sábado, 24 de mayo de 2025

Violetas y Amarillos - No fue magia en la Ciudad... @dealgunamanera...

 No fue magia en la Ciudad...

Festejos. Manuel Adorni y la plana mayor del Gobierno, a la hora del triunfo. Fotografía: Sergio Piemonte.

Según lo define el Diccionario de la Real Academia de la Lengua en su acepción cuarta, un batacazo es un triunfo o suceso afortunado o sorprendente. Eso fue lo que ocurrió en la elección para legislador porteño –pomposo nombre con el que se encubre el cargo de concejal– de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 24/05/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El triunfo de Manuel Adorni fue, efectivamente, un batacazo. Y no fue magia sino algo bien planificado. La estrategia del candidato de La Libertad Avanza fue clara: nacionalizar el comicio
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Adorni lo dijo con todas las letras en su breve discurso de proclamación: lo que estaba en juego no era un cargo de concejal sino el proyecto de Milei y la gobernabilidad. Lo reconoció Mauricio Macri durante el reportaje que le concedió a Franco Mercuriali por TN en esa noche aciaga para él y para el futuro del PRO. Con ironía y rostro de fastidio lo felicitó a Manuel Adorni por haber ganado la elección sin haber presentado un solo proyecto para la Ciudad. Tenía razón. Tal vez, en el fondo, debió haber agradecido el hecho de no haber hablado de la situación de la Ciudad, ya que la desvaída gestión de su primo Jorge no tenía –ni tiene– nada importante para mostrar. Durante la campaña lo más vistoso fue la inauguración del ascensor del Obelisco. Por lo demás, lo que se impuso fue “el olor a pis”, frase con la cual Horacio Rodríguez Larreta lapidó a la administración actual. Tampoco ayudó mucho a la campaña del PRO su candidata Silvia Lospennato, cuyo desempeño fue una penuria debido a la falta de propuestas concretas y creíbles. Adueñarse de una propuesta ciudadana como Ficha Limpia tampoco le resultó suficiente, más allá de la triste caída que sufrió la iniciativa en el Senado.

Tan sorprendido como todos estuvo Leandro Santoro quien, a las 6 de la tarde del domingo estaba convencido de que la victoria le pertenecía envalentonado por algunos medios afines al kirchnerismo que salieron a proclamar el triunfo antes de tiempo. Pero esto es historia repetida. Con el correr de los minutos esa convicción se transformó en una vana ilusión que se terminó esfumando totalmente cuando, poco después de las 7, se conocieron los primeros datos oficiales dando cuenta de una tendencia favorable a Adorni que resultó ser indescontable. Ante la certeza de una derrota, varios referentes del kirchnerismo y del massismo que se encontraban in itinere hacia el comando electoral de Santoro detuvieron su marcha y, con el alma en pena, decidieron regresar a sus casas. La derrota es siempre así. Como dice el poema del escritor y pintor libanés, Khalil Gibran: “Derrota, mi derrota, mi soledad y mi lejanía”.

Hay un dato muy importante para tener en cuenta y dar una idea de la realidad política del momento en la Capital Federal: si se suman los votos de Adorni más los de Lospennato, la unión entre La Libertad Avanza y el PRO hubiese ganado en todas las comunas. Es un dato clave para el próximo test electoral que será, ni más ni menos, que en la provincia de Buenos Aires. Hay que recordar que si en 2023 Néstor Grindetti, candidato por el PRO, y Carolina Píparo, candidata por la LLA, hubieran unido fuerzas, hubiesen ganado la elección y, hoy en día, alguno de los dos sería el gobernador. ¿Habrán aprendido la lección? En las últimas horas el presidente Milei bajó el tono de sus desaires al líder del PRO y en una extensa entrevista concedida a Radio Mitre aseguró que: “En la provincia de Buenos Aires vamos a ir juntos –con Macri– y la vamos a ganar. Espert es mi candidato. Es el presidente de la comisión más importante del Congreso. Es un jugador importantísimo y clave. Siendo dos fanáticos de la economía, no venimos a perder el tiempo”. Sin embargo, la propia personalidad del primer mandatario hace que sus palabras estén sujetas al cumplimiento efectivo sobre la marcha, ya que los arranques de ira a los que nos tiene acostumbrados podrían derrumbar todo el castillo de naipes. Por el contrario, el expresidente sí parece haber aprendido la lección. Esperó pacientemente, se tragó su orgullo y varios sapos en materia de desencuentros hasta encaminar un posible acuerdo para la competencia en la Provincia. ¿El color? Será difícil combinar el amarillo con el violeta y resta saber si efectivamente el PRO deberá teñirse o ponerse la peluca para avanzar en la concresión de los planes electorales. Buenos Aires es demasiado importante en materia de caudal de votos como para no avanzar en ese sentido.

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La Libertad Avanza volverá a nacionalizar la elección, estrategia que tan buenos resultados le dio en CABA. Toda la narrativa libertaria está puesta en pos de lograr ese objetivo. Basta con tomar como ejemplo el anuncio del “blanqueo” de los dólares del colchón bajo el lema “tus dólares, tu decisión”. En el fondo se busca demostrar que es este gobierno el que ha venido a devolverle a la gente las libertades perdidas y que ha llegado el tiempo de los ciudadanos. Hasta ahora la estrategia no parece errada, pero esa narrativa debe sustentarse en hechos reales que hoy se encuentran a mitad de camino. En el haber figuran la baja sostenida de la inflación –con algunas excepciones– el equilibrio fiscal y el dólar en calma. No es poca cosa para una Argentina acostumbrada a las turbulencias. Sin embargo, en el debe resuena la preocupación por el estancamiento de los salarios –puesta de manifiesto por la poca cantidad de dinero disponible en las billeteras de los ciudadanos luego de afrontar sus gastos fijos– y por ende, la lenta reactivación del consumo. Por eso, el pomposamente llamado “Plan de Reparación Histórica del Ahorro de los Argentinos” lo que busca es impulsar –a quien tiene la dicha de– a sacar sus “verdes” de la sombra y gastarlos para despertar el consumo y darle cuerda a la economía.

Muy a pesar de los cálculos en frío, los efectos de la nueva medida apuntan a la clase media o media alta, compuesta por los que todavía tienen poder de compra. El problema de fondo sigue siendo el mismo: los sectores medios buscan mantenerse y despegar, pero los segmentos de la población históricamente castigados siguen sin poder llegar a fin de mes. Ambos fueron destinatarios del pedido de paciencia y ajuste del Presidente apenas asumió el poder; es por eso que el líder libertario no debería extender más los tiempos de penuria. La gente ha demostrado estar a la altura de los sacrificios solicitados y acompañó con un tremendo esfuerzo, que no puede ser eterno.

Desde los Estados Unidos, las noticias son ambiguas. En las oficinas del Fondo Monetario existe la preocupación por las muestras de “independencia” del Gobierno respecto a la hoja de ruta trazada en sinfonía con los hombres de Washington. Les preocupa el tiempo que se está tomando el Presidente para continuar fortaleciendo las reservas del Banco Central. Quienes lo conocen bien, aseguran que “irá con pie de plomo y comprará dólares en el mejor momento para hacerlo”. No sería extraño que una vez entrado el grueso de la liquidación de la cosecha, más el efecto arrastre del dólar colchón, la moneda estadounidense vuelva a cotizar más cerca de la banda inferior de flotación y sea ése el momento elegido para tales operaciones. El ministro Caputo lo sabe bien y saborea el manejo de los tiempos ante parte del staff del directorio, que no lo trató bien en otros tiempos no tan lejanos. Sería bueno que el propio Milei y sus principales funcionarios del Gobierno dejen de lado sus batallas personales, para volver a poner a los ciudadanos en el centro y prioridad de todos sus esfuerzos.




El efecto Eternauta... @dealgunamanera...

 El efecto Eternauta...

El extraordinario éxito de la serie impacta en la coyuntura nacional y moviliza discusiones sobre la reivindicación de la acción colectiva, el terrorismo de Estado y el desfinanciamiento de la política cultural. Una mirada al debate del momento en la nota de la semana de Revista Acción.

© Escrito por Osvaldo Aguirre el miércoles 21/05/2025 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Publicado por primera vez entre 1957 y 1959, con secuelas y reversiones en 1969 y entre 1976 y 1977, El Eternauta está de regreso e impacta en la coyuntura política y cultural que atraviesa la Argentina. La adaptación de Bruno Stagnaro sobre la historieta de Héctor Oesterheld y Francisco Solano López moviliza interpretaciones y lecturas múltiples: la reivindicación de la acción colectiva contra la ideología neoliberal en el poder; la articulación de la historia con la época, en el horizonte de las distopías; el drama del guionista y sus cuatro hijas que repone la discusión del terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico-militar y la búsqueda de los niños apropiados por la represión; una producción nacional exitosa en el contexto del desfinanciamiento de la política cultural. La extraordinaria repercusión de la serie abre polémicas e interrogantes.


Uno de los debates refiere a la correspondencia de la serie con la historieta. Para Juan Sasturain puede resultar equívoco. «Hay variantes cuando se produce la traslación de un género a otro, de un soporte a otro. En todos los sentidos. Hoy, la materia narrativa del cine de aventuras y ciencia ficción proviene mayoritariamente del universo narrativo del cómic de superhéroes y sus variantes», dice el escritor, uno de los primeros en estudiar y problematizar la obra. En particular, «El Eternauta se visibilizó para los productores norteamericanos a partir de la tardía, reciente edición lujosa y espectacular de Fantagraphics, primera versión en inglés de la original de Oesterheld-Solano López; ahí la vieron».


​​​​​​​Para el escritor Sergio Olguín, las lecturas en términos ideológicos y políticos «son algo lógico porque Oesterheld fue una persona comprometida que hizo la obra teniendo en cuenta su ideología, como se ve en la evolución de la historieta en sus distintas versiones, y la adaptación de Stagnaro es muy respetuosa en ese sentido; lo que parece forzado es tratar de interpretarlo en el sentido contrario». Sasturain agrega que «la inconcebible tragedia familiar de padre e hijas y su desaparición y muerte durante la dictadura tiene una importancia central en esta coyuntura signada por los intentos, desde el Gobierno ocasional y desde el poder concentrado, del negacionismo más perverso». El presidente Javier Milei difundió una imagen falsa de la serie con un grafiti que lo mencionaba y las cuentas libertarias en X encuentran en la producción de Netflix un respaldo al desguace de las políticas de apoyo a la producción audiovisual y desvinculan la historia de la militancia política de Oesterheld. «Los argumentos de los libertarios que reivindican la iniciativa privada y lo innecesario del INCAA no se sostienen, porque ningún director nace exitoso. Stagnaro dirigió Pizza, birra y faso con apoyo del Estado y Okupas en el canal público. Muchos de los técnicos también salieron de la educación pública y del Enerc», opone Miriam Lewin. En opinión de la periodista y exdirectora de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, «otra línea de argumentación en el sentido de que el Ejercito es salvador se da de bruces con la realidad: a Oesterheld lo desapareció y asesinó el Ejército».


Para la batalla cultural.

El escritor Ricardo Romero valora «la presencia de Buenos Aires como un personaje más» y la recuperación «del espíritu de la historieta» en la concepción del héroe colectivo. «En una coyuntura como la que atravesamos son factores que no solo hacen que la serie funcione, sino que traiga algo del espíritu rebelde que estamos necesitando; nuevas energías frente a lo que vivimos día a día con el Gobierno nacional», dice.


​​​​​​​«El Eternauta impacta en la famosa batalla cultural que el Gobierno alimenta –agrega el historiador Federico Lorenz–. Es una desmentida en acto del discurso anticultural y antiargentino del Gobierno en tanto ataca elementos constitutivos de la experiencia cultural argentina». Sergio Olguín aprecia que El Eternauta «se mete a fondo con la argentinidad», en la escenografía y en los detalles, «en cómo hablan los personajes, cómo se mueven, cómo viven; a su vez el hecho de que aparezcan Buenos Aires y el Conurbano norte en términos futuristas resulta también muy atractivo». Lorenz menciona aspectos de la puesta en escena como «la aparición de los ferrocarriles, ciertas costumbres, guiños a la audiencia, la presencia de Malvinas y de los excombatientes dialogando sobre su experiencia» y destaca que el ideal de la acción colectiva «tiene significantes muy concretos, no es algo abstracto: el elemento subyacente que la serie transmite –y por eso molesta tanto y por eso también entusiasma tanto– es la reivindicación de la resistencia frente a la amenaza del mal absoluto».


Sasturain define a El Eternauta como «el clásico ineludible de la segunda mitad del siglo veinte: el relato poderoso, revelador, el mito más perdurable que generamos», y resalta la significación de la serie televisiva: «Que una obra de semejante excelencia y eficacia formal y material haya sido resultado del trabajo del talento y los saberes argentinos encuadrados en los parámetros más altos de la producción audiovisual pone en evidencia la estupidez, ceguera y desatino de las políticas de desaliento y desmantelamiento de todos los aspectos de nuestra siempre viva, pese a todo, industria cultural».




domingo, 18 de mayo de 2025

Liga Profesional de Fútbol. Torneo Apertura 2025. Rosario Central 0 vs. Huracán 1... @dealgunamanera...

Huracán sorprendió a Central en el Gigante y es semifinalista...

El "Globo" le ganó 1 a 0 al "Canalla" con gol de Mazzantti, en el inicio de los cuartos de final del Torneo Apertura. Se medirá ante Boca o Independiente por un boleto a la final.

© Publicado el domingo 18/05/2025 por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provincia del Chubut, República Argentina.

Huracán derrotó a Rosario Central por 1 a 0 en el partido que disputaron este domingo, en el estadio Gigante de Arroyito, por los cuartos de final del Torneo Apertura 2025.

El único gol del partido fue convertido por el extremo Walter Mazzantti, que abrió el marcador con un cabezazo a los 21 minutos de la primera parte. 

Con el triunfo, el “Globo” dejó eliminado al equipo de mejor participación en la fase regular del Apertura y clasificó a las semifinales, instancia en la que enfrentará al ganador entre Boca e Independiente en día y horario a confirmar. 

El primer acercamiento de la noche fue del “Globo”, a los cinco minutos, con un córner al área chica que fue cabeceado por el defensor Fabio Pereyra, pero su tiro se fue ancho. 

Un minuto después, una floja salida de Rosario Central pudo haber terminado en gol en contra. El arquero Jorge Broun jugó con el defensor Carlos Quintana, quien le tuvo que devolver la pelota sin ver donde se encontraba. El guardameta estaba a un costado del arco y tuvo que volver corriendo, rescatando la pelota a un metro de la línea de gol. 

El primer gol del partido llegó a los 21 minutos. Una gran jugada individual del lateral César Ibáñez, con un autopase en la banda izquierda, culminó en un centro al segundo palo, que fue rematado de cabeza y al gol por el extremo Walter Mazzantti. 

No hubo más situaciones de peligro hasta los 34 minutos, cuando Central se acercó por primera vez. Un tiro libre del volante Ignacio Malcorra cayó apenas por delante del punto del penal, donde esperaba la pelota el defensor Juan Cruz Komar, pero el cabezazo del central fue a las manos del arquero Hernán Galíndez. 

El local volvió a acercarse cuatro minutos después. Un centro desde la izquierda del defensor Agustín Sandez le cayó al central Carlos Quintana, quien había subido al área, que controló la pelota y abrió para dejar libre al extremo Santiago López, cuyo remate tenía peligro pero se fue alto. 

La primera llegada del complemento sucedió a los ocho minutos y fue para el local. El mediocampista Jaminton Campaz tuvo libertad para avanzar por el costado izquierdo y puso un gran centro al primer palo para el delantero Enzo Copetti, cuyo frentazo se fue a pocos centímetros del palo derecho del arquero Hernán Galíndez. 

Central se volvió a acercar al gol en 16 minutos. Un centro fue cortado a medias por el arquero Hernán Galíndez, dejando un rebote que fue capturado con una chilena por el delantero Gaspar Duarte, pero el guardameta ecuatoriano se recompuso y desvió al córner un remate que iba a su palo izquierdo. 

El empate llegaba a los 19 minutos de la segunda etapa, cuando una recuperación en zona ofensiva permitió un centro rasante de Malcorra para que Copetti la empuje al gol, pero el centrodelantero estaba en posición adelantada. 

A los 39 minutos llegaba el segundo gol de la visita, por parte del delantero Leonardo Sequeira, pero sería invalidado por un claro offside. 

El local volvió a merodear el gol un minuto después. Un córner de Ignacio Malcorra cayó al primer palo, donde apareció el defensor uruguayo Facundo Mallo, pero el cabezazo del central se fue desviado por poco.


Síntesis:

Rosario Central: 0

Jorge Broun; Emanuel Coronel, Juan Komar, Carlos Quintana, Agustín Sandez; Franco Ibarra, Federico Navarro; Santiago López, Ignacio Malcorra, Jaminton Campaz; Enzo Copetti. DT: Ariel Holan.

Huracán: 1

Hernán Galíndez; Tomás Guidara, Fabio Pereyra, Marco Pellegrino, César Ibáñez; Leonel Pérez, Leonardo Gil; Walter Mazzantti, Matko Miljevic, Agustín Urzi; Eric Ramírez. DT: Frank Darío Kudelka.

Gol en el primer tiempo: 21m. Walter Mazzantti (H).

Cambios en el segundo tiempo: 12m. Gaspar Duarte por Santiago López (RC); 18m. Leonardo Sequeira por Eric Ramírez (H), 22m. Emmanuel Ojeda por Walter Mazzantti (H); 23m. Enzo Giménez por Emanuel Coronel (RC) y Tomás O’Connor por Federico Navarro (RC); 33m. Hernán De La Fuente por Tomás Guidara (H) y Gabriel Alanís por Agustín Urzi (H); 35m. Facundo Mallo por Juan Komar (RC) y Sebastián Ferreira por Franco Ibarra (RC).

Estadio: Gigante de Arroyito.

Árbitro: Pablo Echavarría.

VAR: Lucas Novelli.   








La sencillez del conjunto... @dealgunamanera...

 La sencillez del conjunto...


Hoy votamos una elección menor, teñida por la intención libertaria de disputarle poder al PRO en su propio territorio.

©  Escrito por el Doctor Nelson Castro el sábado 17/05/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad de Buenos Aires, República Argentina.

El clima no ha sido el mejor, pero nada tiene que ver con la meteorología. Sin mucho preámbulo –más bien sin mucho entusiasmo– hoy se vota en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se eligen concejales a los que, pomposamente, se les llamará legisladores de la Ciudad. Hay que decirlo: es una elección muy menor que en nada –absolutamente en nada– cambiará la desvaída gestión del jefe de Gobierno, Jorge Macri, quien, más allá del boato de su denominación, es un intendente. Estas aclaraciones son imprescindibles para entender la disociación de la casta política vernácula, que incluye a La Libertad Avanza, que le ha dado a estos comicios un marco nacional totalmente desproporcionado con la clara intención de disputarle el poder al PRO en su propio territorio, para luego intentar someterlo a voluntad en el resto de las alianzas si es que finalmente se produjeran.

La presencia de Javier Milei en el acto de cierre de campaña de Manuel Adorni –del cual fue el orador principal– fue penosa. No hubo ninguna propuesta concreta y lo más “relevante” fueron las descalificaciones dirigidas principalmente al partido amarillo y a su líder, Mauricio Macri quien, a su vez, fue la figura central del cierre proselitista de su primo Jorge. Es lo que hay. Una jugada en espejo que muestra la pobreza y carencia de relevancia de estos comicios. Para decirlo de otra forma, si Leandro Santoro se alzara con el triunfo, todo se habrá reducido en una pelea encarnizada por el segundo lugar. Para completar este panorama mustio, Santoro –quien se dice radical-alfonsinista, pero pactó con lo peor del kirchnerismo sin ponerse colorado y juega en estas elecciones en representación del peronismo– concluyó su campaña en el Aula Magna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, hecho insólito y reprochable. El Aula Magna de la Facultad de Medicina es un ámbito público y plural destinado a actos académicos y no a actos proselitistas. ¿Cómo es que el decano de la Facultad, Prof. Dr. Luis Héctor Brusco, autorizó esto? ¿Será porque la vicedecana de la Facultad, Prof. Dra. Claudia Viviana Negri, integra la lista de Santoro? ¿Cómo es que el rector de la UBA, Prof. Dr. Jorge Gelppi, no alzó su voz contra esto? El propio candidato debió haber declinado esta opción para darle, al menos, una pincelada de honorabilidad a su accionar.

La presencia de Milei en el acto de cierre de Adorni fue penosa, sin propuestas y con descalificaciones.      

Fue una campaña mala –en verdad, muy mala– dominada por la riña. Las ideas que se expusieron fueron pocas y tan pobres e irrealizables que es como si no hubiera habido ninguna. Es penoso observar cómo, elección tras elección, las campañas son peores: paupérrimas en proyectos y súper abundantes en peleas y reyertas que nada aportan. La pobreza cívica e intelectual de gran parte de los candidatos tiene poco o nada para ofrecerle a la ciudadanía. La autocrítica debería incluirnos a todos más allá de la clase política y dirigencial. Me refiero también al empresariado y al sector gremial. Todos juegan. Todos presionan y, por supuesto, todos ponen.
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Evidentemente, hemos bajado tanto la vara que, en estas circunstancias la apatía parecería dominar el ánimo general de las personas. Los que vinieron a combatir la casta han terminado por adoptar varias de sus formas. El Gobierno apareció con anuncios de medidas que tenían un irrefutable tinte electoralista que en nada se diferenciaban con lo que en similares circunstancias hizo –y hace– el peronismo en general y el kirchnerismo en particular. Incluso adelantó anuncios que finalmente no pudo concretar como el caso de la puesta en circulación en el circuito formal de los dólares que miles de argentinos tienen debajo del colchón. En su gran mayoría, plata no declarada. Propuesta de dudosa talla ética si se la mide con la vara de aquéllos que han cumplido siempre con la ley. Por otra parte, el proyecto tal como estaba podía haberle traído consecuencias jurídicas al Gobierno que, lógicamente, decidió llevarlo a boxes antes de la largada. 

Es nuestro deber cívico utilizar el voto como la herramienta capaz de sacar a la Argentina adelante.

En realidad, esto es solo el comienzo. El segundo turno será la batalla por la decisiva Provincia de Buenos Aires y, el tercero, las elecciones de octubre. ¿Imaginen por un momento qué podría haber pasado si el escenario de votación actual hubiera sido el Conurbano Bonaerense? La inclemencia del tiempo y la abundante agua caída habrían sumergido el proceso electoral en un escándalo y ahogado las chances de Axel Kicillof y de varios de los intendentes que llevan años aferrados al poder. Volviendo a la realidad lo cierto es que, de aquí en adelante, todo el aparato de gestión gubernamental estará puesto al servicio de los candidatos de La Libertad Avanza.

El menú de ofertas parece calcado de gobiernos anteriores: intentar anclar los precios de la canasta básica, no hacer olas que agiten la calma del dólar, pisar tarifas y mantener la inflación bajo control. Salvo este último punto, el resto es historia repetida. Más allá de la eterna discusión sobre la conveniencia o no de un dólar cercano a la banda de flotación inferior, los otros no son objetivos desdeñables; el problema aparece cuando un gobierno se enamora de sí mismo y comienza a echar mano de toda clase de artimañas para acumular poder. Este oficialismo no ha demostrado ser la excepción. Las sospechas sobre lo ocurrido con el desenlace de Ficha Limpia en el Senado y las explicaciones tan poco convincentes terminaron por reforzar un manto de dudas, que no le ha hecho bien a los libertarios ni a la democracia. Javier Milei tuvo la oportunidad de mejorar la calidad de la clase política argentina y no la ha aprovechado; al menos hasta ahora. La sanción de un proyecto como Ficha Limpia es esencial para mejorar nuestra sistema electoral y asestarle un verdadero golpe a la casta, directo a la linea de flotación.   

Por eso, a pesar de la pobreza de las listas y de la apatía con la que se ha llegado a las elecciones de este domingo, el voto es y seguirá siendo esencial. Es responsabilidad de cada uno de nosotros depurar un sistema que hasta aquí ha demostrado estar lleno de vicios. El kirchnerismo puso de moda el término “empoderar” hasta convertirlo en una muletilla vacía de contenido. Pero es el voto el que nos otorga el verdadero poder, para correr de una vez por todas a quienes pretenden servirse de la cosa pública, para su propio beneficio. Es nuestro deber cívico utilizar esta herramienta lo mejor posible, para sacar adelante a la Argentina y para poder hacer realidad aquel mañana mejor que nunca llega.




sábado, 17 de mayo de 2025

Torturador y violador: quién es Alberto González, el mentor de Victoria Villarruel… @dealgunamanera...

Torturador y violador: quién es Alberto González, el mentor de Victoria Villarruel…

Alberto González y Villarruel. Fotografía: Cedoc.
Tiene dos condenas a perpetua y una por delitos sexuales. Massera lo condecoró. Trastienda de su relación con la Vice.

© Escrito por Juan Luis González el sábado 23/03/2024 y publicado por la Revista Noticias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.



Dos chalets idénticos. Tienen dos cuartos, un baño y una cocina. Pero no están pegados, sino que se encuentran en rincones distintos de la base naval de Zárate. Por eso es que, cuando tocaba día de visitas, había que coordinar bien la logística. Quién hacía la comida, quien conseguía bebida, en qué casa se juntaban.


Alfredo Astiz entraba en lo de Alberto González como lo que eran: viejísimos conocidos. Fueron compañeros de la “promoción 100”, la que comenzó sus estudios en la Escuela Naval en 1968. Unos años después se volvieron a cruzar, pero en la Escuela de Mécanica de la Armada (ESMA).

Ahí ya no eran jóvenes estudiantes, sino dos engranajes centrales de esa maquinaria sangrienta por la que pasaron cinco mil personas y sólo pocos sobrevivieron. Durante la dictadura habían tenido chispazos: ambos se enamoraron al mismo tiempo de la misma mujer, una montonera de 20 años secuestrada en la ESMA. Fue González quien se impuso en esa pulseada: no por decisión de ella, que fue sistemáticamente violada y torturada por él.

Hoy tienen otros problemas: cuando asumió Néstor Kirchner, las leyes de Obediencia Debida y Punto Final fueron anuladas, y se reactivaron los juicios por crímenes de lesa humanidad. Astiz y González cumplen prisión preventiva por secuestros, torturas y desapariciones forzadas.

Escena 

Sin embargo, piensa el primero mientras abre la puerta de González, la base de Zárate no está tan mal. De hecho, les permite recibir a quien quieran para pasar una velada amena, como la que está a punto de protagonizar. En eso estaba su cabeza cuando Victoria Villarruel sale de la cocina y le dice que se siente, que la comida está por salir.

Es el año 2005 y Astiz, mientras come, escucha la idea de González de crear una asociación civil que hable de “los otros muertos” y de contar “la memoria completa”. Villarruel, sentada al lado del anfitrión, toma nota en silencio. 

Identikit


Alberto Eduardo González nació el 26 de octubre de 1950 en la Capital Federal, hijo de Francisco Alberto y de Inés Edith Di Lorenzo. “El Gato”, como lo llamaban en los años de plomo, es capitán de Corbeta de la Armada retirado y profesor de historia naval. Pero esa no es toda su biografía.

También fue oficial de inteligencia del Grupo de Tareas 3.2.2 de la ESMA, que comandaba su compinche y padrino Jorge “El Tigre” Acosta, otro de los represores más famosos y temidos de los años de plomo, y que tenía entre sus miembros a Astiz. González estuvo en ese cargo y en ese lugar entre el 1 de marzo de 1977 y el 17 de mayo de 1979.

Ese grupo de tareas no es uno más, sino que tiene un lugar central en las páginas más tristes de la historia argentina, al ser parte de lo que se conoció como “los vuelos de la muerte”. En los fundamentos de la condena a cadena perpetua a González por crímenes de lesa humanidad, la Justicia describe así a este grupo:

“Desarrollaba las operaciones de carácter ofensivo; es decir, salir a detener a personas sospechosas -según ellos- de vincularse con la 'subversión' o las 'organizaciones terroristas' y procesar los datos. Dichas operaciones ofensivas comprendían el ciclo de detención, interrogatorio, alojamiento y resolución final del caso; esto es, secuestro, tortura, privación de la libertad en un centro clandestino de detención y muerte o desaparición forzada”.

González tenía un lugar destacado en esta maquinaria sangrienta. Al menos de eso estaba convencido Emilio Massera. El 12 de septiembre de 1978, el comandante en jefe de la Armada le entregó una distinción en “honor al valor del combate” para “premiar los hechos heroicos” en “operaciones reales de combate”.

No era para menos. Es que si bien “el Gato” participaba del armado de los secuestros y de los operativos en sí, su terreno era otro. Su reino era “el sótano”, el rincón más terrorífico de la ESMA. Ese era el primer lugar adonde los militares enviaban a las personas secuestradas para la tortura, donde había celdas minúsculas en las que se mantenía bajo condiciones inhumanas a los detenidos. “El sótano” era también lo último que miles vieron: ahí se volvía a enviar a los desaparecidos antes de ser asesinados.

En ese pedazo de infierno, el que movía los hilos era Alberto González, quien tenía, como decían en la ESMA, “los casos” a su cargo. “Su rol específico consistía en la obtención de información por intermedio de la tortura y la planificación del uso de esa información”, dice el fallo en el que se lo condenó.

En ese lugar tuvo la desgracia de caer Silvia Laybarú, una chica de 20 años, embarazada de cinco meses, que era miembro de Montoneros. De ella fue quien se enamoraron González y Astiz, pulseada en la que el primero se impuso a la fuerza. Lo que cuenta Laybarú es un relato escalofriante: “El Gato” no sólo la violaba en la ESMA, sino que, en un trance en el que mezclaba una fenomenal violencia con el hecho de haber desarrollado sentimientos hacia ella, la raptaba del sótano para llevarla a su casa. Ahí repetía esa operación, pero con otra vuelta macabra, que involucraba a su entonces esposa. Eso sucedía mientras la hija de dos años de ambos estaba en el cuarto de al lado.

“Al principio lo tomaba como parte de la tortura, pero siempre tuve claro que el hecho de haber sido obligada a participar de los juegos eróticos de esta parejita me hizo ver muy claramente que lo que estos tipos estaban haciendo no tenía absolutamente nada que ver con la lucha antisubversiva. Porque, ¿en qué sirve ser violada por la esposa de un oficial a la lucha antisubversiva? ¿qué tiene que ver esto? Ellos, tan cristianos, tan éticos... ¿para qué servía ser violada por la esposa de un marino?”, dijo en un reportaje en el diario Perfil, que acompañó el adelanto del libro que escribió Leila Guerreiro sobre ella y su historia, “La llamada”.

González hoy cumple tres condenas a cadena perpetua. En la causa ESMA II por su rol en la desaparición de 86 personas, en la causa ESMA III por otras 789 víctimas y, finalmente, por la violación de Laybarú y de otras dos mujeres. El 15 de agosto de 2021 la Justicia convirtió a González en el primer condenado por delitos sexuales de toda la dictadura militar. Pero “el Gato” no es sólo eso. También es el mentor de la vicepresidenta.

El lado oscuro. “De todos los ex ESMA con los que Villarruel se podría haber metido, González es el peor”, dice el periodista Uki Goñi, autor de “El infiltrado”, el libro sobre Astiz que fue central en el juicio en el que se los condenó a ambos, y en el que “González Menotti”, otro de sus apodos, aparece bastante.

Villarruel conoció a González a través de otra persona que estaba “orgullosa” de haber participado en la “lucha contra la subversión”, como decía, y que también fue premiado por ese labor: era Eduardo, su padre. Villarruel senior y González compartían su amor por la historia (en democracia, “el Gato” estudió esa carrera en la Universidad de Belgrano, el mismo lugar donde, curiosamente, se recibió Javier Milei). A ambos les gustaba en especial la historia naval. En 1989, cuenta el periodista Ricardo Ragendorfer, a González lo nombraron jefe de investigaciones del Departamento de Estudios Históricos de la Armada. La influencia de González en Villarruel hija es mucha. “Es cómo mi segundo padre”, dice ella en su intimidad.

Así lo cuentan también varios testimonios. “Lo conocí por Villarruel. Fuimos juntas al penal y él me mostró el libro que estaba escribiendo, que luego firmó Victoria”, contó Cecilia Pando, otra mujer de este mundo militar. Acá se cruza otra historia: en off y en on, muchos apuntan a que los libros que la vicepresidenta publicó como suyos (“Los llaman jóvenes idealistas” y “Los otros muertos”) no fueron de su autoría.

“Alberto formó a Victoria y escribió los libros que ella firmó como propios”, aseguró Segundo Carafí, uno de los líderes del partido NOS de Juan José Gómez Centurión, en el cual Villarruel tuvo un breve paso y al cual están afiliadas su hermana y su madre. A este comentario en redes lo secundó Nicolás Marquéz, uno de los ideólogos preferidos del Presidente. En privado, el escritor del “libro negro de la nueva izquierda” es más crudo: asegura que la relación entre Villarruel y González era la de una pareja.


Otra persona importante del grupo de familiares de militares presos dice lo mismo, pero con el grabador apagado. “Varias veces fui a visitar a Alberto a la cárcel, y estaba escribiendo esos libros. Victoria sólo iba cuando no estaba la esposa de Alberto”. Esta persona da un paso más allá. “El Celtyv (la fundación de Villarruel) fue obra de Alberto. Idea de él, que desde siempre está con esa idea de contar toda la película”.

Cerca de la vicepresidenta afirman que los libros fueron de ella, mientras que dicen que prefieren no hacer declaraciones sobre el vínculo con González. Es verdad que hay un dato que no deja de ser curioso: Villarruel publicó dos libros de cientos de páginas, pero no se destacó nunca por escribir artículos.

























Presente 

De la base naval de Zárate, a González lo trasladaron a Marcos Paz y luego a Ezeiza. Ahí está detenido hoy, en el complejo VII, con Astiz y otros genocidas. 

Villarruel mantiene contacto con él, incluso hasta el día de hoy. Es algo que afirman familiares de los presos detenidos allí y también dos ex colaboradores de ella. “Ante cualquier duda, de cualquier tema importante, Victoria se comunica con él. Es una especie de guía para ella”, aseguran.