sábado, 8 de febrero de 2020

Aparecen fotos inéditas de los “Vuelos de la Muerte”… @dealgunamanera...

Aparecen fotos inéditas de los “Vuelos de la Muerte”…


Recientemente se revelaron imágenes que verifican los llamados vuelos de la muerte en la ESMA. Estos documentos se suman a los testimonios, como el de Adolfo Scilingo, ex capitán de dichos vuelos, que hace días camina libre por Madrid.

© Publicado el viernes 24/01/2020 por La Guacamaya Roja, Portal de noticias contrahegemónico, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

En 2011 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) aportó por primera vez 130 imágenes que sirven para respaldar los testimonios de la mega causa "los vuelos de la muerte".

Todo comenzó en 2011, cuando el juez federal Sergio Torres, a cargo de la investigación sobre los crímenes cometidos en la ESMA, viajó a Estados Unidos para consultar documentación del archivo de la CIDH, en especial aquella vinculada con la visita de ese organismo a la Argentina en 1979. 

Había más de treinta cajas, que parecían haber permanecido sin abrir desde entonces. El juez revisó una por una y fue allí donde encontró una carpeta amarilla con un centenar de fotografías que acompañaban informes sobre cuerpos que aparecieron, al parecer, entre 1976 y 1978, cerca de distintos pueblos de la costa del país vecino: Colonia, Carmelo, José Ignacio, Balizas, Laguna de Rocha, Laguna de Garzón, Piriápolis, Solana del Mar, La Paloma.

El material proviene de los documentos que recopiló Daniel Rey Piuma, un marino que desertó en 1980 e hizo públicos los informes realizados por los servicios de inteligencia y agentes policiales.

Las imágenes son escalofriantes. Aparece el cadáver de una mujer, que tenía pintadas las uñas del pie y presentaba lesiones de violación. Fue encontrado en la uruguaya Laguna de Rocha, con salida al mar, el 22 de abril de 1976. 

Otra mujer tenía entre sus ropas un documento de identidad, que mencionaba la fecha de nacimiento en 1954. Y algunos de los cuerpos guardaban en los bolsillos monedas y billetes de esa época en Argentina.

La prueba irrefutable de los "vuelos de la muerte" salió a la luz en 2005 cuando el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó unos cadáveres aparecidos en 1977 en la costa bonaerense. Se trataba de la fundadora de Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor de Devincenti, sus compañeras Esther Ballestrino de Careaga, María Ponce de Bianco y Angela Aguad y la monja francesa Leonie Duquet, que habían sido secuestradas entre el 8 y 10 de diciembre. Los cadáveres aparecieron seis días después en las playas de Santa Teresita, arrastrados por la corriente marina, y fueron inhumados como NN en el cementerio de General Lavalle.

Declaración de Scilingo

En 1995 Scilingo le confiesa al periodista Horacio Verbitsky haber sido partícipe y responsable de dos vuelos donde arrojaron al vació a 30 personas vivas. Es el primer testimonio de un represor luego de la dictadura. Scilingo describe sus actos como "cosas peores que los nazis".

La palabra de Scilingo aparece en un contexto adverso para la recuperación de la memoria. Esto se cristaliza con la ley de Punto final y obediencia debida.

En su testimonio también describe las listas de apropiadores para los hijos de las presas desaparecidas embarazadas. Así también da cuenta del acompañamiento de miembros de la iglesia para los verdugos.

Mediante encuentros con Verbitsky, el represor daba detalles de cómo operaban estos vuelos.


En 1998 Scilingo se retracta de su confesión. Pinochet había sido detenido por Baltasar Garzón, el mismo que procesó a Scilingo, y la estrategia era desacreditar al juez.

“Ahí Scilingo hace un show patético, hace una huelga de hambre, entra al tribunal en camilla, como dormido.
Yo soy citado como testigo a la Audiencia Nacional de Madrid.
Cuento que desde la cárcel de Carabanchel me ha enviado cartas donde me da más detalles de lo sucedido. Los jueces la miran, ponen la cabeza así, los tres jueces, se miran entre ellos, cuchichean entre ellos, lo llaman a Scilingo, Scilingo se acerca al estrado, le muestran las cartas, señalan la firma. Scilingo asiente, Scilingo me mira, baja la vista y dice: Sí, es como acaba de decir el sr Verbitsky.
Se acabó la retractación, se reanuda el juicio, lo condenan a 600 años de cárcel...”

© Horacio Verbitsky -Cuidado con El Perro: Capítulo 5

Actualmente Scilingo tiene más de 1000 años de condena irrevocable. Aún así consiguió flexibilidad para su condena, y goza libertad de caminar por las calles a condición de dormir en un Centro de Inserción Social. Diversos organismos de derechos humanos manifestaron su repudio.

ATENCIÓN: Las imágenes publicadas son de naturaleza extremadamente sensible



La carpeta completa con las fotografías puede ser vista en: http://sitiosdememoria.uy/recurso/266

Fuentes: "El Vuelo" Horacio Verbitsky - http://www.infojusnoticias.gov.ar                     

© LA GUACAMAYA ROJA

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El Ejército admitió 22.000 crímenes… @dealgunamanera...

El Ejército admitió 22.000 crímenes…


Documentos desclasificados en EE.UU. revelan que los militares reconocían esa cantidad de desaparecidos hasta 1978.

© Escrito por Hugo Alconada Mon el viernes 24/03/2006 y publicado por el Diario La NAción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Treinta años después del golpe militar, nuevos documentos desclasificados muestran que los militares estimaban que habían matado o hecho desaparecer a unas 22.000 personas entre 1975 y mediados de 1978, cuando aún restaban cinco años para el retorno de la democracia.

El cálculo, aportado por militares y agentes argentinos que operaban desde el Batallón 601 de Inteligencia a su par chileno Enrique Arancibia Clavel, aparece entre los documentos que logró sacar a la luz el Archivo de Seguridad Nacional de la Georgetown University, y a cuyas copias accedió La Nación.


Firmado bajo el alias "Luis Felipe Alemparte Díaz", Arancibia Clavel era el agente de la Dirección de Inteligencia chilena (DINA) en Buenos Aires, encargado de informarle a Santiago lo que ocurría en la Argentina y de coordinar secuestros con argentinos, uruguayos, paraguayos y brasileños, entre otros, en lo que se llamó Plan Cóndor.

En julio de 1978, Arancibia Clavel envió un cable a sus superiores de la DINA, con nombres de decenas de víctimas en el país y precisando que sus contactos en el Batallón 601 han "computado 22.000 entre muertos y desaparecidos", desde 1975 y hasta "el día presente", poco después del final de la Copa del Mundo.

El debate sobre cuántos murieron o desaparecieron durante la dictadura lleva años sin resolverse y despierta una controversia enconada, con cálculos que van de las 8000 a 30.000, según quién haga la cuenta.


Los organismos de derechos humanos sostienen desde hace décadas que las Fuerzas Armadas habían redactado listas con nombres y datos de todos los secuestrados, los muertos y los operativos autorizados.

Se supone que esas listas fueron destruidas antes del arribo de Raúl Alfonsín a la presidencia, aunque algunos sospechan que podrían estar intactas y escondidas, como ocurrió con los archivos de la policía de la provincia de Buenos Aires.

Arancibia Clavel, que en 2004 fue condenado por la justicia argentina a cadena perpetua por el asesinato en Buenos Aires del general chileno Carlos Prats y su pareja, redactó incluso su propia lista de muertos "oficialistas" y "no oficialistas". Es decir, los supuestamente caídos en "enfrentamientos" con las fuerzas de seguridad y los clandestinos.


"Adjunto lista de todos los muertos durante el año 1975. La lista va solamente clasificada por mes -explicó Arancibia Clavel a sus jefes-. Este trabajo se logró conseguir en el Batallón 601 de Inteligencia."

El agente incluso explicó que "estas listas corresponden a los anexos" 74.888 y 74.789 del año 1975 y consignó que "los que aparecen NN son aquellos cuerpos imposibles de identificar", los que "casi en un 100% corresponden a elementos extremistas eliminados «por izquierda» por las fuerzas de seguridad".

Entre los asesinados "por motivos políticos" aparece el dirigente uruguayo Zelmar Michelini, entre decenas de hombres y mujeres, algunos también uruguayos asilados en la Argentina y capturados bajo el Plan Cóndor. En un documento ahora desclasificado del Departamento de Defensa estadounidense, dos militares norteamericanos recopilaron datos sobre el Plan Cóndor, al que definieron como "operaciones conjuntas de contrainsurgencia en varios países de América del Sur".

Para el 1° de octubre de 1976, los dos estadounidenses reportaban al Pentágono: "Más y más se escucha sobre el Plan Cóndor en el Cono Sur. Oficiales militares que hasta el momento callaban sobre el tema han comenzado a hablar abiertamente. Una de las frases favoritas es: ?Uno de sus colegas está fuera del país porque está volando como un cóndor". Significaba que estaba en un operativo para secuestrar a un "sospechoso". 

Un plan global 

En ese mismo cable, la inteligencia estadounidense informaba que una delegación de generales argentinos, de civil, había viajado a Montevideo para coordinar operaciones, y anticipan que en una fase siguiente el plan podría extenderse a Europa.


¿Cuántos murieron o desaparecieron? "Es nuestra estimación que al menos varios miles fueron asesinados y dudamos que alguna vez sea posible establecer una cifra más específica", advirtió en 1978 a sus superiores el entonces embajador en Buenos Aires, Robert Hill.

También en 1978 otro documento del Departamento de Estado ya estimaba en 15.000 los desaparecidos, gracias al aporte de un funcionario de la embajada, Tex Harris, cuya labor sería reconocida por el Estado argentino sólo en 2004.