Después de 30 años, se separó la mítica banda R.E.M.
El grupo liderado por Michael Stipe anunció esta tarde el final de su carrera. Iconos del rock independiente en los 80, llegaron a la masividad de la mano de hits como "Losing my religión" o "Everybody hurts".
Una de las bandas más longevas del rock dejó de existir esta misma tarde. Después de más de 30 años de carrera, incluyendo un tramo independiente en los 80 que fue modelo para miles de grupos de rock, R.E.M. anunció su separación.
El grupo liderado por Michael Stipe e integrado también por Mike Mills y Peter Buck (su cuarto miembro histórico, Bill Berry, ya había dejado el grupo a fines de los 90) confirmaron su separación en su sitio web. Había editado su último disco, Collapse into now, este año.
“Nos alejamos con un gran sentido de gratitud”, fue una de las frases usadas por el grupo en su mensaje de despedida en la página http://remhq.com.
R.E.M. pasó dos veces por la Argentina. Una en 2001, cuando recién se asentaba como trío tras la partida de su baterista, y otra en 2008.
Su carrera puede dividirse en dos. Durante los 80, este grupo originario de Athens, Georgia, hizo culto de una independencia envidiada y sustentada en el circuito de radios collage. De esa época quedaron grandes discos, con abstrusas imágenes en sus portadas y empeño para no incluir las letras de las canciones, como el debut, Murmur (1983), y Document (1987).
Ese disco, que fue el último para la compañía I.R.S., con la que habían editado hasta entonces, les dejó hits como “The one I love” e "It's the end of the world as we know it (and I feel fine), y les abrió la puerta a un contrato con Warner.
Con el (no exento de polémica) contrato con la multinacional, comenzó la segunda etapa del grupo, en la que alcanzó la masividad. El disco Green (1989), con un Stipe aún de pelo larguísimo, dio algunas muestras del potencial para llegar a todo público. Un potencial que estalló con el álbum Out of time, de 1991.
El primer corte de ese trabajo, "Losing my religión", fue el éxito más grande del grupo, que solidificó su posición en el mainstream con Automatic for the people (1992), para muchos su mejor disco, prácticamente acústico. Incluía singles como “Everybody hurts”, “Man on the moon” y “Drive”, y gemas como "Try not to breathe" o “Nightswimming”.
Berry se fue del grupo en 1997, pero la banda se repuso como trío y un año después grabó un buen disco, Up, donde programaciones y colaboraciones suplieron la ausencia de baterista. Y todavía se mostró en buena forma en Reveal (2001).
En la década pasada, discos como Around the sun o Accelerate no habían tenido el éxito de sus predecesores, pero el grupo seguía sólido en vivo. Al margen de Collapse into now, los miembros de la banda habían pasado los últimos dos años más enfrascados en proyectos personales. Un anticipo del final que se confirmó hoy.
© Escrito por Guillermo dos Santos Coelho y publicado por El Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el miércoles 21 de Septiembre de 2011.