lunes, 3 de diciembre de 2012

Capomasi style... De Alguna Manera...

Capomasi style...





Las malas compañías

Mis amigos son unos atorrantes.
Se exhiben sin pudor, beben a morro,
se pasan las consignas por el forro
y se mofan de cuestiones importantes.

Mis amigos son unos sinvergüenzas

que palpan a las damas el trasero,
que hacen en los lavabos agujeros
y les echan a patadas de las fiestas.

Mis amigos son unos desahogados

que orinan en mitad de la vereda,
contestan sin que nadie les pregunte
y juegan a los chinos sin monedas.

Mi santa madre

me lo decía:
"cuídate mucho, Juanito,
de las malas compañías".

Por eso es que a mis amigos

los mido con vara rasa
y los tengo muy escogidos,
son lo mejor de cada casa.

Mis amigos son unos malhechores,

convictos de atrapar sueños al vuelo,
que aplauden cuando el sol se trepa al cielo
y me abren su corazón como las flores.

Mis amigos son sueños imprevistos

que buscan sus piedras filosofales,
rondando por sórdidos arrabales
donde bajan los dioses sin ser vistos.

Mis amigos son gente cumplidora

que acuden cuando saben que yo espero.
Si les roza la muerte disimulan.
Que pa' ellos la amistad es lo primero.


domingo, 2 de diciembre de 2012

La lucha por la Quemita está que arde... De Alguna Manera...


La lucha por la Quemita está que arde...
   

El predio de Huracán en Villa Soldati tiene 16 hectáreas. Le quieren sacar dos para un taller de Metrovías.

Huracán resiste a que le quiten terrenos de su predio deportivo. Un proyecto impulsado por el PRO contempla despojar al club de Parque Patricios de dos hectáreas de su campo de deportes para construir talleres de Metrovías. El 13 de diciembre será un día clave en la Legislatura para conocer el destino de las tierras.

La Quemita quema y los socios e hinchas de Huracán están que trinan con razón. El fósforo lo arrimó un grupo de ambiciosos proyectistas del PRO, la fuerza liderada por Mauricio Macri que gobierna la ciudad de Buenos Aires. En el marco del Plan Maestro de la Comuna 8 pretenden despojar al club de casi dos hectáreas de su campo deportivo. Esgrimen el argumento de que ahí deberían construirse talleres de la empresa Metrovías, la cuestionada concesionaria del subte. El predio le fue cedido en 1988 a la centenaria institución de Parque de los Patricios por 20 años. Cuando venció el plazo la situación quedó en un limbo y ante el inminente tratamiento en la Legislatura porteña del proyecto que ponía en riesgo las tierras, hubo una movilización autoconvocada el martes pasado. La gente se reunió bajo la consigna “La Quemita no se toca” y esperó el desenlace de una reunión entre el presidente de Huracán, Alejandro Nadur, y el diputado Cristian Ritondo, vicepresidente de la Legislatura. Las promesas políticas de revertir la situación quedaron en una impasse hasta el 13 de diciembre. Ese sería el día clave que definirá el destino de un lugar que antes era un basural inundable y hoy es un polideportivo.

Manuel Vila es socio vitalicio de Huracán, tiene el carnet número 232 y como ingeniero civil se involucró en la movida por la Quemita. Con un megáfono en mano, se presentó a las puertas del ex Concejo Deliberante rodeado de un millar de hinchas. “El club ocupa el lugar del Estado en el sur de la ciudad hace 104 años. El Plan Maestro de la Comuna 8 le haría una quita de hectáreas al predio para construir un taller del subte, pero también existe un proyecto del diputado Daniel Amoroso que nos despoja de 6 de las 16 hectáreas”, dice quien también fue candidato a presidente en las elecciones del 2009. Mientras dialogaba con Página/12, a su alrededor retumbaba la consigna más cantada por los hinchas ante una Legislatura que terminó pintada de varios grafitis. “Che Mauricio, che Mauricio... no te lo decimos más, si nos tocan la Quemita, que quilombo se va a armar.”

Ahora bien, de qué hablamos cuando hablamos de ese campo de deportes ubicado en el postergado sur porteño. La Comuna 8 abarca tres barrios: Villa Lugano, Villa Soldati y Villa Riachuelo, que sumados ocupan 997 manzanas en la zona con menor densidad de población de la Capital. Ahí Huracán construyó ocho canchas de fútbol, una de hockey sobre césped, una de vóleibol, dos piletas de natación, parrillas, quinchos y un estacionamiento. Ahí, también, el PRO posó su mirada porque a menudo intenta transformar bienes levantados por la comunidad en grandes negocios para empresarios amigos o que son funcionales a sus políticas depredadoras.

Uno de los puntos del plan que condiciona negativamente el futuro de Huracán es paradójico. La iniciativa para la Comuna 8 que tiene 170 artículos contempla la creación de un Distrito Deportivo y otro Biotecnológico. En un interesante artículo del Diario Z, Karin Miller describe que “el primero prevé exenciones fiscales para quienes se dediquen a la fabricación de productos deportivos, la construcción, reforma, mantenimiento y reparación de infraestructura deportiva o la prestación de servicios para la realización de prácticas deportivas”. Parece un contrasentido. Mientras por un lado se intenta fomentar la industria que apuntale a diferentes deportes, por el otro se pretenden achicar los espacios verdes necesarios para desarrollarlos. La Quemita es un buen ejemplo.

Huracán está obligado a resistir en dos frentes: el de la proyectada quita de hectáreas y el de la renovación del plazo por la cesión de las tierras. Una prueba del apuro y la desprolijidad con que el gobierno porteño pretende resolver la cuestión a su favor, la dan estas declaraciones del vicepresidente del club, Luis Sasso, en conferencia de prensa: “Hace unos meses nos llegó de parte del Ministerio de Economía del Gobierno de la Ciudad una propuesta concreta. Tenía que ver con ciertas necesidades vinculadas a la Comuna 8. Esta irrupción viene presidida de algunas reuniones y propuestas anteriores que no llegaron a nada y por las cuales no vimos ni siquiera necesario sacarlas a la luz, pero hace poco menos de un mes nos vinieron a decir que estaban apurados por resolver el tema de los terrenos y que, en los mismos, se deben construir talleres de Metrovías, ya que se piensa crear una terminal de ómnibus cerca de la Quemita”.


Según el ingeniero Vila, “yo planteé la necesidad de hacer un estudio de impacto ambiental, una audiencia pública, porque como a Metrovías se le acabó el subsidio de la Nación ahora le tira el costo del personal a Macri y esto forma parte de una negociación forzada por la empresa. Además, está el proyecto del diputado Amoroso que nos dejaba 6 hectáreas de las 16. Todo esto se lo dijimos a Ritondo en la Legislatura y él nos reconoció que estaba mal hecho”. Amoroso es un legislador que del PRO pasó a Unión Federal y ahora milita en un nuevo espacio político con Graciela Ocaña llamado Confianza Pública. Plantea que se le ceda a Huracán el predio por otros veinte años, pero según Vila con una quita de hectáreas que lo perjudicaría.

El 20 de noviembre, cuando el tratamiento del proyecto se le venía encima a la comisión directiva –estaba previsto discutirlo el 27, lo que finalmente no sucedió–, el club difundió un comunicado oficial que sostenía: “Existe la decisión política del Gobierno de la Ciudad de construir una terminal de ómnibus sobre terrenos aledaños a nuestro campo de deportes, con el propósito de descentralizar la terminal Retiro. Dichos terrenos tienen frente sobre la Avenida Perito Moreno y fueron ocupados hasta el momento por la empresa Metrovías, quien está construyendo en esa misma zona una estación subterránea (estación Lacarra) como prolongación de la línea E de los Subterráneos de Buenos Aires”.

En el segundo punto se explicaba: “Desplazados de ese predio, y con las obras del subterráneo en marcha, la empresa Metrovías planteó al Gobierno de la Ciudad la necesidad de contar con un terreno en el que pudieran instalar los talleres de la terminal de subte, como prolongación, pero en superficie, de la mencionada línea. La empresa planteó así la necesidad de ocupar para tales fines parte del predio que ocupa actualmente nuestro campo de deportes”.

En el tercer punto del comunicado, la comisión que encabeza Nadur cuestiona sin mencionarlo al ex presidente Carlos Babington por su inoperancia para renovar el acuerdo que caducó hace cuatro años: “La tenencia de los terrenos por parte de nuestro club –precaria por naturaleza, dado que se trata de terrenos de propiedad del GCBA– venció en el año 2008, en tiempos de la anterior conducción, y ninguna gestión se hizo para renovarla. Advertidos de dicha anomalía, la actual Comisión Directiva inició gestiones para la readquisición de la tenencia, trámite que habrá de concluir próximamente con la segura sanción de la ley que dispondrá una nueva tenencia por el plazo de veinte años”.

Eso es lo que esperan los hinchas y socios de Huracán. Pero tienen que lidiar con el plan de la Comuna 8 que impulsan los funcionarios de Macri, el lobby de Metrovías y una voluntad dirigencial que, como quedó probado en 2008, no parece estar a la altura de las obras hechas en la Quemita, también llamada campo de deportes Jorge Newbery.

© Escrito por Gustavo Veiga y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 2 de Diciembre de 2012.


Las fotos:










Jorge Lanata es Jorge Lanata... De Alguna Manera...


Cocaína e intentos de suicidio: los rostros desconocidos de Lanata…


Jorge Lanata es Jorge Lanata. Parece una obviedad decirlo pero es así, es un personaje único dentro de la profesión periodística. Amado y odiado en extremo, nadie puede quitarle genialidad y originalidad a su trabajo.

En unos días se estrenará su biografía ¿no autorizada? por parte de Luis Majul —Secretos, virtudes y pecados— y la polémica parece que prenderá rápidamente. Es que allí, entre otras cosas, se desnudan cuestiones espinosas referidas a la personalidad de Lanata.

“Se intentó suicidar por lo menos dos veces. La enfermedad de su madre, la sensación de alta traición que experimentó de parte de sus compañeros de Página 12 y el primer despido abrupto que tuvo de la tele fueron algunos de los motivos que lo llevaron a pensar en tomar aquella decisión desesperada”, cuenta hoy Majul en una columna en diario La Nación, revelando un dato no conocido hasta ahora.

Y hay más polémica: “Lanata tomó una cantidad desmesurada de cocaína diaria entre los 30 y los 40 años, y tuvo que ir a un centro de desintoxicación en los Estados Unidos para poder seguir adelante con su vida”.

El libro que desnuda su vida habla de eso y mucho más: los detalles secretos de su quiebra personal, la debacle de Veintitrés, el cierre de Crítica, sus estruendosas peleas con otros colegas y sus reuniones privadas con Héctor Magnetto antes y después de ingresar en Clarín.

“Hay un Lanata público y otro privado, que no tiene nada que ver con el que aparece en la televisión”, dice Majul.

Algunos de los capítulos son los siguientes: "Suicidio", "Mamá", "Cocaína", "Página/1", "Página/2", "Rock", "Dinero/1", "Dinero/2", "Muerte", "Quiebra", "Decepción", "Privado" y "Revancha".

Y finaliza Majul: “Cuando me preguntan si se trata de un libro a favor o en contra de Lanata, siempre digo lo mismo. A lo largo de sus casi quinientas páginas, los que lo odian encontrarán abundante material para confirmar sus sentimientos. Y quienes lo aman se agarrarán de otros datos para justificar su enamoramiento”.

Una buena excusa para comprar un libro que parece prometedor… en todo sentido. 

© Publicado por Tribuna de Periodistas el domingo 2 de Diciembre de 2012.