viernes, 19 de marzo de 2010

Jorge "el Tigre" Acosta... Memoria... De Alguna Manera...

Juicio por crímenes de lesa humanidad...

Acosta se atribuyó "algunas muertes" y alertó sobre "terroristas" en el Gobierno.

El ex jefe de inteligencia de la ESMA asumió la responsabilidad militar, pero dijo que "jamás buscó la muerte". Opinó que hubo "daño injusto como en toda guerra injusta", y apuntó contra el secretario de DD.HH. Luis Duhalde y el procurador Righi.

El represor de la Armada, Jorge "el Tigre" Acosta, se declaró este jueves "absolutamente responsable militarmente de toda orden que he impartido" como jefe de inteligencia del grupo de tareas que operaba en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), y sostuvo que "las violaciones a los derechos humanos son imposibles de evitar en una guerra".

Acosta declaró durante una hora y media ante el Tribunal Oral Federal Cinco (TOF5), cuyos miembros enjuician al ex marino por 82 crímenes de lesa humanidad cometidos durante su desempeño entre 1976 y 1978 al mando de la unidad 3.3.2, que operaba en el centro naval durante la dictadura militar. Junto al ex capitán son juzgados otros 17 ex oficiales de la Armada.

"Quiero rendir homenaje a todas las víctimas fatales que se produjeron en nuestro país" durante la “guerra civil”, manifestó Acosta, quien admitió que "por supuesto que hubo daño injusto, como en toda guerra injusta", y que "algunas de esas víctimas fueron causadas por mi accionar militar en la unidad 3.3.2" la cual "jamás buscó la muerte”.

Las órdenes para luchar contra "la guerra civil revolucionaria terrorista en entorno trotskista" provenían "de la Junta Militar" y se plasmaron en el "Placintara (Plan de Capacidades Internas de la Armada)”, detalló el ex capitán, quien asumió responsabilidad militar por sus oficiales y se declaró “un combatiente, no una víctima”.

Además, se quejó de que en la Armada "me retiraron", dijo, y también protestó porque sus superiores en la fuerza le reprochaban que "el gran problema fue dejar gente viva porque la estábamos recuperando, según ellos, para el proyecto político del almirante Massera" pero “yo no sé qué quiere decir eso del proyecto político (...) soy militarcito desde la Escuela Naval", ironizó.

Acosta advirtió sobre lo que para él son "terroristas que hoy están en el Gobierno" y mencionó al secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, y el Procurador General de la Nación, Eduardo Righi, y agregó: "Alerto que la guerra revolucionaria total que vivimos hasta 1983 hoy puede reactivarse en un entorno gramsciano".

Entre los delitos que se le imputan al ex marino se encuentran la desaparición de la familia Tranopolsky, la tortura de los detenidos-desaparecidos Nilda Noemí Actás Goreta, Lisandro Cubas, Carlos Alberto García y Ricardo Coquel, y ser uno de los que determinaba a quien se le entregaría ilegalmente los hijos nacidos en la ESMA.

En marzo de 1988, el policía retirado Roberto Oscar González señaló a Acosta como el responsable del operativo en el que habría muerto el periodista Rodolfo Walsh, en 1977.

© Publicado en el Diario Crítica de la Argentina de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el jueves 18 de Marzo de 2010.


ESMA: el Tigre Acosta criticó a Massera y habló de Gramsci...

Declaraciones del ex marino sobre el ex jefe de la armada y el pensador comunista. El ex represor también admitió que hubo detenidos en esa sede de la Armada.

A tono con lo afirmado el miércoles por el ex capitán naval Alfredo Astiz, el ex jefe de inteligencia de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) Jorge "Tigre" Acosta hizo casi un alegato ante el tribunal que lo juzga por los crímenes de la dictadura. Acosta habló de la cadena de mandos, admitió ser responsable por algunas víctimas, dijo que "hay terroristas en el Gobierno" y admitió que en la ESMA "hubo personas detenidas".


Fue la primera admisión de este tipo en el juicio oral por la megacausa ESMA. La mayoría de los otros represores juzgados se negaron a hablar. "Quiero rendir homenaje a todas las víctimas fatales que se produjeron en nuestro país", expresó Acosta, en una indagatoria por momentos incoherente, al referirse a lo que él llamó "una guerra civil".


"Algunas de esas víctimas fueron causadas por mi accionar militar en la unidad de tareas 3.3.2", expresó el jefe de los represores de la ESMA. Acosta exhibió un organigrama sobre la cadena de mandos en la Armada para la época investigada. Lo había llevado en un papel impreso y se lo dio al secretario del Tribunal Oral Federal 5 para exhibirlo a las partes.


En ese marco, uno de los jueces, Oscar Hergott, le preguntó si había personas detenidas en la ESMA y si esto era conocido por sus superiores. Acosta, que aceptó responder preguntas únicamente en lo relativo a ese croquis, respondió afirmativamente y mencionó que tuvo detenido al actual subsecretario de Promoción de Derechos Humanos de la Nación, Martín Gras.

Acosta advirtió sobre lo que calificó "terroristas que hoy están en el Gobierno" y volvió a hacer nombres, esta vez los del secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, y el procurador general de la Nación y ex ministro del Interior Esteban Righi.


"Alerto que la guerra revolucionaria total que vivimos hasta 1983 hoy puede revivirse en un entorno gramsciano", expresó el acusado en una de las intervenciones que despertaron asombro en la sala de audiencias. Antonio Gramsci fue un fundador del partido Comunista italiano que introdujo la teoría que antes de tomar el poder y la economía, como propone Carl Marx, había que dominar la cultura y la educación.


También aseguró que sus superiores le decían que "el gran problema fue dejar gente viva, 'porque la estábamos recuperando', según ellos, 'para el proyecto político del almirante Massera'".


"Por supuesto que hubo daño injusto, como en toda guerra injusta", destacó Acosta. A diferencia de Astiz, que leyó un texto que había escrito en una computadora, Acosta declaró sin libreto, aunque apuntando a la cadena de mando en la Armada.

© Publicado en el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el jueves 18 de Marzo de 2010.


Nota del redactor:

La República Argentina vivió en el período 1976-1983 bajo un régimen de facto, donde todo habitante "sospechoso" de ser "subversivo", era deteniendo, interrogado y en muchos casos asesinado y desaparecido. Hay suficientes elementos probatorios de estos hechos y sin dejar de considerar ningún acontecimiento político de la época, el solo hecho de tomar el poder por la fuerza, no juzgar a persona alguna por sus actos ante la justicia y recurrir al terrorismo desde el estado mismo, utilizando métodos aberrantes, peor que los utilizados por quienes decían combatir, los hace tan subversivos como estos.

Sin justicia no habrá paz entre nosotros, más allá de las ideologías, más allá de las realidades de ambos bandos. Todos deben ser juzgados por sus crímenes. Lo imperdonable desde mi opinión es recurrir al uso del terrorismo desde el mismo estado.


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