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domingo, 23 de julio de 2023

Las tratativas y los rumbos… @dealgunamaneraok...

Las tratativas y los rumbos…


© Escrito el sábado 22/07/2023 por Carlos Heller, Presidente del Banco Credicoop Cooperativo Limitado y Dirigente Cooperativista y Publicado por la Revista Acción en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

La finalización de la quinta revisión, según se espera, permitiría el desembolso de fondos del organismo. De lo que se trata, en estas horas, es de minimizar las condicionalidades habituales del Fondo Monetario internacional (FMI), lo que implicaría una mayor libertad para las políticas públicas orientadas a la producción y el empleo.     

© Escrito el sábado 22/07/2023 por Carlos Heller, Presidente del Banco Credicoop Cooperativo Limitado y Dirigente Cooperativista y Publicado por la Revista Acción en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.    

Las medidas económicas que el Gobierno, según trascendidos periodísticos, se apresta a anunciar, se encuadran en ese marco y apuntan –lo cual es una obviedad– a reforzar las reservas monetarias. 

En tanto, los medios de comunicación concentrados, en gran medida afines a sectores de la oposición y a grandes grupos empresarios, tomaron un reciente informe del FMI para ejercer presión por una devaluación del peso. 

En rigor, el Reporte del Sector Externo difundido a mediados de semana se limita a calcular, como lo hace cada año al analizar las cuentas de los países integrantes, la supuesta brecha de competitividad en cada caso.  

En el capítulo argentino el FMI mantiene prácticamente invariables los conceptos incluidos en su análisis de 2022, cuando no podían preverse las consecuencias de la sequía. 

Señala que, para reforzar la sostenibilidad externa, las posibles respuestas de política son «una consolidación fiscal favorable al crecimiento, combinada con una política monetaria restrictiva y un régimen cambiario simplificado».

Los objetivos de esas medidas propuestas en términos generales (y que no se relacionan con las actuales tratativas) son «moderar el crecimiento de la demanda doméstica», «reforzar el balance comercial», «recomponer las reservas internacionales», entre los más importantes. 

Sobre esta cuestión, no se puede desconocer que el problema principal para las Reservas Internacionales radica en la reciente sequía y su impacto en las exportaciones agropecuarias.

De no haber sido por el déficit hídrico, se habrían exportado en granos y oleaginosas unos 25.000 millones de dólares más y se contaría con un ingreso fiscal (por retenciones) equivalente a unos 6.000 millones de la moneda estadounidense. 

Una devaluación de la moneda nacional no revertiría ese cuadro ni modificaría en lo esencial la competitividad. La realidad es que el tipo de cambio real multilateral se encuentra hoy en niveles superiores (es más competitivo) que en la etapa 2016-2017.

En ese momento el valor del dólar estaba determinado por «el libre mercado», antes de la crisis ocasionada por el sobreendeudamiento dispuesto por el expresidente Mauricio Macri.  

El puente 

He sostenido en forma reiterada que no hay acuerdos buenos con el FMI, lo que hay que lograr es el menos malo posible en esta coyuntura para conseguir un puente temporal. En 2024 las condiciones serán seguramente otras: se revertirán los efectos de la sequía, con el impacto positivo que ello tendrá en términos de reservas internacionales y en recaudación por retenciones. Y a la vez aumentará el aporte de divisas en sectores como el energético y la minería, que contribuirán a mejorar la balanza comercial.

Desde luego, el rumbo proyectado, a partir de un acuerdo con el FMI menos gravoso, es bien distinto al que prometen los precandidatos de orientación neoliberal, partidarios de un severo ajuste monetario y fiscal junto con una fuerte devaluación que acentuaría la transferencia de ingresos en desmedro de la mayoría de la población. 

Un modelo que prevé el cierre o achicamiento de empresas públicas, como anunciaron que harán con Aerolíneas Argentinas si triunfan en los comicios de octubre. Como también prometen suprimir ministerios (eliminar por ejemplo el de Mujeres, Género y Diversidad), recortar derechos laborales y reducir el «costo» del sistema previsional. Planes para una Argentina menos justa y socialmente más desigual. 


   

domingo, 11 de junio de 2023

Personalismo y descontrol... @dealgunamaneraok...

 Personalismo y descontrol... 

‘‘¡Y no se derrumba maaaaaás...¡”, Mauricio. Dibujo: Pablo Temes

A pocos días del cierre de listas hay un clima de pelea generalizada en el oficialismo y la oposición. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 10/06/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

Todo es pelea en las arenas de las dos coaliciones principales de la política vernácula. Es una pelea encarnizada, que se agudiza a medida que se acerca la fecha del 24 de junio. Ese día se cierran las listas de cuya confección dependerá la suerte de la Argentina. Muchos de los allí designados accederán a posiciones de poder desde la cual regirán los destinos de nuestro país y su gente. La lucha es por esos cargos. Es una lucha sin ideas, que se libra a la vista de todos sin la más elemental empatía con la dolorosa situación que atraviesan los votantes. Eso la transforma en un transcurrir obsceno. No hay sutilezas.

Por el lado del oficialismo, Sergio Massa combate con denuedo por anular la posibilidad de una competencia interna a la que le teme. Afirmar lo que va a pasar dentro de quince días es una quimera. Lo único cierto es que Massa quiere ser candidato. Para que ello ocurra, lo que busca con desesperación es anular la posibilidad de cualquier competencia interna. Ante lo estrepitoso del fracaso de su gestión como ministro de Economía, se arman cada tanto, algunas operaciones en las que el tigrense amenaza con dejar su poltrona e irse a su casa. La última tuvo lugar el viernes pasado. Le correspondió llevarla a delante a Cecilia Moreau –aliada estrecha de Massa– diciendo que el tigrense estaba harto de las operaciones, y que en cualquier momento podía irse. Es francamente paradójico que el ministro –experto en la búsqueda de acciones de propaganda política fatua, se sienta víctima de operaciones de sus adversarios. Los que lo conocen muy bien y, por lo tanto, lo quieren poco, descreen de cada una de las palabras de Massa.

Es una lucha sin ideas, que se libra sin empatía con la dolorosa situación que viven los votantes

La única realidad es que sólo está dispuesto a inmolarse por él. “Sergio tiene mucho que perder. Está sentado en la silla más caliente de la Argentina y si se banca estar ahí haciendo todo lo posible porque el país no estalle, es mejor que no le pongan palos en la rueda a su candidatura” –aseguran en su entorno, siguiendo la misma línea. Es un mensaje directo para el Presidente que insiste con la idea de la competencia en las PASO y se regocija porque su mentora y ahora enemiga íntima, no tiene candidato. Mejor dicho, lo tiene, pero Wado de Pedro no despega. ¿Será el turno de Axel Kicillof?

Entretanto, La Cámpora continúa perdiendo poder. Sus figuras, hombres grandes y aburguesados, están muy lejos de los pibes para la liberación. La facción ultra-k no tiene recambio. Así lo sostuvo el propio Javier Milei: “Cristina está profundamente enojada, porque le estamos haciendo un desastre en los segmentos de edad más joven y les estamos haciendo un desastre en la provincia de Buenos Aires”. Es cierto, la juventud ya no es permeable al sueño del kirchnerismo eterno.

El PRO y No tan Juntos por el Cambio en su totalidad, han atravesado la peor semana en cuanto a rencillas internas y disputas de poder. “No sé si esto ya terminó; hubo gestos de buena voluntad con el ingreso de Espert (José Luis), pero todos esperamos que la pelea no escale a partir del lunes” –dijo no muy convencido, uno de los armadores políticos de la coalición opositora.

Horacio Rodríguez Larreta siempre creyó que sería el heredero natural de Mauricio Macri. El tiempo y los desencuentros políticos y personales le enseñaron lo contrario. El alcalde porteño comprendió que debía independizarse de su padrino político. Eliminar a su mentor, si realmente pretende quedarse con el liderazgo opositor.

Prioridades invertidas

Larreta tiene un serio problema de timing. Primero, intentó disfrazarse de “progre” con algunas políticas y anuncios que le pusieron los pelos de punta a su jefe. Más tarde, dio las primeras señales de autonomía y lanzó una campaña donde aseguraba que había que unir a la Argentina y dejar de lado la grieta. El mensaje despertó polémica: ¿sumar sectores afines o ser “acuerdista” con casi todos? Las críticas lo obligaron a aclarar las cosas y todo terminó oscureciendo. La puntada final fue la que desató el tembladeral. El intento fallido para que el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti, un peronista clásico que supo jugar a favor del kirchnerismo en el Congreso (aún en la quita de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires), ingrese a JxC, desató la furia de Patricia Bullrich y Mauricio Macri que ya conforman un tándem muy bien aceitado para la campaña. La jugada no podía haber sido más inoportuna teniendo en cuenta que, además de las tensiones internas, Luis Juez se jugará en pocos días la posibilidad de ganar la gobernación de Córdoba como representante de JxC ante, nada más y nada menos, que el peronista Martín Llaryora, delfín de Schiaretti. Contradicción más grande no se consigue. En la política en general, y la argentina en particular a nadie le cuesta mucho dejar el manual de lealtad y buenas costumbres de lado. ¿Era la idea original de HLR ofrecerle la vicepresidencia al cordobés, para sumar los votos necesarios en la interna y barrer así con Patricia Bullrich y Mauricio Macri ante el crecimiento de los halcones en el Conurbano?

Una jugada a dos bandas que también le permitiría sumar aliados en el Congreso para la futura gestión. Rápida de reflejos –aunque igual de intransigente– la exministra de Seguridad salió a decir públicamente que la posibilidad de fractura de Juntos por el Cambio era sólo responsabilidad de Larreta.

Quedan pocos días para el cierre de listas y mandan los personalismos y el descontrol. No sólo faltan gestos de renunciamiento, sino que, además, a nadie se le cae una idea. Otra muestra más de que el poder enferma y enceguece. Otra muestra más de la falta de madurez política de nuestra dirigencia.



  

domingo, 23 de abril de 2023

Gesto sin efecto. Antes de que lo echen… @dealgunamaneraok...

 Gesto sin efecto. Antes de que lo echen… 

“Lo que más duele es la pluma...’” Dibujo: Pablo Temes.

El Presidente quiere erigirse en garante de la competencia interna en el FdT. Nadie lo cree.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 22/04/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

La decisión de Alberto Fernández de bajar su precandidatura a la Presidencia se pareció más a una renuncia a su cargo, que a un renunciamiento a competir por su reelección. En los hechos, el Presidente terminó de licuar el poco poder que le quedaba. Sergio Massa ha quedado definitivamente empoderado luego de una semana en la que se encargó de aniquilar la figura de AF. El episodio que terminó con la eyección de Antonio Aracre de las esferas del poder representó uno de los momentos de mayor tensión que se vivieron dentro del Gobierno desde la llegada del tigrense al Ministerio de Economía. Pensar que Aracre, un ignoto asesor presidencial, podía llegar a desestabilizar a Massa habla del tembladeral que se vive en las arenas del poder.

En el entorno del 
Presidente hay quienes creen que el ministro aprovechó la filtración de lo conversado en ese almuerzo de dos –AF y el asesor– con aires de leyenda en el que Aracre planteó la posibilidad de una devaluación y otras medidas, para montar una operación para hacer que AF lo echara. Más allá de la veracidad o no de la versión, lo cierto es que Massa hizo una verdadera carambola y se sacó de encima no sólo al molesto asesor sino también al Presidente. Hasta en lo gestual las cosas han sido determinantes. Un Presidente desolado que va al despacho de uno de sus ministros, quien lo recibe como si fuera un asesor más, a dar explicaciones y buscar una foto para intentar pacificar los mercados, representa una claudicación total en términos del ejercicio del poder.

El renunciamiento de AF no fue un acto de generosidad. Y no tuvo efecto alguno sobre el mercado cambiario. Los mensajes de los dirigentes del PJ en los que elogian su actitud y la enmarcan como un acto de desprendimiento son un canto a la hipocresía. El mensaje de 
Eduardo “Wado” de Pedro en el que afirma que el renunciamiento del Presidente permitirá reordenar el Frente de Todos contra Todos es una muestra de la evaluación absolutamente crítica que Cristina Fernández de Kirchner
 y La Cámpora hacen de la gestión gubernamental.

Es poco probable que el tembladeral que hoy representa la situación socioeconómica de la Argentina cambie. Llegar a diciembre será una penuria. Pero gobierna el peronismo. Y eso hace la diferencia. Si esta misma situación –alta inflación, dólar descontrolado, inseguridad, peleas internas–, sucediera con un gobierno de otro signo político, las cosas serían absolutamente diferentes. El país estaría incendiado.

La CGT decretaría paros cada semana. Algunos de los intendentes peronistas del Conurbano fomentarían los saqueos, los gobernadores peronistas se estarían reuniendo en Buenos Aires para apurar al Gobierno o al cambio de gobierno. Todo –absolutamente todo– sería un infierno. Esta es una circunstancia que deberá tener muy en cuenta la oposición si llegare a ser gobierno porque la situación con la que se encontrará será claramente peor que la que enfrentó Mauricio Macri en 2015. 

El jueves por la tarde una fuente del mercado financiero describía una realidad muy compleja que pone en riesgo cualquier intento de estabilidad: “Está pasando lo obvio. Se está dolarizando todo el mundo desde las empresas hasta la gente de a pie. Están sacando los plazos fijos y comprando el billete. La poca confianza que había se terminó de quebrar”. Los que tienen la suerte de contar con algo de poder adquisitivo corrieron a los supermercados y mayoristas. Listas en mano y comparación de precios. 

“Los que peinamos canas ya sabemos lo que hay que hacer. Si no podés comprar dólares hay que llenar las alacenas, mañana será más caro” –describió un vecino en un hipermayorista cercano al Abasto.

Una lectura política más amplia, obliga a toda la dirigencia a poner las barbas en remojo. El Frente de Todos Contra Todos le dio bandera de largada a su interna con diferentes nombres y apellidos. No son más de cinco. Bastante bien para lo que viene siendo una bolsa de gatos enardecidos. Es cierto que no es por deseo propio, sino más bien por la falta de figuras atractivas para el electorado. Pero es lo que es. ¿Podrá la oposición nucleada en No tan Juntos por el Cambio, ordenar sus peleas de cartel? El encuentro del PJ en la sede de Matheu 130, se convirtió en una formalidad de poco más de media hora.



   

domingo, 16 de abril de 2023

Mala Dirigencia. Vivir de espaldas… @dealgunamaneraok...

 Mala Dirigencia. Vivir de espaldas… 


Migraña Larretiana. Dibujo: Pablo Temes.


Quienes deben sacar al país del estancamiento no reaccionan. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 15/04/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.   

Desde la recuperación de la democracia, la Argentina vivió la mayor parte del tiempo bajo el azote de la inflación. Este mal que complica y deteriora la vida de la gente se ha instalado a la manera de una enfermedad crónica que desnuda los males del país. Males que tienen en la dirigencia política una causa fundamental. Desde 1983 a la fecha se han sucedido en el poder diferentes enfoques ideológicos.

El denominador común es que todos fracasaron. Fracasó el Plan Austral. Fracasó el Plan Primavera que desembocó en la hiperinflación que acabó con el gobierno de Raúl Alfonsín. La Convertibilidad engendró una bomba de tiempo que le explotó al gobierno de Fernando de la Rúa dando paso a la brutal crisis de 2001/2002.

La compleja matriz económica de la Argentina representa un desafío al que la dirigencia vernácula no le ha encontrado la solución. El 7,7% de inflación de marzo es una muestra más de ello que sorprendió incluso al propio gobierno que no esperaba semejante escalada. Cuando se escucha la banalidad de los argumentos que esgrime el oficialismo para explicar las causas de tamaño descalabro, se entiende perfectamente el porqué de esta dramática realidad, que hace cada día más cuesta arriba la vida de la ciudadanía.

En caso de ser gobierno, la oposición no tiene margen para repetir errores.

A través de la inefable portavoz presidencial, Gabriela Cerruti se la atribuyó a la guerra en Ucrania y a la sequía. Basta recordar que, a pesar del impacto mundial de esa guerra, la inmensa mayoría de países tienen niveles bajísimos de inflación que, por otra parte, han comenzado a descender. Lo mismo vale para la sequía.

Esta inflación que a lo largo de los últimos cuarenta años ha afectado a la economía tiene una consecuencia palpable y dolorosa: el aumento de la pobreza. La Argentina de hoy muestra niveles de pobreza y de miseria muy superiores a los que tenía hace 40 años. Y lo notable es que la dirigencia no se hace cargo de ello. Y el problema es que esto va socavando los parámetros de la vida en democracia. No es lo mismo gobernar un país en el que la pobreza es mínima, a hacerlo en otro en que los niveles de pobreza se acercan al 50% con un fuerte componente estructural.

Estamos asistiendo al fiasco más estrepitoso que ha experimentado el peronismo desde 1983 a la fecha. El humo de Sergio Massa se va adelgazando a medida que la improvisación va haciendo sentir sus consecuencias. Las medidas que va ensayando tienen cada vez menos efectos. El dólar soja 3, precios justos, recompra de deuda, dispensas del Fondo Monetario Internacional, ayuda del gobierno de los Estados Unidos, ayuda del mundo árabe, ayuda de China y un largo etcétera han terminado en un chasco. Vale decir que nos vendió el cuento del salvador utilizando las mismas recetas perimidas del pasado.

Nada da resultados. Y esto no debería sorprender a nadie. Un gobierno dividido y lleno de contradicciones internas no puede generar sino incertidumbre y desconfianza. Un gobierno con exponentes de la talla de Aníbal Fernández o el secretario de Comercio Interior Matías Tombolini, no tiene posibilidades ni capacidad de evitar el colapso. El primero, no tuvo mejor idea que apelar a la extorsión para dar su veredicto en materia de inseguridad.


Claudicación kirchnerista


“Si gana Juntos por el Cambio, las calles estarán regadas de sangre y muertos”. ¿Y cómo están ahora? El segundo, al igual que la portavoz, le echó la culpa de la inflación a la sequía y agregó a los formadores de precios. Otra vez sopa, con funcionarios de una intrascendencia e incapacidad alarmante.

Atención: esto debería también ser tenido muy en cuenta por los líderes de No Tan Juntos por el Cambio, atrapados hoy en una pelea anacrónica por candidaturas que, como consecuencia, los aleja de la agenda de la sociedad. En el hoy de la oposición escasea la certidumbre y abunda la duda, algo que, con todas las letras, expresó el mundo empresarial que se dio cita para escuchar a Mauricio Macri el jueves pasado, durante el almuerzo organizado por el Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (CICyP).

Un hombre de negocios que prefirió mantener en reserva su nombre expresó su desconcierto: “Salvo muy pocas excepciones, no veo las herramientas necesarias para atacar los problemas que tienen al país contra las cuerdas. Hay discursos políticos y decisión de los líderes opositores, pero cuando te juntás con quienes suenan para desempeñar cargos en Economía, o el Banco Central, notás que no pueden disimular el temor, la preocupación y hasta te diría, el espanto. Yo los entiendo, pero eso no nos da ninguna seguridad”.

En caso de ser gobierno la oposición no tiene margen para repetir errores. El diagnóstico inicial debe ser certero, realista y crudo. Claro que para eso deben dejar atrás de una vez por todas las luchas de poder interno. Aunque se cansen de repetir que son contrapuntos normales dentro de una coalición, lo que ocurrió esta semana fue lisa y llanamente una brutal pelea por el poder.

Horacio Rodríguez Larreta comprendió que no puede esperar nada de Mauricio Macri y, de una vez por todas, decidió destetarse de su líder político para sostener su alianza con una parte del radicalismo. Aún queda mucho camino por recorrer y, si siguen viviendo de espaldas a la gente, nada bueno podremos esperar de los encargados de sacarnos de este estancamiento.



  

sábado, 15 de abril de 2023

Los que apuestan a la incertidumbre… @dealgunamaneraok

Los que apuestan a la incertidumbre…


El índice de inflación de marzo alcanzó un nivel inesperado, debido a un conjunto de factores entre los cuales sobresale la instalación de un clima de creciente incertidumbre entre los distintos agentes económicos. En ese marco, se advierte la especulación de ciertos sectores, fogoneada por los principales medios de comunicación.
 

© Escrito por Carlos Heller el 14/07/2023 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Vale recordar que este último miércoles uno de esos medios se adelantó a plantear una situación preocupante. «Se aceleró en la primera semana de abril el ritmo de remarcación de precios», indicaba.

El 25 de marzo pasado, uno de los diarios de mayor circulación argumentó que las empresas que precisan materias primas o insumos externos estaban cargando en sus precios de venta al mercado interno un dólar a 450 pesos (más del doble del valor del tipo de cambio oficial, que es por el que importan). Según el artículo, ese comportamiento se debía al plazo transcurrido (270 días) entre el momento en que solicitan la licencia hasta que obtienen la autorización para el embarque. Debido a ello las empresas trasladan a sus precios los valores de los mercados de futuro.

De este modo, la cobertura «por las dudas», con la aplicación arbitraria de la lógica del costo de reposición, colabora con la idea de obtener la máxima ganancia.

Es evidente que no existen razones objetivas para que los bienes que se venden ahora (cuya autorización del componente importado se solicitó 270 días atrás) coticen a un valor del dólar distinto al de pago en el mercado de cambios.

Otro medio de prensa, especializado en economía, le preguntó a consultores privados por qué no se verificó una baja de la inflación si la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los financieros cayó en los últimos meses. El problema, se argumentó, es que el dólar oficial está atrasado y eso motiva la inflación por expectativas de una posible devaluación. Lo cierto es que esos temores no tienen sustento, ya que el tipo de cambio real multilateral mantiene su competitividad, incrementada desde septiembre pasado.

Mi explicación es que si la inflación sube con el aumento del dólar ilegal o el financiero, pero no cae cuando estos últimos lo hacen, la razón de fondo radica en la puja distributiva.

Resulta evidente entonces la intencionalidad política y el acto de irresponsabilidad de los sectores que tratan de instalar la idea de que hace falta una gran devaluación (a veces aluden al término «simplificación del esquema cambiario»), ya que impactaría negativamente en los ingresos reales de la población.

Hay que recordar lo ocurrido en 2016, apenas asumido el Gobierno macrista, cuando la devaluación se tradujo en una aguda recesión y en un fuerte salto de la inflación.

Hoy, ante un contexto de gran complejidad, las grandes definiciones de política económica no pueden quedar en manos de los mercados y de quienes prometen supuestas soluciones a través de un fuerte ajuste.


   

domingo, 2 de abril de 2023

Maremoto... @dealgunamaneraok...

 Maremoto...

El reposo del guerrero. Pablo Temes

Al Gobierno le pega la pobreza y la defección de su rival favorito.

 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 01/04/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El 39,2% de pobreza es una cachetada no solo para este gobierno y el peronismo, sino también para el resto de la dirigencia política de la Argentina. Representa el fracaso de todos los que han tenido protagonismo y poder político desde la recuperación de la democracia hasta aquí. Y, por si hiciera falta aclararlo, nada tiene que ver la democracia con esto que se ha convertido en una verdadera tragedia. Es una tragedia que refleja el presente, pero que se proyecta al futuro de nuestro país.

El 54% de los menores son pobres. Eso significa que la mayoría de ellos no tendrá posibilidades de salir de esa situación, porque hay componentes estructurales que condenan a esos pobres a seguir siéndolo. Muchos de esos chicos no podrán completar, en el mejor de los casos, la escuela primaria. Habrá otros que ni siquiera terminarán la primaria. Pero aun en el caso de aquellos que terminen la secundaria, habrá que ver qué nivel de instrucción y educación logran. En donde hay más pobreza, la educación es más pobre, porque la escuela acaba transformándose en un lugar en el que el principal objetivo es la alimentación y la contención y no la educación. Sin embargo, vale la pena hacer aquí un pequeño paréntesis: incluso en sectores de clase media, los chicos egresan sin alcanzar un nivel aceptable en matemática y no pueden comprender textos básicos.  

La alimentación, además, es otro factor clave en el desarrollo madurativo del cerebro de las personas en sus primeros años de vida. Una alimentación deficiente en proteínas e incompleta en aportes vitamínicos altera esa maduración neurológica fundamental para el desarrollo de las capacidades intelectuales de un individuo.

La Argentina de hoy se ha convertido en una verdadera fábrica de pobres.


Así las cosas, la Argentina de hoy en día se ha transformado en una verdadera fábrica de pobres. Para emitir tal aseveración no hace falta recurrir a las cifras del Indec: Se lo aprecia con solo caminar las calles de cada una de las ciudades y pueblos del país. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires no es la excepción. La cantidad de gente que vive y/o duerme en la calle ha aumentado. El viernes por la madrugada murió una beba de 3 meses en las puertas de la Casa Rosada. Vivía con su familia en situación de calle. La tragedia social, el dolor propio y ajeno están hoy a la vista de todos. El número de concurrentes que asisten a comedores comunitarios crece a diario, así como la cifra de personas que supieron pertenecer a la clase media y que han perdido todo y hoy han tenido que ir a vivir a villas de emergencia. Al recorrer las calles de la ciudad, es notable la cantidad de gente que habla sola y deambula sin un lugar cierto a donde ir.


Las consecuencias de esta dinámica son letales. Nadie se puede extrañar, pues, de que jóvenes y adultos sean cooptados por el narcotráfico para ser agentes del narcomenudeo, actividad que les permite ganar el dinero que no tienen y que, en muchos casos, tampoco podrían obtener en una actividad decente.  


Le toca hacerse cargo de esta catástrofe a este gobierno del peronismo porque, hay que ser claros, hoy el peronismo es el kirchnerismo. El análisis de las cifras permite observar datos puntuales de alta significación política. En un marco de generalizada pobreza, las zonas con mayor incidencia del país fueron Concordia en Entre Ríos con el 55,2% y el área del Gran Resistencia en Chaco con 54% y luego Santiago del Estero-La Banda con el 46,5% y los partidos del Gran Buenos Aires en cuarto lugar con el 45% de pobres. Para los que no lo saben, en Concordia, Gran Resistencia, Santiago del Estero y en la mayoría de los distritos del Gran Buenos Aires, gobierna el peronismo desde hace décadas. ¿Hace falta algo más para explicar que el peronismo es, hoy en día, un generador de pobreza?

Tampoco fue la oposición una fuente de creación de prosperidad y movilidad social ascendente. ¿Y entonces? Esa es la pregunta que deberían hacerse hoy en día todos los que aspiran a ser gobierno en el futuro. Y, de lo que se ve, se lee y se escucha, esa pregunta está ausente del debate público de todos los que aspiran al sillón de Rivadavia a partir del 10 de diciembre de este año.   

Crece la cifra de quienes pertenecieron a la clase media y hoy han perdido todo. 

El renunciamiento del expresidente Mauricio Macri no tuvo –hasta el momento– el efecto ordenador que se esperaba en la interna del PRO y de todo Juntos por el Cambio. Lo que sucede en CABA es un ejemplo gráfico de ello. El senador Martín Lousteau, que se cansó de repetir que competiría por la Ciudad, es uno de los grandes perdedores de la interna en ese distrito. Supo coquetear con Horacio Rodríguez Larreta esperando de él no se sabe qué. El alcalde porteño enfrenta demasiadas presiones y todo indica que tuvo que ceder –una vez más– a los deseos del omnipresente Mauricio Macri, que postula para el distrito a su primo Jorge. El apellido funciona muy bien de este lado de la General Paz. Atrás quedaron los experimentos electorales encarnados en los ministros porteños Fernán Quirós (Salud) y Soledad Acuña (Educación).

Donde sí ha tenido un efecto desconcertante el alejamiento del expresidente de la carrera electoral ha sido en el seno del kirchnerismo donde la pregunta que se reiteró en la semana fue: ¿y ahora qué? Sin polarización con el eterno rival, todo se torna más difícil para un gobierno que se hunde en su propio maremoto interno y arrastra consigo a toda la Argentina.