Socialmente, la mayoría de las mujeres modernas están preparadas para atenerse a las revoluciones que pueden causarles sus hormonas durante la menstruación, el embarazo y cuando llega el fin de su ciclo reproductivo. Saben que tarde o temprano la menopausia llegará, que probablemente haya días en los que tendrán un humor de perros y se contienen entre ellas. A partir de los 45 años, muchos hombres también atraviesan una crisis en donde la declinación de la testosterona puede causarles disfunciones sexuales, volverlo depresivo, irritable hasta sentir que nadie en el mundo lo comprende. Se llama andropausia, la atraviesan 3 de cada 10 hombres y pocos lo saben.
Después de alcanzar un pico en la pubertad, la testosterona comienza a declinar en todos los hombres. Según un estudio llamado "The Massachusetts Male Aging Study", en un 30% de los adultos mayores baja más del mínimo valor normal y aparece la andropausia. La cifra coincide con un sondeo del Hospital Tornú: 3 de cada 10 hombres que no respondían al Sildenafil (Viagra) estaban andropáusicos. Y lo estudió el British Institute of Psychiatry: cuanta menos testosterona más chances de terminar "rodeado de viejos vinagres", decía Sumo.
"Aparece desde la fatiga, la pérdida de memoria y la declinación de la potencia sexual hasta síntomas sociales: ese jefe de la casa omnipotente empieza a sentir que sus hijos ya no le llevan el apunte; siente el síndrome del 'nido vacío' cuando los hijos se van; en su trabajo se siente un viejo arrasado por los jóvenes y la tecnología, sus padres envejecen y eso le refleja su propia vejez; empieza a ver a la muerte como algo más cercano, se codea con el termino jubilación", enumera Norberto del Pozo, sexólogo clínico y ex presidente de la Federación Sexológica Argentina.
Y hay más: "Se deprime, se pone ansioso, gruñón, pasa en segundos de la felicidad a la angustia pero no entiende qué le pasa. Algunos van al gimnasio para tratar de recuperar lo que se perdió, otros prueban con una amante joven pero como suele haber disfunción sexual, se frustran y se sienten peor. Sienten como si estuvieran en una ciudad solos y sin conocer el idioma. Piensan 'siempre me ocupé de todos y ahora ¿quién se ocupa de mí? Y a diferencia de las mujeres, ni se les ocurre hablar con sus amigos de lo que les pasa". Gustavo Baigorri, urólogo, sexólogo y psiquiatra del Hospital Tornú agrega: "Se lo llama popularmente el 'síndrome del varón irritable', porque los cambios de humor son lo que más tensión generan en la familia". Hay quienes se ponen agresivos y se la pasan desafiando a quien se les cruce, quienes pierden fácilmente la paciencia, a quienes ya nada los conforma o quienes tienen brotes de cólera repentinos.
Como la andropausia tiene "poca prensa", muchos suelen vagar por los consultorios: "La mayoría viene por la falta de deseo sexual. Quieren una pastilla mágica para la erección pero aunque les demos Parapitol, a veces lo que necesitan es contención", bromea del Pozo. ¿Por qué pocos casos se diagnostican?: "Si al hombre le cuesta ir a una simple consulta médica, ¿cómo no le va a costar quebrarse e ir al sexólogo o al psicólogo?".
Jorge Franco, especialista en sexología del Hospital de Clínicas y autor del libro "La sexualidad en el siglo XXI", aclara: "El concepto de andropausia está en discusión porque parte de la comparación con la menopausia, sin embargo, difiere. En la mujer el ciclo se interrumpe bruscamente y ya no puede procrear. En ellos, el cambio es más social que biológico: la declinación de testosterona es paulatina y puede seguir procreando. Sin embargo, los dos están expuestos al fantasma de la vejez".
¿Se puede tratar? "La reposición de la testosterona puede retornarlo a niveles cercanos a lo normal pero sólo cuando está indicada por el médico que debe evaluar contraindicaciones como el cáncer de próstata", dice Baigorri. Franco agrega: "No sirve tratarlo como un problema sexual, de insomnio o de depresión, sino como un todo. Antes de medicar hay que ver si el estrés no lo deja concentrar o cómo se lleva con su mujer". Así es. Estimados, bienvenidos al mágico mundo de las hormonas.
1. ¿Tiene disminución de la libido (impulso sexual)?
2. ¿Tiene falta de energía?
3. ¿Disminuyó su fuerza física y /o su resistencia?
4. ¿Perdió talla?
5. ¿Notó que perdió la alegría de vivir?
6. ¿Está triste, malhumorado, irritable?
7. ¿Son sus erecciones menos firmes?
8. ¿Notó un deterioro reciente en su capacidad de practicar deportes?
9. ¿Se queda dormido después de cenar?
10. ¿Ha habido un deterioro en su desempeño laboral?
Si contestó que "si" a las preguntas 1 ó 7 o a 3 de las demás preguntas, podría tener deficiencia de testosterona. En este caso está indicada la medición del nivel de testosterona por el médico. * Este test fue creado en Saint Louis University School of Medicine. Está validado clínicamente y se usa en los hospitales.
© Escrito por Gisele Sousa Dias y publicado en Clarín Revista del domingo 8 de Noviembre de 2009.