Cristina y Perón…
Corren ríos de tinta, se gastan litros de saliva y
suceden horas de tele despotricando sobre la utilización secuenciada de la
cadena nacional por parte de la Presidenta que, se dice, hasta ha osado
interrumpir el prime time televisivo para informar sobre la marcha de los
acontecimientos nacionales. Apenas eso.
El derecho a comunicar de
la Presidenta es obviamente indiscutible y el hacerlo por cadena nacional, un
atributo que le corresponde no sólo por su investidura, sino y fundamentalmente
por las condiciones de la coyuntura política nacional que no son extrañas para
nadie, modelada por el cerco mediático al que es sometida la palabra
presidencial y en particular la opacidad explícita que le asignan los medios
opositores a la comunicación de la gestión de gobierno.
No es novedad esta
circunstancia de cerrojo y distorsión informativa que resiste el Gobierno
nacional, es muy común en la historia del peronismo.
Ya el General Perón
advertía en el año 1947 cuando la oposición de los medios tradicionales contra
su gobierno era tan tenaz como intensa:
“Me he de tomar el
trabajo de ser yo mismo quién informe a la opinión pública.
”Yo no he de olvidar
jamás una lección que recibí cuando aún era niño.
”Discutía yo con una
persona mayor sobre la veracidad de cierta afirmación por haberla leído en un
diario. Esa persona tenía un perro al que llamaba León. ‘Mire, amigo’, me dijo,
y dirigiéndose al perro lo llamó: ‘León, León, León’. Y el perro vino. ‘¿Ha
visto?, me dijo. ‘Le digo León y viene; pero no es León, es perro’.
”Desde entonces, cuando
leo o me dicen algo, lo primero que hago es discurrir por mí si ello es o no.
No sea cosa que digan que es León y luego resulte perro’.”(Extraído del libro
La chispa de Perón de Fermín Chávez,editorial Cántaro, 1990).
Si la sabiduría de Perón
nos muestra la necesidad ineludible de la comunicación directa en los gobiernos
populares entre el/la Presidente y su pueblo, desde el punto de vista de la
opinión pública, el supuesto rechazo a la comunicación por cadena nacional por
parte de Cristina dista mucho de ser mayoritario y en general su aceptación y
rechazo replican la opinión que los consultados tienen sobre la gestión de
gobierno y la imagen de la Presidenta.
Los resultados del
monitor nacional realizado por Consultora Equis sobre 1.200 casos muestra que
el 50,3% de los consultados observa bien o muy bien la utilización de la cadena
nacional por parte de Cristina Kirchner, mientras un 30,2% rechaza esta modalidad
de comunicación como mala o muy mala, mientras a un 16,1% de los consultados le
resulta indiferente y un 3,4% no sabe o no contesta.
Ciertamente los mayores
niveles de rechazo al uso presidencial de la cadena se dan en Capital Federal y
parte del primer cinturón bonaerense, mientras la aceptación crece a medida que
nos desplazamos hacia el sur del país y el centro norte nacional, donde los
niveles de rechazo caen a la mitad y la aceptación crece notablemente.
Estimados lectores de
PERFIL, cantemos:
Atento, atento, atento que camina el #cadenacionalismo por
toda la Argentina…
Cordialmente.
© Escrito por Artemio López, Director de
Consultora Equis y publicado por el
Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 14 de Septiembre
de 2012.