martes, 10 de diciembre de 2013

La Seguridad Ciudadana y Mauricio... De Alguna Manera...


Por qué no podemos saber dónde están las cámaras...

Todos lados. La Casa Rosada y la sede del gobierno porteño también tienen sus cámaras. La Nación informa dónde están las de su jurisdicción, el gobierno porteño, no. Foto: Obregón

Pese a que la ley lo obliga, el Gobierno de la Ciudad se niega a publicar la ubicación de sus cámaras de seguridad. Qué intereses políticos y económicos hay detrás de esta negativa. 

En la Ciudad de Buenos Aires la Policía Metropolitana gestiona dos mil cámaras de vigilancia reguladas por la Ley Nº 2.602. Esta, diseñada con perfil preventivo, establece una serie de garantías de control ciudadano obligatorias para que el uso policial sea legal y legítimo. Entre ellas se incluye tanto la señalización de las cámaras y su publicación en el sitio web del Gobierno, como la posibilidad de solicitar acceso y cancelación de las imágenes en las que figuramos, mediante autorización judicial.

Hace poco el sitio web de cámaras del gobierno porteño estaba en un 80% incompleto y con información imprecisa. Por este motivo, quien escribe le pidió al Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad el registro de ubicación de las mismas. La respuesta que recibí fue una disposición donde me comunicaban que esa información revestía “carácter confidencial”, y a los pocos días dieron de baja el sitio web.

Llevé este caso a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, y su Centro de Protección de Datos Personales emitió un dictamen en octubre diciendo que a ellos también les habían negado esos datos, que hasta el momento la Policía no ha inscripto su base de datos en ese organismo (evadiendo las obligaciones y sanciones de la Ley Nº 1.845 de Protección de Datos Personales), y que si el ministerio no se atiene a cumplir las garantías, la gestión de las videocámaras no se puede considerar legal.

Cuando advertí que ni la Legislatura ni los organismos de control tenían esta información realicé un amparo en el Poder Judicial de la Ciudad, para que defina si corresponde o no que el Gobierno la entregue.

En la audiencia a la que nos citó el juez de la Ciudad Darío Reynoso, se hizo presente el superintendente a cargo del Centro de Monitoreo, Jorge Eduardo Martino. Martino es un ex comisario de la Policía Federal que ejerció sus primeros años de carrera durante la última dictadura y que, luego de ser pasado a disponibilidad, fue incorporado en el área de comunicaciones de la flamante Policía Metropolitana por su primer jefe, Jorge “Fino” Palacios, quien continúa procesado penalmente junto al  jefe de Gobierno, Mauricio Macri, por presuntas escuchas ilegales a opositores.
 

Tanto él como sus abogados, realizaron muchos esfuerzos para intentar explicar por qué no se cumple el texto de la ley: “La autoridad de aplicación deberá publicar en la página web del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires los puntos en los cuales se instalen videocámaras”, aprobado incluso por el PRO, en realidad no dice lo que parece. En breve tendremos la sentencia.

El peligro de saber. Días atrás, el ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, hizo referencia a esta demanda en la Legislatura, y justificó los motivos para no cumplir con esta garantía: “Establecer específicamente el lugar donde está la cámara también atenta contra el buen funcionamiento de las cámaras, que puede ser aplicado por personas que cometan delitos”. 


La óptica de control y reacción del ministro contrasta con el carácter preventivo de la ley de cámaras. Disponer de esta información podría permitir a los ciudadanos que están siendo víctimas de un robo, disuadir la intención del atacante indicándole que está siendo filmado o incluso acercarse a la cámara más cercana y llamar al 103 ante cualquier peligro, en caso de no contar con presencia policial.

De esta manera lo deben entender el Ministerio de Seguridad de la Nación, que me hizo entrega de la ubicación exacta de sus 1.200 cámaras en la Ciudad de Buenos Aires, la ciudad de Rosario, e incluso París, que las publican en sus sitios web oficiales.

Además resulta paradójico que el ministro no advierta que la permanente publicidad que realiza la Metropolitana en la televisión sobre la presencia y efectividad de las cámaras no sea motivo suficiente para alertar al delito organizado a que realice un relevamiento visual previo de ubicación de cámaras en el territorio donde tiene pensado actuar.


Y es paradójico porque esa difusión no es nada improvisada. Montenegro creó especialmente el programa Pronto Baires, con el objetivo de “responder de manera rápida y eficiente a la demanda de información por parte de los medios de prensa”, y sancionó la Resolución Nº 314/11 para crear convenios con canales de televisión.

Como nada de esto está permitido por la Ley Nº 2.602, como denunció la Defensoría del Pueblo en su Resolución Nº 1.952/10, el ministro negó públicamente haber firmado esa resolución en la misma reunión mencionada. 

Más aún, por detrás de esta ilegal difusión existe todo un entramado empresarial y familiar que genera interrogantes sobre la importancia del mercado de videos en la constitución de este sistema de videovigilancia.
 

Para el programa Pronto Baires, Montenegro contrató a la consultora AR y Asociados SA, que preside Alejandra Rafuls, madrina de uno de sus hijos. Rafuls a su vez es socia fundadora de Mecum SA, junto al ex montonero Mario Montoto, presidente de Global View SA, la empresa contratada por el mismo ministro para instalar las dos mil cámaras de seguridad. Y, hasta hace poco el director de Global View era Sandro Scaramelli, quien a su vez era gerente de Canal 9 y C5N, clientes de AR. Hoy ambos contratos siguen vigentes con la única modificación de que Montoto se volvió socio minoritario de Global View, que también ha instalado las cámaras en Tigre, Rosario, Lomas de Zamora y Mar del Plata, entre otras ciudades.
 

Curioso que con este entramado empresarial motorizando la producción y publicación de videos exitosos, por cierto muy importante en momentos electorales, al mismo tiempo se pretenda no alertar a los delincuentes sobre las cámaras.

La paradoja del in fraganti. El sociólogo Bruno V. Cardoso, especialista de la Universidad Federal de Río de Janeiro, ciudad que está siendo saturada de videocámaras por causa del Mundial, denominó esto como la “paradoja de las escenas del atrapado en el acto”: cuando se promocionan los videos exitosos se reproduce la necesidad política y operativa de producir más videos, para lo cual se necesita que haya más delitos que ocurran frente a las cámaras, al mismo tiempo que se los intenta disminuir.


En este sentido resulta de mucha ayuda mantener en secreto su existencia. Así se puede entender que el Gobierno terminase el anonimato de sus cámaras, luego de que la Auditoría General de la Ciudad denunciara, en el Proyecto Nº 10.11.01 de 2013, que el 83% no tenían carteles. Y que tampoco estén dispuestos a que se conozca el mapa de las mismas.


La promoción mediática también implica justificar la existencia y el aumento de su multimillonario presupuesto. A los 150 millones de pesos ya pagados a Global View, se les sumarán cien más en 2014, sólo para mantenimiento. Nace otra paradoja: los porteños estarán destinando mucha más plata para las cámaras, pero no se les permitirá comprobar si efectivamente están allí.


La Policía Metropolitana, para ser una fuerza nueva, ya tiene antecedentes muy preocupantes que denotan un alto poder de discrecionalidad e impunidad. Mientras no fomente la transparencia y el cumplimiento de las normas, entonces no estará fomentando la democracia.

© Escrito por Andrés Pérez Esquivel, Sociólogo y Miembro de la Red Latinoamericana de Estudios de Vigilancia, Tecnologías y Sociedad (Lavits), el sábado 30/11/2013 y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


lunes, 9 de diciembre de 2013

Huracán 1 vs. Almirante Brown 1... De Alguna Manera...

 Lo tenía Almirante, pero Arraya lo empató sobre el final…


Jugando en Parque Patricios el último partido del año, esta tarde Huracán empató 1 a 1 con Almirante Brown. La fragata lo ganaba con un tanto de Francisco Grahl, pero Juan José Arraya marcó el empate para el globo a tres minutos del final. La visita termino con 2 jugadores menos luego que Ariel Suárez expulsara a Carballo y Marrone.

Sin sobre saltos, aburriendo por momentos y con poca intención de atacar al rival, el primer tiempo quedo para el olvido por lo poco echo entre Almirante y Huracán.

Ya sin Federico Carballo, expulsado por tomar del cabello a Capurro, en los primeros minutos del complemento, la visita por medio de un cabezazo de Francisco Grahl, se encontró con la apertura del marcador.

Desprolijo, impreciso y bajo una lluvia de reproches que bajaban desde la tribuna local, Huracán era solo una brisa por momentos a la hora de buscar la igualdad.

Sobre el final, por medio de un doble cabezazo dentro del área visitante entre Romero Gamarra y Arraya, el ex delantero de Gimnasia de Jujuy convirtió el empate definitivo entre ambos equipos.

Finalizo una rueda y ambos conjuntos, tanto Almirante como Huracán, tendrán que trabajar y mucho durante la pretemporada para cambiar la pobre imagen que dieron en la etapa inicial.

Síntesis:

Huracán 1

Gastón Monzón; Leonardo Zaragoza, Alexis Ferrero, Eduardo Domínguez y Carlos Arano; Germán Mandarino, Lucas Villarruel y Alejandro Capurro; Matías Defederico, Leandro Caruso y Cristian Espinoza.

DT: Frank Kudelka.

Almirante Brown 1

Ezequiel Cacace; Federico Carballo, Sebastián Ibars, Emanuel Olivera y Ezequiel Garré; Mauro Marrone, Sergio Meza Sánchez, Gastón Giménez y Francisco Grahl; Federico Presedo y Diego Nadaya.

DT: Héctor Rivoira.

Goles: 49 min. Francisco Grahl (AB) y 87 min. Juan José Arraya (H)

Cambios: Juan José Arraya por Alejandro Capurro (H), Alejandro Romero Gamarra por Germán Mandarino (H) y Mauro Milano por Matías Defederico (H); Luís Arias por Diego Nadaya (AB), Gerardo Menzeguez por Francisco Grahl (AB) y Diego Ceballos por Federico Presedo (AB).

Amonestados: Capurro (H); Meza Sánchez y Presedo (AB)

Expulsados: Federico Carballo y Mauro Marrone (AB)

Árbitro: Ariel Suárez.

Líneas: Andrés Barbieri y Miguel Baldonedo

4to. árbitro: Antonio Amato

Estadio: Tomás Ducó (H)

© Escrito por Marcelo Salvio el lunes 09/12/2013 y publicado en Mundo Ascenso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


"Somos un equipo que no genera situaciones de gol"


Luego del empate sobre la hora ante Almirante Brown, el técnico Frank Darío Kudelka dialogó con la prensa. Muy duro en sus respuestas con respecto al rendimiento del primer equipo, el entrenador dejo varias frases para tener en cuenta.

"Para cambiar hay que reconocer defectos. Hoy jugamos mal, no tuvimos buen manejo de la pelota", sentenció el entrenador local. Pero eso no fue lo único que dijo, ya que se despachó con muchas más.

Con respecto a la expulsión que sufrió Almirante, Kudelka mostró su malestar por no saber aprovechar la superioridad. "La expulsión del jugador de Almirante nos desfavoreció, porque nos puso en una situación táctica donde no tenemos impronta individual". "El peor terreno nuestro es que le expulsen uno al otro el equipo, porque rival se tira atrás y no nos da espacios."

El nivel del equipo en este partido, como a lo largo del torneo no fue el mejor, y su entrenador fue autocrítico a la hora de reconocerlo. "Esta no es la forma de jugar, uno podría entender un montón de situaciones, pero realmente jugamos un pobrísimo partido". "Lo que no tuvimos es creatividad, impronta e ingenio para vulnerar a un rival que juega siempre protegido atrás. Vos podés jugar mejor o peor, pero nosotros no tenemos potencial físico individual para ganar un partido".

Para enfrentar en torneo que viene y poder escalar o más alto posible para soñar con el ascenso, Kudelka ya resolvió los puestos a reforzar."No cabe ninguna duda de que este equipo necesita ser reestructurado en lo físico y en lo táctico. Ya tengo definido los puestos que voy a reforzar. Después de la pretemporada no se va a ver este Huracán, porque si seguimos jugando así me voy de la vergüenza que me da."

© Escrito por Marcelo Salvio el lunes 09/12/2013 y publicado en Mundo Ascenso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Las fotos:

Lo mejor... Nosotros, los hinchas del Globo...

 
  
Los goles:






La tabla:


La próxima fecha:



Los videos:







Se viene el Mundial...






domingo, 8 de diciembre de 2013

¿Amor y Paz?... De Alguna Manera...


¿Amor y paz?...

De corazón. CFK, en la jura de la ministra de Seguridad. Foto: Marcelo Aballay

La precaria salud que apartó a Cristina Fernández del proscenio fue una prueba del cielo (quizás un signo producido por su reconciliación con Bergoglio). En octubre, le permitió esquivar la noche de los resultados electorales y, ahora, le permite emitir órdenes para que sus ministros las cumplan y, si algo falla, se hagan responsables y renuncien. Pero el miércoles Córdoba fue saqueada. Veloz de reflejos, la Presidenta saltó sobre esa oportunidad, pensó qué le convenía, y abandonó al pueblo de la ciudad de Córdoba a lo que estaba sucediendo. Capitanich recibió la orden, tan despiadada como irresponsable, de no enviar a la Gendarmería. Que se entienda: no fue De la Sota el abandonado, fue el pueblo de Córdoba.

Conviene volver al home movie de Olivos, con el que la Presidenta anunció su regreso. El 18 de noviembre se mostró a su pueblo con dos simpáticos animalitos. Se ha escrito mucho sobre el estilo de ese retorno. Sin embargo, hay algo que no se subrayó. El home movie de Olivos no es un relato, sino la puesta en escena de una posición presidencial respecto de los ciudadanos, que se llama, sencillamente, paternalismo. Cristina Fernández no habló de cómo continuaría su gobierno ni de ningún tema político. Este silencio implica: “Ustedes deben confiar en mí, que puedo interpretar mejor sus necesidades y deseos, porque los conozco como nadie puede conocerlos”.

Para comunicar esto bastó que la Presidenta mostrara un despliegue de virtudes maternales (la forma femenina, modosa y televisiva del celebrity-paternalismo), con un perro en la falda, con un peluche plantado cerca, con una hija detrás de la cámara.

Ofreció la imagen restaurada de su cuerpo como prueba de que ella estaba todavía allí, para tranquilidad de su pueblo. Sin palabras, a ese pueblo le dijo: “Miren el perrito, miren el pingüinito, miren mi camisita blanca que pone fin al luto; hoy es un día nuevo para mí y para ustedes”. Su especulativo silencio nos transmitía: “Ustedes no necesitan saber lo que yo haré esta misma tarde. Todo lo que ustedes necesitan es confiar en que yo esté acá”. No se precisa más para definir una interpelación paternalista.

Muchos creen que el discurso hogareño fue pobrísimo. ¿De verdad? Me parece que armó una nueva escena: Cristina Fernández pasa más tiempo en Olivos que en la Rosada, no porque le indiquen que no viaje en helicóptero, sino porque le conviene a ella establecer una distancia. Lo adverso que suceda será atribuido a sus ministros y secretarios. Serán, como suelen serlo en muchas democracias, fusibles. La Presidenta, en cambio, avanza hacia el plano más iluminado pero menos comprometido de la escenografía. Allí donde sopla el viento o cae la lluvia, Cristina Fernández no estará porque tiene que cuidar su salud, meditar para bajar el estrés y otros diversos etcéteras. 

Por ahora la Presidenta eligió el hands-off. Como Menem (que en eso imitó a Bush padre), designó un vocero ejecutor: en los 90 era Corach; en la segunda década de este siglo, Jorge Capitanich. Sólo los diferencia que Corach no ambicionaba la presidencia que Capitanich desea. Eso significa que Menem tuvo más horas para jugar al golf y andar por el mundo que las que Cristina Fernández tendrá para los ejercicios antiestrés.

Cristina está haciendo menos que antes. ¿Y con qué reemplaza lo que hace menos? Con su presencia, con la diseñada y fotografiada presencia de su cuerpo que, mostrándose floreciente, prueba el triunfo de la salud y, en consecuencia, que la Nación ha salido de peligro. Cuerpo real y Nación son uno solo. Durante la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill gobernaba Gran Bretaña como primer ministro. Con estudiada periodicidad, sacaba a la familia real a pasear por las calles de Londres, sobre todo, después de los bombardeos nazis. El rey, la reina madre y las princesitas eran los cuerpos indispensables para animar el patriotismo.

Hoy el cuerpo de Cristina es indispensable a una causa probablemente algo menor: su propio futuro. Por ahora, con sabiduría muy tradicional, se ha mostrado en los juramentos de sus ministros (como un monarca constitucional) y haciendo mohínes en el balcón que da al Patio de las Palmeras: ¡cuánto los quiero y cuánto los extraño!

El estilo paternalista puede resultar insultante a quienes defienden el principio de autonomía de los ciudadanos. La Argentina tiene larga experiencia en paternalismo oligárquico y paternalismo populista (militar, de elite criolla, popular, religioso). No vamos a escandalizarnos a esta altura, cuando surgen nuevos dirigentes que practican la demagogia repitiendo el contenido más obvio de los deseos atribuidos a la gente: eso también es populismo paternalista. Los ciudadanos creen y delegan. Por eso, el pintoresco home movie de la menor de los Kirchner merece volver a verse. Todavía no se ha dicho lo suficiente.

A no distraerse: un perrito bolivariano y un pingüinito del PRO son sólo juguetes de una representación paternalista. Por lo demás, ella sigue siendo la misma. La noche de los saqueos reacondicionó una vieja máxima del general Perón: “Al enemigo (como De la Sota), ni la Gendarmería”. Y si el que sufre violencia es el pueblo de Córdoba, confiemos en que Dios lo ilumine y se dé cuenta de que no le conviene votar antikirchneristas.

Esa es nuestra Cristina, la que demuestra que no hay enfermedad ni terapia capaces de cambiar un temperamento.

© Escrito por Beatriz Sarlo el sábado 07/12/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.