Ojo que no ve...
A Miguel Angel Brindisi no lo ayudaron sus jugadores ni el arbitraje: hubo dos penales que no le dieron al Globo.
Hay una realidad, y es que Racing maltrató futbolísticamente a Huracán. Pero hay otra tan cierta como ésa: que a Miguel Angel Brindisi, en su primera derrota como técnico del Globo, no lo ayudaron el línea Norberto Moyano ni el árbitro Pablo Díaz, quienes no vieron, y por ende no cobraron, dos penales a favor de los de Parque Patricios cuando el resultado ya estaba 2 a 0.
A los 12 de la segunda parte, hubo una mano intencional en el área de Giovanni Moreno que el juez no vio por estar tapado (Moyano tenía mejor visión, aunque estaba lejos). Y a los 15 minutos, Yacob lo agarra a Quintana antes de que le pegara de taco, lo que implica que al no salir el pase el otro Quintana todavía no estaba en offside (lo que se terminó cobrando en esa jugada).
Huracán viene siendo de los equipos más perjudicados por errores arbitrales. Ya le había pasado con Banfield (gol mal anulado a Mariano Martínez estando 2 a 2) y frente a Gimnasia (el línea cobró mal un offside previo a la jugada que derivó en gol en contra de Landa). Que alguien te ayude, Miguelito...
Hauche y tiza...
Si los antecedentes en la víspera de un derby representan asuntos menores, entonces lo de anoche, para Racing, no será relevante. Pero el clásico con Independiente está allá, a casi una semana, tiempo suficiente para regular la ansiedad.
Al equipo de Miguel Russo no le convendrá tomar la goleada frente a Huracán a la ligera porque puede convertirse en un hecho fundante: difícil encontrar en el ciclo de Russo un desempeño de semejante calidad, con precisión en velocidad, cuidado por la circulación, firmeza en defensa y capacidad para la definición. Racing se puso bien alto el listón en respuesta a un demanda de jerarquía coherente con su nómina. Ahí, en la confección del plantel, aparece la primera evidencia que explica tanta diferencia con Huracán, cuyo arrojo (achicó hacia adelante y paró a los defensores en línea en función de esa disposición) desconoció un dato elemental: su materia prima.
La debilidad ajena no atenúa los méritos, sino que los pone en exacto lugar: Racing expuso en el campo la distancia que lo separa de Huracán, un examen resuelto a satisfacción que, abundan ejemplos, puede surgir como un test de padeceres para el más pintado. Una vez que al Globo se le acabó el gas para la presión en terreno adversario -los circuitos a un toque entre Toranzo, Moreno, Yacob y Fernández fueron clave- Racing escogió la banda derecha como vía franca.
Pese a la ausencia de una referencia fija de ataque, las penetraciones por esa zona siempre encontraron receptor en las proximidades de Monzón. Por eso la asistencia de Toranzo a Hauche en el primero resultó útil y el centro del Pato a Fernández acabó en un cabezazo como si el pibe fuese un especialista. La regulación del ritmo fue otra virtud, porque Racing combinó con acierto los pases horizontales con los verticales, a conciencia de que esa modificación en la trayectoria de la pelota necesitaba de un cambio de marcha.
Fernández entendió mejor que nadie esa secuencia en la que Toranzo -conductor asumido- se esmeró para el primer zurcido. La destreza de Moreno no es asunto de debate; sí la posición en que la da más provecho. Apasionado por el balón, el colombiano conspira contra sus propias posibilidades cuando retrocede sin límites. En el área de enfrente promete desparramos. No los hará en la de Independiente por compromisos con su selección. Ya sabrá Russo cómo reemplazarlo...
Demonio y al infierno...
Hauche fue la gran figura en el triunfo por 3-0 sobre Huracán. El delantero hizo el primero, la rompió, y Racing llega de la mejor forma al clásico contra Independiente. José Luís Fernández y Gio Moreno completaron la goleada.Endemoniado estuvo Racing. Endemoniado porque tuvo como figura a Gabriel Hauche, y porque ganó, gustó y goleó. Sí, esta Academia estuvo lejos de aquella que arrastró cuatro derrotas en fila, y se lució ante un Huracán sin ideas. El ex Argentinos abrió la caja de Pandora con una arremetida al área y la posterior definición. Ahí, todo fue para Russo y compañía.
El Globo del otro Miguel, de Brindisi, fue apenas un espejismo en el inicio del juego. Dos llegadas del Roly Zárate (lejos, el más voluntarioso) hicieron peligrar el arco de De Olivera, pero todo quedó ahí, en puras insinuaciones. Cuando el reloj todavía no indicaba 15 minutos, apareció Hauche y cambió el partido, poniendo en ventaja a Racing.
Desde ese momento, todo fue de la Acadé, que basaba su juego en las veloces corridas de José Luís Fernández y en el manejo de Gio Moreno, que controlaba el mediocampo y distribuía la pelota con pases exquisitos. Justamente, estos dos jugadores fueron los encargados de sellar la goleada: el pibe apareció en el área y, con un cabezazo letal, marcó el 2-0. Ya en la segunda parte, llegó el turno del colombiano: pisadita espectacular, dominio de la pelota en el aire con la derecha y definición de zurda ante la salida de Monzón. Golazo.
Locura en Avellaneda, ya que Racing consigue una victoria espectacular en vísperas del clásico contra Independiente. Como si esto fuera poco, el Rojo llegará al duelo con la derrota por 4-1 sobre Godoy Cruz en el lomo. Párrafo aparte para Hauche, que aprovechó la oportunidad que le dio Russo y cumplió en exceso. Con un Demonio así, Racing puede ir tranquilo al infierno.
Las Fotos...
Los Goles...
El Partido...
Las Posiciones...
Apriete de la barra de Huracán al plantel en su llegada al Ducó...
Un tácito apriete de la barra brava de Huracán sufrió el plantel del equipo tras la caida ante Racing por 3-0.
El plantel fue recibido por barras ni bien llegó al estadio Tomás Adolfo Ducó, en la noche del sábado y si bien no hubo golpes, se entendió como un virtual apriete contra los futbolistas.
La situación fue admitida por el vicepresidente de Huracán, Norberto Giuliano, quien dijo haberse enterado "esta mañana" de lo ocurrido.
"Hablé con el profe (Rubén López) y le pedí mil disculpas", sostuvo el directivo por radio La Red, quien reconoció que usualmente hay dirigentes esperando al plantel pero esta vez no en virtud de que el estadio de Racing "está cerquita".
Giuliano contó que al enterarse de lo ocurrido, intentó hablar con el entrenador Miguel Brindisi, pero sí con López.
"El profe dijo que no pasó nada, salió a hablar Miguel", relató Giuliano el diálogo con el preparador físico.
No obstante, Giuliano reconoció que "Miguel no está para eso", sino para trabajar con el equipo para mejorar los resultados.
Giuliano adelantó que hablará con el presidente Carlos Babington para "tomar recaudos" para otras ocasiones.
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