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domingo, 16 de febrero de 2014

Y se calentó Carlos Melconián... De Alguna Manera...


“La inflación tiene un solo origen que no está en el diagnóstico del gobierno”...

Carlos Melconián.

Carlos Melconián, director de M&S Consultores, opinó sobre el reciente “sinceramiento” de la inflación que demostró el gobierno a través de la cifra difundida en el día de ayer, en el marco de las nuevas indicaciones propuestas por el Fondo Monetario para transparentar dicho índice.

“Hace 17 años que hago precios, pasaron presidentes y ministros de Economía, pero nunca intenté que un dato mío reemplace el oficial”, dijo el excandidato a ministro de Economía a “Políticamente Incorrecto”, el programa que conduce Christian Sanz por MDZ Radio.

“Un día detectamos que cuando nos daba 20% de inflación al año, al Indec les daba 8%. Ahora el Indec da muy parecido a lo que nosotros estábamos diciendo y sin embargo siguen descalificando”, criticó.

El consultor económico expresó que “en estos siete años hubo persecución, multa y denuncia penal, pero nunca nos dijeron qué estábamos haciendo mal, nosotros seguimos haciendo nuestro laburo mientras la realidad empieza a reencauzar las cosas”.

Melconián aseguró en este sentido: “Siempre pedimos que el gobierno reconozca, la pregunta es, una vez que reconozcan, ¿qué van a hacer? ¿Cómo vamos a hacer con la competitividad, el salario, el mínimo no imponible? Eso es un verdadero quilombo.

“De ayer, hoy lo único que hemos ganado es que gobierno y privado más o menos coincidimos en los números, y después Dios dirá”, agregó.

Con respecto a la inflación, el director de M&S Consultores manifestó que “la inflación tiene un origen multicausal, pero cuando hay siete años consecutivos de inflación en un mundo donde no hay inflación, eso ya dejó de ser multicausal”.

“Si durante seis años hubo una presión fiscal fenomenal y una gran recaudación y así y todo el gasto es superior y ese gasto no está financiado genuinamente, porque has descubierto la máquina de imprimir billetes, un elemento ya prehistórico y se hace uso intenso de eso y se tira sin respaldo, vas devaluando el valor de la moneda en el bolsillo del habitante”, explicó.

“En la Argentina hay cero origen multicausal de la inflación, tiene un solo origen que encima no está en el diagnóstico del gobierno”, dijo.

En referencia al control de precios que está llevando a cabo últimamente el gobierno nacional en compañía de las administraciones provinciales, Melconián apuntó: “Ellos pretenden que de repente 180 precios bajen de un día para el otro y seguir imprimiendo billetes. Esto es primer año de universidad”.

Con respecto a las acusaciones oficiales sobre especulaciones y desestabilizaciones de presuntos formadores de precios, el economista disparó: “Yo era formador de precios en la zapatería de mi casa, y tenía una zapatillas que las quería vender a 2 pesos, y vino el de la esquina a ponerla a 1,50 y me rompía el culo a pedazos”.

“Los que piensan en formadores de precios nunca tuvieron un puto negocio ni han sido comerciantes”, aseveró.

“Hacemos 10 años de una cosa, nos damos cuenta que está mal y hacemos 10 años de otra, después tiene razón The Economist”, agregó.

Escuchá acá la entrevista completa:



© Publicado el Domingo 16/02 2014 por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


miércoles, 4 de septiembre de 2013

I have a dream... De Alguna Manera...


Sueños…


Hay oraciones que condensan enteros ciclos históricos. Martin Luther King Jr. tenía 34 años cuando el 28 de agosto de 1963 deliró en Washington ante una muchedumbre que lo veneraba. Esas 35 palabras en inglés las pronunció cinco años antes de que en abril de 1968 fuera asesinado a balazos en Memphis, Arizona. ¿Había sido tan poderosa esa frase? Era la confesión de un deseo: “Sueño que mis cuatro pequeños hijos vivan algún día en una nación en la que serán juzgados no por el color de su piel sino por el contenido de su carácter”.

Michael (Martin Luther) King Jr. había nacido en plena recesión, el 15 de enero de 1929, en Atlanta, Georgia. Lo mataron a balazos el 4 de abril de 1968. Aquella consigna fue un grito de paz, pero también un santo y seña para siempre: I have a dream. Era bien sencillo, pero tendría torrenciales consecuencias, porque asumía la promesa central del proyecto histórico de los Estados Unidos: “Todos los hombres fueron creados iguales” y tienen derecho a “la vida, a la libertad y la búsqueda de felicidad”. Como bien recordó The Economist, “‘todos’ quiere decir ‘todos’”.

Comparada con la Argentina, ¿cómo eran los Estados Unidos en 1968? ¿Cuánto se parecen a lo que son hoy? En medio siglo, en los Estados Unidos, cuyo presidente es hoy un negro, hubo cambios. En 1968, los negros del Sur podían ser linchados si intentaban votar en las elecciones; debían usar baños públicos y escuelas segregados y de calidad inferior, sólo para negros; y estaban confinados a ocupaciones subalternas. En 1940, el 60% de las mujeres negras con trabajo eran sirvientas en las casas de los blancos.

Medio siglo después, los afroamericanos votan más que cualquier otro grupo racial, al menos si Barack Obama es el candidato. El prejuicio blanco contra candidatos que no sean no blancos ya es difícil de detectar. El gobernador de la primorosamente blanca Massachusetts es negro. Obama tuvo más votos de blancos en 2008 que el también demócrata John Kerry en 2004. En la época de King, las relaciones sexuales entre “razas” diferentes eran ilegales en muchos estados. Hoy, el 15% de los nuevos matrimonios son entre personas de grupos étnicos diferentes, pero el 24% de los hombres negros no se casa con negras. En aquellos años, la segregación racial era legal en el Sur y era la norma en el Norte. Hoy ya no existen barrios exclusivos para blancos. La segregación va desapareciendo en todas las más grandes 85 zonas metropolitanas de los Estados Unidos. No sorprende que alcaldes negros sean los jefes políticos de grandes ciudades (Washington DC, Filadelfia, Denver) o grandes corporaciones (Merck, Xerox, American Express). Un actor negro hace el papel de Dios en el cine, Morgan Freeman. El salario de los negros aumentó de manera exponencial desde la revolución de los de derechos civiles, tanto en términos absolutos como en relación con los blancos, pero el progreso de los negros parece hoy detenido.

Entre 2000 y 2011, el ingreso familiar promedio de los hogares negros cayó del 64% a 58% respecto de los ingresos de las familias blancas. La brecha social es aún más grave. Se agudizó porque los negros se hipotecan más peligrosamente para adquirir vivienda, lo cual agravó su empobrecimiento después del estallido de la burbuja inmobiliaria. En 2005, los bienes promedio de una familia blanca promedio eran unas 11 veces mayores que los de los negros. En 2009, eran veinte veces superiores. El adolescente negro promedio, de 17 años, lee y hace cálculos aritméticos como un chico blanco de 13 años. Cuando llegan a los 30/34 años, uno de cada diez negros está preso, mientras que entre los blancos está en la cárcel a esa edad uno de cada 61. Comparada con los años de militancia de King, la familia negra tradicional se evaporó. En los años 60, casi el 25% de los hijos de los negros nacían de madres sin pareja. Hoy, el 72% del total nace de madres solteras, mientras que entre los blancos la proporción es de sólo el 29%. Muchos de ellos son criados por mujeres solteras y además solas.

El racismo no empeoró en la última década. Es una ofensa condenada por la sociedad, la desigualdad subsiste, pero muchos de los problemas de los negros son responsabilidad de ellos, incluyendo los alcaldes y jueces negros en funciones en todo el país. El salario promedio de mujeres negras y blancas con grado universitario es casi el mismo. A los norteamericanos que terminan la escuela secundaria, tienen trabajo de tiempo completo y esperan llegar a los 21 años para tener hijos, sólo los espera el 2% de posibilidades de ser pobres. Pero, como apunta The Economist, “lo deprimente es que pocos negros reúnen esas tres condiciones tan básicas”.

Pero si se piensa en los cincuenta años que van de 1968 a hoy, ¿cómo le fue a la Argentina? ¿Qué sueño de hace medio siglo se hizo aquí realidad? ¿Qué modelo de sociedad ofrece la nueva burguesía kirchnerista asentada en Puerto Madero y aledaños? ¿Estudian o al menos trabajan los hijos del poder? Martin Luther King Jr. reclamó el derecho a procurar la felicidad, pero ¿está garantizado ese derecho en la Argentina? Recorran las calles de Buenos Aires y cuenten la cantidad de personas indigentes sumidas en el sopor, tiradas sobre colchones mugrientos. Observen de cerca a la muchedumbre de familias e individuos que cada día rompen bolsas de residuos para vivir de la basura. ¿Qué pasó con los sueños de prosperidad y justicia, convertidos desde hace diez años en un espejismo armado desde el poder para seguir saqueando en provecho propio?

© Escrito por Pepe Eliaschev el domingo 1º de Septiembre de 2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

martes, 1 de enero de 2013

María Julia & Felisa... De Alguna Manera...


Después todos son críticos…

LAS DOS CONDENADAS del menemismo y del kirchnerismo, María Julia Alsogaray y Felisa Miceli, lo fueron por notas, una en la revista Noticias y otra en el diario PERFIL.

Somos la repetición, decía Kierkegaard. En la repetición emerge lo real, lo verdadero, lo permanente. Esto vale tanto para las personas como para los medios. Y explica por qué otra vez la única condena por sospechas de corrupción a un funcionario de un gobierno longevo se produce a causa de una nota periodística originada en una publicación de Editorial Perfil: María Julia Alsogaray, por la denuncia de la revista Noticias en 1993, y Felisa Miceli, por la denuncia del diario PERFIL en 2007.

Los años 1993 y 2007 tienen en común que encontraban a los dos gobiernos, el de Menem y el de Kirchner, en su apogeo de popularidad, y los medios reflejaban ese romance entre el político y su sociedad prácticamente no publicando noticias negativas sobre ellos. Resulta cómico ver hoy cómo los diarios de 2007 minimizaron y ningunearon la noticia sobre la aparición de la bolsa con dinero en la oficina de Miceli cuando era ministra de Economía, y el contraste con la actual difusión que se dio a su condena. ¿No hubo medios hegemónicos los primeros años del kirchnerismo?

Lo mismo se repite en el caso de 1a denuncia de enriquecimiento ilícito de María Julia Alsogaray en 1993: salvo por aquel Página/12 de Lanata, ningún diario se hacía eco de las investigaciones que publicaba la revista Noticias, pero sí le dieron mucha difusión a la condena que recibió cuando ya el menemismo estaba totalmente desprestigiado. Lanata es otro caso de repetición en la temprana y sostenida crítica tanto al gobierno de Menem como a los de los Kirchner, justificando por qué la vida cruzó nuestros caminos tantas veces y los sigue cruzando. No es casual que haya sido Lanata quien escribió la nota sobre la bolsa de dinero en el baño de la ministra Miceli.

Hace dos días pregunté a quien fue el publisher que introdujo la revista The Economist en Estados Unidos, y que hoy permite a la originaria edición inglesa sobrevivir vigorosamente, por qué la emblemática revista de noticias norteamericana Newsweek acaba de cerrar después de décadas de vender tres millones de ejemplares semanales. El publisher respondió que para que una publicación periodística mantenga pujante su vínculo con la audiencia debe tener “un punto de vista”, y Newsweek había perdido el suyo. Ya no era la revista progresista de los liberales de izquierda de los Estados Unidos, y se había homogeneizado junto con la revista Time en la pérdida del sentido crítico e inquisidor que caracteriza al buen periodismo.

Es que ser crítico cuesta muy caro. Más aun cuando se sostiene ese punto de vista en soledad porque la mayoría de los medios y la sociedad atraviesan una etapa de conformismo. Pero la coherencia tiene su retribución en el largo plazo, y más cuando se asumen riesgos no justificados por un beneficio obvio.

La repetición es la esencia que hace evidente lo ineludible: la exigencia interior de constituir la identidad. Como si hubiera sólo una forma de acceder a la propia verdad que no fuera a través de la reflexión, sino sólo de actos que darán sentido a esa existencia.

El kirchnerismo dejará el poder y vendrá otro gobierno, pero es previsible que los medios, como personas aunque no físicas, vuelvan a repetir para mantener su identidad. Al principio serán condescendientes, y después todos serán críticos.

Para Kierkegaard, cuando se repite, “entonces surge la libertad en su forma superior, en la cual ella se determina por relación a sí misma (...) la libertad misma es entonces la repetición”. Ser lo que se es.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 30 de Diciembre de 2012.



sábado, 25 de febrero de 2012

Don´t lie to me Argentina... De Alguna Manera...

Don´t lie to me Argentina... The Economist deja de publicar estadísticas oficiales del país...


Afirmó que la intervención al INDEC es una estafa para los inversores y reconoció que existe abuso de poder extraordinario para un gobierno democrático. Qué otras críticas realizó sobre las estadísticas locales.

“Lo que parece haber comenzado como un deseo de evitar malos titulares (en los diarios), y en un país con una historia de hiperinflación, ha llevado a la degradación del INDEC, que en el pasado ha sido una de las mejores oficinas de estadística de América Latina”, relata The Economist.

Y agrega: ahora “sus instalaciones están cubiertas de carteles de apoyo de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. El personal independiente ha sido reemplazado por los autodenominados ‘Cristinistas’. Y en un abuso de poder extraordinario para un gobierno democrático, economistas independientes se han visto obligados a dejar de publicar sus propias estimaciones de la inflación por las amenazas de persecución y multas”.

“Imagina un mundo sin estadísticas. Los gobiernos andarían a tientas, los inversores desperdiciarían su dinero y los electorados deberían luchar para que sus gobernantes rindan cuentas. Esta es la razón por la que The Economist publica más de 1.000 gráficos cada semana en temas como producto, precios y empleo de un grupo de países”, apunta  el artículo. Luego añade: “No podemos estar seguros de que todos estos datos son confiables. Las oficinas de estadísticas varían en su sofisticación técnica y habilidad para resistir la presión política. Los números de China, por ejemplo, pueden ser poco fiables y Grecia subestimó su déficit con desastrosas consecuencias. Pero en general, los gobiernos obtienen sus estadísticas de buena fe. Aunque hay una clara excepción. Desde 2007 el gobierno argentino ha publicado índices de inflación que casi nadie cree”.

A través de estas aclaraciones la publicación dispuso no publicar cifras que intentan “engañar a los votantes y estafar a los inversores”. En contrapartida, anunció que utilizará los datos de la consultora PriceStats, con base en los EE.UU. y fuera del alcance del gobierno argentino.

© Publicado por la Revista Fortuna el viernes 24 de Febrero de 2012.

Nota: Se acordaron un poco tarde estos "pelandrunes", una pena, porque si habría que publciar todas las irrealidades de The Economist, no alcanzarían todos los litros de tinta utilizados para editar diarios, revistas, pasquines, etc... Eso no inhabilita lo real del informe, hace tiempo que los datos oficiales están distorcionados...

Con respectos a los "inversores", buenos muchachos, vaya por las tantas otras cosas que no nos cuentan en el "The Economist"...

De Alguna Manera...

domingo, 22 de enero de 2012

Bic Mac argentino... De Alguna Manera...

Pese a los controles, el Big Mac argentino está entre los más caros...

Índice Bic Mac

McDonald´s de Argentina fue presionada por Guillermo Moreno. En el último relevamiento de The Economist aparece séptimo a nivel mundial y es el segundo en la región. Refleja la revaluación del peso.

El índice pareciera sacado de otra década, cuando a pesar de la deflación generada por la recesión, el 1 a 1 de la convertibilidad hacía de la Argentina uno de los países con precios más caros en dólares a nivel regional e incluso entre los más caros en todo el mundo. Pero no, se trata de una foto de urgente actualidad: la inflación que en los últimos años subió por el ascensor mientras la devaluación del peso lo hacía por la escalera, volvió a llevar el precio en dólares de la hamburguesa Bic Mac a una de las más caras en todo el mundo y la segunda más costosa de la región, apenas por debajo de Brasil.

En el último relevamiento de la prestigiosa revista británica The Economist, el Bic Mac porteño quedó ubicado como el séptimo más caro de todo el mundo, a un precio 4,64 dólares.

La unidad de medida es Estados Unidos, el país creador del Bic Mac, donde hoy cuesta 4,20 dólares y ubica a los Estados Unidos en el puesto 12, apenas por debajo de los países de la zona Euro.

Por más que se trate de la comparación sobre el precio de una simple hamburguesa, el índice Bic Mac se hizo sumamente popular a partir de los años 80 en todo el mundo y genera miedos insospechados entre los funcionarios, ya que sirve para medir el grado de atraso cambiario. El Big Mac más caro es el suizo (US$ 6,82) y el más barato es el de la India (US$ 1,62).

En los últimos años, McDonald’s Argentina aceptó presiones del secretario de Comercio y actual hombre fuerte de la economía, Guillermo Moreno, para que el precio de la Big Mac quedara disimulado entre las promociones que la casa de comidas rápidas llama “pequeños precios”.

El plan era mantener el Big Mac argentino entre los más baratos del mundo, para no reflejar apreciación cambiaria. A cambio, Arcos Dorados (dueña de la concesión de McDonald’s para la Argentina y también para Brasil, entre otros países de la región) no habría tenido restricciones para importar los juguetes que entrega en las cajas felices.

El Big Mac argentino sólo es superado en estos días por la misma hamburguesa hecha en Brasil, a su vez la cuarta más cara del mundo (US$ 5,68), lo cual pone en evidencia la revaluación del real en los últimos años, a pesar de la reciente devaluación de 20% la moneda brasileña. El ascenso de la Argentina en esta tabla refleja la revaluación del peso argentino pese a los esfuerzos del gobierno por mantener un tipo de cambio alto y competitivo.

Esa revaluación se dio por la vía de la inflación, que según los índices provinciales y las consultoras privadas fue de 23% a lo largo de 2011, mientras que la devaluación del peso (que se traduce en el alza de la cotización del dólar oficial) fue durante ese mismo período de 7%. ¿Por qué el Big Mac volvió a ser caro? En realidad, más que encarecerse, lo que hizo McDonald’s fue abaratar otros de sus productos. A lo largo de 2011 McDonald’s optó por ubicar en sus “pequeños precios” a otros productos premium, como la “Triple Mac” (en los primeros meses de 2011) y la “Doble cuarto de libra con queso” (en los últimos meses del año).

© Publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 16 de Enero de 2012.


Efecto Moreno: el Big Mac sale la mitad que los otros combos…

 Big Mac

Por sugerencia del Secretario de Comercio, se vende a $ 21,90 contra $ 42,00 de otros productos. La poca exhibición de la hamburguesa estrella llamó la atención de The New York Times.

A la izquierda, con fotos grandes, están los carteles de las hamburguesas “Angus”, cuyos combos se venden entre $ 41 y $ 42. A la derecha, se encuentran desplegadas las promociones de “McNífica”, “CBO Chicken” y “Doble cuarto de libra con queso”, entre otros, que van de $ 33 a $ 38. A primera vista, no hay ni una imagen del “Big Mac”, el sandwich más famoso de McDonald’s y quizás uno de los más populares del mundo. Hay que recurrir a la lista de precios –que se encuentra pegada a las paredes laterales de los locales– para encontrar una foto de esa combinación de dos hamburguesas, con pepino, cebolla y mayonesa. El precio del combo (gaseosa y papas medianas) es de $ 21,90, un 50% menos que los McAngus . El importe es incluso más bajo que la oferta de la semana: el combo del cuarto de libra con queso, a $ 28.

La escena llamó la atención del prestigioso diario The New York Times , que publicó un post llamado “Ataque al Big Mac de Argentina”. “¿Por qué McDonald’s le resta importancia a la hamburguesa más famosa del mundo?”, se pregunta. Allí, habla de la posible intervención del Gobierno. Y se menciona un artículo del diario La Nación , donde se informaba que la mano de Guillermo Moreno también alcanzó al Big Mac. “No hay acuerdos de precios con el Gobierno”, respondió la compañía ante una consulta de Clarín . “Estos (los precios) se fijan según la estrategias de marketing”, agregaron.

El índice “Big Mac”, que mide el precio de esa hamburguesa en todo el mundo, es una creación de la revista británica The Economist . Y es visto por muchos economistas como un indicador sobre si una moneda puede estar sobrevaluada o depreciada. “Por eso le interesa a Moreno”, comentan los académicos. Aún a mitad de precio con respecto a otros, el Big Mac está a US$ 4,70 , más caro que en Estados Unidos , pero más barato que en Brasil. “El Big Mac ya es un ícono de la marca, todos lo conocen y necesita menos promoción”, agregan en McDonald’s.

Además de tener poca visibilidad, el “Big Mac” presenta otras particularidades. El precio del sandwich en sí mismo es de $ 20, y añadirle papas y gaseosa sólo cuesta $ 1,90 . En el resto de los sandwiches, el promedio por transformar un producto individual en combo va de $ 8 a $ 16.

Arcos Dorados, que es dueña de la franquicia de McDonald’s para 20 países latinoamericanos, tiene sede en la Argentina. Factura cerca de US$ 4.000 millones anuales, con una rentabilidad del 10%.

© Escrito por Martín Bidegaray y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 26 de Noviembre de 2011.