¡No vamos!...
Políticos... Se buscan...
Un gran acto opositor al que los políticos
de la oposición no pueden o no deben asistir es un dato por demás curioso.
Aquel famoso “¡Que se vayan todos!” de los cacerolazos de 2001 parece haberse
transformado ahora en este “¡No vayamos!” que expresaron los políticos
opositores ante el cacerolazo del 8 de noviembre. También ahora puede decirse
que, por detrás de la indignación de los que quieren y no pueden hacerse de
dólares, otra clase de malestar y otra clase de insatisfacción social se
expresan. Pero esa misma queja nihilista de entonces transcurre ahora bajo una
impronta bien distinta, precisamente porque no estamos ya en 2001.
¿Pero qué es lo que ha pasado con las
políticas de la memoria del kirchnerismo que tanta gente por lo visto confunde
todavía una democracia con una dictadura? Por lo que parece hay que ampliar y
profundizar ese trabajo de elaboración de la conciencia política del pasado.
Porque he visto una pancarta el 8N que decía que Cristina Kirchner había matado
a más personas que los militares. Y vi a varios presumir de que son éstos los
tiempos en los que en la Argentina no se puede salir a la calle sin temer por
la propia vida. Y vi a unos cuantos responder con indignación a la idea de que
a la presidenta actual los ciudadanos debíamos tenerle miedo, tontería
periodística malversada y ya debidamente refutada. A otros los vi denunciar a
grito pelado que en la Argentina no hay libertad de expresión, y lo decían sin
impedimento alguno ante el micrófono del canal del Estado.
Existe una tradición nacional de democracia
con prepotencias, existe una tradición nacional de dictaduras cabales, y existe
una tradición nacional que consiste en mezclar una cosa con la otra. En todo
caso, me llamó la atención lo poco o nada que se mencionó en esta manifestación
el asesinato de Mariano Ferreyra. Porque ahí y no en el cepo al dólar (que se
salva con dos pesos más por dólar), ahí más que en la reforma constitucional
(que no existirá si la mayoría no quiere) puede verse el nudo del conflicto
entre los que no llegan a fin de mes y los que se benefician de eso, la verdad
criminal del accionar de las patotas, los límites de los intereses que se pueden
y no se pueden tocar en un determinado proyecto político.
© Escrito por Martín Kohan y publicado por
el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 10 de
Noviembre de 2012.