Cuando el periodismo de
investigación preocupa al poder…
No es ninguna novedad, nos lo vienen diciendo desde hace años algunas de las fuentes oficiales más importantes del kirchnerismo: lo que publica Tribuna de Periodistas genera el peor de los odios a los funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner.
¿Molestan
las columnas de opinión? ¿Molesta la cobertura de los temas de coyuntura? No,
lo que provoca enojo son las pruebas de la corrupción y el señalamiento de las
contradicciones oficiales. “A Cristina no le molesta que la critiquen a través
de notas de opinión, la sacan de quicio las notas de investigación donde se
revelan cosas que la ponen en situación indefendible”, admitió hace poco un
importante funcionario de la Secretaría Legal y Técnica al editor Ejecutivo de
TDP, Carlos Forte.
Poco
antes, otra fuente, esta vez de la Jefatura de Gabinete de Ministros, aseguró
lo mismo a uno de los cronistas de este portal, Diego Goldberg: “Las puteadas
de Cristina cada vez que los medios descubren algo nuevo sobre la corrupción
del gobierno, no tienen nombre”. En ese sentido, el mismo funcionario admitió
que TDP era uno de los medios más odiados por la Presidenta y su séquito: “Odia
a Tribuna (Cristina), con todas sus fuerzas. Lo saben todos los ministros y
secretarios y por eso mandan a pegarles cada tanto a través de los medios
cercanos a la Rosada”.
Eso nos
permitió entender por qué todo el tiempo nos golpean duramente desde las usinas
de 678, Duro de Domar, y los diarios y revistas K. También por qué somos el
medio más querellado de la Argentina por parte de los funcionarios oficiales,
superando incluso a Clarín.
Este
tema se discutió muchas veces en la redacción de TDP, algunas con preocupación
y otras con humor. Algunos los que trabajamos en este medio creemos que no hay
que darle bolilla al ataque de los K, pero otros, los más jóvenes de la
redacción, temen que la escalada crezca aún más.
Sea
como sea, lo importante es que todos estamos de acuerdo en el mismo punto:
nuestro trabajo jamás pasa desapercibido y seguirá haciéndose con la calidad de
siempre. Somos una molestia para el poder de turno y eso define la calidad de
nuestra labor. El periodismo de investigación es eso justamente: el contrapeso
que muestra lo que el poder no quiere que sea revelado, sin importar quién
ocupe el sillón de Rivadavia.
© Publicado por Tribuna
de Periodistas el domingo 2 de Diciembre de 2012.
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