Empate agónico en Misiones…
Huracán empató esta tarde tres a tres frente a Crucero del
Norte por la décimo novena fecha del Torneo de Primera División en
condición de visitante.
Dormido, tímido, pálido y opaco fue el andar del conjunto visitante a lo
largo de su visita a Misiones, o por lo menos, hasta los últimos quince minutos
de juego. A los once, la falencia más clara del equipo, el sector izquierdo,
fue la llave que utilizó el elenco local para abrirse paso a la puerta de la
victoria. Un centro al corazón del área de Alejandro Pérez, fue directo a la
cabeza de Gabriel Avalos que en el aire, con fiereza y sin piedad marcó el
uno a cero. A los veintitrés, la misma fórmula pero con diferente asistidor,
culminó en la segunda conquista del nueve paraguayo, Ávalos, tras una
asistencia nuevamente proveniente desde la derecha del ataque misionero enviado
en esta ocasión por Nicolás Martinez.
En la segunda etapa, los de Parque Patricios continuaron sin ideas para
revertir la historia y todo se pondría más negro a los setenta minutos de juego
cuando un puntazo de Carlos Arano se incrustó en el arco custodiado por Matías
Giordano -ingresó por la lesión de Marcos Díaz en el primer tiempo- y concretó
el tres a cero en favor del Colectivero.
Cuando pasaban a jugarse los últimos quince minutos del partido, sin
merecerlo, Huracán descontó en los pies del único jugador que demostró
compromiso, amor propio y sacrificio. Cristian Espinoza, uno de los pocos
autores y responsables de la igualdad obtenida, recibió la habilitación de
Ramón Ábila y mientras entraba al área, disparó certero para lo que hasta el
momento parecía, ‘sólo un gol para la estadística’. A los cuarenta del segundo
acto, tras una serie de rebotes, Patricio Toranzo le bajó la pelota a Agustín
Torassa -ya estaba en cancha junto con Ezequiel Miralles- y el delantero
oriundo de Chaco, sin pararla, le pegó para ponerse a tiro del empate y estirar
un poco más la ilusión.
El local perdonó y mucho. Contribuyó al resultado malogrando demasiadas
ocasiones de gol, teniendo en bandeja la victoria que se le escapó en una de
las últimas tras un rechazo largo de Mauro Bogado, al encontrar a Eduardo
Dominguez como un delantero improvisado que fue fundamental para peinar la
pelota y darle la gloria a quién más se la merece. El hijo de Omar y Sandra, el
sobrino de Raquel, el hermano de Magui, el amigo de todos, el más humilde, la
joya del plantel y sobre todo, el hincha de Huracán. Llenó de amor la pelota
con su botín derecho y como una flecha al corazón, sentenció a Crucero en una
estocada final para para desgarrar la garganta, para romper los muebles en
casa, abrazar a la familia y llegar al tan ansiado empate agónico.
Sin dudas, Huracán deberá corregir inmediatamente los errores individuales
y colectivos reiterados que presenta, porque en 15 días jugará otra final
frente a un rival directo por la permanencia y no podrá darse el lujo de
regalar setenta y cinco minutos.
Crucero del Norte: 3
Horacio Ramírez; Julio Barraza, Alejandro Pérez, Rodrigo Lechner y Nicolás
Dematei; Nicolás Martínez Ramos, Fabio Vázquez, Nicolás Olmedo, José Dujut y
Dardo Romero; Gabriel Avalos. DT: Sebastián Rambert
Huracán: 3
Marcos Díaz; José San Román, Martín Nervo, Eduardo Domínguez y Carlos
Arano; Mauro Bogado, Federico Vismara y David Distéfano; Patricio Toranzo;
Cristian Espinoza y Ramón Abila. DT: Néstor Apuzzo
Goles: 11′ y 23′ Ávalos, 70′ Arano (e/c) (CdN); 77′ y 91′ Espinoza, 86′
Agustín Torassa (H).
Estadio: Comandante Andrés Guacurarí
Árbitro: Mauro Vigliano
© Escrito por Rodrigo da Silva el domingo
02/08/2015 y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán.