sábado, 10 de mayo de 2008

Ser como Charles Atlas...

Yo fui un alfeñique de 44 kilos... Charles Atlas...

Ser como Charles Atlas: la publicidad en tira cómica más rentable

Entre los años cincuentas a los años ochenta era frecuente ver en las contraportadas de las revistas de comics un anuncio que siempre nos llamaba la atención: el célebre fisiculturista Charles Atlas anunciaba su método para llegar a estar igual de musculoso que él.

La publicidad en la revista era una tira cómica que se basaba en la comparación del antes y el después. El antes estaba representado por un flacucho y el después por un hombre musculoso bastante similar a Charles Atlas. Este comic estaba basado en la vida del mismo Charles Atlas quien por la fuerza de la venganza y el deseo de superación consiguió su meta. El antes y después le dieron una fortuna inmensa al inventor de un sistema de cuerdas en tensión y al genial publicista Charles Roman a quien se le había ocurrido el antes y después.

El nombre original de Charles Atlas era Ángelo Siciliano quien cierto día de Halloween allá por principios de 1900 fue golpeado por otro muchacho que le había tirado arena tal y como la tira cómica. La paliza marcó al joven de 16 años, al punto que -tras contemplar la estatua de Hércules en el Museo de Brooklyn- juró que nadie volvería a abusar de él si su cuerpo se parecía al del mítico fortachón.

Días después se inscribió en el gimnasio del YMCA, donde levantó pesas y estiró cintas elásticas. El resentimiento espoleó a Siciliano, quien desarrolló una obsesión por ser fuerte. En su casa, elaboró pesas rudimentarias con palos de escoba y piedras; además, leyó todo lo que podía sobre cómo desarrollar los músculos. La fijación lo condujo a hacerse preguntas curiosas: “¿Cómo se mantienen en forma los tigres y leones, si no levantan pesas?”. La respuesta, concluyó, residía en la tensión que se establecía entre los músculos. Al final, el esfuerzo trajo sus frutos: aumentó el doble de su peso y le devolvió la golpiza al muchacho que lo fastidió aquel Halloween pasado.

Gracias al ejercicio, el pecho de Siciliano llegó a medir 54 pulgadas; los bíceps, 17 pulgadas. Sus compañeros de gimnasio le decían que se parecía a la estatua de Atlas, colocada a la entrada de un banco cercano. A Siciliano le gustó la comparación y se cambió el nombre legalmente por el de Charles Atlas. Así se le conoció en el circo del Coney Island, donde exhibía su asombrosa musculatura y servía de modelo frecuente a los artistas.

En 1922, la revista Physical Culture eligió a Atlas como “el hombre más perfectamente desarrollado del mundo”. La fama y el dinero le permitieron montar un negocio para vender su programa de ejercicios por correo.

En 1928, Charles Roman se hizo cargo del mercadeo de la empresa de Charles Atlas y transformó el negocio es una máquina de hacer dinero. Fue Roman quien bautizó el curso con el nombre de Tensión Dinámica e ideó la tira cómica en la que el otro enclenque transformado en hombre musculoso, regresaba a la playa para golpear al sujeto que le echó arena y le quitó a su novia.

Seis millones de personas compraron el curso de Atlas, lo que le permitió retirarse a las dos casas al borde del mar donde alternaba su residencia, una en Long Island y otra en Palm Beach (Florida). Atlas murió de un ataque al corazón a los 79 años, y, aunque era un septuagenario, nunca dejó de entrenar sus músculos.

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