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miércoles, 4 de noviembre de 2020

Escribe Cristina Kirchner… @dealgunamanera...

 Escribe Cristina Kirchner… 

"Boquitas Paspadas". Elisa Carrió. Foto: pablo temes

Las contradicciones atraviesan a las dos coaliciones que se disputan el poder. La debilidad de Alberto Fernández. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 31/10/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

 


En el teatro, en el cine y en la ópera, la carta suele generar un momento de inflexión a través del cual la trama de la obra experimenta un cambio fundamental. Un secreto que se devela, una intención aviesa que se confiesa, un amor que se declara, una infidelidad que se descubre, un plan que se explica, una sospecha o un secreto a voces que se confirma, representan el espectro de las alternativas que plantean algunas de esas misivas que devinieron famosas. 

 

Carta. En la historia pequeña de la Argentina habrá un lugar para la carta que Cristina Fernández de Kirchner le envió a Alberto Fernández en la víspera del día en que se cumplieron diez años del fallecimiento de Néstor Kirchner. A lo largo de sus páginas y de su cuidada redacción se despliegan con amplitud los rasgos psicológicos de la personalidad de la ex presidenta en funciones. Aparecen allí el Hubris, la contradicción, la admonición y el rencor. A modo de muestra, veamos uno de sus párrafos, en el que se lee: “En este marco de derrumbe macrista más pandemia, quienes idearon, impulsaron y apoyaron aquellas políticas hoy maltratan a un presidente que, más allá de funcionarios o funcionarias que no funcionan y más allá de aciertos o desaciertos, no tiene ninguno de los “defectos” que me atribuían y que, según no pocos, eran los problemas centrales de mi gestión”. 

 

La confusión de conceptos de CFK es, una vez más, proverbial e inquietante. A lo que llama ella “maltrato” es a las críticas. Le cuesta aceptar que, por más duras que sean, son parte esencial de la democracia. ¡Como si ella no criticara con igual dureza –y absoluta legitimidad– a sus adversarios! ¿Alguien ha escuchado en los últimos años –el término “últimos años” debe aplicarse aquí a un lapso que va desde 2003 hasta el presente– tener una actitud de “buen trato” para alguno de sus adversarios –internos y externos– a los que, en realidad, ella considera como enemigos?

 

El encomillado de la palabra “defectos” –como se sabe, una de las funciones de las comillas es marcar que una palabra se usa en sentido irónico o con un significado especial y opuesto a su significado real– es una definición de su Hubris que expone su egocentrismo y su falta de autocrítica. La falta de diálogo con propios y ajenos fue un problema esencial de su gestión y cuyas consecuencias aún hoy se padecen. La división que generó su uso despótico del poder es algo que llevará años superar. “Cuando nos obligaban a venir a esas puestas en escena que se hacían en la Casa Rosada durante aquellos años, nos ponían en exhibición en un corralito, no teníamos más remedio que hacer de aplaudidores y ni nos saludaba”, recuerda un gobernador peronista hablando de los “Aló Presidenta” reminiscentes del chavismo que durante los dos mandatos de CFK fatigaron la Cadena Nacional de Radio y Televisión.  

 

Lo de “funcionarios o funcionarias” que no funcionan apunta al corazón de la gestión de Alberto Fernández. Se sabe que la ex presidenta en funciones despotrica en voz alta contra el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, contra el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, contra la ministra de Justicia, Marcela Losardo, contra la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, contra el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, contra la ministra de Desarrollo Territorial, María Eugenia Bielsa, y el ministro de Transporte, Mario Meoni, por señalar algunos.

 

Curiosamente, ninguno de ellos pertenece al kirchnerismo duro.

 

No hay una sola crítica de la vicepresidenta al sistema de loteo de los ministerios que ella impuso como requisito en el reparto del poder que hizo y que tan dañino está siendo para el rumbo del Gobierno. Hablando de Vilma Ibarra e incorporándola al elenco de los señalados con el dedo admonitorio en la carta, ahora saben –por si alguna duda les cabía– que el rencor que les guarda la vicepresidenta será para siempre.

 

Albertismo. De las dos respuestas que desde el albertismo se ensayaron para responder a la carta de CFK, con el correr de los días gana adeptos la no oficial. Frente a la utópica creencia de que “a la carta se la había sentido como un apoyo” –más que utópica, fantasiosa–, se abren paso aquellos que sostienen que fue una jugada de CFK que “sigue minando el radio de acción del Presidente”, porque cualquier movida que surja del primer mandatario será interpretada como un acto espasmódico para cumplir los deseos de la vice. “No vamos a hacer nada en el corto plazo. Cristina propuso un doble juego: la crítica y la distancia, y nos tenemos que salir de esa dualidad”, señala una voz cercana al Dr. Fernández.

 

No fueron casuales las ausencias de la ex presidenta en funciones en los actos conmemorativos del 17 de octubre y del décimo aniversario del fallecimiento de su esposo.  “Ahora sabemos que la carta era la frutilla del postre. Si AF se enoja, sería funcional al juego de ella. Por eso salió a decir que la sentía cercana, “como un apoyo”, reconoció la misma fuente. 

 

Donde dos y dos son tres. Una de las palabras más escuchadas en la última semana fue diálogo. Habló de diálogo CFK en su carta; habló de diálogo Mauricio Macri; habló de diálogo Roberto Lavagna y habló de diálogo Alberto Fernández. ¡Qué verborrea!


Todos hablan de diálogo pero… los peros son tantos que el resultado será uno: la nada. 

 

Las discusiones y contradicciones internas atraviesan a las dos coaliciones que se disputan el poder.

 

La figura de Mauricio Macri agita las procelosas aguas por las que navega Juntos por el Cambio. La reunión del viernes en la casa de Elisa Carrió en Exaltación de la Cruz dejó una foto que habla. Hubo ahí un mensaje para el ex presidente. “Nadie le puede negar a Macri un lugar de preponderancia pero su liderazgo unipersonal acabó”, señaló una voz que conoce lo que pasa en el universo de JxC.     

 

Más allá de la interna, en esa bucólica tarde con aires campestres se habló del momento de debilidad política que vive el Presidente. Al que la carta de CFK profundizó aún más. Por lo tanto se tomó una decisión: evitar las posturas extremas. “Nosotros vamos a mantenernos alejados de los discursos duros. Si el Presidente se quiebra, lo que viene es peor”, señaló con contundencia uno de los participantes del encuentro.

 

¿Quo vadis Alberto Fernández? Esa es la pregunta de cada uno de los días de este gobierno.

 





domingo, 31 de mayo de 2020

Pandemia y deuda… “Anche se” Persecuciones… @dealgunamanera...

Persecuciones…

Agente 00000007, Mauricio Macri. Dibujo: Pablo Temes

Cuando vuelva la "normalidad", la confianza en el país será la gran incógnita de cara al futuro.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 30/05/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


El fiscal federal Jorge Di Lello impulsó la investigación de la denuncia contra el ex presidente Mauricio Macri y funcionarios de su gestión, por supuesto espionaje ilegal, presentada esta semana por la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño.

Sobre esta grave denuncia que debe ser investigada a fondo, el Presidente dijo: “Nos acusaban a nosotros de hacer esas cosas, porque ellos las hacían. Asimismo como piensan que nosotros tenemos una mesa judicial”. En tanto aseguró: “Nosotros no lo hacemos porque fuimos víctimas de eso durante años. Los que somos peronistas y pasamos la dictadura, sabemos de qué se trata”.

En 2012, en ocasión de la denuncia hecha al descubrirse el llamado “Proyecto X”, que consistía en la infiltración de agentes de la gendarmería nacional en los movimientos sociales que protestaban contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández, expresó: “La verdad es que me asombra que alguien lo avale ahora. No puedo creer que pase algo así en la gendarmería argentina.

Tengo la impresión de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no toma conciencia de la gravedad que estas cosas suponen. Que después de las cosas que nos tocó pasar. Que después de haber sido el proyecto político que reformuló la vigencia de los derechos humanos en la Argentina, alguien vea que, graciosamente, la Gendarmería vaya y espíe en los movimientos sociales”.

Y en un reportaje que le realizaron el 4 de junio de 2018 para el libro Lobby: cómo se construye el verdadero poder en la Argentina, de los periodistas Julián Maradeo e Ignacio Damiani, Alberto Fernández manifestó: “¿Cómo me entero yo de la existencia de ello? (se refiere a las operaciones judiciales) Me pide una reunión un concursante en lo Penal y Económico. Le habían dicho que si quería conseguir su designación, tenía que ir a una reunión a un estudio. Lo citaron en el estudio Richarte, en donde estaban Javier Fernández, (Horacio) Stiuso y (Darío) Richarte. Los tres le hicieron saber que ellos tenían la llave de su designación. Son un gran mal y creo que por este tipo de estructuras la Justicia argentina tiene una crisis terminal, sobre todo en el fuero federal, donde hay que barajar y dar de vuelta… La aparición de ese estudio surgió sobre el final del gobierno de Néstor y yo puse el grito en el cielo. Luego se afianzaron con Cristina”.

¿Cómo es que no denunció en su momento ese grave hecho? Recuérdese que, por haberlo denunciado a Stiuso, Beliz fue echado del gobierno y perseguido a lo largo de todo el kirchnerato. Javier Fernández fue un operador judicial clave durante esos años.

¿De dónde sacó el Presidente que el peronismo no persigue a opositores y críticos?

¿Olvidó acaso cuando denunció que CFK lo perseguía? ¿Olvidó acaso cuando desde los medios K lo descalificaban?

El peronismo persiguió y fue perseguido; espió y fue espiado; censuró y fue censurado. AF fue una de las víctimas de la persecución y el descrédito al que el kirchnerato sometió a opositores y críticos. Parece que olvidó cómo se lo vituperaba desde 6, 7, 8 y otros medios del oficialismo K. Parece que al Presidente lo está atacando la amnesia del poder. Lo mismo le pasó –y le pasa– a CFK. En ese tren de doble conducta, se deben incluir algunas otras manifestaciones de Fernández.

Su viaje a Formosa fue uno de ellos. “Gildo siempre que pide, pide para Formosa; siempre que trabaja, trabaja para Formosa”. Se ve que pide poco o trabaja poco para su provincia a la que gobierna como un señor feudal. Parece también que el Presidente se olvidó la escandalosa consultoría –que nunca existió– sobre la reestructuración de la deuda con la Nación por la que la provincia pagó 7,6 millones de dólares a la firma The Old Fund, que estaba al servicio de Amado Boudou. 

Pero, además de esas expresiones, hubo una flagrante violación de las normas del aislamiento social preventivo. El Presidente y el gobernador sin barbijo y a los abrazos. ¿Olvidaron que las normas son de cumplimiento obligatorio para todos?

Por el minotauro de la economía.

La renegociación de la deuda con los representantes de los fondos de inversión avanza. “Se está a 5 dólares de distancia de un posible acuerdo”, señala un analista que conoce al dedillo la marcha del proceso. En la reunión del ministro de Economía, Martín Guzmán, con los empresarios, hubo un denominador común: los participantes instaron al ministro a hacer todos los esfuerzos necesarios para lograr un acuerdo con los acreedores privados y evitar el default. “Mire que muchos de estos fondos son inversores de nuestras empresas”, le recordaron al ministro.

En medio de esto, sin embargo, el clima dentro del Gobierno es complejo. Desde el núcleo duro del kirchnerismo no ven la hora de sacárselo de encima al presidente del Banco Central, Miguel Pesce. “No lo aguantamos más”, se sinceró un dirigente de neto cuño K.

No es que Pesce sea el sumun de nada pero quien le suceda es posible que sea peor. Además, Pesce fue puesto ahí por AF, detalle no menor. La situación de las pequeñas y medianas empresas es angustiante.

Es lo que se viene diciendo desde hace semanas. Las ayudas del Gobierno llegan mal. Más del 40% de las firmas que las han solicitado no han encontrado ni ayuda ni respuesta a sus pedidos de algún tipo de flexibilización. Lo significativo de todo esto son las consecuencias.

Cuando la pandemia termine –porque un día se va a terminar– y cuando el tema de la deuda se solucione –porque un día se va a solucionar–, la confianza en el país será siendo la gran incógnita de cara al futuro. “No me molesta que me hayas mentido, me molesta que a partir de ahora no pueda creerte” (Friedrich Nietzsche).





domingo, 10 de mayo de 2020

Cuarentena fase 4… @dealgunamanera...

Cuarentena fase 4…

Migraña citadina, Horacio Rodríguez Larreta. Fotografía: Pablo Temes

Crece la tensión con Miguel Pesce. No es buena la relación con muchas provincias.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 10/05/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Como era de prever, la pandemia de coronavirus ha hecho centro en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Las cifras de la semana que pasó son concluyentes: entre las dos jurisdicciones se llevaron entre el 60% y el 80% de los casos. Las villas de emergencia y los geriátricos han empujado el número de casos en la Ciudad. En el conurbano bonaerense es más difícil hacer un análisis cualitativo porque la Provincia no da números propios ni discrimina los casos según municipios y zonas. Además, los testeos en las villas no alcanzan la cantidad de los que se efectúan en CABA.

La conferencia de prensa en la que el Presidente anunció la prolongación de la cuarentena tuvo sus bemoles. Por empezar, habiendo dejado atrás las filminas tipo clases de facultad, Alberto Fernández dedicó varios minutos a defender su gestión a través de un análisis comparativo de lo que sucede en otros países. Así como en las veces anteriores se ocupó de Chile y de Brasil, esta vez lo hizo con Suecia. Se ve que le molestó la difusión que a través de los medios y de las redes sociales ha alcanzado el así llamado “modelo sueco”.

En verdad, la lectura que se ha hecho –acá y en el mundo– de lo que sucede en Suecia es incompleta. No es que allí no se hayan tomado medidas de aislamiento, sino que las que se adoptaron son más laxas que las de aquí. Estamos hablando de un país con una disciplina social y un nivel de vida diferentes al nuestro, que tiene una tasa de mortalidad mucho más alta que la Argentina.

Volviendo ahora al discurso del Presidente poco le interesaba a la ciudadanía su incursión por esos vericuetos en los que además se perdió y se confundió. Lo que se esperaban eran las medidas. Otro rasgo que exhibió AF fue el del enojo. Lo perturbaron las preguntas que tienen que ver con los aspectos no epidemiológicos de la pandemia. Sucedió cuando Mariel Di Lenarda lo inquirió sobre los médicos y personal del equipo de salud que no están cobrando y cuando el colega de la agencia Bloomberg le pidió definiciones sobre los aspectos económicos del presente. Fruto de esa perturbación, las preguntas quedaron sin respuestas. En su lugar hubo un conjunto de frases inconexas y confusas: casi una especie de farfulleo.

Paradojalmente esas preguntas son las que se formula prácticamente la totalidad de la gente. Según lo expresó, al Presidente le molestan los comentarios críticos que se difunden por las redes sociales. Llamativa reacción para alguien que se vale intensamente de ellas para su comunicación.

Horacio Rodríguez Larreta estuvo con rostro adusto durante toda la conferencia. En su exposición fue concreto y prescindió del discurso político. La única alusión a su gestión tuvo que ver con la fuertemente criticada medida de obligar a los adultos mayores a pedir un permiso para ir a hacer los mandados. Le cuesta aún entender que, salvo excepciones, ellos se saben cuidar y que una cosa es querer cuidarlos y otra muy distinta es encerrarlos en sus casas. Reconoció que hay una flexibilización de hecho y les agradeció a los vecinos por su observancia de las normas de aislamiento.

Axel Kicillof, por su parte, no pudo refrenarse a la tentación de hacer un discurso político hablando bien de su gestión mientras el Presidente tosía sobre el pliegue de su codo derecho. Para completar, Kicillof no se refrenó de criticar la administración de María Eugenia Vidal. En fin, nada que sorprenda.  

Claroscuros de la cuarentena. El fracaso estrepitoso de la sesión mixta –presencial y online– de la Cámara de Diputados pasó sin mayores repercusiones. Pero, en verdad, fue un bochorno.

Un fracaso más de Sergio Massa. Debió haber habido más ensayo y trabajo antes de la “sesión”. En cambio, lo que hubo fue circo y mucho. El presidente de la Cámara de Diputados está muy activo en otros menesteres. Uno de ellos es el de la renegociación de la deuda. Ello es producto de sus diferentes viajes a los Estados Unidos en los cuales tomó contacto con representantes de distintos fondos que tienen inversiones en la Argentina. A través de esos encuentros, Massa tuvo una acabada idea de lo que iba a pasar con el porcentaje de fondos que irían a aceptar la propuesta del Gobierno.

Si bien a nivel local la oferta alcanzó un 70% de adhesión, el número total fue bajo: alrededor del 20%, no mucho más. El ex intendente de Tigre no se equivocó. Hay que entender también que algunos acreedores ven con desconfianza una oferta que implica esperar casi seis años para recibir algún pago significativo. Los antecedentes de la Argentina no ayudan. La fecha límite de negociación sigue siendo el 22 de mayo. 

Hay que poner el foco también en la provincia de Buenos Aires, que podría entrar en default el 18 de mayo, que es el día que se le cumple el período de gracia del BP28, bono por US$ 19 M con legislación extranjera que tenía que pagar intereses el 18 de abril y no lo hizo.

La relación interna del equipo económico sigue siendo tensa. Muchos miran de reojo y con creciente disgusto al presidente del Banco Central, Miguel Pesce. Se le achaca una manifiesta impericia para manejar el precio del dólar, lo cual ha contrastado con otros indicadores de la economía que no fueron tan malos, como, por ejemplo, el riego país, que bajó.

Tampoco es idílica la relación del gobierno nacional con los de muchas provincias. Por lo bajo hay quejas acerca de fondos que no llegan con la fluidez y en la cantidad necesaria y/o prometida. “Me siento un jugador de ajedrez con veinte partidas simultáneas”, dijo ayer Alberto Fernández en una entrevista con FM Futurock.

“El ajedrez no es una jugada, ni aun la mejor jugada que tú debas buscar, sino un plan comprensible” (Yevgueny Znosko-Borovski).

Es lo que le falta al Gobierno.







domingo, 26 de abril de 2020

…Y la cuarentena va… @dealgunamanera...

…Y la cuarentena va…

"Lo importante es la salud..." Cristina Fernández. Dibujo: Pablo Temes

Se ha instalado la idea falaz de que pandemia y república son conceptos incompatibles.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 26/04/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


No hubo misterio ni novedad: la cuarentena sigue. Para algunos se asiste a una especie de enamoramiento por parte del Presidente de esta medida que ha llevado su popularidad por las nubes. En verdad, lo que hay es temor. El así llamado “corrimiento de la curva” genera alivio e incertidumbre, al no saberse a ciencia cierta cuándo llegará el pico. Por eso –y después de algunas discusiones inútiles– se termina aceptando la iniciativa de los testeos masivos.

Es la única manera que hay para determinar cuál es el grado de circulación del virus en la comunidad.

Es indiscutible que el aislamiento social preventivo viene dando hasta aquí los resultados esperados: la cantidad de casos no se ha disparado. El desafío es y será cómo salir, algo nada fácil.

Uno de los datos inquietantes que la pandemia arroja en nuestro país es la cantidad de integrantes de los equipos de salud que están infectados con el SARS-Cov 2, que es el nombre técnico que se le ha dado ahora al coronavirus.

No es casual. Es producto esencialmente de dos factores: la falta de equipos de protección adecuados y del pluriempleo. Una verdadera paradoja en relación con los aplausos que a las 9 de la noche la sociedad les brinda a médicos, bioquímicos, enfermeras y paramédicos que arriesgan literalmente su vida cada día.

Son muchos los profesionales de salud que expresan su enojo ante los avatares que deben enfrentar en el ejercicio de sus tareas: malos salarios, malas condiciones de trabajo, mal trato y un largo etcétera de quejas.

La idea de traer médicos cubanos no ha hecho más que ahondar esa disconformidad. Esta iniciativa carece de todo fundamento serio. El uso político que hace Cuba de sus médicos y la explotación a la que los somete es algo muy bien conocido. A eso se le debe agregar la leyenda de la fabulación sobre un nivel de excepcionalidad de la medicina cubana que no es tal. Como tampoco es excepcional la calidad de medicina al que puede acceder el común de la gente en la isla. Los lugares de elite como el Instituto Cardiovascular o el Cimeq son para los miembros del gobierno y para los extranjeros que pueden pagarlo.

Por lo demás, lo que se ha dicho es que los médicos que vendrán lo harán para actuar en la segunda línea, es decir para atender patologías distintas a la del coronavirus. ¿Hará falta decirles a los integrantes del Gobierno que para eso hay médicos de sobra en la Argentina?

¿A las puertas del default? Nadie sabe cómo va a terminar la jugada del Gobierno en su renegociación con los acreedores privados primero y con el Fondo Monetario Internacional después. Lo que está claro es lo que representaría para el país caer otra vez en default. El aislamiento del mundo dejaría al país y a sus empresas sin crédito; los fondos buitre estarían otra vez al acecho, buscando comprar bonos argentinos a precio vil para luego reclamar el pago de su valor total ante tribunales extranjeros. Es decir, un escenario de ruina.

No son las únicas tensiones de la economía. En el Gobierno hubo en la semana mucha discusión sobre la disparada del dólar y el funcionamiento del sistema bancario, del que el Presidente es muy crítico. El rumor sobre un posible cambio de la Carta Orgánica del Banco Central inquietó a su titular, Miguel Pesce. Hay fastidio por la falta de créditos a bajo costo para las empresas.

Pandemia y República. Los graves incidentes del viernes en el penal de Villa Devoto no fueron producto de la casualidad. Cuando se produjo la escandalosa decisión de otorgarle el beneficio de la prisión domiciliaria sin ningún fundamento serio a Amado Boudou, se encendió la mecha para una rebelión en las cárceles. Para ello tampoco fue ajeno el insólito pedido hecho por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, para que la Justicia procediera a liberar a Martín Báez y a concederle la domiciliaria a Ricardo Jaime.

Nada que sorprenda de este funcionario prohijado por Cristina Fernández de Kirchner, más preocupado en proteger a condenados y a utilizar la bandera de los derechos humanos en pos de un objetivo: la impunidad de condenados y acusados por graves delitos de corrupción. Ante tanta arbitrariedad, la reacción de los internos de Devoto no sorprendió.

Y mucho menos cuando se los proveyó de teléfonos celulares con los que se pueden comunicar con quienes quieran. ¿A quién se le ocurrió esta “brillante” idea –una verdadera bomba de tiempo– que les permite a los presos actuar en red? Debería preocupar al Gobierno la advertencia que hicieron los cabecillas sobre la posibilidad de una oleada de motines en las distintas unidades penitenciarias del país.

El problema de la sobrepoblación y de las malas condiciones de la mayoría de las cárceles es de vieja data. Los internos deben ser alojados y tratados con respeto en aras de lograr su reincorporación a la vida en libertad.

Eso no tiene nada que ver con lo sucedido el viernes. En el acta acuerdo firmado se habla de reducción y de conmutación de penas.

Si la consecuencia de todo ello es también la impunidad, quedará instituido un precedente que pondrá en riego a toda la sociedad.

La falta de actividad del Congreso es también inquietante. Al oficialismo le interesa un solo tema referente al funcionamiento del Poder Legislativo: la sanción del impuesto “por única vez” a las grandes fortunas.

No hay en el horizonte ningún otro asunto que mueva al Gobierno a darle vida a la actividad de diputados y senadores. Así como los supermercados o los bancos, las instituciones son también servicios esenciales a pesar de lo que muchos de sus miembros hacen día a día para desprestigiarlas. Lo mismo vale para el Poder Judicial.

Parecería haberse instalado la idea de que la República es incompatible con la pandemia. He ahí una falacia tentadora y peligrosa.






domingo, 12 de abril de 2020

Cuarentena administrada… @dealgunamanera...

Cuarentena administrada…

Barbijo-Parapente, Ginés González García. Dibujo: Pablo Temes

La población sigue en casa y siguen las internas del Gobierno con ministros que exhiben miradas contrapuestas.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 12/04/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Esa fue la denominación que le dio el Presidente a la prolongación de la cuarentena que anunció en la conferencia de prensa del viernes. Al margen de los gráficos que mostró, su exposición fue escasa en anuncios y certezas.

Está claro que la única certeza de la pandemia causada por el coronavirus es la incerteza.

Hasta aquí, la cuarentena instalada por el Presidente viene dando buenos resultados. La proyección del ministro de Salud, Ginés González García, era que para esta época hubiese unos 40 mil casos. Sin embargo, los riesgos están al acecho. El pico de la crisis aún no ha llegado. El temido invierno plantea interrogantes que solo el tiempo y los hechos podrán develar. Al tiempo –ese instrumento mágico del alma, como lo llamaba Borges– nadie lo domina. Quedan los hechos. Y los hechos le presentan al Gobierno dilemas y desafíos.  
La cantidad de testeos que se han realizado hasta ahora es decididamente escasa. Hay tras esto una realidad: hay en estos momentos una disputa feroz a nivel mundial por los kits de testeo. En la puja por la oferta y la demanda, la batalla es dura. Los Estados Unidos y Europa buscan acapararlos casi con desesperación.

De los testeos que están faltando, uno principalísimo es el que corresponde al equipo de salud. Deberían hacérselos a todos ellos por razones obvias: son los más expuestos por estar en la trinchera. La cantidad de médicos fallecidos en Italia lo muestra.  

La falta de testeo hace que solo se los haga a personas que tienen síntomas compatibles con la afección. Esto deja fuera a los asintomáticos, que constituyen un problema creciente en la dispersión de la enfermedad. Este punto es clave. Detectar a los asintomáticos tiene dos consecuencias: una fáctica y otra estadística. La fáctica es que, una vez identificado, el asintomático es puesto en situación de aislamiento para evitar contagios y, además, permite identificar a sus contactos y saber quiénes están infectados o no. Esto ayuda mucho a la reducción de la difusión de la afección. La estadística es que posibilita tener una real idea de la expansión de la enfermedad. No es lo mismo tener 1.975 casos sobre 15 mil testeados que sobre 100 mil.

Nadie sabe cuándo termina esto. La frase propiciada por el Presidente al comienzo de su conferencia de prensa el viernes pasado refleja la incertidumbre de un proceso con consecuencias socioeconómicas devastadoras. Hay una clara disociación entre la firmeza que se muestra en el área sanitaria y lo que está sucediendo en la económica. En la primera –con discusiones y puntos por resolver– hay un rumbo claro. En la segunda, no.

Sobrevuelan ahí miradas diferentes que no logran amalgamarse. Es una falencia que atañe a dos ministros –Martín Guzmán y Matías Kulfas–, al presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y al mismísmo gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.  

Hay cosas que quedan inconclusas, incluyendo la emergencia alimentaria también. La gran preocupación del ámbito empresarial, gubernamental y sindical es hasta cuándo aguanta el Conurbano.

En algunos lugares los paliativos están tardando mucho. Recién a partir de la próxima semana llegarían los Ingresos Familiares de Emergencia. La cuarentena lleva veinte días en que las empresas no han facturado.

Esta crisis se da en el contexto de un escenario de pobreza que crece incesamente.

La falta de manejo político del ministro de Economía obligó al Presidente a salir a respaldarlo ante las quejas de gobernadores e intendentes por la falta  de llegada de fondos.

Sempiterna corrupción. El episodio de los sobreprecios de alimentos sucedido en el Ministerio de Desarrollo Social no debe ser considerado una casualidad, sino que tendría que ser una luz amarilla de alta intensidad para el Presidente. La estructura de su gabinete y de otras áreas de gestión es decididamente mala y lo que pasó con los precios del arroz y del aceite es solo un indicio.

El proceso de designaciones que se utilizó para la cobertura de los cargos de segunda línea de los ministerios y otras áreas fue propio de una bicefalía. 

Alberto Fernández nombró a los ministros y el resto le fue impuesto por Cristina Fernández de Kirchner. Esa estructura le está generando –y le va a generar– muchos problemas tanto a Alberto Fernández como a su gobierno. Quienes conocen la trama de lo que sucede en ese ministerio coinciden en señalar la influencia de Carlos Castagnetto, fue un ladero clave de Alicia Kirchner durante los doce años del kirchnerato.

Hay que hacer, además, algunas preguntas: ¿a quién se le ocurrió el nombramiento como secretario de Articulación de Política Social de Gonzalo Calvo, siendo que ya había tenido que renunciar al cargo de secretario de Seguridad del Municipio de Almirante Brown acusado de pedir coimas? ¿Cómo es que Arroyo aceptó que le impusieran ese nombre que venía con ese antecedente? ¿Quién se lo impuso?

El hecho aumenta de volumen cuando se analiza la empresa a la cual se hizo la compra. Esa empresa, del Grupo L –que no es fabricante de los productos sino intermediaria–, ya había sido denunciada por sobreprecios tanto desde Cambiemos como desde el kirchnerismo.

Un “detalle” más. El escándalo permitió conocer un poco más la proliferación de cargos que existen en el Ministerio de Desarrollo Social.

Repasémoslos:

-Subsecretario de Asistencia Crítica.
-Coordinador de Abordaje Territorial.
-Coordinador de Depósito Metropolitano.
-Director de Emergencia.
-Coordinador de Asistencia Técnica.
-Directora de Asistencia Crítica.
-Directora de Asistencia Institucional.
-Director de Gestión y Asistencia Urgente.
-Director de Ayudas Emergentes.
-Coordinador de Asistencias a Instituciones No Gubernamentales.
-Coordinador de Ayudas Urgentes.
-Director de Talleres Familiares.
-Director Nacional de Articulación Social.
-Director de Asistencias para Situaciones Especiales

Cuando se ve esta proliferación de cargos se entiende a la perfección la indignación de la sociedad con el costo de la política. El Presidente debería enojarse menos y hacer algo para remediarlo.

“Volvimos para ser mejores”, fue su promesa.





domingo, 5 de abril de 2020

Malestares. Cuarentena desangelada… @dealgunamanera…

Malestares. Cuarentena desangelada…  

Caños sin costura, Paolo Rocca. Dibujo: Pablo Temes

Críticas a los empresarios, elogios a Moyano y maltrato a los jubilados: una semana que erosionó la figura del Presidente.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 05/04/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma e Buenos Aires, República de los Argentinos.


La segunda semana de la cuarentena bien podría calificarse como la semana del desangelamiento presidencial. Comenzó con la destemplada frase destinada a los empresarios en el discurso con el cual anunció la prórroga del aislamiento social preventivo hasta el 13 de abril, y culminó con el bochornoso y peligroso espectáculo de miles y miles de jubilados soportando el frío de la noche a la mañana en largas colas ante las puertas de los bancos para cobrar haberes de miseria.

El término “miserable” con el que se refirió a los empresarios que despiden gente –en verdad, se estaba refiriendo a Paolo Rocca– y el tono cayeron decididamente mal. No porque el despido de gente no merezca una atención especialísima, sino porque la mayoría de las empresas no saben cómo hacer frente al pago del salario de sus trabajadores.

Y, junto con esto, el tono utilizado por el Presidente reflotó en algunos miembros de los sectores duros del kirchnerismo el sentimiento antiempresarial que dominó durante los 12 años de aquella gestión.

Moyano. Otro eslabón del desangelamiento presidencial lo constituyó el acto de reinauguración –por tercera vez– del sanatorio del Sindicato de Camioneros, en el que Alberto Fernández trató a Hugo Moyano de dirigente ejemplar. Tan insólito y fuera de lugar fue ese calificativo que fueron no pocos los funcionarios que se quedaron boquiabiertos al escucharlo. Y se ve que el mismo AF se debe haber dado cuenta de lo despropositado de su elogio, porque en el almuerzo del viernes con la cúpula de la CGT se sintió obligado a aclararles a sus líderes lo que había querido decir.

Escuchá lo que dijo el Presidente de la república:

Radio con Vos 89.9 Mhz. Programa Pasaron Cosas. © Creado por Skibajuan2169

Como siempre ocurre en estos casos, estas explicaciones, más que aclarar, oscurecen. Moyano forma parte de una casta de dirigentes sindicales que encontraron una veta económica fenomenal haciendo negocios con los sindicatos de los que se han adueñado.

Jubilados. El espectáculo lamentable de la dignidad humana que se vivió el viernes con los miles y miles de jubilados que debieron hacer horas de cola para cobrar sus haberes de miseria fue muy mal manejado por Fernández.

“El Presidente me llamó muy temprano; estaba enojado”, confesó el titular del Banco Central, Miguel Pesce, un hombre puesto allí por AF. Su ineptitud para manejar algo tan previsible bien le debió haber valido la renuncia. Y lo mismo vale para el titular de la Anses, Alejandro Vanoli.

En ámbitos del Gobierno, varios funcionarios coinciden en que la actividad bancaria debió haber sido incluida dentro de las actividades esenciales, con los cuidados del caso como se ha hecho, por ejemplo, en los supermercados.

Haber anunciado la reapertura de los bancos sin tener en cuenta las aglomeraciones que generaría ha sido una decisión de una alta irresponsabilidad sanitaria. “Si acá estamos en una guerra, algún general debería pasar a retiro. En el día más frío del año, que haya pasado esto es inadmisible. Alguna consecuencia tiene que tener”, señaló un integrante del directorio de un banco oficial que alertó sobre esto y a quien se desoyó.

Es evidente, pues, que Alberto Fernández demostró una sorprendente falta de timing para manejar la situación. Las colas contradijeron flagrantemente el “Quedate en casa”, la consigna clave de esta cuarentena.

Por las entrañas del Conurbano. Finalmente, Axel Kicillof se acercó esta semana a los intendentes del Conurbano. Junto a Sergio Berni visitó el lunes los municipios de Almirante Brown, Lomas de Zamora y Esteban Echeverría; y el viernes los de Hurlingham, Tres de Febrero, San Martín, Morón e Ituzaingó. “Se busca coordinar acciones y ver cómo se trabaja en cada municipio y el avance de integración de cada área al COE, que son Seguridad, Salud, Desarrollo Social y Educación”, afirmaron desde el entorno del gobernador.

Evidentemente hubo un cambio en Kicillof, al recibir a la oposición y mostrarse con intendentes, dos cosas que no había hecho desde que se desató la pandemia.

De todas maneras, algunos de los enfrentamientos internos y con sectores de la oposición persisten. De estos últimos, uno de los más significativos se da con el intendente de La Plata, Julio Garro. Ocurre que el secretario de prensa del ministro de Salud, Daniel Gollán, que es su vocero además –en Provincia tienen el mismo rol–, es Cristian "Chicha" Scarpetta, ex vicedecano de la Facultad de Periodismo de la UNLP y muy cercano a la ex decana de esa facultad, Florencia Saintout. En ese ministerio hay mucha gente de Saintout (peleada con Garro) y de La Cámpora, lo que traba no solamente las gestiones con Garro sino también con los intendentes de Juntos por el Cambio. Saintout hizo nombrar a su hermana como directora del Hospital Provincial de Gonnet.

Estas circunstancias refuerzan la decisión de muchos intendentes de puentear a Kicillof y hablar directamente con Alberto Fernández.

La pandemia y su circunstancia. Desde el punto de vista epidemiológico, la situación en la Argentina está por ahora bajo control. Eso no equivale a decir que esté “dominada”, como expresó con tono algo canchero el Presidente en el reportaje que le realizó el cantante puertorriqueño René Pérez.

Todavía hay problemas con la llegada de los kits para la realización de los test diagnósticos a las provincias. Por eso, la cantidad de testeos sigue siendo baja.

Además hubo malestar interno a mitad de semana con el sorpresivo anuncio que hizo el doctor Ginés González García sobre una iniciativa que propiciaba una especie de confiscación de las clínicas y centros de salud privados. Nadie entendió bien qué quiso hacer el ministro.

Hasta aquí, el sector privado ha venido trabajando muy bien en su combinación con el sector público. De hecho, muchos de los casos positivos han sido y están siendo atendidos en instituciones médicas privadas.

La aclaración que sobrevino a la reunión del jueves entre el ministro y los privados, en la que se habla de una coordinación entre el sector público y privado, fue una obviedad destinada a formalizar una salida elegante del innecesario entuerto.

El debate de la semana que se inicia será cómo salir de la cuarentena. Es el gran desafío para el Gobierno.

“Las epidemias han tenido más influencia que los gobiernos en el devenir de nuestra historia”. (George Bernard Shaw)