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jueves, 21 de diciembre de 2017

Jubilaciones Mínimas y AUH... @dealgunamanera...

Las Jubilaciones Mínimas y la AUH perdieron 7 (siete) puntos de su poder adquisitivo en los últimos meses.

ISEPCi | Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana

En lo que va del año el valor de la Canasta Básica Total para una familia de dos adultos y dos niños pequeños, subió $2.191,66.

© Isaac Rudnik – Marcelo Maqueda. Octubre 2017. ISEPCi | Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana. 
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De acuerdo al relevamiento mensual realizado desde el Índice Barrial de Precios (IBP) sobre los productos de la Canasta Básica de Alimentos (CAB) en 400 comercios de 20 distritos del conurbano bonaerense, en setiembre los precios aumentaron 1,57%. Por su parte la Canasta Básica Total (el total de los productos básicos que además de los alimentos, las personas necesitan para vivir adecuadamente) sumó un aumento similar. 


Luego del amesetamiento que los precios de los alimentos que presentaron en los meses de  mayo y junio (+0,71%), el espiral ascendente registrado en la primera parte del año parece retomar la curva en los meses de julio, agosto y septiembre (+4,56% en ese trimestre). En lo que va del año el valor de la CBT para una familia de dos adultos y dos niños pequeños,  subió $ 2.191,66.


La curva ascendente que muestra el gráfico para este último trimestre no plantea una perspectiva optimista para los últimos meses del año, si tenemos en cuenta que están anunciados importantes ajustes en tarifas y combustibles.

Los anuncios oficiales

En agosto pasado el gobierno anunció los aumentos que corresponden por la Ley de Movilidad sancionada en 2008, para las jubilaciones y las asignaciones sociales que empiezan a regir desde setiembre 2107, pero que se cobran efectivamente a partir del 1° de octubre. El Jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo entonces que el incremento interanual ascendía al 28%, por lo que con una inflación estimada para el mismo período del 21 al 23%, estábamos en presencia de un fortalecimiento del poder adquisitivo de 5 a 7 puntos. 

Según el IBP desde setiembre de 2016 la CBA tuvo un incremento del 17,46% y la CBT subió 19,92%, por lo que la recuperación del poder adquisitivo de las prestaciones mínimas sería aún mayor. 


Sin embargo para saber cómo repercuten los aumentos de precios de los productos básicos de consumo en el poder adquisitivo de los sectores de menores recursos, es necesario observar detenidamente la evolución de la inflación mes a mes, y en qué momento llegan los incrementos de las remuneraciones mínimas.


Si comparamos los salarios que efectivamente percibían el mes de septiembre los receptores de las remuneraciones mínimas con la suba de los precios, se ve claramente que en los últimos doce meses jubilados y beneficiarios de la AUH tuvieron pérdidas del poder adquisitivo no menor de siete puntos.  Los que reciben el salario mínimo corrieron un poco más de cerca detrás de los aumentos de precios: “solo” habrían perdido entre dos tres puntos de su ya menguado poder adquisitivo. Recién cuando comiencen a recibir los valores anunciados por el gobierno en agosto –pero cobrados efectivamente en octubre- empezará el reintegro del deterioro sufrido en los meses anteriores, sobre el que habrá que ir descontando los nuevos aumentos de precios.

Por lo que la supuesta recuperación de las remuneraciones mínimas por encima de la inflación está lejos de ser cierta. 


domingo, 7 de julio de 2013

No hay década ganada para la Educación Pública… De Alguna Manera...


No hay década ganada para la Educación Pública…


A mayor pobreza, en estos momentos, le corresponde menor escolarización y menor calidad educativa, cuando debiera ser absolutamente lo contrario.

La Ley Nacional de Educación (N º 26.206/2006) fue un paso adelante con respecto a la Ley Federal (Nº 24.521), sancionada en 1994 de acuerdo a las necesidades de la economía de la época, el neoliberalismo o ”capitalismo salvaje”, que profundizó el retroceso de la educación pública que había comenzado en 1976 con la dictadura militar.

La Ley Federal basada en las recomendaciones emanadas del FMI y del BM para América Latina tuvo como verdadera intención desinvertir en los sectores populares, que resultaban “inviables” para el nuevo orden mundial y destinar la mayor cantidad de recursos al pago de la deuda externa (contraída con los organismos de crédito mencionados)

Esta norma considera a la educación con criterio mercantilista, es decir como un servicio y no como un derecho abriendo la puerta para subsidios del tipo voucher o chárter, encuadrados dentro del concepto de “equidad”.

Por medio de la Ley de Transferencia, de 1992, por la cual se transfirieron las escuelas de todas las ramas a las provincias se dio el primer paso.

Esta descentralización fue una de las herramientas para la reducción de gastos ya que las provincias debieron hacerse cargo de los mismos sin recibir los fondos correspondientes.

Aquellas cuyos recursos no lograban cubrirlos tuvieron largos conflictos gremiales por no poder pagar los sueldos además del colapso de la infraestructura.

Se produjo así una migración de los sectores más pudientes hacia la enseñanza privada.

Otra consecuencia nefasta fue la desestructuración del sistema a nivel nacional ya que cada jurisdicción organizó los ciclos de acuerdo a su criterio, desarticulándose en 24 subsistemas.

Es bueno recordar que este engendro fue votado por unanimidad en el Congreso Nacional y que casi todos los que ahora dicen preocuparse tanto por el pueblo la sostuvieron y aplicaron en sus provincias con todo rigor, por ej. en Santa Cruz, Córdoba, Río Negro, Buenos Aires, etc.

Entonces, bienvenida resultó la Ley Nacional que, si bien no fue la solución integral al desastre producido por las políticas de los 90, representó, al menos en la letra, un avance.

Pero muy poco se ha cumplido de esta Ley, aún con las limitaciones que presenta ya que mantiene el núcleo duro de la transferencia y propone dos estructuras vigentes, además de obviar la palabra “laica”, lo que permite que, por ej., en Salta se de educación católica en el contra turno de las escuelas estatales, y muchas otras perlitas más que resultaría muy tedioso analizarlas en esta nota.

En lo positivo la Ley en el Título 1 Disposiciones Generales Art. 2 reconoce a la educación como un derecho social y en el 10 el Estado se compromete a no suscribir tratados que impliquen concebirla como un servicio lucrativo o alienten cualquier forma de mercantilización de la misma.

En su artículo 28 establece la jornada completa o extendida en todo el territorio nacional pero a 6 años y medio de su promulgación según el Ministerio de Educación de la Nación, en 2012 sólo el 8,4% de los alumnos de primaria asisten a escuelas de jornada completa o extendida.

¿Cuál es el motivo de este incumplimiento del art. 28? Muy simple es necesaria una inversión importante en refacción y construcción de edificios y su correspondiente equipamiento y en sueldos docentes.

La importancia de que la población escolar primaria pueda concurrir a estas escuelas es fundamental, sobre todo, para los sectores más desfavorecidos ya que aumenta el tiempo que los/as niños/as están en contacto con el aprendizaje, los aleja de conflictos y violencia familiar (muchas veces estos problemas son detectados porque hay una vínculo más estrecho con los docentes), reciben tres comidas en el colegio y tienen más estímulos al contar con más horas de materias como plástica, música, tecnología, idioma y educación física.

Otra dificultad encontramos en el cumplimiento de la universalización de las salas de cuatro años, consagrada en los artículos 19, 20 y 21 (recordemos que la sala de 5 años es obligatoria).

En este caso, tomando datos de la Fundación Arcor y Siteal, en su informe “La situación de la primera infancia en Argentina”, del corriente año, podemos observar que entre 0 y 2 años concurren al Jardín de Infantes 10% de los niños, de 3 años concurre el 40%, de 4 años el 75% y de 5 años la concurrencia es mayor al 80%.

El problema principal es que la no inclusión se incrementa en los estratos sociales más bajos y una de las razones es la falta de establecimientos.

Quedarían así, según el propio M.E.N 1.000.000 de chicos fuera del sistema de educación inicial.

Que, en los casos de sectores postergados es de gran importancia porque, además de todo lo expuesto para el nivel primario, permite un desarrollo cognitivo superior y previene el fracaso escolar.

Ninguna jurisdicción del país cumple con las necesidades del nivel inicial, por lo cual todos los años vemos quedarse sin vacante a una enorme cantidad de pequeñitos desde 45 días a 5 años.

Podemos afirmar que a mayor pobreza, en estos momentos, le corresponde menor escolarización y menor calidad educativa, cuando debiera ser absolutamente lo contrario.

En cuanto a la cantidad de docentes por alumnos, un dato fundamental ya que depende de esta variable la posibilidad de una buena llegada de los maestros a sus clases, en primaria tenemos un promedio nacional de 25,2 alumnos por docente, pero debemos tener en cuenta que se consideran a todos los docentes, aún aquellos que están en tareas pasivas, comisiones de servicio o cargos directivos o sea que no atienden cursos. Por lo tanto es muy común que nos encontremos con aulas superpobladas, lo que redunda en una baja calidad de la enseñanza.

En cuanto a las políticas para promover la igualdad de oportunidades, éstas no dejan de ser asistencialistas ya que no vemos por lo expuesto, que se refuerce la calidad educativa en los lugares donde es más necesario.

Aunque podría seguir analizando mucho más me interesa señalar que de la mentada inversión educativa del 6,47% la Nación aportó, en 2012, el 2,2% y el resto las provincias, cuando la Ley prevé que el Estado Nacional aporte el 40% y las provincias el 60%.Además el 30% de esta inversión está destinada a las escuelas privadas (Eduardo Lucita 10/ 05/ 2013).

Con respecto a las propuestas para encarar una verdadera instrumentación de la educación igualadora, inclusiva de verdad, y no para figurar en las estadísticas internacionales como un país que cumple con las metas cuando en realidad miente con un discurso que va quedando cada vez más al descubierto me he explayado muy largamente en mis notas anteriores.

Lo que hemos visto es apenas un recorte de todo lo que no se ha hecho y no se hace en materia educativa, por eso puedo asegurar que, como en muchos otros aspectos salud, energía, bienestar, la década está muy lejos de ser “ganada” para la educación pública.

© Escrito por Maria Elena Benso, Directora del Área de Educación del ISEPCi, el miércoles 03/07/2013 y publicado por http://www.isepci.org.ar

 
 

El único congelamiento es el de la pobreza… De Alguna Manera...


El único congelamiento es el de la pobreza…


En los últimos meses, los niveles de pobreza han mantenido la tendencia del año 2012, llegando a 1 de cada 4 habitantes del Conurbano Bonaerense. A pesar del crecimiento sostenido durante la última década, que se refleja en el aumento en un 100% del Producto Bruto Interno, los niveles de pobreza e indigencia aún persisten en cifras alarmantes en nuestro país, alcanzando a casi un tercio de la población, y equiparándose con los valores de la década del 90.

Estas cifras, obtenidas a partir de los valores de las Canastas Básicas Alimentaria y Total del Indice Barrial de Precios, son considerablemente mayores a las presentadas por el INDEC, que busca ocultar los verdaderos índices, para sostener el relato de que el gobierno encabezado por Cristina Fernández de Kirchner es progresista. Nuestros datos muestran con total claridad que los alcances del modelo económico kirchnerista mantienen por fuera a una inmensa porción de la población. No hay progresismo verdadero que se sostenga con estos niveles de pobreza e indigencia. 

En los últimos meses, los niveles de pobreza han mantenido la tendencia del año 2012, llegando a 1 de cada 4 habitantes del Conurbano Bonaerense. 

El nivel de pobreza para el Conurbano Bonaerense, según el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana, para el cuarto trimestre de 2012 es de 24,05% y el nivel de indigencia de 5,6%. Ello significa que hay 2.470.349 personas que viven bajo la línea de pobreza y 574.553 que lo hacen bajo la línea de indigencia, y que no alcanzan a alimentarse correctamente. La variación de los índices de pobreza e indigencia del 4to. trimestre 2012 con respecto igual trimestre del año 2011 es de 0,54% y de casi el 22%, respectivamente.

Estas cifras se repiten a lo largo y ancho del país, según los datos que mostramos a continuación:


El ocultamiento de estos valores por parte del Instituto oficial, deja como consecuencia la imposibilidad de pensar políticas públicas efectivas que apunten a disminuir considerablemente estos valores. La única verdad, es la realidad.

© Escrito por Isaac Rudnik, Director del ISEPCi, el lunes 1º/07/2013 y publicado por www.isepci.org.ar