El Globo no se pincha…
Huracán venció esta tarde por uno a cero a Estudiantes de La Plata por la
décimo octava fecha del Torneo de Primera División en condición de local.
Con la esperanza y la ilusión intacta, se acercaban al Ducó gran cantidad
de Quemeros, ansiosos de volver a ver a su amado equipo para demostrar una vez
más que el amor se hace fuerte en las adversidades y que a pesar de los últimos
resultados que no acompañaron del todo, esta gente siempre dirá presente.
Frente a un duro rival que le hizo el trámite del partido difícil, Huracán supo
golpear en el momento justo y esquivar los insaciables intentos del elenco
visitante. En los pies de Cristián Espinoza estuvieron las chances más claras,
a los ocho minutos de juego y a los 23, primero en una jugada colectiva y luego
con un remate desde afuera del área que obligó a Hilario Navarro a desviar la
pelota al córner. Mientras que para el conjunto de La Plata, David Barbona
intimidó el arco local con un tiro cruzado que no llegó a destino.
En la última del primer acto, apareció el grito de desahogo, de gloria, de
pasión, de alegría y demencia que bajó desde toda la cancha ante lo que fue la
apertura del marcador. Los dirigidos por Néstor Apuzzo no quisieron dejar
escapar la chance de irse arriba en la primera etapa y desde la mitad de la
cancha, hilvanaron una jugada que fue más simple y efectiva que estética,
para que cuando Espinoza entrara al área por derecha, en medio de un resbalón,
mande el centro al segundo palo que encontró en solitario y sin marca al
goleador, Ramón Wanchope Ábila.
En la segunda etapa, hubo más amor propio que fútbol. Agazapado y de contra
esperaba el Globo frente al León, que buscaba la igualdad, con mucha tenencia
del balón pero sin tanta profundidad ni claridad a la hora de encarar el arco
local. Sin dudas fue esa la clave del partido, el abuso de la posesión del
balón sin crear tanto peligro de los comandados por Gabriel Milito y la actitud
y el sacrificio entregados por nuestros jugadores que aguantaron en los
momentos críticos con Marcos Díaz y sus atajadas determinantes.
El final, aunque redundante y repetitivo, a lo Huracán. Con nervios,
tensión y vértigo, llegó el minuto en que Patricio Loustau pegó el pitido
final, señaló la mitad de cancha y todos pudimos respirar. Aliviados, sólo
restó festejar, disfrutar y celebrar el reencuentro con la victoria de este
globo, que no se pincha.
Huracán: 1
Marcos Díaz; José San Román, Hugo Nervo, Eduardo Domínguez, Carlos Arano;
Mauro Bogado, Federico Vismara, David Distéfano; Patricio Toranzo; Cristian
Espinoza y Ramón Ábila. DT: Néstor Apuzzo.
Estudiantes (LP): 0
Hilario Navarro; Leonardo Jara, Jonathan Schunke, Leandro Desábato, Álvaro
Pereira; Carlos Auzqui, Gastón Gil Romero, Leonardo Gil; Ezequiel Cerutti,
Diego Mendoza y David Barbona. DT: Gabriel Milito.
Gol: en el primer tiempo, a los 45 minutos,
Abila (H).
Cambios: en el segundo tiempo, a los 8 minutos, Lucas Rodríguez (E) por Gil; a los
19, Emiliano Ozuna (E) por Auzqui; a los 27, Agustín Torassa (H) por Toranzo; a
los 36, Lucas Villarruel (H) por Distéfano; a los 39, Luciano Acosta (E) por
Barbona y, a los 42, Agustín Gil Clarotti (H) por Bogado.
Incidencia: en el segundo tiempo, a los 33 minutos, fue expulsado directamente Pereira
(E).
Estadio: Tomás Adolfo Ducó.
Árbitro: Patricio Loustau.
© Escrito por Rodrigo da Silva el domingo
26/07/2015, con fotografías de Maximiliano Day y publicado por el
Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán.
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