Caetano aseguró que
nunca aparecieron pruebas implacables contra Lula da Silva…
El analista político e historiador, Gerardo
Caetano, aseguró que en el fallo del juez Sérgio Moro y de los integrantes del
Tribunal Superior de Brasil, “no aparecieron pruebas efectivas” contra el ex
presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y advirtió que “el Poder Judicial,
militar y para-militar están marcando el rumbo del país norteño”.
© Publicado el viernes 06/04/2018 por el portal La Red 21
de la ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay.
En diálogo con los periodistas Carlos Rodríguez y Ana
María Mizrahi de televisión Nacional, Caetano calificó la situación que vive
Brasil como “extraordinariamente grave”.
El historiador
recordó que cuando Henry Kissinger ejerció como secretario de Estado de los
Estados Unidos y llevaba adelante una política que distribuía al mundo “en
barrios y elegía socios privilegiados, no vaciló con respecto a América Latina:
Brasil. Porque allí donde vaya Brasil irá América Latina”. Por lo cual
remarcó la importancia que tiene el país norteño para Latinoamérica.
Añadió que los
últimos años de Brasil “han sido trágicos”. En tal sentido citó la caída de
Dilma Rousseff “a manos de un golpe institucional, porque fue una decisión
política que no cumplió los tiempos exigidos por la Constitución”.
Luego el cambio
absoluto de política por parte de un gobierno que no había sido electo por el
pueblo, porque si bien Michel Temer acompañó la fórmula en 2014, “llevó
adelante políticas exactamente inversas a las que se había comprometido en la
campaña junto con Rousseff”.
También se refirió
a un “proceso penoso donde existió un impulso de corrupción, el que atraviesa a
toda América Latina, y termina golpeando al sistema político brasileño en su
conjunto y echa dudas sobre el futuro”.
“Hay que ver la
gravedad de lo que está pasando. Porque el Tribunal
Superior de Brasil definió sobre una asunto fundamental, que tiene
connotaciones políticas, y lo hizo por 6 votos contra 5, eso es algo que los
tribunales constitucionales deben evitar”, expresó Caetano.
A todo ello se
suman los “pronunciamientos militares”, que sin dudas “presionaron”.
Caetano se refirió
a las declaraciones que realizó el comandante en jefe del Ejército, Eduardo
Villas Boas, un día antes de la decisión de la Corte de Justicia. Además,
“recibió el respaldado de militares en actividad, de nostálgicos de la
dictadura y de un candidato ultra fascista y militarista como lo es Jair
Bolsonaro”.
El historiador
remarcó: “Ello
es presión, porque era una amenaza de intervención militar”.
Recordó, además,
que el 31 de marzo de 1964, Brasil tuvo el primer golpe de Estado inspirado en
la doctrina nacional y en la lógica del terrorismo de Estado.
El investigador
reconoció que en su momento dijo que la hipótesis de un golpe militar “no
estaba sobre la mesa”. Sin embargo, “con lo que acaba de ocurrir en Brasil y
con sus impactos, nadie puede decir que ahora no está arriba de la mesa”.
Dijo que “la
militarización de los estados se da en América Latina desde hace tiempo y es
algo muy peligroso, porque la militarización de la represión frente a los
delitos internos puede llevar a la militarización de la política”.
Poderes extra-constitucionales
Al ser consultado si se puede creer en la Justicia brasileña, el historiador respondió que hoy se habla de los “poderes fácticos extra-constitucionales”.
“El poder
económico está actuando desde hace tiempo. El Parlamento brasileño tiene 23
partidos integrados por distintas bancadas de sectores poderosos, como la
evangelista y la agropecuaria, y todos presionan y definen”, indicó.
Agregó que también es
“extraordinario y sesgado el poder mediático”, como sucede con O Globo y
Band News.
Asimismo, aseguró
que “hoy el Poder Judicial, el poder militar y el para-militar definen el
rumbo político del país”.
Añadió que “el
asesinato vil de la activista Marielle Franco es un acto de terrorismo de
Estado, porque está probado que fue la Policía Federal, y eso que causó un gran
impacto ocurre en forma cotidiana en Brasil”.
Por lo cual,
remarcó que la principal hipótesis que se manejaba en las recorridas de Lula da
Silva por su país era que “en esas giras de campaña podía ser asesinado”.
También expresó
que “lamentablemente todos los partidos brasileños, incluido el Partido de los
Trabajadores con muy honrosas excepciones, ingresaron en la lógica de la
corrupción”.
“La corrupción no
es de derecha ni de izquierda, pero tiene impactos diferentes en ambas. Cuando
de forma directa o indirecta, por poco o mucho monto, partidos de izquierda
participan en la corrupción, sus efectos son devastadores para la izquierda”,
indicó.
Por ello, planteó
que en Brasil
“se debe impulsar una reforma política, porque Lula logró
el 60% de los votos en el balotaje y luego en el Parlamento, de acuerdo a
diversas lógicas de representación, tenía el 25% de los escaños”.
Mientras que el
Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que es “minoritario a
nivel nacional tiene más escaños y en cualquier gobierno siempre está
presente”.
Nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario.
Por otro lado, Caetano dijo que “hay una presunción
fuerte sobre Lula, pero nadie es culpable hasta que se demuestra su
culpabilidad, y la culpabilidad tiene que demostrarse con pruebas”.
“Las pruebas efectivas,
implacables e incontrovertibles no se han mostrado. En el fallo del juez Sérgio
Moro, del Tribunal de Puerto Alegre o de los integrantes del Tribunal Superior
de Brasil, no aparecieron pruebas efectivas contra Lula, sino convicción”,
aclaró.
Agregó que “más
allá del fondo del asunto, hay presunción de que el PT, como todo los partidos,
ingresó en una lógica de compra de votos, pero lo más grave es que hubo
enriquecimiento personal, como en el caso del ex presidente del PT, José
Dirceu”.
“Pero en el caso del
ex presidente Lula, las pruebas no han aparecido y el trámite jurídico, que es
tan importante como el fondo, ha sido extraordinariamente acelerado”,
cuestionó.
Dijo que en el
mismo momento en que ocurre todo ello “hay presunciones y pruebas muy marcadas de que el
actual presidente Temer ha estado involucrado directamente con temas de
corrupción, donde funcionó la compra de votos, pero lo liberan
de toda responsabilidad, por lo menos hasta ahora”.
Contrareforma
Caetano planteó también que en América Latina se está viviendo un momento que se
puede denominar de “contrarreforma, con derivas autoritarias y una revancha de
las posturas más conservadoras”.
Explicó que a la
década de las reformas de carácter social ahora aparecen las “contrarreformas
laborales, previsionales, de retracción de la presencia del Estado y de
militarización de la seguridad”.
(*)
Gerardo Caetano Hargain es historiador y politólogo uruguayo.
¿Cuáles son las
pruebas contra Lula Da Silva?
En el centro del
debate sobre la situación del ex mandatario está un departamento valuado en 1,
2 millones de dólares. Dudas, acusaciones y defensas.
© Publicado el jueves 25/01/2018 por el portal
El Intransigente de la Ciudad de Salta, República Argentina.
"Hay pruebas por encima de lo
razonable de que el expresidente fue uno de los principales articuladores, si
no el principal, del esquema de sobornos en Petrobras", dijo ayer el juez João Pedro Gebran,
relator en la instancia de la Cámara de Apelaciones de Porto Alegre, sobre la
causa contra Luiz Inacio Lula Da Silva. Gebran, junto a sus colegas
Leandro Paulsen y Víctor Laus, ratificaron el fallo
del juez federal Sergio Moro, que lleva adelante los casos relacionados con el denominado Lava Jato,
que expuso la trama de corrupción en la petrolera estatal.
La decisión unánime de los
magistrados de confirmar la condena y aumentar la pena contra el ex primer
mandatario complicó sus chances de presentarse en octubre próximo, para las que
tiene un alto porcentaje de aceptación.
Las pruebas del caso mantienen al rojo vivo un debate sobre si
alcanzan o no para sostener en esta situación Lula, que el último 12 de julio se convirtió en
en el primer presidente brasileño condenado penalmente desde el
restablecimiento de la democracia en 1985. En ese momento, Moro apuntó a Lula
por los delito de corrupción pasiva y lavado de dinero.
El epicentro de la causa:
- Sobre Lula pesa la acusación de
haber recibido de la constructora OAS un departamento tríplex, en el
balneario Guarujá, por un valor de 1,2 millones dólares, como
presunto soborno para garantizar a la empresa contratos con
Petrobras durante su gestión entre 2003-2010.
- Moro fijó por eso una pena
de nueve años y medio de cárcel (que solo se concretaría cuando esté
firme, como sucede en el sistema argentino).
- Para eso se valió del testimonio
del titular de OAS, que afirmó a la justicia que Lula había ordenado destruir
todos los documentos sobre el departamento, mientras que
el ex presidente aseguró que nunca estuvo en esa propiedad. El ejecutivo fue
beneficiado con una reducción de su condena por su testimonio. Este es
precisamente el punto que más debates abre sobre el caso.
- Ayer, el juez Leandro
Paulsen, presidente de la Cámara, redobló la apuesta y aseguró "Lula
fue beneficiario personal y directo de los sobornos puestos a disposición del
PT".
- "Infelizmente está siendo
condenado un expresidente, pero que pactó y cometió crimen", sentenció
Gebran Neto.
- Alejándose de las acusaciones por
su decisión, los jueces del tribunal de Porto Alegre, destacaron que se juzgaba
"hechos" y no "personajes". Lo hicieron como respuesta ante los
reclamos del abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, sobre la
"motivación política" del proceso.
¿Cuáles son las
pruebas contra Lula Da Silva?
En el centro del debate sobre la situación del ex mandatario está un departamento valuado en 1, 2 millones de dólares. Dudas, acusaciones y defensas.
© Publicado el jueves 25/01/2018 por el portal
El Intransigente de la Ciudad de Salta, República Argentina.
"Hay pruebas por encima de lo
razonable de que el expresidente fue uno de los principales articuladores, si
no el principal, del esquema de sobornos en Petrobras", dijo ayer el juez João Pedro Gebran,
relator en la instancia de la Cámara de Apelaciones de Porto Alegre, sobre la
causa contra Luiz Inacio Lula Da Silva. Gebran, junto a sus colegas
Leandro Paulsen y Víctor Laus, ratificaron el fallo
del juez federal Sergio Moro, que lleva adelante los casos relacionados con el denominado Lava Jato,
que expuso la trama de corrupción en la petrolera estatal.
La decisión unánime de los
magistrados de confirmar la condena y aumentar la pena contra el ex primer
mandatario complicó sus chances de presentarse en octubre próximo, para las que
tiene un alto porcentaje de aceptación.
Las pruebas del caso mantienen al rojo vivo un debate sobre si
alcanzan o no para sostener en esta situación Lula, que el último 12 de julio se convirtió en
en el primer presidente brasileño condenado penalmente desde el
restablecimiento de la democracia en 1985. En ese momento, Moro apuntó a Lula
por los delito de corrupción pasiva y lavado de dinero.
El epicentro de la causa:
- Sobre Lula pesa la acusación de
haber recibido de la constructora OAS un departamento tríplex, en el
balneario Guarujá, por un valor de 1,2 millones dólares, como
presunto soborno para garantizar a la empresa contratos con
Petrobras durante su gestión entre 2003-2010.
- Moro fijó por eso una pena
de nueve años y medio de cárcel (que solo se concretaría cuando esté
firme, como sucede en el sistema argentino).
- Para eso se valió del testimonio
del titular de OAS, que afirmó a la justicia que Lula había ordenado destruir
todos los documentos sobre el departamento, mientras que
el ex presidente aseguró que nunca estuvo en esa propiedad. El ejecutivo fue
beneficiado con una reducción de su condena por su testimonio. Este es
precisamente el punto que más debates abre sobre el caso.
- Ayer, el juez Leandro
Paulsen, presidente de la Cámara, redobló la apuesta y aseguró "Lula
fue beneficiario personal y directo de los sobornos puestos a disposición del
PT".
- "Infelizmente está siendo
condenado un expresidente, pero que pactó y cometió crimen", sentenció
Gebran Neto.
- Alejándose de las acusaciones por
su decisión, los jueces del tribunal de Porto Alegre, destacaron que se juzgaba
"hechos" y no "personajes". Lo hicieron como respuesta ante los
reclamos del abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, sobre la
"motivación política" del proceso.
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