domingo, 6 de septiembre de 2015

Huracán 1 vs. Independiente 1... @dealgunamanera...

Huracán empató frente a Independiente en la previa del clásico más porteño… 


Huracán empató uno a uno frente a Independiente por la vigésimo tercera fecha del Torneo de Primera División en condición de local.

En la primera etapa, los de Parque Patricios merecieron irse arriba en el resultado a pesar de las malas definiciones. Daniel Montenegro fue la carta más alta en el ataque quién tuvo dos ocasiones de gol, primero con los pies y luego con la cabeza obligando a Diego Rodríguez a aparecer y evitar la caída de su arco. Por el lado de Independiente, poco y nada para complicar a Marcos Díaz y no hacerlo pasar sobresaltos.

Las emociones llegaron al principio y al final de la segunda parte. Huracán se durmió, dejó venir a su rival y le permitió ponerse en ventaja en el marcador. Un pase en profundidad de Martín Benítez encontró a Juan Martín Lucero sólo picando por derecha y ante la apresurada salida del arquero Quemero, definió estableciendo así el uno a cero.

Como un baldazo de agua, la desventaja despertó al Globo que volvió al partido y propuso un mano a mano constante que pudo haber terminado en una mayor diferencia para los de Avellaneda como en el empate que se hizo esperar. En el segundo que se cumplía el tiempo reglamentario, Ramón Ábila le pifiaba a la pelota ante el cabezazo de Federico Vismara que llegó después de una serie de rebotes tras el córner enviado por Cristián Espinoza. Segundos después, en un segundo intento, el esférico terminó incrustado en la red enemiga tras el zapatazo de Wanchope.

Huracán: 1

Marcos Díaz; José San Román, Martín Nervo, Federico Mancinelli y Luciano Balbi; Patricio Toranzo, Federico Vismara, Mauro Bogado y Daniel Montenegro; Ramón Ábila y Cristian Espinoza. DT: Eduardo Domínguez.

Independiente: 1

Diego Rodríguez; Gustavo Toledo, Hernán Pellerano, Víctor Cuesta, Nicolás Tagliafico, José Trejo, Jorge Ortiz, Jesús Méndez, Martín Benítez, Lucas Albertengo y Juan Lucero. DT: Mauricio Pellegrino.

Cambios: Ezequiel Miralles por Bogado, David Distéfano por Patricio Toranzo e Iván Borghello por Luciano Balbi.

Goles: 47′ Lucero (I); 90′ Ábila (H).

Estadio: Tomás Adolfo Ducó

Árbitro: Diego Ceballos

© Escrito por Rodrigo da Silva el sábado 05/09/2015 y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



Los goles

Choreo del árbitro Diego Ceballos - Junio 2014

Choreo del árbitro Diego Ceballos

Choreo del árbitro Diego Ceballos

sábado, 5 de septiembre de 2015

Día de la Industria según CFK... @dealgunamanera...

Las perlitas de Cristina Kirchner en el acto por el Día de la Industria en Tecnópolis...

Cristina Kirchner, en medio de su extensa alucución. Foto: DyN

El discurso de casi dos horas de la Presidenta aumentó el apetito de los asistentes, que aguantaron entre murmullos comiendo pan mientras la mandataria exponía los logros de la gestión kirchnerista y les pedía apoyo.

La cena conmemorativa por el Día de la Industria organizada por el Gobierno en Tecnópolis tuvo un extenso discurso por parte de la presidenta, Cristina Kirchner, que habló durante casi dos horas sobre los logros de su gestión y la del fallecido presidente Néstor Kirchner.

La Presidenta, que presidió el encuentro al que asistieron dirigentes de entidades gremiales industriales de todo el país en el predio de Villa Martelli, confundió la fecha del Día de la Industria con el 2 de Abril, Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de las Malvinas, no una sino tres veces. Hasta preguntó una y otra vez sobre el paradero de sus anteojos, que tenía justo enfrente, en el atril. Fueron momentos de cierta dispersión de Cristina.

Entre bostezos y murmullos, los asistentes escucharon a la mandataria en su último discurso conmemorativo por el día de la industria mientras comían pan, luego de la espera de más de dos horas de muchos de ellos en las mesas.

Al comienzo, se proyectó un video sobre la evolución de la industria durante los últimos 12 años. Pero el video no fue suficiente: con 41 filminas de powerpoint, la Presidenta repasó los "índices notables" sobre la reactivación industrial, social y económica de sus mandatos, filminas que además compartió mediante su perfil de Facebook y en la red social Twitter.

"Esto no es pan y circo, es pan y powerpoint", bromeó el ejecutivo de una multinacional que asistió a la celebración.

© Escrito por Francisco Olivera el miércoles 02/09/2015 y publicado por el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.





¡¡¡Catastrófico!!! (Para Bolivia, claro...): Argentina 7 vs. Bolivia 0... @dealgunamanera...

¡¡¡Catastrófico!!! (Para Bolivia, claro...)


Fue una noche para el olvido en Houston. Una improvisada selección boliviana no pudo ante su par de Argentina y cayó goleada por 7-0 en el estreno de Julio César Baldivieso como entrenador de la Verde.

Sin alma y sin fútbol, el equipo boliviano no fue rival ante una selección B de Argentina que tuvo a Lavezzy y Agüero como sus figuras estelares, dupla que se complementó con la aparición de Lionel Messi en la segunda parte para un 7-0 humillante.

Peor debut no pudo imaginar, Baldivieso y sus muchachos sufrieron en los 90 minutos de juego, la diferencia entre ambos combinados era notoria, la Albiceleste jugó ordenada, mientras que la Verde tuvo innumerables errores que por poco hicieron mayor la catástrofe.

Ni siquiera pasaron cinco minutos y Bolivia tenía el marcador en contra, un pase de Agüero a Lavezzi hizo que éste anote ante la floja marca de la defensa boliviana (5’).

Los errores siguieron y Pereyra hizo una buena pared con Agüero quien no perdonó para aumentar la cuenta a dos en el minuto 34. Bolivia pagaba cara sus faltas.

Pero lo peor llegó después, Veizaga se durmió en la marca y dejó que Agüero se lleve el balón, éste pasó a Lavezzi quien sólo tuvo que empujar la pelota ante la salida desesperada de Vaca que poco pudo hacer. 3-0 (41’).

Bolivia se limitó a atacar mediante tiros libres, Smedberg-Dalence fue la principal carta para buscar el descuento, en unas mandó centros que fueron despejados por la defensa argentina, y en otras sus remates fueron directos al arco de Romero quien no tuvo complicaciones.

Argentina siguió con hambre de goles, no se conformó con sólo tres. Lavezzi se fue por la derecha, aprovechó que Zenteno estaba mal ubicado y mandó un pase a Agüero quien marcó el 4-0 (59’).

Martino hizo ingresar a Messi, éste quiso cobrarse revancha de los bolivianos y de cabeza, tras ganarle en el salto a Raldes, marcó el quinto (67’), el primer gol de la Pulga a Bolivia en la historia. Pero la pulga no se quedó ahí, hizo el sexto tras pase de Agüero y ante la floja marca de Veizaga y Zenteno (75’).

Ángel Correa se encargó de anotar el séptimo gol a los 84’ con lo que cerró la humillación a una paupérrima Bolivia.

Argentina: 7

Sergio Romero, Gonzalo Rodríguez, Emanuel Más, Milton Casco, Ramiro Funes Mori, Nicolás Gaitán, (Lionel Messi, 64'), Roberto Pereyra, Erik Lamela (E. Banega, 77'), Matías Kranevitter, Sergio Agüero (Carlos Tevez, 80'), Ezequiel Lavezzi (A. Correa, 81'). DT: Sergio Martino

Goles: Agüero (34' y 59'), Lavezzi (6' y 41'), Messi (67' y 75') y Correa (84')

Bolivia: 0

Daniel Vaca, Miguel Hurtado, Ronald Raldes, Edward Zenteno, Rudy Cardozo (Abraham Cabrera, 46'), 15. Danny Bejarano (Damián Lizio, 46'), Wálter Veizaga, Martín Smedberg (18. R. Ramallo, 64'), Alejandro Meleán (A. Chumacero, 46'), Juan Carlos Arce. (R. Eguino, 46'), Marcelo Martins (G. Álvarez, 86'). DT: Julio Baldivieso

Goles: No hubo

Árbitro: Ricardo Salazar (EEUU)
Asistentes: Adam Garner y Peter Manikowski (EEUU)
Expulsados: No hubo
Público: 23 mil personas
Estadio BBVA Compass (Houston) 


© Escrito por Víctor Quispe Perca el sábado 05/09/2015 y publicado por el Diario La Prensa de La Paz, Bolivia.










Shakespeare en un año electoral… @dealgunamanera...

Ser o no ser…


En tiempos electorales, cuando se agita el gallinero, es inevitable que la realidad te haga volver a Shakespeare. Sin tablet, sin Google, sin luz eléctrica, sin Freud, a mano, papel y pluma, don William escribió los mejores versos que nos cantan lo que somos. Difíciles de silbar y de decir para quien no sea Alfredo Alcón, pero armónicos, bellos, iluminados, certeros, románticos, desgarrados, sabios y placenteros de leer y releer.

¡Vaya asociación libre!

Una mañana escuchando declaraciones de Aníbal Fernández, recordé el monólogo de Macbeth, el que dice cuando se entera que la cruel y desalmada Lady se suicidó, cansada de lavar guita en el reino, pero preocupada porque la mancha de sangre de los crímenes contra los pobres no salen y los muertos en Once, en inundaciones, desnutridos, siguen ahí, veinte años después de menemismo y kirchnerismo. Y lo vi a Shakespeare de movilero, preguntándole a Aníbal: “¿Usted es sólo una sombra pasajera/un pobre comediante que se agita/haciendo su papel sobre la escena/y no vuelve a salir...” Y escuché cuando Aníbal, contestaba: “No sé, yo duermo y encubro en un baúl”.

¡A la noche me pasó otra vez! Pasaba canales en la tele para no pensar y de pronto el que estaba sentado ahí, vestido como si fuera el cacique Félix Díaz de la comunidad Qom, era una versión de don William que le contestaba a un tal Brancatelli: “... Para ustedes entonces la vida es esto que hacen al fin, un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia, que no tiene ningún sentido”. Atrás sonaba en la guitarra la cordura de un tal Cordera y me escuché decir: ¡Debatime ésta, Brancatelli!


Esa madrugada cerré el gastadito ejemplar del Hamlet editado por Losada que lleva en la tapa la imagen de Alcón recitando, y me despedí del día con un suspiro: “Ser o no ser, hasta mañana”.

Cuando el alma se me estaba despegando del cuerpo, alcancé a oír al propio don William que susurraba: “Olvidate, man, el relato es falso y el resto es silencio” como para que descanse tranquilo. En cambio, logró sobresaltarme. Me incorporé como si hubiera comprendido algo que estaba ahí, que era evidente, pero se me esfumaba como un fantasma amigo, vestido con una sábana deshilachada: “¿Dormir o soñar?, decía el loco Hamlet desde la boca recortada en la tela, “¿ésa es la cuestión?” ¡No! Grité. ¡Ni dejarse dormir por éstos, ni soñar otra vez con el país de nunca jamás!


Por los ojos recortados en la sábana, la mirada de Hamlet sugería lo que callaba:

“¡Uy, este pibe está más loco que yo!”. Traté de explicarle: es un dilema falso, flaco, vos en el monólogo me decís que uno tiene que decidir entre aceptar que las cosas son así, que no van a cambiar o, –cuando ya no te la bancás y te duele demasiado– tratás de zafar de alguna manera de esta jodida realidad.

Es decir, te rajás del país, apostás al Quini, te volvés loco, esperás enganchar un buen laburo o te conseguís un subsidio, un plan, te das con algo y salís de caño.

Y no, no, viejo príncipe, tiene que haber otra. Vos mismo le dijiste a Horacio, acordate, “hay más cosas entre el cielo y la tierra que las que puede soñar tu filosofía”.

Me pareció que la sábana inclinó el copete para un costado como si me hiciera saber: “Bueno, también escribí algunas boludeces”. Por mi parte, insistí: no puede ser que pasen los años y le coman la vida a millones de personas con promesas que nunca se cumplen y le dejás el protagonismo de la historia siempre a los mismos, a los que viven del Estado y después te la cuentan como si hubieran hecho algo heroico, estamos perdidos.

La sábana se convulsionó, “¡palabras, palabras, todo palabras!”. Sí, le dije, ésa la cantaba Mina, “parole, parole, parole”. La entendí como una señal que la sábana quería darme y me fui durmiendo con la letra: “No cambias más, no cambias más, no cambias más... Te prometo que todo va a ser diferente... No cambias más, yo tengo pruebas... parole, parole, parole... Siempre me atormentarás con promesas...”

© Escrito por Carlos Ares el sábado 05/09/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.