sábado, 14 de junio de 2014

El trágico destino de Néstor y Cristina… De Alguna Manera...


El trágico destino de Néstor y Cristina…


La senadora argentina Norma Morandini se entera por el Diario El País de que sus dos hermanos figuran entre las víctimas de los vuelos de la muerte de la dictadura.

La senadora de la oposición socialista argentina Norma Morandini despertó en Buenos Aires el domingo 9 de diciembre sin la intención de leer prensa española. Era el día de los derechos humanos, el Gobierno había organizado una fiesta por la tarde en la Plaza de Mayo. A esa hora a Morandini le dio por asomarse a la versión digital de El País. Y vio un titular que la atrapó: “Rostros de los vuelos de la muerte”. 

Ahí se explicaba que el tercer juicio sobre los crímenes cometidos en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) había comenzado dos semanas atrás, que se trataba del mayor proceso iniciado contra las atrocidades de la última dictadura (1976-1983), que durará dos años, que hay 68 imputados por delitos de lesa humanidad, que declararán casi 900 testigos y que se investigarán los casos de 789 víctimas.

La mayoría de ellas fueron arrojadas en vida desde aviones del Ejército al Río de la Plata. En el artículo se hablaba de las más conocidas.

Pero no sería hasta el final del penúltimo párrafo cuando Morandini descubriría algo que había permanecido oculto para ella durante 35 años: entre los 789 supuestamente arrojados al río estaban “los dos hermanos de la actual senadora opositora Norma Morandini, ambos militantes peronistas”. Desde que desaparecieron aquel domingo 18 de septiembre de 1977, no había vuelto a saber nada de ellos.

Se llamaban Néstor y Cristina, como los últimos presidentes argentinos. Ella tenía 21 y él 20. 

“Él era exuberante, muy apasionado. Y ella, muy delicada y cariñosa. Estaban siempre juntos. Solo hasta hace muy pocos años conseguí hablar de ellos sin llorar. A mi hermana la desaparecieron con una camisa a cuadros que yo tenía. Y hay una foto mía con esa camisa a cuadros. Y durante mucho tiempo siempre me pareció que en la multitud yo iba a ver esa camisa”, recuerda Morandini.

La política argentina perdió el rostro de los dos militantes peronistas en septiembre de 1977. 

Norma y su madre habían llamado a muchas puertas preguntando por Néstor y Cristina, pero no consiguieron ningún dato fiable. “La gente en ese momento tenía mucho miedo y no te daba ninguna información. Y en casa, ya fuera por pudor o por cobardía, nunca mencionamos los detalles del calvario. Tal vez, por esa ingenuidad de creer que con el silencio protegemos a los que amamos. O quizás, porque la verdadera intimidad es el dolor. Tal vez me negué a verlo todos estos años, tal vez lo tuve delante de mis narices y no lo quise aceptar. No sé si mi madre sabía algo y nunca me lo dijo. Y yo, que conozco ahora esta información, tampoco sé si decírsela a ella, que tiene 85 años”.

"Nunca los piensas muertos, que es muy diferente a esperar que aparezcan vivos"
 
Al leer que sus hermanos están en la lista de las 789 víctimas de los vuelos se le vino a la mente que en Portugal, en 1977, recurrió a una vidente angoleña para preguntar por su hermana. Y ella le dijo: “Veo agua, solo veo agua”. “Es muy duro y muy difícil transmitir lo que significa la palabra desaparecido. Es un fantasma. Pero decir que es un fantasma es decir nada. Es una presencia que no está. Tú no lo has visto morir ni nadie te dio el pésame, no hay liturgia ni una tumba. Nunca los piensas muertos, que es muy diferente a esperar que aparezcan vivos”.

Ella se exilió a España al comienzo de la dictadura y comenzó a trabajar para Cambio 16. 

“Paradójicamente el exilio, que es un despojo, me dio lo que tengo, la jerarquía como periodista”, explica en su página web de senadora. “Yo que había salido de Argentina sin nombre porque las mujeres entonces no podíamos firmar, regresé como corresponsal de Cambio 16”.

Para exorcizar el dolor, Morandini escribió hace diez años un libro que era un ensayo basado en sus recuerdos. Se llamaba De la culpa al perdón. Pero tuvieron que pasar dos lustros hasta que este año una editorial se decidiera a publicarlo. “Antes había miedo. Y ahora, lo que tiene la sociedad argentina es dolor, mucho dolor”.

Fue superando los peores recuerdos y en 2005 inició sus primeros pasos en política. “Llega un momento en que necesitas despojarte de ese pasado. Porque cuando uno está tan involucrado en la monstruosidad corre el riesgo de que esa monstruosidad te chupe. Pero si te alejás demasiado perdés humanidad”. Pero el pasado seguía ahí. “El domingo 9 de diciembre, en una parte de la ciudad había fuegos de artificios celebrando los 29 años de democracia y el día de los derechos humanos. Y en otra parte estaba yo, que tengo toda la vida comprometida en la denuncia, enterándome por el diario que mis hermanos murieron en los vuelos. Nadie de derechos humanos nunca vino a decirme eso. Y el fiscal del caso tampoco me informó”.

“La perversión de la dictadura”, concluye Morandini, “es que sus efectos se perpetúan y el pasado nunca termina de pasar”.

© Escrito por Francisco Peregil el Sábado de Diciembre de 2012 y publicado por el Diario El País de la Ciudad de Madrid, España.



La información no es propaganda... De Alguna Manera...

“La información no es propaganda”...

Norma Morandini


Información en lugar de propaganda...

Por confundir información con propaganda, un equívoco conceptual generado en nuestra odiosa tradición autoritaria, la fenomenal masa de dinero que debiera usar el Estado para comunicarse con la ciudadanía se utiliza para la propaganda personal de los funcionarios o de sus pertenencias partidarias...

Por confundir información con propaganda, un equívoco conceptual generado en nuestra odiosa tradición autoritaria, la fenomenal masa de dinero que debiera usar el Estado para comunicarse con la ciudadanía se utiliza para la propaganda personal de los funcionarios o de sus pertenencias partidarias.

Si como nos advierte la organización ADC, el Gobierno gasta 700 por ciento más en publicidad oficial que en 2003, una masa de dinero en torno a los 300 millones de pesos, vale preguntarse por qué ese dinero no se utiliza para informar con veracidad a la población sobre los riesgos del virus gripal A (H1N1), o para educar sobre hábitos de higiene y limpieza, o para cambiar las conductas sociales para hacer de cada uno de nosotros un ciudadano responsable. Por el contrario, la utilización de ese dinero para hacer propaganda personal de los gobernantes es la mejor prueba de lo que muchos venimos advirtiendo desde hace tiempo, la publicidad oficial como instrumento de presión, no de comunicación entre el Estado y la ciudadanía.

Sin una ley que regule la publicidad oficial, nunca antes como ahora se confundió tan eficazmente la publicidad con la propaganda. En cuanto la primera, forma parte de la obligación de los gobernantes de dar cuentas de sus actos de gobierno, o sea, la información generada en el Estado; la propaganda sirve para vender. Y si la propaganda vende o promete ilusiones y por eso cuanto más mentirosa más verdadera, la información pública debe ofrecer certezas y generar la esperanza de que es posible resolver los problemas colectivos. Para eso debe ser verdadera, creíble.

Estuve en México dos meses atrás, cuando se desencadenó el pánico por la gripe A (H1N1). Mientras la televisión como los diarios estaban llenos de información y consejos médicos, el presidente del país, con su equipo de crisis, informaba diariamente. Las calles estaban vacías. Los mejicanos habían acatado la decisión de las autoridades de evitar las aglomeraciones.

Un derecho de las sociedades. Entre nosotros, la desconfianza corre suelta y se duda más que lo que se teme. Dos actitudes igualmente nocivas, ya que las certezas son las únicas que combaten la irracionalidad del miedo o la desconfianza. O sea, la información. Ese derecho que tienen las sociedades a ser informadas y que como derecho colectivo, social, ha superado en las sociedades modernas al ya consagrado y, por eso universal, derecho a la expresión. 

Por eso, nada advierte más sobre nuestro atraso cultural político que esa confusión entre información y propaganda. Una debe ser verdadera, la otra ilusoria. Los creativos de las agencias de publicidad, contratados por el Estado, reemplazaron la política como solución, y las frases y lemas de la publicidad han simplificado los problemas. En casi todos los programas periodísticos de la televisión por cable se ponen placas sólo con el nombre de la Presidencia de la Nación o de los ministerios que auspician esos programas, en lugar de utilizar esa misma publicidad para informar, educar, modificar conductas sociales para promover la responsabilidad colectiva. Resulta paradójico que, en general, esas publicidades públicas pertenecen a organizaciones privadas, sociales, como pueden ser las que luchan contra los asesinos al volante, que matan más que el virus de la gripe A (H1N1).

En cuanto en el mundo desarrollado se debate la relación de los medios y la democracia, entre nosotros se busca limitar la libertad para cancelar esa transacción de información que entraña la libertad de acción y pensamiento. No existe la censura directa y gozamos de libertad hasta para denunciar que tememos por la calidad de esa libertad. Sin embargo, la comunicación directa de este gobierno canceló no sólo la mediación de la prensa, sino que al cerrar los canales de la información del Estado hirió al periodismo, que debió conformarse con el rumor y terminó degradado por la información interesada de los lobbistas u “operadores de prensa”.

El derecho a la información es uno de los derechos fundamentales de la democracia, ya que la calidad de la ciudadanía está íntimamente vinculada a la calidad de la información. Ciudadanos descreídos, desconfiados no son competentes para la vida pública de las opiniones que es inherente a la vida republicana. Como bien advierte la filósofa brasileña, Marilena Chaui, una de las fundadoras del PT, “en la medida que la democracia afirma la igualdad política de los ciudadanos, afirma también, que todos son igualmente competentes para la vida política. Una competencia que depende de la calidad de la información: así, ese derecho democrático es inseparable de la vida republicana, o sea, del espacio público de las opiniones”.

Es un derecho universal que los gobernantes deben garantizar y los medios viabilizar, aunque sean de gestión privada. En el mundo desarrollado, esta tensión se zanja con la autorregulación, que no es otra cosa que la responsabilidad inherente a esa libertad. No hay que coartar esa libertad.

© Escrito por Norma Morandini el Jueves 22/04/2010 y publicado por La Voz del Interior de la Ciudad de Córdoba, República Argentina.



Universidad de la Comunicación
Comunicación II
Ensayo sobre propaganda

La propaganda tiene como finalidad principal ejercer una influencia sobre el grupo al que va dirigida, esto en función de lograr que actúe de una forma determinada, y disuadirles de oponerse o apoyar cualquier tipo de acción tomada por el poder.

Para tener más en claro lo que compone el concepto y su aplicación, es necesario tomar en cuenta los factores y situaciones en las cuales se desarrolla y la relación que existe entre ellos.
Una de las principales herramientas que utiliza la propaganda para persuadir es la información. En su definición más simple la información es básicamente una transmisión de conocimiento, la cual el interlocutor sintetiza a su conveniencia, mas podemos observar que esta transmisión de conocimiento es útil para la propaganda por que tiene la posibilidad de cambiar la actitud del mismo.

La conducta humana se maneja en el plano psicológico, está basada en los deseos del interlocutor y la información que le puede servir para satisfacerlos. Supongamos que el individuo A tiene pensado viajar a Nueva York, la información 1 le dice que todo se encuentra en orden, la situación 2 le muestra un atentado terrorista sucedido el once de septiembre. La decisión cambia cuando el individuo recibe este conocimiento, como podemos ver a continuación.

Información 1 Decisión 1

Individuo A Todo está en orden Tomar avión

Deseo: Viajar a los Estados Unidos 

Información 2 Decisión 2

Ataque terrorista No viajar, ir en auto

La propaganda echa mano de la información para hacer creer al interlocutor lo que es necesario que crea. La información no es propaganda, pero si un medio que utiliza. Está constituida en el conocimiento de los miedos y deseos del grupo a persuadir.

Las luchas y los conflictos son causa del uso de la propaganda, el poder tiene que recurrir a ella en momentos difíciles o para lograr obediencia.

Se maneja en momentos de altibajos, en periodo de ascensión no es necesario el uso de la propaganda ya que los hechos y proezas cumplen la función por sí solos. En periodo de descenso es útil para lograr reivindicación y remedia estados de debilidad.

Podemos observar claros y recientes ejemplos de esta situación en el gobierno de Vicente Fox o en el de Bush. En el caso particular de Fox, en un principio de su gobierno, en su generalidad, el pueblo mexicano se encontraba con una actitud positiva y le volvía popular; cualquier actividad que el presidente realizara era plausible, con el paso del tiempo y el peso de la realidad, su popularidad comienza a decaer, es en ese momento cuando anuncia el lanzamiento de una campaña de transparencia y ataque a la corrupción, cuando empieza la investigación a los desvíos de fondos de PEMEX.

También es útil para remediar estados de debilidad, en el caso de Bush podemos hablar de una economía estadounidense en recesión y serios problemas, con un pueblo exigiendo a su gobernante que resuelva la problemática interna. ¿La solución? Hacer gala de coraje en contra de los afganos. “La evidencia sobre la culpabilidad de Osama Bin Laden no interesa a Estados Unidos; su objetivo es establecer su derecho a actuar como y cuando le dé la gana y fijar con claridad su credibilidad como matón global”

La propaganda recurre con frecuencia a la mentira para lograr su objetivo. Estableciendo que la mentira es una “divergencia entre el discurso y el conocimiento” la verdad del grupo al que está dirigido un mensaje propagandístico está basada en el conocimiento que obtiene, generalmente de los medios, los cuales están manejados por las estructuras de poder.
En una situación de conflicto las partes en manejan dos tesis opuestas y se acusan el uno al otro de mentir. Si al grupo se le hace creer que una de estas dos facciones es la que dice la verdad, por consiguiente el otro está mintiendo, en esta situación la propaganda emitida por uno rechaza la tesis del adversario y al mismo tiempo lo descalifica.

Durante la guerra fría Estados unidos y la ex Unión Soviética se enfrentaron a una batalla ideológica basada en recursos propagandísticos. Las dos naciones tenían como principal preocupación la posibilidad de que el otro consiguiera más supremacía y una de las dos ideologías (capitalismo o comunismo) se antepusiera a la otra. La propaganda en los Estados Unidos se basaba en la amenaza permanente de una invasión exterior que creaba una histeria colectiva en sus habitantes, de esta forma se lograba mantener una economía de guerra permanente.

Por medio de “La voz de América” el gobierno norteamericano difundía propaganda en contra de la ideología comunista, la contraparte la representaba Radio Moscú que a pesar de haber llegado durante 1969 y 1972 a ser la principal transmisora internacional del mundo no logró sus fines propagandísticos ya que su discurso era demasiado manifiesto y producía rechazo antes que confianza.

Pero, ¿Por qué sucede esto? Según Pratkanis y Aronson en su libro “La era de la propaganda” cuando el comunicador es demasiado directo en sus objetivos y deja asomar cualquier clase de interés propio, el mensaje produce el efecto contrario que el que se desea.

La supremacía de la propaganda norteamericana se ha debido fundamentalmente a la sutileza con la que se ha llevado a cabo la gestión comunicación-información, según Chomsky el discurso basado en ligeras discrepancias de lo que se quiere obtener con lo que se dice produce un efecto más eficaz en el sistema de propaganda.

Estados unidos ha desarrollado, con el paso del tiempo, nuevas estrategias propagandísticas basadas en este sistema:
  • Programas de información sobre Estados Unidos, su pueblo y su política, de claro carácter propagandístico e intercambios de profesores y estudiantes para promocionar la cultura norteamericana.
  •  Ayuda al desarrollo condicionada. Apoyo económico de cualquier tipo a países en vías de desarrollo, estableciendo condiciones y concesiones que permitan la intervención económica y política sobre estos mismos.
  • Publipropaganda generada a través del posicionamiento mundial de mercancías que contienen en sí toda la ideología imperialista, como son Levi's, McDonald's, Coca-Cola y el cine de Hollywood.
  • Discursos de reivindicación de minorías. Como lo es el programa de Oprah Winfrey , en el cual se manejan problemáticas sociales (todas fuera de los Estados Unidos) comentados por una conductora de raza negra.
Estas técnicas, según Megret, han sido desarrolladas gracias a la evolución de las ciencias psicológicas y que esto sumado al progreso de los medios logra una influencia a distancia sobre las masas para hacer más fuerte el efecto del discurso. La utilización de la Psicología se encuentra estrechamente vinculada con la manipulación y la desinformación.

Si bien no se puede ver al interlocutor como un ser que recibe la información y, sin discernir o juzgar, la convierte en su realidad, a menor información es más fácil engañar. Los medios de información están claramente manejados a través de la censura. Envían mensajes propagandísticos basados en la apelación al miedo. De esta forma es como Norteamérica mantiene a su población y a la de los países subdesarrollados apegados al sistema.

Vivimos en una era de consumo, más allá del consumo de productos, consumimos imágenes, la propaganda se convierte en publicidad cuando votamos por candidatos creados a través de la imagen pública que pasa de la ideología al empaque y las relaciones públicas, creemos en sondeos de opinión que no son más que estudios de mercado que nos dicen qué es lo que debemos de pensar y los aceptamos por que nos hacen creer que vivimos una época de democracia, de igualdad.

La única alternativa que podemos encontrar según Foucault es tener la capacidad de descubrir estos mecanismos de programación, porque somos más libres de lo que creemos y no porque estemos menos determinados, sino porque hay muchas cosas con las que aún podemos romper para hacer de la libertad un problema estratégico, para crear libertad. Para liberarnos de nosotros mismos.

© La Jornada, Noviembre 1 de 2001, Entrevista a Noam Chomsky.

Guy Durandin, Definición de la Mentira y la desinformación.

Emisora radiofónica creada en 1942 con difusión mundial de información de corte anti-comunista manejada por la USIA. Historia de la Comunicación social, la comunicación durante la guerra fría. P. 407