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Por experiencia propia de quien suscribe, es menester realizarse estos estudios sistemáticamente, sea en el Hospital Público o a través de tu cobertura de salud.
De ese modo se me detectó cáncer de próstata temprano y pude intervenirme a tiempo, evitando posteriores complicaciones insalvables.
Esta publicación no es un aviso comercial, es simplemente una contribución al cuidado de la salud física de las personas, en este caso de sexo masculino.
De Alguna Manera…
José de Sousa Saramago, nació en Portugal el 16-11-1922 y murió en Tías, Lanzarote, prov. de las Palmas, el 18-06-2010.
De cómo los personajes se convirtieron en maestros y el autor en su aprendiz.
El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir.
A las cuatro de la madrugada, cuando la promesa de un nuevo día aún venía por tierras de Francia, se levantaba del catre y salía al campo, llevando hasta el pasto a la media docena de cerdas de cuya fertilidad se alimentaban él y la mujer.
Vivían de esta escasez mis abuelos maternos, de la pequeña cría de cerdos que después del desmame eran vendidos a los vecinos de nuestra aldea de Azinhaga en la provincia de Ribatejo
Sellamaban Jerónimo Melrinho y Josefa Caixinha esos abuelos y eran analfabetos uno y otro.
En el invierno, cuando el frio de la noche apretaba hasta el punto de que el agua de los cántaros se helaba dentro de la casa, recogían de las pocilgas a los lechones más débiles y se los llevaban a la cama. Debajo de las mantas ásperas, el calor de los humanos libraba a los animalitos de una muerte cierta. Aunque fuera gente de buen carácter, no era por primores de alma compasiva por lo que los dos viejos procedían así : lo que les preocupaba, sin sentimentalismos ni retóricas, era proteger su pan de cada día, con la naturalidad de quién, para mantener la vida, no aprendió a pensar mucho más de lo que es indispensable.
Ayudé muchas veces a éste mi abuelo Jerónimo en sus andanzas de pastor, cavé muchas veces la tierra del huerto anejo a la casa y corté leña para la lumbre, muchas veces, dando vueltas y vueltas a la gran rueda de hierro que accionaba la bomba, hice subir agua del pozo comunitario y la transporté al hombro, muchas veces, a escondidas de los guardas de las cosechas, fui con mi abuela, también de madrugada, pertrechados de rastrillo, paño y cuerda, a recoger en los rastrojos de paja suelta que después habría de servir para lecho del ganado.
Y algunas veces, en noches calientes de verano, después de la cena, mi abuelo me decía :”José, hoy vamos a dormir los dos debajo de la higuera “ Había otras dos higueras, pero aquella, ciertamente por ser la mayor, por ser la más antigüa, por ser la de siempre, era, para todas las personas de la casa, la higuera. Más o menos por antonomasia, palabra erudita que sólo muchos años después acabaría conociendo y sabiendo lo que significaba.
En medio de la paz nocturna, entre las ramas altas del árbol, una estrella se me aparecía, y
Después, lentamente, se escondía detrás de una hoja, y , mirando en otra dirección, tal como un río corriendo en silencio por el cielo cóncavo, surgía la claridad traslúcida de la Vía Láctea, el camino de Santiago, como todavía le llamábamos en la aldea.
Mientras el sueño llegaba, la noche se poblaba con las historias y los sucesos que mi abuelo iba contando: leyendas, apariciones, asombros, episodios singulares, muertes antigüas, escaramuzas de palo y piedra, palabras de antepasados, un incansable rumor de memorias que me mantenía despierto, al mismo que suavemente me acunaba. Nunca supe si él se callaba cuando descubría que me había dormido, o si seguía hablando para no dejar a medias la respuesta a la pregunta que invariablemente le hacía en las pausas más demoradas que él , calculadamente, introducía en el relato: “¿ Y después ? Tal vez repitiese las historias para sí mismo, quizá para no olvidarlas, quizá para enriquecerlas con peripecias nuevas. En aquella edad mía y en aquél tiempo de todos nosotros, no será necesario decir que yo imaginaba que mi abuelo Jerónimo era señor de toda la ciencia del mundo.
Cuando, con la primera luz de la mañana, el canto de los pájaros me despertaba, él ya no estaba allí, se había ido al campo con sus animales, dejándome dormir. Entonces me levantaba, doblaba la manta, y, descalzo (en la aldea anduve siempre descalzo hasta los catorce años), todavía con pajas enredadas en el pelo, pasaba de la parte cultivada del huerto a la otra, donde se encontraban las pocilgas, al lado de la casa.
Mi abuela, ya en pie desde antes que mi abuelo, me ponía delante un tazón de café con trozos de pan y me preguntaba si había dormido bien. Si le contaba algún mal sueño nacido de las historias del abuelo,ella siempre me tranquilizaba: “No hagas caso, en sueños no hay firmeza “.
Pensaba entonces que mi abuela, aunque también fuese una mujer muy sabia, no alcanzaba las alturas de mi abuelo, ése que, tumbado debajo de la higuera, con el nieto José al lado, era capaz de poner el universo en movimiento apenas con dos palabras.
Muchos años después, cuando mi abuelo ya se había ido de este mundo y yo era un hombre hecho, llegué a comprender que la abuela, también ella creía en los sueños. Otra cosa no podría significar que, estando sentada una noche, ante la puerta de su pobre casa, donde entonces vivía sola, mirando las estrellas mayores y menores de encima de su cabeza, hubiese dicho estas palabras: “El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir “. No dijo miedo de morir, dijo pena de morir, como si la vida de pesadilla y continuo trabajo que había sido la suya, en aquél momento casi final, estuviese recibiendo la gracia de una suprema y última despedida, el consuelo de la belleza revelada.
Estaba sentada a la puerta de una casa, como no creo que haya habido alguna otra en el mundo, porque en ella vivió gente capaz de vivir con cerdos como si fuesen sus propios hijos, gente que tenía pena de irse de la vida sólo porque el mundo era bonito, gente, y ése fue mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, que, al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver.
Muchos años después, escribiendo por primera vez sobre éste mi abuelo Jerónimo y ésta mi abuela Josefa (me ha faltado decir que ella había sido, según cuantos la conocieron de joven, de una belleza inusual ), tuve conciencia de que estaba transformando las personas comunes que habían sido en personajes literarios y que ésa era, probablemente, la manera de no olvidarlos, dibujando y volviendo a dibujar sus rostros con el lápiz siempre cambiante del recuerdo, coloreando e iluminando la monotonía de un cotidiano opaco y sin horizontes, como quien va recreando sobre el inestable mapa de la memoria, la irrealidad sobrenatural del país en que decidió pasar a vivir...
... Termino. La voz que leyó estas páginas quiso ser el eco de las voces conjuntas de mis personajes.
No tengo, pensándolo bien, más voz que la voz que ellos tuvieron.
Perdónenme si les pareció poco esto que para mí es todo.
A Miguel Angel Brindisi no lo ayudaron sus jugadores ni el arbitraje: hubo dos penales que no le dieron al Globo.
Hay una realidad, y es que Racing maltrató futbolísticamente a Huracán. Pero hay otra tan cierta como ésa: que a Miguel Angel Brindisi, en su primera derrota como técnico del Globo, no lo ayudaron el línea Norberto Moyano ni el árbitro Pablo Díaz, quienes no vieron, y por ende no cobraron, dos penales a favor de los de Parque Patricios cuando el resultado ya estaba 2 a 0.
A los 12 de la segunda parte, hubo una mano intencional en el área de Giovanni Moreno que el juez no vio por estar tapado (Moyano tenía mejor visión, aunque estaba lejos). Y a los 15 minutos, Yacob lo agarra a Quintana antes de que le pegara de taco, lo que implica que al no salir el pase el otro Quintana todavía no estaba en offside (lo que se terminó cobrando en esa jugada).
Huracán viene siendo de los equipos más perjudicados por errores arbitrales. Ya le había pasado con Banfield (gol mal anulado a Mariano Martínez estando 2 a 2) y frente a Gimnasia (el línea cobró mal un offside previo a la jugada que derivó en gol en contra de Landa). Que alguien te ayude, Miguelito...
Endemoniado estuvo Racing. Endemoniado porque tuvo como figura a Gabriel Hauche, y porque ganó, gustó y goleó. Sí, esta Academia estuvo lejos de aquella que arrastró cuatro derrotas en fila, y se lució ante un Huracán sin ideas. El ex Argentinos abrió la caja de Pandora con una arremetida al área y la posterior definición. Ahí, todo fue para Russo y compañía.
El Globo del otro Miguel, de Brindisi, fue apenas un espejismo en el inicio del juego. Dos llegadas del Roly Zárate (lejos, el más voluntarioso) hicieron peligrar el arco de De Olivera, pero todo quedó ahí, en puras insinuaciones. Cuando el reloj todavía no indicaba 15 minutos, apareció Hauche y cambió el partido, poniendo en ventaja a Racing.
Desde ese momento, todo fue de la Acadé, que basaba su juego en las veloces corridas de José Luís Fernández y en el manejo de Gio Moreno, que controlaba el mediocampo y distribuía la pelota con pases exquisitos. Justamente, estos dos jugadores fueron los encargados de sellar la goleada: el pibe apareció en el área y, con un cabezazo letal, marcó el 2-0. Ya en la segunda parte, llegó el turno del colombiano: pisadita espectacular, dominio de la pelota en el aire con la derecha y definición de zurda ante la salida de Monzón. Golazo.
Locura en Avellaneda, ya que Racing consigue una victoria espectacular en vísperas del clásico contra Independiente. Como si esto fuera poco, el Rojo llegará al duelo con la derrota por 4-1 sobre Godoy Cruz en el lomo. Párrafo aparte para Hauche, que aprovechó la oportunidad que le dio Russo y cumplió en exceso. Con un Demonio así, Racing puede ir tranquilo al infierno.
El plantel fue recibido por barras ni bien llegó al estadio Tomás Adolfo Ducó, en la noche del sábado y si bien no hubo golpes, se entendió como un virtual apriete contra los futbolistas.
La situación fue admitida por el vicepresidente de Huracán, Norberto Giuliano, quien dijo haberse enterado "esta mañana" de lo ocurrido.
"Hablé con el profe (Rubén López) y le pedí mil disculpas", sostuvo el directivo por radio La Red, quien reconoció que usualmente hay dirigentes esperando al plantel pero esta vez no en virtud de que el estadio de Racing "está cerquita".
Giuliano contó que al enterarse de lo ocurrido, intentó hablar con el entrenador Miguel Brindisi, pero sí con López.
"El profe dijo que no pasó nada, salió a hablar Miguel", relató Giuliano el diálogo con el preparador físico.
No obstante, Giuliano reconoció que "Miguel no está para eso", sino para trabajar con el equipo para mejorar los resultados.
Giuliano adelantó que hablará con el presidente Carlos Babington para "tomar recaudos" para otras ocasiones.
En el acto de organizaciones kirchneristas realizado hoy frente a Tribunales, para presionar por una definición de la Corte Suprema a favor de la posición del Gobierno en el tema Ley de medios, la que volvió a dar la nota fue la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. En su discurso, que cerró el acto, llamó a llamó a "tomar los Tribunales", además de repartir durísimas críticas a los ministros de la Corte y "cagarse" en la prensa y en quienes no apoyan la cuestionada Ley de Medios K.
"Qué le vamos a decir a estos turros de la Suprema Corte, que le vamos a decir a los que hicieron posible la tortura y la muerte, qué le vamos a decir a los que apoyaron la dictadura militar, a la Suprema Corte, que no sé por qué Suprema y por qué Corte, que no sé por qué carajo están en un palacio, que se reúnen a espaldas de nosotros, que les pasan sobres con plata para asegurarles la vida de ellos y de toda su cría, que le van a dejar estos turros a los hijos, la herencia de la dictadura. Por favor compañeros, no dejemos la calle, la calle es nuestra, hagamos una marcha por mes si es necesario", dijo Bonafini casi fuera de sí, tibiamente aplaudida.
Bonafini pidió que los jueces "renuncien y se vayan si no quieren apoyar al pueblo", llamando a "arrancarle a esta Corte la decisión que es nuestra, arranquémosela de la mano, y si tenemos que tomar el Palacio de Tribunales, tomésmolo..."Agregó "estoy harta de aguantar a estos tipos con privilegios, que nos aplastan, nos quieren dominar". Entre los que la aplaudían Gabriel Mariotto, Gabriel Basteiro, Teresa Parodi, Julio Piumatto, Andrea del Boca, Ester Goris, Florencia Peña, Ignacio Copani y Anabel Cherubito, entre otras caras conocidas.
Era el comienzo de una nueva etapa, con un prócer como Miguel Brindisi en el banco de suplentes y una buena oportunidad para la gente de dejar atrás los buenos recuerdos de Cappa que tanto mal le hicieron al Chulo Rivoira, al menos en la memoria colectiva del hincha que de principio a fin de su etapa le reclamó el juego que se desplegó en la etapa de Angelito y que por ahora, jamás volvió a aparecer por Parque Patricios.
Pero se sabe que cuando hay cambio de técnico siempre se respiran nuevos aires, más no sea por el simple hecho de quererse mostrar y de tratar de empezar con igualdad de condiciones en el nuevo recorrido. Y se vio a un Huracán metedor, con Gastón Machín como abanderado, que lejos de mostrar el camino del tiki – tiki, fue el principal orador del camino de la suela, la fricción y roce para calentar el partido.
Cuando iban apenas dos minutos, fue Machín quien bajó de atrás a Villar cuando se iba solito para encarar a Monzón, pudo haber sido roja, pero se salvó y apenas fue amonestado. Unos minutos más tarde, se cruzó con Ramírez y lo volvió loco. Primero le puso la mano en la cara y después lo insultó. Al jugador del Tomba le faltó algo de oficio y entró en la contienda con una patada no tan violenta como alevosa que lo dejó afuera con roja directa y sin margen para la discusión.
Jairo no lo puede creer. El colombiano la metió tras un penal que le atajó Monzón.
Pero fue el Tomba el que logró ponerse en ventaja con un penal, o mejor dicho con el rebote de un penal porque Monzón se lo debuto a Jairo Castillo y el Tigre, con la suerte del goleador, la encontró en el rebote y puso al Tomba en ventaja, para romper el maleficio de los visitantes en una fecha el que el Jairo fue el único que convirtió fuera de casa porque hasta acá habían sido sólo alegrías para los locales.
A Huracán le costó mucho generar juego, con Matute Morales apenas enchufado y con un Godoy Cruz bien plantado en el medio, que desde el gol, se dedicó más a destruir que a construir esperando algún descuido para la contra. Y pudo hacerlo en una jugada de Salinas, que fue tomado dentro del área después de un amague y que nadie podría haber discutido si Abal cobraba penal, pero no le creyó y fue roja para el Turco Asad, que se sacó desde su corralito y se tuvo que ir a enfriar a la zona de las duchas.
Fue empate. Un punto que sirve como base para comenzar el ciclo de Miguel Brindisi en Huracán y que también le sirve al Tomba para seguir prendido y soñando con mantener su clasificación a la Libertadores.
Pasó el debut y ahora a Miguel Brindisi lo espera una ardua tarea por delante… El campeón del Metropolitano `73 aceptó la superioridad del rival, al que calificó como "el mejor equipo de Argentina", y luego reconoció que a su equipo todavía “le falta un montón”.
"Nos complicaron demasiado porque juegan de memoria y nosotros hicimos lo que pudimos con apenas tres entrenamientos encima", comparó Miguelito. Y siguió con elogios para el Tomba: “Sabe a lo que juega y lo hace bien. Cuando quedaron con diez jugadores parecía que tenían uno más por cómo corrían", elogió el ex mediocampista.
"Es importante haber sumado mientras seguimos trabajando para lograr un funcionamiento como equipo", se conformó.
En su vuelta al Ducó, Brindisi reconoció que Godoy Cruz fue más. “Ellos se quedaron con 10 y parecían 12”, tiró.
Creo que fuimos superados por Godoy Cruz, esa es la verdad”. Honestidad brutal, con mucho crédito vacante, así empezó a analizar Miguel Brindisi el empate entre su nuevo Huracán y Godoy Cruz. El DT no tuvo problemas en admitir la superioridad del Tomba y la falta de ideas para ocupar el terreno con un hombre de más. “Godoy Cruz es uno de los equipos que mejor juega en el fútbol argentino y además lo hace de memoria. Ellos se quedaron con diez hombres y después parecían 12. Ellos saben muy bien a qué juegan y saben que pueden ganar de esa manera, esa no es una diferencia menor, eh”, elogió Miguelito, quien, sin poner ninguna excusa, aclaró que en tan poco tiempo mucho no pudo hacer. “Y, nos falta mucho. Tuvimos tan sólo tres días de entrenamiento, creo es muy poco. Nosotros hicimos lo que pudimos en ese contexto, espero que podamos ir mejorando, pero todavía nos falta un montón. Igual, ojo que cuando se cambia de entrenador es porque la situación no es la ideal...”, dijo. Y, en esa línea, agregó: “Esto es como tomar un tren. Vos sabés que se toma en la estación. Lo podés correr un poco y subir por el último vagón, pero cuando se fue, no vuelve. Creo que nosotros estamos a tiempo para subir”.
Brindisi ya está metido de lleno en la realidad de este tambaleante Huracán: el DT casi ni se refirió a la satisfacción que le dejó el recibimiento a puro aplauso que le entregó la gente de Huracán. A él lo obsesiona mejorar el funcionamiento, el trabajo. “Siempre es muy gratificante volver a lo que es mi casa en el fútbol. Esperamos comenzar a aceitar el funcionamiento a medida que vayan pasando los días para empezar a regalarle alegrías a esta gente. Ahora tenemos una semana completa para poder trabajar tranquilos. Eso nos va a ayudar muchísimo”, cerró Miguelito, quien vivió una tarde de emociones que no ocultaron su preocupación final. El “falta mucho” lo seguirá obsesionando.
Sólo así: Ibáñez salió pésimo y gol de Machín.
Brindisi chocó contra la realidad: Huracán sufrió, pero empató gracias al arquero de Godoy Cruz, que fue más jugando con uno menos. Pésimo arbitraje.
La foto prototípica de Huracán, ayer, bien podría ser un hincha con las manos en la cabeza, recontradesencantado.
Otras imágenes, como en videoclips, se suceden tras las torpezas de sus jugadores: choques entre defensores mientras el rival se les lleva la pelota, pases al contrario, la ordinariez del pelotazo central, los transportistas sin destino tipo Mariano Martínez, los zafarranchos armados por desacoples defensivos, la pasiva posición de Matute al estancarse casi de 11 (aunque, tardíamente, se involucró al final como enganche atrasado)... Mucho, mucho más. Por eso, ¡en la que te metiste, Miguel! El partido, entre un equipo de probada identidad y funcionamiento, como Godoy Cruz, y un Globo con equívocos, pareció una comedia de enredos, y tintes de grotesco. Porque a Huracán le sobrepasó la responsabilidad que le cayó de golpe al deber jugar 67 minutos contra un notable adversario, disminuido por expulsión del, acaso, mejor enganche-goleador del torneo. No pareció un regalo sino un suplicio.
Es que a Huracán le manejaron el partido. En desventaja, hubo un coreo de la popular con una cuarteta imperativa: “Movete, Globo, movete/ Movete dejá de joder/ Que esta hinchada está loca/ Hoy no podemos perder”. Pero en el último suspiro del primer tiempo, el Globo recibió un regalazo de Ibáñez, a quien se le escurrió la pelota como si tuviera manteca en las manos, y Machín capitalizó con una cabeceadita un instante después de salir de su estupor ante semejante pifiada.
Huracán ya venía con la mochila de una malaria que tumbó a Rivoira, aunque sembró esperanza y emotividad que llegara una voz amiga, como la de Brindisi. Pero pronto quedaron al desnudo sus carencias en lo macro: porque la laboriosidad de Machín era el centro de distribución, mientras Matute miraba desde allá, lejos. Y en lo individual, faltó sentido común, serenidad y coordinación para avanzar. Empujó sin sociedades. No salía bien el pase al compañero, por fallas propias, y tampoco se advertían la virtudes de Godoy Cruz, tan aceitado en anticipos y retrocesos con escalonamientos defensivos, como al motorizar ataques, a lo ancho y profundo.
Nieto vivificó un poco al local, más cuando Matute se corrió de enganche atrasado. Brindisi metió cambios razonables, con sentido ofensivo. El rival tenía uno menos pero largó el fondo con cuatro, se quedó con tres, y se apoyó en una columna de oro: los de atrás, la calidad de Olmedo y el oficio y el manejo de un determinante Jairo.
Asad tiene un equipo-equipo. Miguel se metió en una corazonada con un flojo modelo por armar.
En el esperado discurso que funciona como apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas y que es seguido por millones de personas en todo el mundo, el presidente norteamericano, Barack Obama, elogió a las Madres de Plaza de Mayo como un ejemplo en la defensa de los derechos humanos. Exactamente, Obama habló de “las madres de los desaparecidos que denunciaron la guerra sucia” junto a “los sudafricanos que se levantaron contra el apartheid hasta los polacos de Solidaridad” y “los estadounidenses que marcharon por los derechos de todas las razas, incluyendo la mía”. Según Obama, todas expresiones de cómo se ha ido transformando la sociedad civil en favor de los valores democráticos. La presidenta Cristina Kirchner le agradeció la mención durante el almuerzo que compartieron poco después en la mesa del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. “Nosotros recién bajábamos del avión, fue un golpe al corazón”, explicó la Presidenta cómo había recibido la frase de Obama. También les envió una felicitación a las Madres vía Twitter.
En la comitiva argentina coincidían en que la referencia había sido sorpresiva. Que se tenga memoria, ni antes ni después de ser presidente Obama había hablado sobre el tema. La lucha de las Madres de Plaza de Mayo es muy conocida en todo el mundo, también en Estados Unidos, por lo que, que haya aparecido como ejemplo en esa enumeración, tampoco puede extrañar. Pero en la comitiva recalcaban que el actual encargado de Derechos Humanos del Departamento de Estado, Michael Posner, es un viejo conocedor de la realidad argentina. Incluso, integró la primera delegación de abogados norteamericanos que visitó el país durante la dictadura militar. Luego fue defensor del actual canciller Héctor Timerman, de quien sigue siendo amigo. Calculaban que Posner podría haber tenido incidencia en la enumeración que apuntó a mostrar un ejemplo emblemático de los casos que más afectaron los derechos humanos en las últimas décadas del siglo pasado: los negros sudafricanos contra la segregación racial, los polacos de Lech Walesa contra el comunismo y las Madres de Plaza de Mayo contra la dictadura militar.
La Presidenta dio ayer una breve conferencia de prensa para dar detalles de su actividad en la ONU y, apenas se sentó, lo primero que dijo fue su alegría por la mención de Obama. “Estamos muy emocionados, fue una sorpresa”, contó. “Y, además, en el marco en que lo dijo, junto con la lucha contra el apartheid y los obreros del sindicato Solidaridad”, remarcó.
Como el año pasado, Cristina Kirchner ocupó un lugar en la mesa de Ban Ki-moon en el tradicional almuerzo que ofrece luego de los discursos de apertura. Entre otros, estuvieron allí el emir de Qatar, el jeque Hamad bin Khalifa Althani, y el rey de Jordania, Abdallah II. Obama llegó más tarde y saludó uno por uno. Cuando le tocó a Cristina Kirchner, ella le agradeció la referencia. “Es la pura verdad. Es lo que siento, por eso lo dije”, le respondió con naturalidad Obama.
La conversación entre ellos siguió un rato, ya en la mesa. El norteamericano abrió el juego preguntándole por la marcha de la economía argentina. Como suele hacer en sus discursos, la Presidenta respondió con números. Hizo referencia a tres ejes: el crecimiento económico en los últimos doce meses, el cierre de la situación creada a partir del default de la deuda y el caso de los holdouts y, por último, el nuevo descenso que marcó el índice de desempleo. Cuando cerró su breve exposición, Obama le comentó que lo que ella explicaba era lo que él tenía entendido que ocurría en el país. Fue el último párrafo dedicado a la Argentina, el resto se lo llevó la situación internacional.
Obama recibió elogios en la mesa –también de parte de Cristina Kirchner– por el planteo que expuso ante la Asamblea General sobre la situación en Medio Oriente, en donde le pidió a Israel que suspenda la creación de asentamientos y se pronunció porque en la Asamblea de 2011 haya un Estado palestino como un nuevo miembro. “La creación del Estado palestino es el nudo gordiano del conflicto”, apuntó la Presidenta.
Poco antes de los discursos y del almuerzo, Cristina Kirchner mantuvo una reunión bilateral con el presidente de Turquía, Abdullah Gul, quien ejerce la presidencia del Consejo Permanente de las Naciones Unidas. Del encuentro participaron también el canciller Timerman, el ministro de Economía, Amado Boudou, y el representante argentino en las Naciones Unidas, Jorge Argüello.
Justamente, uno de los temas importantes del encuentro es la reforma del Consejo de Seguridad, en donde Turquía y Argentina mantienen la misma posición dentro del grupo denominado Unión por el Consejo. Ambos países apuntan a una reforma por la que el organismo sume más miembros rotativos y por más tiempo, cuestión de emparejar el poder dentro de la estratégica conducción. “Queremos que sea un organismo que represente al siglo XXI y no al mundo del año 1945”, sintetizó Timerman.
En este punto, Argentina mantiene una histórica diferencia con Brasil, que desde que se creó el organismo brega por conseguir un lugar como miembro permanente junto a los cinco ganadores de la Segunda Guerra Mundial: Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Rusia y China.
Hoy, la Presidenta está agendada como la primera oradora en la reapertura de la sesión de la Asamblea, poco después de las 11. Aunque no quiso adelantar en dónde estará puesto el énfasis, la reforma de los organismos multilaterales se sabe que está entre sus ítems favoritos. Y la cuestión se emparienta con el conflicto por Malvinas, donde el Reino Unido desoye la convocatoria de las Naciones Unidas para reanudar el diálogo. Es lo que bautizó como “doble estándar”. “Que los integrantes del Consejo de Seguridad cumplan con las resoluciones de las Naciones Unidas”, insistió.
También volverá a la cuestión del terrorismo internacional y su reclamo porque Irán envíe a los sospechosos de participar en el atentado a la AMIA. Como en 2009, ayer, la delegación argentina se retiró del recinto antes de que comenzara a hablar el presidente de Irán. Hizo punta. Luego, cuando Mahmud Ahmadinejad sostuvo que el ataque a las Torres Gemelas había sido orquestado por el propio Estados Unidos para ayudar a Israel y distraer la atención sobre la crisis económica, fueron varias las delegaciones que salieron huyendo.
© Escrito por Fernando Cibeira y publicado por el Diario Página/12 el día viernes 24 de Septiembde de 2010
Monólogo del Amor que no quiere Amar...
Y este miedo de amarte sin amarte,
Y este querer perderte por ganarte,
Y este querer amarte sin perderte.
Y este ganarte sin saber perderte,
Y este perderte sin saber ganarte,
Me dan miedo de amarte por amarte,
Cuando quisiera no querer quererte.
Este miedo de amarte sin ganarte,
Y este querer ganarte sin perderte
Me obligan a perderte sin amarte.
Porque el miedo de amarte y de perderte,
Y el miedo de quererte y de ganarte,
Es el miedo de amarte hasta la muerte.
© Ignacio B. Anzoategui. Poeta argentino1905
Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, hizo el anuncio junto a integrantes del organismo y familiares del joven que recobró su identidad y explicó que él está al tanto de su verdadera identidad, pero aún permenece anónimo porque " está procesando la noticia de la desaparición de sus padres".