Lo
ganó con sufrimiento en los penales…
Con
muy buenas actuaciones de Pastore y Messi, borró a Colombia de la cancha, pero
le faltó puntería para vencer el arco de Ospina. El héroe terminó siendo Tevez,
quien convirtió el penal para el pase a semifinales. El martes va contra el
ganador entre Brasil y Paraguay.
El Tata Martino no quiso
practicar penales en los días previos. Se sabía que era una posibilidad, pero
prefirió mandarles un mensaje clarito a sus dirigidos: “Qué penales ni penales,
somos mucho más que ellos, lo tenemos que ganar en los noventa minutos”. Lo que
no imaginaba el entrenador era que se iban a encadenar tantos factores para
impedir que se concretara la victoria al cabo del tiempo reglamentario.
Argentina fue más que
Colombia, mucho más y mereció ganar por una diferencia de por lo menos dos
goles. Tuvo la pelota casi todo el tiempo (62 por ciento en el promedio final)
y la usó diez veces mejor que su rival, especialmente en el primer período;
tuvo individualidades que superaron en brillo a las de sus adversarios; mostró
más ideas, generó diez situaciones de gol clarísimas contra apenas una de
Colombia y sin embargo debió esperar hasta los penales para sellar su pasaje a
las semifinales.
Una de las imágenes que mejor
grafica las razones del cero a cero final se la puede encontrar en un tiro de
Otamendi, a la salida de un corner que tapó magistralmente el gigantesco Ospina
y que hizo que la pelota diera después en el palo. Un remate que debió ser un
poco más esquinado, una volada magistral y el palo por las dudas.
La otra es una jugada en el
primer tiempo que arrancó con el Flaco Pastore bajando la pelota con una
técnica notable y siguió con el centro, el toque de Agüero debajo del arco, la
buena atajada de Ospina con el pie y el cabezazo de Messi que era gol en la
cabeza de todos, pero fue milagro en las manos del arquero que se levantó del
piso y se estiró para salvar lo que era gol cantado. No la canchereó Messi ni
nada que se le parezca; la cabeceó tranquilo, seguro de que entraba; no contaba
(ni él ni nadie) con la fantástica reacción de Ospina.
En el equipo de José Pekerman
el único realmente destacado fue el arquero. Teo Gutiérrez no había tocado el
balón cuando el DT decidió su salida sobre la mitad del primer tiempo; James
apareció poco; el Cuco Jackson Martínez no ganó una; Falcao entró tarde y
tampoco intervino y los del medio hacia atrás, metieron mucho, pegaron –el
árbitro fue el mexicano Roberto García– se escalonaron para castigarlo a Messi,
nunca encontraron a Pastore y jamas tuvieron salida limpia.
Al compás de Pastore que fue
vital en los primeros 45 minutos Argentina borró literalmente de la cancha a
los de amarillo. Tuvo orden en la salida, aun en los momentos (primeros diez
minutos) en que intentaban presionar en tres cuartos de cancha; manejó mejor
los espacios, impuso presencia en el medio con Mascherano y Biglia, y
entusiasmó con algunos encuentros de Pastore y Messi en los que en menor medida
se engancharon Agüero y Di María.
En el segundo período, las
distancias no fueron tan grandes, Colombia dio algunas (pocas) señales de vida
y los argentinos mantuvieron la insistencia pero no el brillo. Aun así hubo un
remate de Banega que rozó el travesaño y una corrida de Tevez que milagrosamente
no terminó en gol. Las dificultades de definición del equipo argentino se
estiraron en la definición por penales y los dos match point desperdiciados
antes del tercero que aprovechó Tevez así lo certifican. Hay cuatro palabras,
una frase repetida, que resumen cómo se vivió este partido en cada casa de los
argentinos: ¡Qué manera de sufrir!
© Escrito por Juan José Panno el sábado 27/06/2015 y
publicado en el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Pastore
fue el alma y Messi, el corazón…
Pastore y Messi. Foto de archivo.
- Sergio Romero (7): Durante la primera parte no tuvo trabajo. En la más brava que tuvo en
la segunda parte, un cabezazo de Ibarbo, controló con seguridad.
- Pablo Zabaleta (6): Se proyectó poco en ataque, pero cuando
lo hizo le aportó al equipo profundidad. Bien en la marca y seguro en la
entrega cuando el juego pasó por su sector. Ganó bien sus duelos por la pelota
frente a Ibarbo.
- Ezequiel Garay (5): Ante la prácticamente nula actividad
ofensiva de Colombia en la primera parte, se adelantó unos metros en la cancha
para tratar de conectar la pelota por encima de la línea de volantes, pero le
faltó precisión en los pases.
- Nicolás Otamendi (5): Otro que entró poco en juego. Los
colombianos casi no lo exigieron. En ataque fue bien de arriba. A los 80
minutos, en jugada de tiro de esquina, sacó un tremendo remate que Ospina
desvió de un manotazo: la pelota dio contra el palo izquierdo y salió.
- Marcos Rojo (5): No estuvo bien con la pelota y por
momentos parece una mala copia del jugador que deslumbró en el Mundial. Si bien
en el arranque tuvo una buena chance de cabeza, su remate se fue por arriba del
travesaño.
- Lucas Biglia (6): Se entendió bien con Messi en ataque y
cuando tuvo que marcar a James Rodríguez lo hizo con mucho criterio. Tuvo una
inmejorable chance para definir desde la medialuna y no la agarró bien y se le
fue apenas desviado.
- Javier Mascherano (6): Atento en la marca y el anticipo,
perdió cuando entró en las provocaciones de los colombianos hasta que vio la
amarilla que lo condicionó.
- Javier Pastore (7): Fue soltando su talento con el correr
de los minutos, y marcó realmente diferencias. Con sus toques rápidos y sutiles
generó muy buenas oportunidades para el resto de sus compañeros. Se adueñó del
medio y repartió sin dificultades la pelota en todas direcciones. Sus pases en
cortada fueron incisivos. En la segunda parte bajó un poco su producción.
- Lionel Messi (7): Arrancó a los diez minutos, picó y
generó una contra tremenda, que Di María no se animó a definir de primera. Tuvo
la apertura del marcador con un cabezazo solo frente a Ospina, que le tapó el
remate.
- Sergio Agüero (5): Se despertó después de recibir una
amarilla por protestarle al árbitro García, que no sancionó penal en una jugada
polémica, donde él y Messi fueron bajados en el área. Estuvo cerca del gol,
tras un gran pase de Pastore, pero Ospina le tapó con los pies el remate.
- Angel Di María (5): Fue el más flojito del ataque
argentino. Le faltó lucidez para resolver las jugadas que lo tuvieron como
protagonista y se demoró en la zona de definición.
- Carlos Tevez (-): Ingresó por Agüero a los 72 minutos.
Tuvo una chance para liquidar el trámite sobre el final. Marcó el último penal
(ver aparte) para darle el triunfo a la Argentina.
- Ever Banega (-): Reemplazó a un cansado Pastore para jugar
los últimos 15 minutos. Estrelló un remate contra el travesaño, justo sobre el
ángulo.
- Ezequiel Lavezzi (-): Entró por Di María para jugar los
últimos tres minutos.
© Escrito por Facundo Martínez el sábado 27/06/2015
y publicado en el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La
más dulce venganza de todas…
Esto
es fútbol. Todo el que anda alrededor de la pelota escuchó ese justificativo
casi mágico para justificar las situaciones que escapan a la explicación
racional y coherente. El fútbol es el menos lógico de todos los deportes. Pero
todavía se debate si es o no justo.
Qué se habría dicho si la
Argentina, que pateó 14 veces al arco, hubiera quedado fuera de la Copa América
a manos de Colombia, que no pateó nunca, que acertó apenas un cabezazo y que se
habría clasificado semifinalista en los penales con apenas un gol en cuatro
partidos. Tal resultado habría carecido por completo de justicia. “Era muy
injusto si nos teníamos que ir mañana”, tiró anoche el técnico Martino.
Pero tres días atrás el hincha
argentino conmemoró el cuarto de siglo de una clasificación tan festejada como
injusta, cuando la Argentina sacó a Brasil de los octavos de final de la Copa
del Mundo de 1990, con aquel aplaudido gol de Claudio Caniggia, cuando
indudablemente los brasileños merecieron ganar el encuentro.
Puede concluirse que el pasaje
a semifinales goza de estricta justicia. La Selección Argentina jugó –largamente–
su más lúcido partido de la Copa América, frente a un rival acomplejado, que
cometió el peor de los pecados: renunció a jugar desde el arranque. Para los
que esperaban deleitarse con el duelo entre Lionel Messi y James Rodríguez, y
lamentan que tal competencia no haya existido, que baste con repasar los
guarismos finales, 5-0 en tiros al arco, 26-19 en pases correctos, 90-70 en
eficacia en los pases, todos a favor del rosarino.
Esa estricta justicia no la
consiguió Argentina en los 90 minutos, ni en la tanda de cinco penales, ni
siquiera en el arranque del uno por uno, pese a que en cada una de esas
instancias el panorama lo favorecía. La justicia, en todo caso, que no habla ni
oye ni ve, se tomó su tiempo para dictar sentencia. Y la escribió sobre el
botín derecho de Carlos Tevez, que cuatro años después se tomó la revancha más
dulce de todas.
© Escrito por Pablo Vignone el sábado 27/06/2015 y publicado
en el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
“Este fue el mejor partido de la Copa”…
El capitán del equipo nacional no ocultó su alegría por el pase a la
siguiente ronda, donde el martes jugará con el vencedor del duelo entre Brasil
y Paraguay. Tevez, el héroe del final, repartió honores con sus compañeros.
“Fue increíble, la verdad que fue el mejor partido de la Copa que hicimos.
Creamos situaciones por todos lados, ellos no querían saber nada. En los
penales tuvimos la suerte que no habíamos tenido en el partido”, dijo Lionel
Messi, con una sonrisa que evidenciaba satisfacción. “Es terrible lo que me
cuesta hacer un gol en la Selección. Hoy tuve clarísimas y no las pude meter.
Lo importante es que el equipo hizo un partidazo y salimos adelante.
Fuimos
merecedores de ganar este partido”, agregó el crack rosarino. De cara al
encuentro de semifinales, la Pulga no se inclinó por ningún rival: “En estos
partidos puede pasar cualquier cosa. Si bien Brasil es lo que es, nosotros
jugamos con Paraguay y no le pudimos ganar. Sea quien sea va a ser difícil. Lo
importante es que nosotros ya estamos ahí y hay que tener tranquilidad”.
Carlos Tevez asumió la responsabilidad y convirtió el penal definitivo. En
el recuerdo estaba latente la ejecución fallida ante Uruguay, en la Copa
América disputada en Argentina hace cuatro años. “Es de mis compañeros, no sólo
mío. El fútbol da revancha y lo que pasó ya pasó.” “La victoria es de mis
compañeros, que tuvieron un partido fantástico.
Estoy orgulloso de pertenecer a
este equipo”, agregó. El ahora ex atacante de Juventus tiene ganas de sumar más
minutos, pero no pierde la humildad. “Es imposible jugar en este equipo (con
compañeros) jugando así. Uno lo disfruta estando afuera porque el equipo juega
muy bien. Entonces cuando a uno le toca entrar trata de hacer lo posible para
el equipo.”
En conferencia de prensa, luego del festejo en el campo de juego, Gerardo
Martino consideró que en el partido de ayer “se mantuvo el nivel durante los 90
minutos. Los neutralizamos cuando los fuimos a presionar arriba, que fue la
mayor cantidad de minutos. Lo hicimos bien, también, cuando tuvimos que
retroceder. Contabilizo un cabezazo en un corner como la jugada de más riesgo
y, por el contrario, creo que Ospina fue probablemente la figura de la cancha”.
“No me puedo imaginar después de este partido que ahora estuviera hablando
después de haber perdido. Hubiera sido una injusticia. Si nosotros tuvimos
alguna responsabilidad fue por no haber convertido”, añadió uno de los tres
técnicos argentinos que ya están entre los cuatro mejores del torneo, junto a
Jorge Sampaoli, en Chile, y Ricardo Gareca, en Perú.
También destacó que fue el
mejor partido del torneo, que los jugadores no estaban cansados como había
dicho anteriormente y que quisieron preservar a Tevez en los penales. Por su
parte, José Pekerman, entrenador de Colombia, reconoció que tuvieron
dificultades en el primer tiempo, que perdieron muchas pelotas, justificó la
salida de Teófilo Gutiérrez como una búsqueda de más equilibrio y destacó que
en el segundo levantaron el nivel. “Argentina es un equipo de jerarquía, de
categoría”, elogió quien dirigió al conjunto albiceleste en el Mundial 2006.
© Escrito por Leonel Lenga el sábado 27/06/2015 y publicado
en el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.