo menos su final", dijo a AFP el expresidente del Festival de Cannes Gilles Jacob. 

Su magnetismo en pantalla fue oro para los cineastas y muchas de sus películas son monumentos incunables del séptimo arte.

A la entrada de su finca en Douchy, varios admiradores acudieron el domingo a depositar flores y se declaraban "muy tristes", mientras sonaban unas notas de acordeón. Era "Titi el acordeonista", quien, cubierto con un sombrero blanco, dijo haber conocido hace años a Delon y que este le pidió que fuera a tocar frente a su casa el día de su muerte. 

"El baile ha terminado (...) se ha ido a bailar con las estrellas", afirmó la actriz Claudia Cardinale, que trabajó con él en el célebre "El gatopardo".

Alain Delon participó en más de un centenar de películas desde su irrupción en la gran pantalla en 1957 de la mano de Yves Allégret ("Quand la femme s'en mêle").

Era un instintivo genial. Se enorgullecía de no haber trabajado nunca su técnica y de apoyarse en su carisma, una mezcla única de belleza incandescente y frialdad quebradiza. "Lo mejor y lo peor, a la vez inaccesible y cercano, frío y ardiente", resumía Brigitte Bardot.

"No es un actor normal, Alain Delon. Es un objeto de deseo. Ni siquiera es sexy, ni masculino, ni femenino: es una belleza infernal", destacaba el actor Vincent Lindon en un documental en 2012.


Ese magnetismo fue oro para los cineastas y muchas de sus películas son monumentos incunables del séptimo arte.

Entre ellas, "A pleno sol" de René Clément (1960), que le dio una aura internacional, "Rocco y sus hermanos" (1960), "El gatopardo" (1963) del italiano Luchino Visconti, o "La piscina" de Jacques Deray (1969).

En esta película, Delon actúa junto a quien formó durante años una pareja glamorosa, Romy Schneider.

- Un actor samurái -

El cineasta más importante en su carrera fue Jean-Pierre Melville, quien lo dirigió en clásicos como "El samurái" (1967) y "El círculo rojo" (1970). Estos roles definieron el mito de Delon, que explotaría en numerosos otras películas policiacas más tarde: el hombre de honor viril y silencioso, obligado a luchar solo contra fuerzas que lo superan.

"Lo mejor y lo peor, a la vez inaccesible y cercano, frío y ardiente", resumía a Delon la mítica Brigitte Bardot.

Este personaje arquetípico inspiraría a directores de todo el mundo, como el hongkonés John Woo o el estadounidense Quentin Tarantino, a pesar de que el francés nunca se destacó en Hollywood.

La carrera de Delon se construyó paralelamente a la de otro monstruo sagrado, su amigo Jean-Paul Belmondo. Fue una amistad teñida de cierta rivalidad, que brilló en pocas pero escogidas películas: "Borsalino" en 1970 y "Uno de dos" (1998).

"Él y yo somos el día y la noche", escribió Belmondo en un libro de memorias en 2016. Belmondo era un hijo de burgueses con un estilo llano y popular. Delon, un chico de la calle que aprendió a convertirse en un príncipe.

"Alain, un día me dijo que echaba de menos a mi padre, y hoy es a usted a quien vamos a echar enormemente de menos", reaccionó el domingo Paul Belmondo en Instagram.

El actor Delon era idolatrado en Francia, pero el hombre a menudo en sus últimos años fue criticado y considerado antipático. Fue amigo del líder de extrema derecha Jean-Marie Le Pen, y en repetidas ocasiones se mostró a favor de la pena de muerte o en contra de la homosexualidad, incluso llegó a reclamar públicamente la eutanasia.

Nostálgico de los años del general Charles De Gaulle, también era objeto de burlas por su ego y su costumbre de hablar de sí mismo en tercera persona. Ha muerto Delon, con sus luces y sombras, el eterno rostro del cine francés.

HB

Link: Alain Delon, "enfant terrible" y el hombre más bello del cine europeo.



jueves, 15 de agosto de 2024

Copa Argentina - Argentinos Juniors 1 (4) vs. Huracán 1 (5) ... @dealgunamanera

Huracán eliminó a Argentinos Juniors en los penales y avanzó…


El Globo se impuso al Bicho por 5-4 en la definición desde los once pasos, luego de empatar 1 a 1 en los noventa, y se metió entre los mejores ocho. Wanchope Ábila anotó para los de Parque Patricios, y el uruguayo Alan Rodríguez conquistó el tanto para el club de La Paternal.

© Publicado el miércoles 14/08/2024 y publicado por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provincia del Chubut y Diario Puntual de la CIudad de Río Cuarto, Provincia de Córdoba, República Argentina.

Huracán se impuso ante Argentinos Juniors gracias a los disparos desde el punto del penal, tras empatar en los 90 minutos, y está en los cuartos de final de la Copa Argentina 2024, instancia en la que enfrentará al ganador entre Banfield y Talleres de Remedios de Escalada.

El resultado final fue de 1 a 1, con los goles del delantero Ramón “Wanchope” Ábila para Huracán y el tanto del mediocampista Alan Rodríguez para el “Bicho”. El partido se disputó en el Estadio Libertadores de América - Ricardo Enrique Bochini, la casa de Independiente.

En un primer tiempo con poca acción, Huracán sufrió la anulación incorrecta del que hubiera sido su primer gol del partido. Tras un tiro libre, el delantero Walter Mazzantti ponía un centro rasante para que “Wanchope” marque el 1 a 0, pero el tanto fue anulado por un inexistente fuera de juego del centrodelantero.

El primer gol del partido llegó a los nueve minutos del segundo tiempo, cuando el lateral derecho Lucas Souto levantó un centro al área y, tras el error del defensor Román Vega, el centrodelantero Ramón “Wanchope” Ábila entró sólo en el área chica para cambiarle el palo a la pelota y poner a Huracán en ventaja.

A partir de ese momento, Huracán jugaba mejor que su rival pero no terminaba de traducir su dominio en un resultado que le de tranquilidad. Por su parte, el entrenador Pablo Guede realizaba cambios ofensivos para tratar de emparejar el trámite y el resultado.

Fue sobre el final, y cuando el resultado parecía sentenciado, que Argentinos Juniors consiguió el empate. El extremo Matías Perello desbordó y puso un centro, que fue desviado de manera defectuosa por el arquero Sebastián Meza. El rebote quedó picando en el medio del área grande y llegó el mediocampista Alan Rodríguez para empujar la pelota al fondo de la red y marcar el empate.

Huracán abrió la tanda de penales. El defensor y capitán, Lucas Carrizo buscó colocar su remate al lado del palo pero su tiro se fue apenas desviado.

En el tercer penal de Argentinos, el “Globo” volvió a empatar la serie de penales. El encargado fue el delantero Tomás Molina, quien decidió colocar el remate al lado del palo izquierdo del arquero Sebastián Meza, pero Meza contuvo su remate.

El último penal fue pateado por el delantero José Herrera. El jugador de Argentinos quiso ajustar su remate al palo derecho del arquero pero, con una gran estirada, Sebastián Meza se volvió a imponer para darle el pase a cuartos de final a Huracán.



Síntesis:

Argentinos Juniors: 1 (4)

 Diego Rodríguez; Thiago Santamaría, Francisco Álvarez, Jonathan Galván, Román Vega; Alan Lescano, Ariel Gamarra; Luciano Gondou, Alan Rodríguez, Nicolás Oroz; Maximiliano Romero. DT: Pablo Guede.


Huracán
: 1 (5)

Sebastián Meza; Lucas Souto, Fabio Pereyra, Lucas Carrizo, César Ibáñez; Rodrigo Echeverría, Federico Fattori, Héctor Fertoli; Walter Mazzantti, Ramón Ábila, Rodrigo Cabral. DT: Frank Kudelka.


Goles en el segundo tiempo
: 9m. Ramón Ábila (H), 47m. Alan Rodríguez (A).


Penales convertidos
: Diego Rodríguez (A), Federico Fattori (H), Gastón Verón (A), Rodrigo Echeverría (H), William Alarcón (H), Sebastián Prieto (A), Fabio Pereyra (H), Jonathan Galván (A), Fernando Tobio (H).


Penales errados/atajados
: Lucas Carrizo (H), Tomás Molina (A), José Herrera (A).

Cambios en el segundo tiempo: 0m. Tomás Molina por Maximiliano Romero (A), 0m. William Alarcón por Rodrigo Cabral (H); 20m. Gastón Verón por Nicolás Oroz (A); 28m. Francisco Ramírez por Ramón Ábila (H); 38m. Matías Perello por Francisco Álvarez (A), 38m. José Herrera por Thiago Santamaría (A), 38m. Alan Lescano por Sebastián Prieto (A); 38m. Fernando Tobio por Héctor Fertoli (H); 45m. Eric Ramírez por Walter Mazzantti (H).


Árbitro
: Nazareno Arasa.


Estadio
: Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini.










domingo, 11 de agosto de 2024

Una vida de mentira… @dealgunamanera...

 Una vida de mentira…

Violencia de género nacional. Dibujo: Pablo Temes.

Todo lo que ha trascendido demuestra que la vida del expresidente Fernández, no solo su presidencia, fue un engaño.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 10/08/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Le asiste a algo nunca visto en la historia de la Argentina. No es que no haya habido historias de infidelidades maritales o situaciones sentimentales complicadas y escandalosas de los presidentes argentinos. Muy por el contrario: la casuística es nutrida. El primer recuerdo que acicatea la memoria es el de Carlos Menem y su tormentosa relación con Zulema Yoma. Cómo no recordar la escandalosa forma en la que la entonces primera dama, fue sacada por la fuerza de la quinta de Olivos. El general Juan Domingo Perón fue protagonista de una relación escandalosa con Nelly Rivas, una adolescente a la que conoció tras la muerte de su esposa Eva Duarte, durante una de las tantas visitas que en la Residencia de Olivos se organizaban para los y las jóvenes integrantes de la poderosa Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Hipólito Yrigoyen solía recibir a mujeres en la Casa Rosada a las que invitaba a pasar a su despacho en el que permanecían varias horas, hecho que sometía a muchos de sus funcionarios a largas esperas antes de ser atendidos por el entonces presidente. Sin embargo, el caso Alberto Fernández representa mucho más que eso. Aquí estamos ante la denuncia de hechos de violencia de género sufrida por Fabiola Yañez que dejan expuestos los rasgos patológicos del expresidente de la Nación.

Dijo Confucio: “Dale poder a una persona y sabrás quién es”. Es lo que sucedió con AF. El poder hizo que conociéramos al verdadero Alberto Fernández.

Mentiroso, inmoral, violento, inepto, con rasgos de perversión e investigado por hechos de corrupción.
 

Desde el punto de vista político, la mentira y el abuso de poder que exhiben las conductas del expresidente, lo enmarcan como un perfecto representante del kirchnerismo. Recuérdese que la mentira y el abuso de poder son la esencia del movimiento.

El ejercicio de la memoria

La vida del expresidente durante los cuatro años de su mandato era conocida por sus aspectos libidinosos por muchos fuera y dentro del peronismo. La primera en conocer ese transcurrir –como no podía ser de otra manera– fue Cristina Fernández de Kirchner. Imposible no recordar aquella frase durante el discurso del 1° de julio de 2022 en Ensenada: “Cualquiera puede leer mi celular. No sé si todos pueden decir lo mismo. Lo que está en mi celular puede ser visto y leído por todos y todas”. La expresión desafiante de la entonces vicepresidenta fue la evidencia de la completa información que tenía sobre la vida privada de AF. “Alberto, poné orden, no te pongas nervioso y metele para adelante” le había dicho el 17 de agosto de 2021, días después de conocerse la foto de la “Fiesta de Olivos” que indignó al país y shockeó al peronismo.

El silencio cómplice de CFK sobre esos aspectos del gobierno del que fue protagonista principal, fue y es estrepitoso. He aquí algo que hay que subrayar ante su actitud de ajenidad: su rol en ese gobierno fue activo, no pasivo. Ocurre que todo fue tan malo a lo largo de esos cuatro años que desespera por zafar de su corresponsabilidad. Es lo que se desprende del comunicado que vía tuit difundió al mediodía del viernes. “Alberto Fernández no fue un buen presidente. Tampoco lo fueron Mauricio Macri o Fernando de la Rúa, sólo por mencionar a los que desempeñaron su mandato en lo que va del siglo XXI. Seguramente la lista sería más larga si extendiéramos la cronología”, –dice en su comienzo. Vale la pena detenerse en este párrafo.

Tiene razón CFK: De la Rúa, Macri y 
Alberto Fernández no fueron buenos presidentes. Pero olvida decir que a AF lo designó a dedo y que ella fue su vicepresidenta con un gran poder. Por otra parte: ¿fue CFK una buena presidenta? Fue una buena presidenta quien implementó durante su gobierno el cepo? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, persiguió a periodistas y medios críticos? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, buscó  reformar la Constitución para posibilitar su permanencia indefinida en el poder? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, intentó imponer una reforma judicial para llenar la Justicia de jueces y fiscales adictos? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, intervino el Indec para falsificar los datos de los índices de pobreza, desempleo e inflación, como lo acaba de demostrar la Justicia? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, nombró como comandante en jefe del Ejército al general César del Corazón de Todos los Santos Gerardo Milani con la idea de incorporar a las Fuerzas Armadas como brazo de acción del kirchnerismo, en una maniobra de neto corte chavista? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, intentó darle legalidad al escandaloso pacto con Irán, instrumento buscado por el régimen de Teherán para dejar impune el atentado contra la AMIA? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, buscó destruir la imagen pública del asesinado fiscal Alberto Nisman al que no protegió? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, estableció una red de corrupción monumental con la obra pública? ¿Fue una buena presidenta quien, durante su gobierno, tuvo como vicepresidente a Amado Boudou, condenado por el intento de apropiarse de la Casa de la Moneda?  

La denuncia por violencia de género contra Alberto Fernández es un hecho gravísimo que lo complica tanto a él como a su entorno, cuyos detalles deberá aportar Fabiola Yañez a los fiscales y al juez para terminar de dar una idea cabal no sólo de la dimensión de este hecho, sino también de la trama de silencio que se tendió a su alrededor. Asimismo, es importante no olvidar que esta historia, de la cual hasta ahora conocemos sólo la punta del iceberg, se conoció a partir de un hecho de corrupción que lo compromete seriamente al expresidente: los millonarios contratos que le fueron asignados a Héctor Martínez Sosa, el bróker de seguros amigo de AF cuya esposa, María Cantero, fue su secretaria privada.

El carro delante del caballo

Estos episodios conmovedores traen otra vez a la superficie el repetido tema del impacto y las consecuencias que tiene la vida privada de los hombres y mujeres del poder. Este caso es una demostración de lo inescindibles que son. La vida privada de un presidente o presidenta constituye un asunto de Estado por las consecuencias que ella tiene. No se puede esperar decencia en la vida pública de quien, en su vida privada, es un inmoral o un indecente.

La presidencia de Alberto Fernández fue una mentira y, por lo que se está desvelando en estas horas de vértigo, su vida ha sido también una mentira. Habrá que recordar que, como consecuencia de sus mentiras, murieron en la Argentina más de cien mil personas durante la pandemia de covid-19 debido a la falta de vacunas del laboratorio Pfizer que estaban disponibles y que no se compraron, aduciendo requisitos leoninos de la compañía que nunca existieron.

Durante el debate de la ley “Bases y Puntos de partida para la Libertad de los Argentinos”, la senadora K por Tierra del Fuego, Cristina López propuso tratar un proyecto de Ley para imponer una evaluación psicológica para los candidatos a la presidencia de la Nación. Lo dijo en referencia al presidente Javier Milei, a quien trató de enfermo mental. ¿Qué decir entonces de Alberto Fernández?