viernes, 1 de enero de 2010

Bloque Erótico... De Alguna Manera

Bloqueo Erótico
Ilustración: Ricardo Fumanal

Los sexólogos William Masters, Virginia Johnson y Robert Kolodny presentaron una relación de algunas de las formas que suelen bloquear el erotismo. Nosotros las hemos revisado y ampliado, de acuerdo con nuestra experiencia clínica:
  • La costumbre de tener relaciones sexuales "sólo en el momento oportuno". Si es sábado por la noche toca; incluso había una refrán de la España de la posguerra que ilustra este punto: Sábado sabadote, camisa limpia y polvote.
  • La falta de privacidad —ayer hablamos sobre ese tema, a propósito de donde tener relaciones—.
  • Los límites que imponen el tiempo y el cansancio, al no ser capaces de incluir en nuestra "agenda" los encuentros eróticos. Muy importante reservar nuestro tiempo para las relaciones afectivas y sexuales.
  • Asumir total responsabilidad de la relación: "El placer del otro depende solamente de mí". Cada uno debe ser responsable de su propio placer y de comunicarle a la pareja sus preferencias.
  • En el extremo opuesto está el no tener al otro en consideración: "Voy a la mía y no me preocupa compartir". Si la falta de empatía entorpece cualquier relación, en el terreno sexual es ésta determinante.
  • Tomar una actitud de enfrentamiento ante la relación sexual, en lugar de disfrute de la misma. Cuántas personas van a la cama como a un campo de batalla o a un examen. No hay nada más triste.
  • La creencia de que ya se pasó la época del disfrute sexual: "La satisfacción sexual es sólo para gente joven y atractiva". Para nada, una mano es una mano, aunque esté arrugada, y las caricias siempre son caricias.
  • Pensamientos lejanos, distracciones o preocupaciones durante el acto sexual: "Hay que llevar el coche al taller...". "El techo necesita una mano de pintura...". Aquí la cosa va muy mal; hay que ir aprendiendo a controlar los pensamientos intrusivos.
  • Estar enfadado con la pareja sin comunicárselo, pero actuando destilando malestar. La típica respuesta de: "A mí no me pasa nada", poniendo una cara que dan ganas salir corriendo. Si se está disgustado o disgustada se comenta, los dobles mensajes son dañinos.

Estos elementos bloqueadores del erotismo pueden llegar a ser severos y entonces se instalan las disfunciones sexuales. Es decir, los problemas persistentes que alteran de modo negativo el deseo, la excitación o el orgasmo o la eyaculación. Entonces viene el sufrimiento y se tiene que recurrir al sexólogo. No es que no queramos que vengáis a consulta, pero preferimos que disfrutéis y os encontréis bien, nosotros seguiremos trabajando en información, educación y orientación sexual, para prevenir estos problemas.

© Publicado por el Diario El Mundo de Madrid, España, el domingo 26 de Febrero de 2006.

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