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martes, 21 de septiembre de 2010

Milanesas... De Alguna Manera...

Milanesas...

Más allá de la calidad de sus platos, algunos restaurantes se destacan por el tamaño de sus porciones. Y entre los platos que se sirven para compartir, las milanesas son un clásico que nos fascina: vamos en banda, pedimos una, comemos todos, y encima sobra. Cada vez son más los restaurantes que compiten por hacer la milanga más grande de la ciudad. En Planeta JOY salimos a medirlas. Hasta ahora, ninguna supera el medio metro. Estas son nuestras milas gigantes recomendadas.

1. El Club de la Milanesa
El Blockbuster de la milanesa, con sucursales que se diseminan por la ciudad. Las milas se sirven redondas y en variedades cual pizza. Las hay rellenas, a caballo, con jamón, ají y arvejas, napolitanas, con mozzarella y aceitunas, y para comer en barra está la madre de todas las milanesas, apodada “Gigante”, que ostenta medio metro de longitud. Marche un récord mundial para el Club de la Milanesa…
(Sucursales en Las Heras 2101, Monroe 1402, Gorriti 5702, Báez 401, Maipú 663, Vicente López)

2. El Defensor
Compite cabeza a cabeza por la mayor milanga del país, y por apenas ocho centímetros, queda relegado al segundo lugar. Pero afortunadamente, no todo es cuestión de tamaño. Esta mega mila se sirve con cuatro huevos a caballo, arvejas y una copiosa ración de papas fritas. Sumen a esto un menú con pescados y carne a la parrilla, buena atención y un ambiente distendido (manteles de papel, camisetas de fútbol en las paredes) y El Defensor resulta uno de los mejores lugares para ir a comer con amigos.
(Defensa 1380, San Telmo)

3. Pikito
Una sóla porción alcanza para dos y sobra. Y aunque su calidad sea debatible (son muy finitas y hay que echarle limón para realzar su sabor), las milangas de Pikito son legendarias. Eso sí: el lugar es la antítesis de un restó en Palermo: una vieja casona remodelada y no demasiado limpia. Aún así cuando uno anda por el norte de la capital con antojo de milanesa, Pikito es lo más.
(Helguera 2916, Villa del Parque)

4. Cervantes II
Los precios son tan baratos que mueven a la duda. La carta es escueta, y los mozos, algo lentos. Claro, se trata de un bolichón porteño, de esos que vamos a extrañar si algún día desaparecen. Y lo que más extrañarían los habitués del Cervantes son las generosas porciones de sus milanesas, que pueden compartirse entre hasta tres personas. No obstante, el plato favorito del lugar es la suprema suiza, no sólo grande sino también deliciosa. Un restaurante para ir con hambre y algo de paciencia.
(Perón 1883, Centro)
5. La Milanga
En una de las avenidas más arboladas y queridas por los habitantes de Caballito se encuentra este fast-food elegante, algo palermitano por fuera, mucho más humilde y barrial por dentro. Lo fuerte de La Milanga, obviamente, son sus milanesas gigantes, para compartir entre cinco personas, con raciones de papas cuya proporción no está a la altura del plato. Los fanáticos de la milanesa tienen una opinión bastante polarizada respecto a este lugar, que cuenta tanto con fanáticos habitué como con detractores, para quienes el tamaño es inversamente proporcional al sabor. También hay servicio de delivery.
(Av. Pedro Goyena 1002, Caballito)

6. Eve Nic
Un lugar pensado para atender a los oficinistas de la zona. Su cometido lo cumplen, con creces, y a las 18 cierran y se van. Vale la pena pasar a probar cualquiera de sus especialidades: las ensaladas (todas las variedades presentadas en bol de metal, cual heladería, prestas para armar un combo) o las enormes milanesas de carne. Se pueden comer in situ, con guarniciones, o llevar a casa en pan de pebete o pan saborizado. A diferencia de otras súper milanesas, estas dejan poco regusto a aceite en la boca.
(Moreno 935, Monserrat)

7. La Flota
Estamos en el bajo y dudamos ¿Cruzamos a Puerto Madero para un menú TOP? ¿O nos quedamos a buscar una minuta clásica? La respuesta está en la segunda opción. Y en La Flota están algunas de las mejores milanesas; especialmente las napolitanas, que pueden compartir hasta tres personas de buen apetito. Un detalle: la fuente de papa fritas no va acorde al volumen. Entonces, después de pelear por la última papita, el armisticio se sella con un panqueque quemado al Brum, otro infalible del restaurante.
(Av. Leandro N. Alem 432, Centro)

8. Los gallegos
Aunque está allende el Riachuelo, no podía faltar en la lista. Primero, porque son unos de los pioneros de la súper milanesa (la cocinan desde hace más de quince años). Y segundo, porque son otro crédito quilmeño, casi tanto como su homónima cervecería, o como los alfajores Capitán del Espacio. Se trata de una fonda típica atendida por sus dueños, y acorde a las connotaciones ibéricas, todas las porciones se sirven “a lo bestia”. Los flanes con dulce de leche son como tortas. Las milanesas napolitanas, redondas y grandes como pizzas, o más grandes aun. Quizá nunca lleguen al medio metro, pero en Quilmes circulan leyendas urbanas: que la comió un equipo de Fútbol 5, que alcanzaron dos para festejar un cumpleaños…y ese es el orgullo de Los Gallegos.
(Perón y Vicente López, Quilmes)

Addendum

La Farola
Originalmente, esta nota no incluía la milanesa de la cadena La Farola, que suele operar en casi todos los barrios de la ciudad. No obstante, tras recibir numerosos comentarios de lectores ofuscados por esta omisión, decidimos sumar al listado a este clásico.

El tamaño de estas milanesas da miedo. Quienes las midieron afirman que llegan a los 35x20 cm. Sin embargo, hay que aclarar que grande no siempre equivale a bueno y que las súper milas de La Farola han conocido épocas mejores que las actuales. Pero al verdadero fan de La Farola poco le importa. Va, pide su milanga y jamás la comparte. Ceder al atracón equivaldría a ser catalogado de flojito.
(Av. Cabildo 2630, Belgrano; y sucursales)

© Escrito por Jorge Luis Fernánez http://www.planetajoy.com/