lunes, 16 de octubre de 2023

Feliz día triste... @dealgunamaneraok...

Feliz día triste...

Memoria. La película 1985 nos recordó el papel que tuvieron los jueces después de la dictadura. Fotografía: CEDOC


Hace mucho tiempo, en Jujuy, a golpe de caja una coplera cantaba: “Siempre me andan diciendo que me aguante la tristeza, el que no lleva la carga no sabe lo que pesa”. Miento. Decía pobreza, no tristeza, “que me aguante la pobreza”, Sepan disculpar. Son días en los que cuesta salir de ahí, “pobreza/tristeza”. Si acaso les pasa, compartimos. Si no, nada. A otra cosa. Cada uno la lleva como puede. 
 

© Escrito el viernes 13/10!2023 por Carlos Ares, Periodista, y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
 

En una semana, cuarenta años después desde que volvimos a votar, toca elegir otra vez. Jodidos aniversarios. Demoledoras fechas que se acercan contra toda voluntad de negarlas. Marcan el paso. Imponen el recuento. Cortan los atajos. Las excusas. Impiden zafar de los hechos. Los desnudan. Nos dejan en bolas frente a la realidad. Hay que bancar ese malestar. La democracia está sobrecargada de ilusión y decepción. No simules que no pesa.


Arrancamos como para golear. Octubre, 1983, gana Alfonsín. El candidato que denunció el pacto sindical-militar, el único que no reconoció la amnistía que se concedió la dictadura, el único que prometió juzgar a los responsables. Jura el diez de diciembre, firma el decreto. Crea la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), que el peronismo se negó a integrar. El 9 de diciembre de 1985, un tribunal civil condena a los culpables. El mundo asiste asombrado a semejante exhibición de poder político. 

No llores. Secá esas lágrimas. Te ahorro los detalles de la historia que sigue a continuación. Carapintadas. Aldo Rico. Ubaldini. Huelgas. Hiperinflación. Menem. Dromi. Privatización. Reparto de joyas de la abuela. Corrupción. Uno a uno. Pizza. Champán. Vicco. Yoma. Contrabando de armas. Explosión de Río Tercero. Muertos. Alianza. De la Rúa. Corralito. Corralón. Ruckauf. Aníbal Fernández. Saqueos. Muertos. Duhalde. Asesinatos. Kosteki. Santillán. Menem. Néstor. Báez. Bolsos. De Vido. Felipe Solá. Scioli. Cristina. Nisman. Macri. Alberto. De Mendiguren. Insaurralde. Kicillof. Massa.

Parecer ser que fracasamos treinta y nueve años a uno. La derrota parece irremontable.

Revisá la cuenta. Hacé números. Dibujalos como quieras. Tiempo en el Gobierno del que cada uno, tiene que hacerse cargo. Cantidad de pobres, indigentes, vidas arruinadas. Ceros que le sacaron a los billetes, devaluación, inflación, sumá las deudas a pagar, a patear, los desocupados, desamparados, desnutridos, pibes sin destino, jóvenes emigrados, jubilados en espera de que los atiendan para pedir turno, personas en situación de pérdida de sentido que nunca más se van a recuperar. 

Fracasamos treinta y nueve años a uno. La derrota parece irremontable. Los dirigentes honestos, decentes, de buen pie, buena leche, dejaron de darse pelota con otros que tenían camisetas de colores parecidos. Las mafias pasaron a controlar sindicatos, gobernaciones, Legislaturas, ministerios, obras sociales, cámaras empresarias, medios de comunicación. Contraatacaron en banda. Los jueces comenzaron a cobrar para ellos, sólo les faltó ir a cabecear. Si no hubiera sido por la película Argentina, 1985 que nos recordó aquel golazo inicial, el resultado hasta ahora sería cuarenta a cero.  

Alguien nacido a comienzo de los años ochenta podría decir, con el natural optimismo de quien todavía se siente joven que, en términos humanos, esto recién comienza. El país la pasó mal, se comió varios pelotazos, pero pronto llega el entretiempo, la calma del verano. Un par de meses para que el nuevo cuerpo técnico con otros jugadores meta cambios en puestos claves, corrija errores, proponga una táctica de esfuerzo solidario que reanime al equipo. Si al toque la estrategia narrativa convence, la sufrida hinchada apoyará el juego limpio antes de volver a putear.  

Linda fantasía. Perdón por interrumpirla. Si siguen los que están, o recuperan el poder los que reivindican la dictadura, justifican sus crímenes, se asocian con el hijo del general Bussi, con los restos de la casta base del peronismo, Barrionuevo, Moyano, o con comprobados servicios de inteligencia de los militares como el sindicalista Gerardo Martínez, secretario general de la Uocra, habrá que revisar los videos. Además de comernos esa goleada histórica, nos estamos haciendo todos los goles en contra.  

Pasaron cuarenta de los años que tanto esperamos. Feliz día triste.



   

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