Quino fue homenajeado por su trabajo frente a sus colegas. Abrumado, admitió sus dificultades para hablar y reafirmó su vocación de dibujante.
Sentada en un banco, Mafalda sonríe y observa a su autor, Quino, “muy emocionado y tan abrumado” que no sabe qué decir sobre la nueva escultura de su personaje emplazada este domingo en Defensa y Chile, a pocos metros de su antigua casa.
“Claro, siempre me costó hablar por eso me dediqué a dibujar. Igual hay mucha gente que no sabe qué decir y lo mismo gana elecciones”, dijo Quino en el acto realizado para homenajearlo, organizado por el Programa Puertas del Bicentenario del Gobierno de la Ciudad.
La escultura de Mafalda fue realizada por el artista Pablo Irrgang. Quino también recibió la primera de 200 medallas del Bicentenario que se entregarán a otras personalidades e instituciones del país y que fueron obra del artista plástico Antonio Pujía.
Como último reconocimiento, en la puerta del edificio de su antigua casa en la calle Chile 371, se descubrió una placa con la leyenda “Aquí vivió Mafalda”. Sus colegas Miguel Rep, Carlos Garaycochea y Hermenegildo Sábat estuvieron presentes y destacaron la importancia de la obra del autor de Mafalda.
Quino “es de esos personajes que nos dicen que somos mejores que la vida que llevamos”, describió Carlos Ares, coordinador del Programa Puertas del Bicentenario y concluyó, “mirándonos en su ejemplo podemos ser un poco mejores todos, como ciudadanos y como sociedad”.
© Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
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