La vida es un tablero de ajedrez en donde los cuadros blancos son los días y los cuadros negros son las noches... Nosotros, somos las piezas que vamos de aquí para allá para caer al final en el cuadro de la nada... De Alguna Manera... Una Alternativa…
Todos pueden decir que fué el subcampeón, todo lo que quieran...
Pero el Fútbol SUPERLATIVO que tuvo este equipo debe ser recordado, poner la tele o ir a la cancha y aplaudir porque un equipo humillaba fútbolisticamente a otro es increíble .
Dedicado a los Ángeles de Cappa y su Tiki - Tiki.
¡¡¡Podran pasar los años, pero el Tiki - Tiki del globo no se olvida!!!
Masiva marcha a Plaza de Mayo por el Día de la Memoria...
Agrupaciones afines al gobierno, como Abuelas y Madres línea fundadora coparon la plaza. Temor por enfrentamientos con grupos anti K.
Pancartas de todos los colores y agrupaciones, bombos, tambores, redoblantes, cánticos y hasta parlantes.
La marcha por el Día de la Memoria, a 34 años del último golpe militar, convocó esta tarde a una multitud en Plaza de Mayo, aunque con algunos matices: los oficialistas, convocados por Madres de Plaza línea fundadora y Abuelas, entre otras agrupaciones, coparon la plaza para realizar el acto central previsto para las 17.
Mientras tanto, otras agrupaciones de izquierda y de Derechos Humanos anti K, que también se habían dado cita en la plaza, tuvieron que improvisar su escenario en la avenida 9 de Julio.
Así, mientras en frente a la Casa Rosada abundan los cánticos y pancartas con mensajes a favor de los Kirchner y en contra de Clarín , en la 9 de Julio, merodean algunos mensajes contra el Gobierno K, a quien acusaron de generar una provocación al convocar la marcha a la misma hora y en el mismo lugar que ellos.
“Somos la mierda oficialista”, dicen algunos carteles en Plaza de Mayo, donde también abundan los mensajes a favor del programa 6, 7, 8 que se trasmite por Canal 7. Algunos cánticos atacan a Clarín a los “hijos apropiados” de Ernestina de Noble. La Agrupación H.I.J.O.S; La Cámpora, en la que milita el hijo del matrimonio presidencial, Máximo Kirchner; Tupac Amaru, de la dirigente piquetera oficialista jujeña Milagro Salas, entre otras organizaciones como la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), formaron parte de esta masiva convocatoria.
Entre la gente que marchaba estuvieron la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo.
"La lucha sigue siendo la misma" y es " contra los poderes económicos", sostuvo, en el marco de la conmemoración por el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. "Venimos a repudiar el golpe cívico militar del '76", sentenció Carlotto, quien remarcó que "este 24 tiene también algo particular, en dos meses se cumplirá el bicentenario de nuestra patria", informó la agencia DyN.
En el otro extremo, casi mezclados en las largas columnas que a esta hora siguen marchando por avenida de Mayo, se congregaron agrupaciones bajo el lema Memoria, Verdad y Justicia, entre los que se encuentran el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, y dirigentes como Vilma Ripoll, Marcelo Parrilli, Patricia Walsh y Critstian Castillo.
“La convocatoria de un festival acto en la Plaza de Mayo, organizado desde el oficialismo constituye un acto de provocación respecto a las marchas que históricamente han convocado y movilizado los organismos de derechos humanos y el conjunto del campo popular”, señaló Pérez Esquivel hace unos días a través de un comunicado. Y agregó: “Nos preocupa y duele la actitud de algunos organismos de DD.HH., afines también al oficialismo, que han tomado decisiones unilaterales y decidido marginar y no dialogar”.
Mientras tanto, se teme que vaya a haber enfrentamientos entre ambos grupos, algunos de los cuales, contrarios a la convocatoria del gobierno, se encuentran marchando por Diagonal Norte, donde ya se habrían ocasionado algunos incidentes menores, según informaron algunos medios de televisión.
Informes secretos y argumentos para prohibir y asesinar de la dirección de inteligencia bonaerense muestran como y por que se censuraba a escritores y dramaturgos. Haroldo Conti, Eduardo Galeano, Roberto "Tito" Cossa y Tato Pavlovsky son algunos de los escritores que estuvieron bajo la lupa de la censura de la Policía Bonaerense en el ’76.
En el legajo 2516, elaborado por la Asesoría Literaria de la Dipba en 1975, se "analiza" Mascaró, el cazador americano, de Haroldo Conti. Según el informe, la novela "propicia la difusión de ideologías, doctrinas o sistemas políticos, económicos o sociales marxistas tendientes a derogar los principios sustentados en nuestra Constitución Nacional".
Las actitudes del escritor –que se desprenden de la trama de la novela– son calificadas como apologéticas, respecto de los revolucionarios y guerrilleros, y como críticas o negativas, respecto de la represión, de la tortura indiscriminada y de la Iglesia Católica. Además de citar ejemplos textuales, el informante llega a una temeraria conclusión sobre los contenidos de Mascaró...
Afirma que el libro "presenta un elevado nivel técnico y literario" y añade que Conti "luce una imaginación compleja y sumamente simbólica". (...) "La novela consiste en las aventuras de un grupo de ‘locos’ que adquieren un circo (llamado Del Arca) y viajan por distintos pueblos (todos en estado de miseria y despoblación, donde aparece el ‘edificio’ de la Iglesia, pero nunca ningún sacerdote), y van ‘despertando’ en los pueblos que visitan el espíritu de una ‘nueva vida’ o bien podría interpretarse ‘una vida revolucionaria’ –precisa el asesor literario–.
La novela es muy simbólica, contada además en un tono épico, no definida en sus términos, pero con significados que dan lugar a pensar en su orientación marxista (apoyada por la Editorial Casa de las Américas, de La Habana, Cuba)." Y aunque hacia el final de las conclusiones reitera que "no existe una definición terminológica hacia el marxismo", el asesor dictamina que "la simbología utilizada y la concepción de la novela demuestran su ideología marxista sin temor a errores".
PRÓLOGO
Mascaró se me apareció hace cosa de tres años. Yo estaba vacío y triste, después de haber publicado En vida, y como ocurre siempre, pero en este caso muy especialmente, pensé entonces que no volvería a escribir una sola línea en todo el resto de mi vida. No me sorprende ahora haberme equivocado, a tal punto que en esos tres años escribí dos libros, aparte de otras cosas, porque eso me ocurre generalmente. Salvo los premios, no acierto por lo común en nada.
Bueno, yo estaba vacío y triste cuando un buen día escuché de un auténtico vagabundo la in-creíble historia del Príncipe Patagón. Me gusta escuchar a la gente. Creo que eso me salvó. Pegué un salto en el aire. Ahí tenía mi próxima novela. Tan clara la tenía que me abalancé sobre un papel y escribí de un saque el plan. Fue la primera vez que tuve el plan del principio al fin. Sirve tanto como un plan económico o el pronóstico del tiempo. Fue tan sólo un punto de partida, una especie de compromiso. Mascaró tenía que madurar dentro de mí. Eso me llevó su tiempo. Nunca me apresuro en esos casos. Sucede que llega un momento que la historia empuja tanto dentro de uno que sale afuera por sí sola. Así fue. Mascaró me hacía señas desde un costado de mi vida llamándome a su loco camino.
Pues bien, tanto empujó, que otro buen día, para cortar amarras, salté de golpe al camino, me marché inclusive de mi casa, abandoné todo y ahí empezó mi vida con Mascaró, es decir, empezó la novela que para mí es siempre un auténtico modus vivendi. Resumirla en un par de líneas no tiene sentido. Podría intentar una especie de comentario conceptual que, en definitiva, puede aplicarse tanto a Mascaró como a la Imitación de Cristo o a un libro de Napoleón Primero. Eso le corresponde, en todo caso, a los críticos. Contar la historia sin encarnadura sería falsificarla. Y contar la historia tal cual aconteció sería narrar la novela de nuevo. Porque aquel plancito creció y creció como un árbol y así entraron en esa historia desde mis más sencillos amigos, como Tony Beck o el capitán Alfonso Domínguez, alias "Cojones", hasta esta tierra de lucha y esperanza que se llama América.
Mascaró daba para todo. Creció y creció como un tremendo canto, y yo era a medias el cantor porque se juntaron tantas y tantas voces, que Mascaró realmente no me pertenece.
Ahora, a diferencia de esas otras veces, no he quedado triste y vacío, porque Mascaró sigue vivo y me demanda nuevos caminos. Siento, eso sí, la breve tristeza de despedirme de él para que comience a compartir su camino con otras gentes. Aquí estamos, pues, a un costado de ese camino diciendo los adioses y estrechando su firme mano. Pero yo sé que volverá. Yo sé que volverá. Yo sé que volverás, compadre. Por eso te digo hasta siempre. No te olvides de mí ni de mi compañera, los que tanto te amamos. Volvé pronto para que podamos seguir viviendo y amando, oscuro jinete, dulce cazador de hombres. Mascaró, alias Joselito Bembé, alias la Vida.
HAROLDO CONTI
"Cuando yo sea hombre entonces seré un cazador." INDIOS KWAKIUTL
Marcos Weinstein, uno de los Padres de la Plaza homenajeados con el premio "Azucena Villaflor", eligió esa frase de Jorge Luis Borges para resumir los sentimientos por el reconocimiento y renovar el pedido de juicio y castigo para los represores. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner entregó los premios por la trayectoria en derechos humanos a cuatro padres de desaparecidos y dejó inaugurado el centro cultural "Haroldo Conti".
El encuentro se llevó a cabo en el predio del Espacio de la Memoria, ubicado en el barrio porteño de Núñez, y donde entre 1976 y 1982 funcionó el principal centro clandestino de detención la última dictadura militar.
Tras la lectura realizada por la actriz Florencia Peña de poemas del detenido desaparecido Jorge Caffatti y de la militante por los derechos humanos Matilde Herrera, madre de cuatro hijos detenidos desaparecidos, la jefa de Estado entregó el premio "Azucena Villaflor" a los cuatro Padres de Plaza de Mayo.
La primera mandataria destacó que el premio que recibieron Julio Morresi, Bruno Palermo, Marcos Weinstein y los familiares de Emilio Mignone, fundador del CELS, fallecido en 1998, era en reconocimiento a su "permanente actividad en la lucha contra la impunidad".
Weinstein habló en representación de los Padres y criticó a "ese poder que vuelve a insinuarse ahora políticamente y que nos debe alertar, porque quiere promover el modelo de la impunidad", en referencia a la propuesta del ex presidente Eduardo Duhalde de someter a una consulta popular el destino de los juicios a los represores de la dictadura militar.
Tras recibir "la azucena", definió al grupo de Padres de Plaza de Mayo como la "retaguardia asociada a la vanguardia ética que significaron las Madres de Plaza de Mayo", y recordó que ellos estaban en "un segundo y distante círculo en las recovas de la plaza" para protegerlas.
"Nuestra fe renació en 2003 cuando el Gobierno del doctor Néstor Kirchner y el de su continuadora, la doctora Cristina Fernández, promovió las leyes para la nulidad de las leyes de impunidad, y permitieron las condenas a los asesinos de nuestros hijos en trámites judiciales limpios y no en la clandestinidad", afirmó.
Luego, la Jefa de Estado agradeció "en nombre de todos los argentinos" y de "la condición humana" a todos los que lucharon en estos años por llegar a la verdad y la justicia, al tiempo que destacó "la esperanza, la alegría y el amor" demostrado por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en su labor humanitaria.
Cristina pidió que "finalmente que se aplique la Justicia con los jueces de la Constitución, que finalmente termine este capítulo tan trágico de los argentinos y podamos dar vuelta esa página de la historia, pero con verdad y con justicia".
"No quiero vivir en un país donde como mandataria, cuando una va a visitar a un mandatario extranjero, le reclaman por ciudadanos que fueron desaparecidos aquí, en la República Argentina", aseveró.
"Recuerdo que cuando fui a Francia, (el primer ministro) Jacques Chirac, lo primero que dijo fue que la sociedad francesa no puede entender que todavía quien fue responsable de la desaparición de ciudadanos franceses siga en libertad", en alusión al ex capitán de la Armada Alfredo Astiz.
"Acá nadie está juzgando el pasado, lo que estamos juzgando son delitos concretos cometidos por hombres concretos, nada más que eso, ni nada menos", sostuvo la jefa de Estado.
Finalmente, elogió a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, por haber reconvertido su lucha en una búsqueda incesante "por los que sí sabemos que están".
"Cada nieto que aparece es una victoria sobre el olvido y la muerte, y es esencialmente una victoria del Estado de Derecho de la calidad institucional , porque no puede haber Estado de Derecho y calidad institucional si no hay identidad", expresó Cristina Fernández.
Y, seguidamente, se comprometió: "Si no encontramos justicia en la Argentina, yo como Presidenta la voy a acompañar a otros tribunales internacionales a buscarla. Pero tengo confianza en que no vamos a tener que llegar a esa situación", confió.
Julio Morresi recibió el premio "Azucena Villaflor" de manos de la Presidenta.
"A todos aquellos que mantuvieron viva la llama de la memoria y la demanda de verdad y de justicia, muchas gracias por estos años de lucha", afirmó la mandataria. También se dirigió a Estela de Carlotto y se comprometió a acompañarla a los tribunales internacionales si la justicia argentina no respalda el reclamo de las Abuelas para conocer la identidad de los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble. "Sin identidad, no hay Estado de derecho", concluyó.
Hoy se cumple el trigésimo aniversario del asesinato del arzobispo salvadoreño Oscar A. Romero, razón por la cual se rinden diferentes homenajes a su memoria. En un breve recorrido por su biografía, se debe destacar que monseñor Romero identificaba su actividad pastoral con el Concilio Vaticano II, sobre el cual había meditado desde 1965, al analizar sus documentos.
Romero consideraba que la Iglesia Católica había sido renovada por el Concilio y que el Espíritu Santo la hacía nueva, poniéndola acorde con los tiempos. Según él, había en la Iglesia una corriente renovadora que quería aplicar el Concilio y una conservadora, que lo quería frenar. Eran categorías usuales en los años 70.
Monseñor Romero sentía que pertenecía al grupo de los innovadores conciliares, con el Papa, de cuyo "amor grandísimo por el Concilio y sus conquistas" no dudaba, y con la mayoría de los obispos católicos.
Predicaba, en febrero de 1980: "A todos nos interesa saber que el Papa es quien más empuja por los avances del Concilio Vaticano II". Romero hablaba de "compromisos nuevos que la Iglesia, sin traicionar sus viejas tradiciones, debe asumir para ser fiel al momento actual, pero sin extremismos". Y también hablaba sobre "un nuevo espíritu, el espíritu nuevo de la Iglesia".
Pocos días antes de morir, Romero fue invitado a una asamblea de "teólogos del Tercer Mundo" en San Pablo, Brasil. En el agradecimiento por la invitación, que no aceptó, subrayó que el éxito de las teologías del Tercer Mundo dependía de la fidelidad al Evangelio y al magisterio de la Iglesia. Para Romero, si la teología de la liberación era rectamente comprendida, entonces se identificaba con el magisterio.
Después de su encuentro con Juan Pablo II, el 30 de enero de 1980, declaró: "El Papa me ha dicho que la defensa de la justicia social y el amor preferencial por los pobres son dos puntos fundamentales de la línea de la Iglesia. Personalmente, creo que el Papa piensa que una teología de la liberación bien comprendida es muy legítima".
Romero -señala el historiador Andrea Riccardi- no es sólo una figura mítica fuera de América latina. Para el catolicismo centroamericano, es un mártir que subraya el sufrimiento de un mundo marginado. Para las fuerzas de izquierda, su homicidio confirma la brutalidad de la represión y la justificación de la causa "San Romero de las Américas".
La batalla en torno a la oportunidad de su beatificación revela el carácter evocador de la persona. Una cierta interpretación de Romero en clave revolucionaria ha llevado a sectores de la izquierda política a hacer de él su estandarte. En verdad, monseñor Romero ha sido un obispo fiel al Evangelio y fiel al Concilio Vaticano II. Cuando Juan Pablo II, en 1983, durante su visita a San Salvador, al eludir las reglas habituales del protocolo, decidió detenerse a rezar ante la tumba de Romero, pronunció unas palabras luminosas: "Romero es nuestro". Es decir que la memoria de Romero es de la Iglesia y para toda la Iglesia.
Tan explícita ha sido esta voluntad de Wojtyla, que en el marco del Jubileo del año 2000, cuando se realizó la celebración de los mártires contemporáneos en el Coliseo, el nombre de monseñor Romero fue incluido por expreso pedido del Papa, ya que, en principio, no figuraba en el listado. En esa oportunidad, se recordó a Romero como "obispo mártir en el sacrificio del altar".
El mensaje de Romero asesinado era claro: amor por el Evangelio, comunicación del Evangelio, a pesar de las condiciones dramáticas en las cuales trabajaba, amistad y servicio a los pobres, actitud de servicio a la paz y a la reconciliación entre los hombres.
En esta perspectiva -y, justamente, al cumplirse el 30° aniversario de su testimonio martirial-, aparecerá en estos días una biografía de Roberto Morozzo della Rocca titulada Primero Dios. Vida de monseñor Romero (Edhasa).
En ella, Morozzo della Rocca presenta la figura del arzobispo salvadoreño de manera no ideológica, sino fuertemente anclada en el contexto histórico de aquellos años convulsionados, y restituye toda la grandeza del personaje. Esa biografía de Romero se basa en fuentes y en archivos eclesiásticos diocesanos y del archivo del mismo Romero, y quiere sostener el proceso de beatificación del obispo mártir.
Romero puso en el centro de su vida la predicación del Evangelio, como la Iglesia del Concilio puso en el centro de la vida cristiana la encíclica Dei Verbum: el amor por los pobres, como en la encíclica Lumen Gentium, que el prelado salvadoreño citaba muchas veces en sus sermones.
Según la tesis de los postuladores de la causa de beatificación, impulsada por el obispo de Terni (Italia), Vincenzo Paglia, asesor espiritual de la Comunidad de Sant´Egidio, Romero ha sido asesinado por odium fidei, por odio a la fe. Lo que molestaba de Romero era la Palabra de Dios, predicada como una espada de doble filo, que pone en vilo las mezquindades de los hombres, sus codicias y necedades.
Dialogar, encontrar a todos, no excluir a nadie ha sido el compromiso continuo de Romero para evitar hasta lo último la guerra civil en su país. Su muerte demostró, precisamente, que, una vez eliminado, la guerra se podía desatar, como acaeció. Por esto alguien ha hablado de Romero como el último mártir de la Guerra Fría.
Romero miraba a los hombres a los ojos. No consideraba las ideologías, sino que las rechazaba. En este cristianismo no ideologizado, sino encarnado, la sociedad en su conjunto puede encontrar en monseñor Romero un testigo valioso e inolvidable. Romero ha sido un mártir de la no violencia, como Martín Luther King, y no es casual que su estatua, junto a la del predicador bautista, la del pastor protestante Bonhoeffer y la de Gandhi, se encuentre en la fachada de la abadía de Westminster, por expresa voluntad de la iglesia anglicana.
La memoria de Romero debe ser custodiada junto con la de tantos cristianos mártires latinoamericanos, obispos como el cardenal Posadas, de Guadalajara; monseñor Gerardi, en Guatemala; Duarte Cancino, en Colombia; monseñor Angelelli y los padres palotinos, en la Argentina, y tantos religiosos, laicos y cristianos de otras confesiones que han dado la vida por su fidelidad al Evangelio.
La vida y el testimonio de Romero nos confirman las palabras del apóstol Pablo: "Mayor felicidad hay en dar que en recibir".
El autor es director de la cátedra Juan Pablo II de la Pontificia Universidad Católica Argentina y miembro de la Comunidad de Sant´Egidio
Facebook es raro. Desde hace unos días empezó a circular un mensaje para que el 24 de marzo los usuarios saquen sus fotos de perfil y dejen una silueta como homenaje a los desaparecidos. Como aquel siluetazo de los ’80, pero virtual. En la Argentina, muchos lo saben, es difícil tomar una decisión de ese tipo sin discutir o al menos intercambiar posiciones. Así que surgió –en Facebook, está dicho– una corriente que propuso que, en vez de la figura vacía, se publicaran las fotos de los desaparecidos. Las caras, las historias, los nombres, la vida.
Me pregunté si el asunto se estaba banalizando (que si la silueta sola, que si con la leyenda de “Nunca Más”) o si, por el contrario, nos estábamos tomando demasiado en serio esto de la red social virtual. Hubo mensajes con inquietudes similares. Decían que la discusión debía ser otra y que estaba en otra parte.
Entonces, desde Barracas, mi primo Hugo subió una foto: su mamá, mi mamá y el papá de mi prima Natalia en la playa con un amigo. Y cambié mi foto de perfil. Después, desde Montreal, mi prima subió otra foto: mi mamá y mi abuelo en la casa de Castelar. Y tengo tan pocas fotos de mi abuelo. Y así, de a poco y de repente, el lunes me quedé mirando cómo mi computadora hacía marcha atrás unos cuarenta años y se llenaba de fotos en blanco y negro.
Entonces, desde México, Paula Mónaco Felipe subió las fotos de sus padres. Y Pipi Oberlin le escribió: “¡La verdad que es muy emocionante conocer a los papás de todos! Estuve todo el día colgada en fbk mirando eso. Besotes”. Muchos nos habíamos pasado el día presentándonos o mostrándonos a nuestros padres. Entonces, miré las fotos de mis contactos y vi muchas siluetas.
A algunos les parecía que el vacío expresaba mejor lo que querían decir, pero la mayoría era de personas que no tenían familiares desaparecidos. Con ese gesto decían que estaban con nosotros. Y me sentí acompañada por ellos. Abrazada. Porque hay que recuperar y compartir la historia, las caras, los nombres, pero también hay muchas historias que faltan, muchas caras que no conocemos y muchos nombres cambiados. Hoy hay que ir a la plaza, caminar juntos. Pero Facebook también tiene lo suyo. Es raro.
Debate virtual en el Día de la Memoria. La iniciativa propone que los usuarios de la popular red social quiten por un día sus fotos de perfil. Otra sugiere poner imágenes de desaparecidos.
El Facebook se sumó a los actos, en este caso virtuales, para recordar un nuevo aniversario del golpe de estado de 1976. Unos días antes de este 24 de marzo, empezó a circular un mensaje para que los usuarios saquen sus fotos de perfil y dejen una silueta como homenaje a los desaparecidos.
Otra corriente, en vez de la figura vacía, es que se publiquen las fotos de los desaparecidos. Las caras, las historias, los nombres, la vida de las víctimas de la dictadura.
Una iniciativa particular y novedosa le da la posibilidad a Facebook de convertirse a la vez en herramienta de encuentro social en red y en discurso político.
La iniciativa busca recordar el 34º aniversario del golpe militar y como consecuencia de ella en la página de inicio de cada perfil aparecería la silueta que el portal utiliza cuando el usuario no elige ninguna imagen que lo identifique.
"Este 24 de marzo saquemos nuestra foto del perfil, para que quienes todavía preguntan por qué ese día es feriado, vean como sería que muchos seres queridos se ausenten todos juntos, como pasó durante la dictadura. Si estás de acuerdo pegá esto en tu muro", dice la propuesta que pudo ser leída esta semana en la red social.
El 24 de marzo fue declarado Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia por ley 25.633 del Congreso Nacional en conmemoración de quienes resultaron víctimas del golpe militar que derrocó a la ex presidenta María Estela Martínez de Perón.