Con un gol de Messi, Inter Miami goleó y clasificó a la primera final de su historia…
Es que el director técnico argentino Gerardo Martino planteó el partido con la precisión de quien conoce el medio y le jugó a Philadelphia de la manera en la que sabía que más podía lastimarlo.
Efectivamente
el "Tata" abandonó el juego de control por otro más directo,
esperando al dueño de casa en la mitad de la cancha para salir con
habilitaciones largas y filosas que cortaron la línea defensiva local
rápidamente.
Es que
faltaban cinco segundos para cumplirse los tres minutos cuando Sergey Krivtsov
lanzó un pelotazo largo sobre la derecha para el venezolano Josef Martínez, uno
de los "protegidos" de Martino, quien se sacó de encima el karma de
no poder convertir tantos de jugada y definió como el efectivo atacante que es
con un derechazo bajo y cruzado.
Esto
marcó también que los dirigidos por Jim Curtin, considerados como unos de los
mejores equipos de la MLS (perdieron la final de la temporada anterior frente a
Los Ángeles FC), se vieron sorprendidos por la postura de su rival, algo que se
hizo extensivo a la red inmediatamente.
Los
minutos siguientes permitieron observar que Inter Miami le seguía regalando la
pelota a su rival, que sin embargo no progresaba más allá de los tres cuartos
de campo adversario.
Y así,
sobre los 20 minutos, en otra respuesta los "rosados" manejaron pases
filtrados hasta unos 32 metros del arco de Philadelphia, cuando recibió Messi y
al ver que nadie le salía apuntó con un remate bajo y esquinado que hizo
estéril la estirada del arquero André Blake.
Nada
iba a cambiar hasta cumplirse los 45 minutos iniciales, porque apenas tres de
descuento después todo iba a consumarse cuando Robert Taylor, el mejor
intérprete de Messi desde que llegó a Inter Miami, hizo lo propio con su amigo
Jordi Alba y habilitó al español con un pase filtrado que lo dejó cara a cara
con Blake para que convirtiera su primer tanto con la camiseta de su nuevo club.
La
segunda etapa no iba a tener mayores variantes, salvo el descuento de los
locales tras un tiro de esquina mal rechazado por Sergi Busquets que el recién
ingresado Alejandro Bedoya transformó en el 1-3 con un remate entre las piernas
de DeAndre Yedlin, y el cierre de la cuenta a través de David Ruiz,
reemplazante del hijo de mendocinos Benjamín Cremaschi apenas ocho minutos
antes.
También
hubo tiempo para el ingreso del argentino oriundo de Neuquén, Joaquín Torres,
ex Newell's Old Boys, en Philadelphia (su compatriota ex Banfield, Julián
Carranza, permaneció entre los suplentes), mientras que Facundo Farías se quedó
en el banco de Inter Miami en su primera convocatoria de parte de Martino.
Todo lo
demás fue devolver la mirada sobre Messi, que con su tanto de hoy llegó a la
novena conquista en apenas seis encuentros en esta Leagues Cup, con lo que
Inter Miami se clasificó a su primera final en los apenas cinco años de
existencia que tiene, pero además se clasificó nada menos que para disputar la
Concachampions (los tres primeros de este certamen lo consiguen).
Un
Inter Miami donde, por ejemplo, también flotan espíritus "ñulistas"
con el "Tata" Martino como timonel, que ya mostró hoy su
"mano" en el planteo de este partido que se avizoraba complicado y él
decidió hacerlo sencillo.
O
también, por ejemplo, para recuperar al venezolano Martínez, al que conocía de
su exitoso paso por Atlanta United y no venía jugando en este Inter Miami hasta
que llegó él.
Justamente
Josef Martínez, vaya paradoja "ñulista", fue quien encabezó la
asonada que derrocó de la dirección técnica de Atlanta United al
"Gringo" Gabriel Heinze, cuando los integrantes del plantel
consideraban que sus métodos eran "autoritarios".
Pero
hoy la realidad de todos es diferente, al punto que Jordi Alba celebró su gol
"a lo Spiderman", como suele hacerlo Messi, "pero porque es algo
que viene" desde que su hijo nació, según confesó al término del
encuentro, cuando anticipó que viene "el momento de poder disfrutar de otra
final", lejos de Barcelona, pero cerca de sus amigos Messi y Busquets. Y
del "Tata", ¿por qué no?