El vuelo de despedida del último Fokker F-27 de la Fuerza
Aérea Argentina llegó hasta Ushuaia…
El avión emblema de la conectividad aérea en la región
patagónica fue recibido por dos autobombas de la Administración Nacional de
Aviación Civil (Anac) que arrojaron agua, mientras se dirigía a la zona de
plataformas de la aerostación.
© Publicado
el miércoles 21/09/2016 por la Agencia de Noticias Telam de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires.
El
último avión Fokker F-27 de la Fuerza Aérea Argentina hizo escala este
miércoles en la ciudad fueguina de Ushuaia, como parte de su viaje de despedida
y de reconocimiento histórico que incluye a 19 de las poblaciones que conectó
durante más de 40 años.
La
aeronave y su tripulación, integrada por militares en servicio, y en algunos
casos de muchos años de trayectoria en la operación de este tipo de vuelos,
arribó pasadas las 13 al aeropuerto “Malvinas Argentinas” de la capital de
Tierra del Fuego.
El
avión emblema de la conectividad aérea en la región patagónica fue recibido por
dos autobombas de la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) que
arrojaron agua sobre su fuselaje en forma de homenaje, mientras se dirigía a la
zona de plataformas de la aerostación.
Además,
integrantes de una banda de música militar tocaron acordes de bienvenida a los
tripulantes y pasajeros en el momento que descendían a la pista y recibían los
primeros saludos de camaradas e invitados especiales a la ceremonia.
“Despedir
a este avión tan austero y tan querido, que tanto ha hecho por la conectividad
de los habitantes de la Patagonia, y en especial por los fueguinos, produce una
gran emoción y también un dejo de tristeza”, afirmó Norma Carbonell, quien
durante 31 años fue gerente de Líneas Aéreas del Estado (LADE) en Ushuaia, en
dialogo con Télam.
Carbonell
recordó que la aeronave ha volado a las Islas Malvinas cuando existían
frecuencias programadas desde Comodoro Rivadavia, en Chubut, antes de la guerra
de 1982, cumpliendo funciones sociales como el traslado de enfermos, de
medicamentos o de mercaderías, y también lo hizo en pleno conflicto bélico.
“La
historia del F-27 es parte de mi historia. Ha significado mucho para el
traslado de la gente del lugar, y también para la región y para el país. Se nos
cae un lagrimón al verlo hoy, después de casi 44 años de travesías
ininterrumpidas al servicio de los vuelos comerciales. Lo vamos a llevar en los
recuerdos y en el corazón, toda la vida”, reflexionó la ex gerente de LADE en
la zona.
Por
su parte el operario de LADE Ángel Benitez, de 43 años de antigüedad en la
empresa, recordó que él mismo llegó a Ushuaia desde la provincia de Corrientes,
en el mismo avión que hoy se despidió de la ciudad.
“Al
poco tiempo de venir a Tierra del Fuego ingresé en esta línea aérea y ya no me
fui más. Por eso venir a despedir a este avión es como despedir a un amigo”,
confió a Télam.
El
F-27 que partió el domingo pasado desde la base aérea de El Palomar estuvo
también hoy en la ciudad de Río Grande, en el norte provincial, y desde allí
emprendió un tramo del viaje que incluyó un sobrevuelo por Isla de los Estados,
antes de dirigirse a su destino más austral.
Según
informaron fuentes militares, el periplo continuará por El Calafate y otras
ciudades patagónicas, antes de su regreso a Buenos Aires y de su
desprogramación, para después posiblemente ser trasladado a un museo aéreo.
El
itinerario completo del vuelo de despedida del Fokker comprende las ciudades de
Paraná, Palomar, Mar del Plata, Bahía Blanca, Trelew, Comodoro Rivadavia,
Puerto Madryn, San Antonio Oeste, Gobernador Gregores, Puerto Deseado, San
Julián, Santa Cruz, Río Gallegos, Río Grande, Ushuaia, El Calafate, Esquel,
Bariloche y Neuquén.
El
Fokker F-27 Friendship matriculado TC-79 llegó al país en 1969 y desde 1972
comenzó a volar como parte de la flota de LADE, uniendo destinos del sur
argentino adonde no llegan habitualmente las rutas de aerolíneas comerciales.
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