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martes, 14 de junio de 2016

De dónde provienen las palabras “boludo” y “pelotudo”… @dealgunamanera…

De dónde provienen las palabras “Boludo” y “Pelotudo”… 


En las Guerras de la Independencia, nuestros gauchos peleaban contra un ejército de lo que en aquella época era el Primer Mundo. Una maquinaria de guerra con disciplina de las mejores academias militares, armas de fuego, artillería, corazas, caballería, el mejor acero toledano, etc.

© Publicado por http://buenavibra.es de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Nuestros gauchos (los montoneros), de calzoncillo cribado y botas de potro con los dedos al aire, sólo tenían para oponerles pelotas, piedras grandes con un surco por donde ataban un tiento, bolas -las boleadoras- y facones, que algunos amarraban a una caña tacuara y hacían una lanza precaria. Pocos tenían armas de fuego: algún trabuco naranjero o arma larga desactualizada.


¿Cuál era la técnica para oponerse a semejante maquinaria bélica como la que traían los realistas?

Nuestros gauchos formaban en tres filas: La primera era la de los Pelotudos, que portaban las pelotas de piedra grande amarradas con un tiento. La segunda era la de los Lanceros, facón y tacuara, y la tercera la integraban los Boludos con sus boleadoras o bolas.


Cuando los españoles cargaban con su caballería, los pelotudos, haciendo gala de una admirable valentía, los esperaban a pie firme y les pegaban a los caballos en el pecho, que de esta manera rodaban y desmontaban al jinete y provocaban la caída de los que venían atrás. Los lanceros aprovechaban esta circunstancia y pinchaban a los caídos.

Entonces, los Boludos, que no eran tan Boludos porque venían atrás, los rematan en el piso.


Allá por la década del ’90 (1890) un Diputado de la Nación aludiendo a lo que hoy llamaríamos “perejiles”, dijo que no había que ser Pelotudo en referencia a que no había que ir al frente y hacerse matar.

Fue algo así como decir “no hay que ser estúpido”. Esta fue la segunda acepción que se le dio al término: 1º aguerrido 2º estúpido o similar. Con el tiempo se sumó a esta última clasificación la palabra boludo y el imaginario popular lo fue incorporando como al que los genitales grandes le impedían moverse con facilidad.


Luego se transformó en un insulto grave, de tal manera que íbamos a las manos si alguien nos lo decía.  Y nos fuimos olvidando del verdadero origen de la palabra.


En las dos últimas décadas, reemplazando a otros modismos del dialecto cotidiano argentino, (como el ¿“viste”? o “a ver”…), los jóvenes intercalan cada dos o tres palabras un Boludo, a veces por nada, a veces por respuesta, a veces en vez de decir “querido”, es decir que es un término de uso múltiple que no tiene el sentido original y que en realidad, no sabemos por qué lo decimos.

Gian Franco Pagliaro. Balada del Boludo


  

jueves, 3 de julio de 2014

Desiderata... De Alguna Manera...

Desiderata...


"Camina plácido entre el ruido y la prisa,
y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto te sea posible y sin rendirte,
mantén buenas relaciones con todas las personas.

Enuncia tu verdad de una manera serena y clara,
y escucha a los demás,
incluso al torpe e ignorante,
también ellos tienen su propia historia. 

Evita a las personas ruidosas y agresivas,
ya que son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás,
te volverás vano y amargado
pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.

Disfruta de tus éxitos, lo mismo que de tus planes.

Mantén el interés en tu propia carrera,
por humilde que sea,
ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.

Sé cauto en tus negocios,
pues el mundo está lleno de engaños.
Mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe,
hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales,
la vida está llena de heroísmo.

Sé sincero contigo mismo,
en especial no finjas el afecto,
y no seas cínico en el amor,
pues en medio de todas las arideces y desengaños,
es perenne como la hierba.

Acata dócilmente el consejo de los años,
abandonando con donaire las cosas de la juventud.

Cultiva la firmeza del espíritu para que
te proteja de las adversidades repentinas,
muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.

Sobre una sana disciplina,
sé benigno contigo mismo.

Tú eres una criatura del universo,
no menos que los árboles y las estrellas,
tienes derecho a existir,
y sea que te resulte claro o no,
indudablemente el universo marcha como debiera.

Por eso debes estar en paz con Dios,
cualquiera que sea tu idea de Él,
y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones,
conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida.

Aún con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos,
el mundo es todavía hermoso.


Sé cauto, esfuérzate por ser feliz".