viernes, 5 de julio de 2013

La ilusión que me condena… De Alguna Manera...


La ilusión que me condena…


Por aquel momento, estaba cursando periodismo en TEA. Hace pocos meses había terminado el colegio y estaba viviendo un momento en el que sólo me importaba una cosa y, por ese motivo, dejé la facultad. Aún no me arrepiento de la decisión que tomé, porque estaba feliz.

Pocas cosas compartía con mi papá y comparto. Al estar mis viejos separados, siempre fue difícil dividir los tiempos, más cuando uno va creciendo y empieza a tener responsabilidades. Eso sí: toda la vida nos unieron muchas cosas. Pero, más que nada, siempre nos unió el sentimiento por el Globo. Y ese año, más todavía.

Nunca me importó en esos 6 meses si iba a padecer una convulsión, por mi epilepsia, tampoco la Gripe A, que estaba liquidando a mucha gente. Sólo me importaba que llegue el fin de semana para ir a lo que era una cancha pero, al mismo tiempo, un teatro, algo único que llenaba los ojos de lágrimas a corazones esperanzados.

Recuerdo esos 6 meses como si hubieran sido ayer. Ir en el Ford Fiesta (como de costumbre, hecho bolsa), a la cancha para ver a lo que nos unía cada vez más a él y a mí. Jamás me voy a olvidar los partidos de visitante que fuimos juntos en los que la policía nos trató siempre mal. Tampoco me importó el maltrato en Rosario, donde nos llovían escupitajos, meadas y papel quemado desde la tribuna de los rosarinos.

Y, menos que menos, me voy a olvidar de los días previos a ese partido. Yo me dije a mi mismo: "después de esto, puedo morir tranquilo". Las entradas se sacaban el viernes, si no me equivoco, a las 9 de la mañana. Estuve haciendo 15hs de cola, rodeado de enfermos que compartían el mismo sentimiento que yo, que tampoco les importaba la Gripe A. Mi papá, con ambas rodillas destruídas, también estaba. Podía estar viniendo el apocalipsis, que todos íbamos a estar ahí, esperando el momento en que nuestras manos tocaran ese tan anhelado boleto a la ilusión. Ese momento llegó: salimos con mi papá y casi nos atropella un auto. Miré al cielo y dije: "si es mi momento, que lo sea, pero esperá hasta el domingo, por favor".

Ese día en donde casi todos hacemos fiaca, yo estaba en Liniers. Cada minuto era eterno, pero lo valía. Creía que iba a llegar uno de los momentos más esperados de mi vida.

Comenzó el pitazo. A los 8 minutos, marcamos el primer tanto, que fue anulado y ya nos la veíamos venir: no había buenas intenciones. Ese día había sol y llovió muchísimo... ¡Hasta cayó granizo!

Llegó la primera "ayudita", para el rival: un penal, el cual nuestro arquero Monzón, atajó de manera memorable. Todos los que estábamos ahí, inmediatamente pensamos que no se nos podía escapar. Era el año. Habíamos pasado muchos malos momentos y era nuestro turno de gritar de felicidad. Siendo sincero, miraba más el reloj que el partido. No nos cobraron un penal, y posteriormente llegó lo sucio: el grito eufórico de los hinchas de Vélez por un gol no válido, ya que nuestro arquero estaba tirado en el verde césped, luego de que recibiera un planchazo en la pierna. Mi inocente e ilusionada mente nunca dejó de pensar que íbamos a empatar. Pero eso nunca pasó.

Jamás vi tantas lágrimas concentradas en un sólo lugar, tantas familias sin consuelo, tanta impotencia. Ni en un velorio lo ví. Jamás voy a olvidar ese día. Mi papá, generalmente una piedra para llorar, tenía los ojos completamente vidriosos y, a pesar de eso, con sus pocas fuerzas, no me negó un abrazo contenedor. Cuatro años pasaron desde que tuve que pasar uno de los peores días de mi vida. 

Cuatro años del robo a una ilusión. Cuatro años del despojo a LA HONESTIDAD. Igual, todavía sigo pensando en el día en que voy a festejar un campeonato con mi papá al lado y toda la familia huracánense unida. No olvidemos ese día, jamás. No por ser nuestro, sino porque el fútbol argentino mostró la hilacha.

© Escrito el viernes 05/07/2013 por Juan Ignacio Pérez, Socio e Hincha de Huracán y publicado por Patria Quemera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



El derrotero corrupto de los ´90... De Alguna Manera...


“La política se piensa a partir de la corrupción”...


El sociólogo Sebastián Pereyra explica el derrotero corrupto del país en la década del 90. Aquí, alerta sobre las generalizaciones que se hacen en este terreno y habla del papel de los periodistas.

Como un rumor que lo sobrevuela todo y se instala con fuerza de realidad. Poderoso, capaz de degradar la moral de los políticos a fuerza de escándalos y denuncias, asentadas y divulgadas tanto por el periodismo como por funcionarios (opositores y oficialistas) y miembros de ONG. Con esta lógica comenzó a instalarse el problema de la corrupción en nuestro país durante los años noventa, y son estás dinámicas las que preocupan al especialista en ciencia política y doctor en sociología, Sebastián Pereyra. En su reciente libro Política y transparencia, la corrupción como problema público (Siglo Veintiuno Editores) el autor indaga en las continuidades y rupturas de procesos paralelos y convergentes que explican la centralidad y el abordaje de la temática, desde su génesis y hasta 2001. 


A la vez que abre un interrogante que interpela: “¿por qué dar por sentado que nuestro país es altamente corrupto si al mirar los datos concretos, los que se desprenden de las prácticas poco honestas, la cantidad es mucho más baja que la percepción que se tiene de las mismas?”. En opinión del especialista, que además es profesor de la Universidad Nacional de San Martín, “la corrupción se volvió un modo central a partir del cual se piensa la política”. Una idea de corrupción que tiende a sintetizar una suma de problemas que fueron surgiendo en los últimos veinte años en términos de representación política y a vincularlo casi exclusivamente con el estatus moral de quienes ejercen funciones o cargos en el gobierno. “Cuando en realidad evocan a un conjunto de malestares de la democracia frente a otros que han perdido centralidad. Muchos grupos o actores sociales y ciudadanos que sienten ajenidad con la política utilizan la palabra ‘corrupción’ para nombrar esa distancia”. 

Pensada la política como problema moral, ¿hay ciertos tipos de conducta que generan mayor controversia social?
No. Más bien lo que se puede pensar, es el modo en el que algunos aspectos particulares de las denuncias de corrupción tienden a operar en momentos de dificultad económica, específicamente si afectan a ciertos sectores en particular. Por ejemplo, en ciertos momentos de crisis, el de enriquecimiento ilícito tiende a prevalecer sobre otros. Como si se esperara que la clase política sea solidaria con los problemas que afectan a ciertos sectores. También hay un tipo de público más afín a los escándalos de corrupción. Es interesante ver porqué ciertos sectores tienden a priorizar la corrupción como un problema y a elegir el vocabulario de la corrupción para pensar la política. 

Por eso usted no se siente cómodo con la inclusión del tema como “problema global”…
Sí, porque a veces lo que llamamos problemas globales, aparecen aislados de su correlato ideológico. Yo no estoy tan de acuerdo con esa idea: la corrupción (que después de la caída del Muro, los países occidentales centrales han tomado como uno de los más importantes a nivel internacional) aparece como un problema global cuando en realidad es un punto de vista y una mirada que tiende a pensar el funcionamiento democrático basado en una serie de reglas. Estableciendo así, una cierta mirada sobre cómo debe ser el funcionamiento democrático y tendiendo un correlato con el libre mercado y el no intervencionismo estatal. 

A pesar de que una de las conclusiones a las que usted arriba es que no puede hablarse de una relación directa entre centralidad del Estado y corrupción, ni entre neoliberalismo y corrupción.
Exactamente. Hay una idea heredada de los 90 que está muy presente en la sociedad: sospechamos de la intervención estatal como una forma directa o indirecta de corrupción, y el tema aparece recurrentemente cuando discutimos el rol del Estado. De hecho una de las claves por las que el menemismo decía que era fundamental avanzar en grandes e importantes reformas estatales era por ese preconcepto. Había que retirar al Estado para dejar operar al mercado. En Argentina se pasó de una situación de alta regulación e intervención del Estado, que se dio hasta mediados de los 70 a lo que ocurrió a fines de los 90, cuando la intervención disminuyó notablemente. Sin embargo, la percepción sobre la corrupción en general no disminuyó, ni en uno ni en otro modelo. 

Pese a que su trabajo no analiza la coyuntura actual, ¿es posible rastrear elementos recurrentes entre los escándalos del noventa, y los aparecidos en los medios en los últimos meses?
Escándalos y denuncias hubo siempre. Pero incluso ahora, cuando los escándalos recuperan cierta productividad política, hay varias diferencias con los de los 90. Una es el rol de la prensa o de los periodistas en relación a ellos. Para que un escándalo sea productivo el denunciante tiene que lograr ese lugar de neutralidad, en términos de representación de la opinión pública, que ahora, o después de 2001, aparece seriamente cuestionado o transformado. El otro elemento, es que a partir del 2001 y diría hasta el caso Ciccone los escándalos fueron de resolución más rápida en los 90.

¿Y qué particularidades encuentra en comparación con la lógica de los escándalos de corrupción en otros países?
En Francia e Italia se observa que éstos surgen como consecuencia de una investigación judicial previa, mientras que aquí es al revés: jueces y fiscales actúan en función de lo que aparece en la prensa. Lo cual es un problema porque no es lo mismo lo que cuenta como prueba en un escándalo (que se centra en la evaluación moral de determinado personaje) que en un caso judicial, en el que se debe probar un delito.

Tal como usted relata en su libro, para que el periodismo opere como custodio de la transparencia y referente de la opinión pública necesita credibilidad, ¿cuál es entonces el rol que les toca a estos profesionales?
Entiendo que entre la aspiración a la neutralidad y la representación de la opinión pública, el escenario más típico de los 90 y el modo del ejercicio de la profesión partidizada o segmentada políticamente, hay matices. Yo tengo la sensación de que la profesión periodística tiene mucho para ganar en el medio de los dos escenarios (el de los 90 y el actual), si es que no pretende ser la portavoz de la opinión pública en un sentido global, y en cambio busca clarificar y sincerar sus puntos de vista. Es decir entre la sobreactuación de la neutralidad política y la toma de posición política me parece que se desdibuja el modo en el que la profesión periodística genera legitimidad. Se producen picos de representación o legitimidad sobre públicos muy segmentados: consumidores o no de escándalos. 

A pesar de que el periodismo de investigación estuvo ligado desde sus inicios a la crítica y a la denuncia de la corrupción…
Sí, pero ese rasgo no define el modo en el que los periodistas intervienen en cada caso de corrupción. No es lo mismo que solamente apuesten su credibilidad para sostener una denuncia a que lo hagan con una investigación previa detrás, con pruebas. Lo que ocurre es que en los escándalos se juega un proceso paralelo: la degradación del denunciado redunda en la exaltación del denunciante. Así, si el denunciante no logra la degradación del denunciado pone en juego su propio reconocimiento social.

© Escrito por Martina Menzio el viernes 05/07/2013 y publicado en la Revista Ñ de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

jueves, 4 de julio de 2013

¡¡¡Nueva Gillette Mach 3 Desechable!!!... De Alguna Manera...


Nueva Gillette Mach 3 desechable inspirada en la velocidad y la precisión de las carreras…

¡Afeitate más rápido con la nueva Gillette Mach 3 Desechable y salí a ganar! Foto: Gillette.

¿No te pasó que muchas veces necesitás lograr una afeitada ganadora pero mucho más rápido? Si te estás preguntando cómo hacer, entonces apretá el acelerador y no frenes hasta el final. Porque para esos momentos, Gillette Mach 3 te trae la nueva afeitada más rápida inspirada en la tecnología más veloz.

Al igual que en las pistas profesionales, para competir y salir a ganar en la vida necesitás el mejor equipo. Por eso, ahora podés elegir la nueva Gillette Mach 3 Desechable inspirada en la velocidad, la actitud ganadora y la precisión que sólo los circuitos de automovilismo tienen.

¡Trabajo en Equipo!

La mejor desechable de Gillette está diseñada con 3 hojas alineadas progresivamente para una afeitada más al ras (*). Por cada pasada que das, ella da 3. Y menos pasadas pueden significar menos irritación para que logres una afeitada ganadora incluso en aquellos momentos donde necesitás hacerlo de forma más veloz.


Y como ahora te va a sobrar tiempo para leer esta nota, te compartimos un video del viaje al circuito de Montmeló, Barcelona junto a la diosa de Luly Fernández. Porque si de autos, tecnología y mujeres se trata…

¿Quién no quiere ser el más veloz?

¡Afeitate más rápido con la nueva Gillette Mach 3 Desechable y salí a ganar!

(*vs.) Prestobarba Ultragrip           

© Publicado el lunes 01/07/2013 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

miércoles, 3 de julio de 2013

La Afrenta a Bolivia y a su Presidente... De Alguna Manera...


Nave boliviana en Viena, mientras se flexibiliza prohibiciones…

El avión presidencial que traslada a la delegación boliviana, luego de haber participado en el Foro de Países Exportadores de Gas en Rusia, se vio obligado a realizar un aterrizaje forzoso y permaneció por varias horas en Viena.

Cuatro países de Europa cierran su espacio aéreo al avión presidencial. La prohibición obligó a la tripulación boliviana suspender su vuelo de crucero para realizar un aterrizaje de emergencia en Viena, Austria, mientras Choquehuanca anunció que pedirá explicaciones a las autoridades francesas, italianas y portuguesas por la indicada decisión.



Francia, Italia, España y Portugal comunicaron a la tripulación del avión presidencial de Bolivia una prohibición expresa de sobrevolar su espacio aéreo ante la probabilidad de la presencia a bordo del ex espía norteamericano, Edward Snowden, en el interior de la nave en la cual retornaba de Rusia el presidente Evo Morales y su comitiva oficial.

El ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, ha denunciado el extremo en el marco del derecho internacional, al afirmar que se puso en riesgo la vida del mandatario boliviano y que los gobiernos de esos países cometieron delitos de discriminación. En esos términos se conocía la noticia que trascendió las fronteras de los países de Europa, cuando sus gobiernos hicieron conocer su decisión al promediar las 15.00 hora boliviana. (21.00 horas en Europa).

La prohibición obligó a la tripulación boliviana suspender su vuelo de crucero para realizar un aterrizaje de emergencia en Viena, Austria, mientras el jefe de la diplomacia boliviana anunció que pedirá explicaciones a las autoridades francesas, italianas y portuguesas por la indicada decisión. Los cambios en el plan de vuelo del FAB 001 estarían vinculados a versiones relativas a que el exfuncionario de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Edward Snowden estaba en el avión presidencial boliviano de manera irregular.

“Luego de algunas comunicaciones con algunas autoridades nos informamos de que habrían algunas sospechas infundadas de que el señor Snowden estaría en esa nave. No sabemos quién se ha inventado esta soberana mentira, alguien quiere hacer daño a nuestro país”,  afirmó Choquehuanca en conferencia de prensa.

Horas más tarde, el ministro de Defensa Nacional, Rubén Saavedra, anunciaba que el Gobierno francés autorizó el plan de retorno del Presidente de Bolivia, por territorios y aeropuertos de ese país.

Morales y su comitiva partió de Moscú, Rusia, luego de participar en la II Cumbre de Países Exportadores de Gas, empero a una hora de llegar a territorio francés se le anunció que su permiso de uso de derecho aéreo fue revocado, al igual que Portugal.

© Publicado el miércoles 03/07/2013 por el matutino El Diario de la Ciudad de la Paz, República de Bolivia.