martes, 16 de marzo de 2021

Copa de la Liga Profesional de Fútbol. Huracán 0 vs. Lanús 0... @dealgunamaneraok...

 

Lanús, puntero de la zona B, sólo pudo empatar con Huracán…


El Granate, que por el momento es único puntero de la zona B, igualó con el Globo sin abrir el marcador, en Parque Patricios, por la quinta fecha de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol.

© Publicado el viernes 12/03/2021 por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provincia del Chubut, República de los Argentinos. 

Desde el inicio del juego Huracán lo puso incómodo a Lanús, con la presión alta que ejerció para evitar la salida clara del 'granate' y tratando de ofrecer un equipo corto para reducir los espacios.

De ese modo, el conjunto visitante se vio forzado a emplear los pases largos entre líneas para el intento de prosperar en ataque, lo que en parte logró por el despliegue de Facundo Quignón y Lautaro Acosta en la zona de medios.

Así se generaron acciones intensas en la primera parte de la etapa inicial, pero ambas alineaciones fueron irresolutas en las pocas aproximaciones que ofrecieron.

Recién sobre los 21 minutos Huracán exigió la intervención de Lautaro Morales para desviar al córner un cabezazo de Lucas Merolla, tras un tiro de esquina servido por Franco Cristaldo.

Con las creaciones por izquierda de Cristaldo, junto al criterioso accionar de Claudio Yacob, el conductor del equipo, los dirigidos por Israel Damonte alcanzaron a predominar en algunos momentos.

Mientras que el espectáculo continuó siendo apenas discreto, en el primer tiempo, los de Luis Zubeldía, faltos de ideas claras, sólo trataron de inquietar con reiterados centros aéreos, que fueron desbaratados por el siempre atento y oportuno Sebastián Meza.

En el complementario apareció Lanús con otra actitud, más punzante, alcanzando un mayor predominio en las acciones y merodeando con más asiduidad el área local.

A lo que los del 'Globo' respondieron con firmeza en el fondo, en especial con las destacadas intervenciones de Merolla, mientras trataban de equilibrar el juego en el mediocampo.

En tanto, que Damonte debió reemplazar al movedizo Nicolás Silva por una lesión en el codo izquierdo, por el que ingresó Nicolás Briasco (11 min).

Desde que promedió el segundo tiempo, las riesgosas situaciones ante los arcos se fueron sucediendo con malas resoluciones, en parte, y en otras controladas por las cerradas defensas.

Así fue que apenas por una falla de Walter Pérez, en el área de Huracán, la visita se encontró con la jugada más clara para definir por parte del ingresado Pedro De La Vega, que Meza cubrió el potente disparo con su pecho y luego desvió hacia un costado (36 min).

Finalmente, el partido se cerró con una justa igualdad porque ninguno de los dos supo vulnerar a su adversario, sumando un punto Lanús, que por el momento lo deja puntero en soledad de la zona B, con 10 unidades, sobre sus escoltas Vélez e Independiente (9), que este sábado deben jugar sus respectivos compromisos.

Y Huracán sumó otro punto para alentar una mejoría, pero que sigue sin ganar en lo que va del torneo.

Por la sexta fecha, durante el próximo fin de semana, Huracán visitará a Patronato, en Paraná; en tanto que Lanús visitará a Banfield, en el clásico de la zona sur como el partido interzonal de la jornada.

Síntesis

Huracán 0  

Sebastián Meza; Raúl Lozano, José Moya, Lucas Merolla y Walter Pérez; Claudio Yacob y Esteban Rolón; Sebastián Francisco Ramírez, Franco Cristaldo y Nicolás Silva; Diego Mendoza. DT: Israel Damonte.

Lanús 0 

 Lautaro Morales; Pablo Aranda, Nicolás Thaller, Alexis Pérez y Alexandro Bernabei; Tomás Belmonte, Facundo Pérez, Facundo Quignon y Lautaro Acosta; José Sand y Nicolás Orsini. DT: Luis Zubeldía.

Cambios en el segundo tiempo: 11m, Nicolás Briasco por Silva (H); 22m, Matías Esquivel por Facundo Pérez; y Pedro De La Vega por Orsini (L); 26m, Nicolás Morgantini por Aranda (L); 27m, Santiago Hezze por Rolón; y Juan Garro por Mendoza (H); 40m, José López por Belmonte (L); 41m, Cristian Nuñez por Ramírez; y Ezequiel Bonifacio por Lozano (H).

Amonestados: Lozano (H). Aranda y Morgantini (L).

Árbitro: Andrés Merlos.

Estadio: Palacio Tomás A. Ducó (Huracán).






jueves, 11 de marzo de 2021

Laureano Segovia, hombre sabio del Pilcomayo... @dealgunamanera...

 Adiós a un libro viviente… 

Compartimos una breve semblanza de Laureano Segovia, hombre sabio del Pilcomayo, recientemente fallecido, un cronista de su gente que supo cultivar la memoria de la cultura wichi, resguardada en una colección oral sin precedentes. 

© Escrito por Daniel Canosa el domingo 19/02/2021 y publicado por El Orejiverde de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Tengo una imagen de Laureano Segovia, en un video que lo muestra caminando al costado del Río Pilcomayo, es recurrente, el paisano miraba la orilla, como buscando respuestas, sabía que, del otro lado del monte, existían ancianos y ancianas que juntaban memorias en medio del silencio. Es el único que ingresaba a ese lugar, y que llegó a rescatar para la historia local, cientos de testimonios sobre la propia cultura. Cuando Laureano Segovia volvía para su casa con un casete grabado en su morral, la vida detrás suyo no cambiaba, lo ocurrido era una simple conversación perdida en los recónditos del olvido, pero entre sus manos, de alguna manera estaba protegiendo, desde el conocimiento, una forma de entendimiento que lentamente, al paso de los años, va desapareciendo. 

Su partida es de aquellas que provocan un profundo lamento, no hay forma de dimensionar esta ausencia, porque todo lo construido desde la cultura por este hombre puente, tuvo por interlocutores a quienes caminaron descalzos esos senderos, que acaso sin saberlo, tuvieron el registro de un tiempo presente en medio de un pasado cargado de resonancias. 

Como bibliotecario siempre lo sostuve, el modo en cómo contribuía Laureano Segovia al registro documental de su cultura, es el que debería seguir cualquier biblioteca indígena que se precie de tal, esa clase de documentos eran los pertinentes para una colección representativa del saber familiar originario, eso que hizo Laureano Segovia formaba parte de la identidad, un modo de comprensión orgánico y a la vez dinámico, que se sustenta en quehaceres y aprendizajes, algo único, que cruza desde la oralidad hacia el misterioso resguardo de una cinta magnética, para luego ocupar un lugar en el patrimonio cultural de una comunidad. 

Las historias reconstruidas por este libro viviente, quedaron grabadas en más de 300 casetes que guardó celosamente en su Taller de Memoria, en Misión La Paz. Cuánto podríamos decir sobre la necesidad de trabajar ese invaluable fondo oral, cuántas afirmaciones realizadas por los abuelos y abuelas, no figuran en los libros de historia ni en las enciclopedias, cómo es posible después hablar de la identidad del ser nacional argentino, si no se integran en las aulas de las escuelas los entendimientos de los pueblos indígenas. Articular la verdad y el conocimiento, bien lo supo este wichí del Pilcomayo. 


Quiero creer que la palabra de este hombre sabio, historiador, escritor, cronista de su gente, que puso en un papel las raíces de sus antepasados, llegará lejos de cualquier noción de tiempo y espacio, allí donde las huellas permanecen. Anhelo que su colección forme parte de una casa de la memoria de quienes compartieron los montes y los ríos, los silencios, las carencias, los recuerdos, el fuego y la tierra, que todo eso lleve su nombre. 

Fuente:

Misión La Paz. Documental de Gianfranco Quattrini y Sebastián Antico. 

https://www.gianfrancoquattrini.net/documental/mision-la-paz/

 

 

Laureano Segovia, memoria escrita de los Wichi… 


El escritor y docente logró recuperar el conocimiento oral de sus paisanos, haciendo visible la cultura originaria de los ancestros, grabando sus voces en medio del monte, dando cuenta de una época en donde aún era posible beber el agua de los ríos. 

Tewok ihanej makta iwohiyela (El río tiene su vida, él sabe que va a hacer) 

© Escrito por Daniel Canosa el domingo 08/05/2016 y publicado por El Orejiverde de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

Un libro que camina 

En el país aún quedan personas que atesoran conocimientos ancestrales, tiestos de una cultura oral que representan el patrimonio de un pasado lejano, recuperado a fuerza de testimonios por quienes incursionaron en los montes, buscando verdades en la memoria de los ancianos, artesanos, caciques, músicos y chamanes. En ellos ha sido posible tender un puente hacia otras formas de conocimiento, en ocasiones han sido los últimos hablantes de una lengua en extinción, conservaron destrezas heredadas de los abuelos, o tejieron mantos con las palabras, hilando relatos alrededor de un fuego. Se los conoce como libros vivientes, viven anónimamente en comunidades, de vez en cuando son visitados por periodistas e investigadores, comparten lo que saben y luego callan por un tiempo prolongado, llamándose a silencio. 

Uno de esos libros que caminan es Laureano Segovia, escritor wichi que ha logrado recuperar, en base a testimonios de pobladores de diferentes comunidades, un patrimonio cultural compuesto de relatos, leyendas, biografías, cuentos populares, crónicas y mitos de la cultura, resguardados en 333 casetes, en donde algunos de los entrevistados –muchos de ellos ya fallecidos– habían vuelto a pronunciar sus antiguos nombres, contando historias que por alguna razón permanecían latentes, a la espera de que alguien motivara el feliz encuentro entre la memoria y la oralidad. 

Nosotros los Wichi 

En el libro “Nosotros los wichi” (Olhamel ta ohapehan Wichi) que don Laureano Segovia presentó hace dos años, se puede leer este relato recogido de un paisano:

Tewok tañí hap ta wichi isej, hap ta talho olhamel olhak (el río y el monte mantenían a la gente, porque de ahí nosotros sacábamos nuestros alimentos, y así era). Se trata de uno de los más de 100 testimonios que conforman un verdadero patrimonio bibliográfico cuyo contenido podría representar la fortaleza de una eventual biblioteca indígena. 

Podemos imaginar el contexto, un hombre de conocimiento entrando con su bicicleta en el monte profundo, recorriendo las comunidades salteñas del lote fiscal número 55, en Rivadavia Banda Norte, con su grabador de periodista. Con el tiempo, a medida que las cintas se iban acumulando, el autor consideró implementar un método de trabajo que consistía en transcribir al wichi las desgrabaciones, contando con la ayuda del antropólogo Juan Palma y traduciendo al castellano con la colaboración del escritor Carlos Alfredo Müller. Las publicaciones en formato libro contaron con la colaboración de la fotógrafa Guadalupe Miles (cuyas bellas imágenes ilustran este informe). Muchos de esos relatos conforman la propia versión de la historia en donde Segovia oficia de historiador y compilador. Documentos bilingües que recuperaron el saber popular de quienes vivían aferrados a sus costumbres, algunos de ellos narrando recuerdos en torno a la Guerra del Chaco, lo cual constituye un material de consulta valiosa para historiadores y antropólogos. 

Probablemente se trate de un caso único en Argentina, la de un escritor y docente indígena que ha rescatado un importante acervo cultural logrando publicar textos en ambas lenguas sobre la cultura originaria de sus ancestros, dando cuenta de una época en donde aún era posible beber el agua de los ríos. 

Ifwalas ta pajche wichi iyayej tewok wet wichi iyayej pelhathi, hap that ta wichi iyayej wichi ihaniyejtha chi tinayaj talhe inhat (antes tomábamos agua de río y agua de lluvia y con eso nomás siempre vivíamos y nunca nos enfermaba el agua). 

Un taller de la memoria... 

Laureano Segovia proviene de Misión La Paz, (Salta, noroeste argentino). Durante años, con la ayuda de un grabador portátil, se internaba en el monte buscando historias entre las 35 comunidades wichis, que habita a orillas del río Pilcomayo, en el límite con Formosa, Paraguay y Bolivia, la cantidad de casetes que utilizó –realmente un patrimonio de incalculable valor– le permitió contar con un material que la Secretaría de Cultura de Salta terminaría editando con publicaciones traducidas al castellano, entre ellos los libros “Otichunaj Ihayis tha oihi tewok” (memorias del Pilcomayo, 2005), “Olhamel Otichunhayaj” (Nuestra memoria, 1998), “Lhatetsel” (Nuestras raíces-nuestros antepasados, 1996) y “Och’a tilhis Ihamtes” (Raíces del Chaco Salteño). Este escritor ha trabajado desde 1986 en la Escuela Puerto La Paz como auxiliar bilingüe (wichi-castellano) traduciendo las enseñanzas del maestro titular. 

Asimismo ha coordinado el Taller de la Memoria desde el año 1992, dedicándose a la grabación y posterior transcripción al lenguaje escrito de los relatos obtenidos en las diferentes comunidades del área del Chaco salteño, contando con el aporte de hablantes wichi, chorote y nivaclé. Su trabajo ha sido reconocido en la Argentina e internacionalmente, y el Taller de la Memoria ha recibido la Beca del Fondo Nacional de las Artes a través del Concurso de Becas Nacionales para Proyectos Grupales. 

Experiencias de esta naturaleza permiten la colección de un tipo particular de biblioteca que estará supeditada a la unión de escritores indígenas y maestros bilingües, con el objeto de trasponer narrativas orales en forma escrita, orientándose hacia el letramiento. Por tal motivo se plantea el viejo paradigma que aún resulta imperativo analizar: si una biblioteca indígena (tal como lo mencionó José Bessa Freire, bibliotecario brasileño), no tiene materiales en lenguas indígenas, estaría contribuyendo al proceso de extinción de esas lenguas. El feliz ejemplo de Segovia justifica el sentido de esta apreciación, o como bien lo expresan en el libro: 

Olhamel neche owen olhamel onayij talhe olhamel ochumet ta ihi makta olhamel olhaichufwenej (Nosotros ya tenemos un camino en el trabajo de recuperación de las historias)

Fuentes: Lha hámnhayhaj. Nuestra sabiduría

http://www.nuestrasabiduria.com/su-gente.html

Olhamel ta ohapehen wichi. Nosotros, los wichi

http://www.nuestrasabiduria.com/nosotros-los-wichi.html

 




lunes, 8 de marzo de 2021

Club Atlético Huracán. Los buenos compañeros... @dealgunamaneraok...

 La entrevista a los jugadores de Huracán que emociona: "Es un placer tener compañeros así"… 

Claudio Yacob y Diego Mendoza protagonizaron un emotivo momento tras el empate de Huracán con San Lorenzo. Fotografías: Fotobaires y Télam  

Claudio Yacob le pidió a Diego Mendoza que se quede a su lado, recordó el accidente en Venezuela y lo llenó de elogios por su sacrificio. Video. 

© Publicado el domingo 07/03/2021 en el Suplemento Deportivo 442 del Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 



Tras el valioso empate que consiguió Huracán en su visita a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro, Claudio Yacob y Diego Mendoza protagonizaron un emotivo momento en plena entrevista con la transmisión oficial.

 

"Me gustaría dejarlo a Dieguito acá porque me tocó conocerlo, estuvo contándome un poco su historia, el accidente con Huracán y me tocó verle el pie cómo le quedó y creo que es un ejemplo de sacrificio", declaró Yacob en diálogo con Marcelo Benedetto con su compañero Diego Mendoza a su lado por pedido expreso del ex mediocampista de Racing. 

VIDEO DE LA ENTREVISTA TELEVISIVA

 

Junto a Patricio Toranzo, Diego Mendoza fue uno de los jugadores más lastimados tras el accidente que sufrió el plantel de Huracán en Venezuela a comienzos de 2016 pero primero la suerte y después su fuerza de voluntad le permitieron continuar con su carrera pese a las heridas sufridas y por eso Yacob quiso destacar a su compañero.

 

"Cuando llegué a él no lo tenían en cuenta, estaba entrenando aparte y no veía muchas posibilidades y yo lo vi siempre entrenando con muchas ganas y a mí me encantan esos compañeros y se lo quería decir acá. Es un placer laburar con gente así, con muchachos así vamos a lograr lindas cosas", agregó la Flaca. 

Ante palabras tan sentidas, Mendoza devolvió gentilezas, agradeció y destacó a su flamante compañero que llegó el Globo hace poco más de dos semanas: "Es un genio, a mí tampoco me había pasado.

 

Lo hablamos cuando llegó la Flaca, le conté un poco lo que había vivido. Le mostré el pie, que no lo había mostrado a mucha gente. También la semana pasada tuve un problema en las costillas y él fue el primero que se acercó.

 

Pero también el plantel nos acompaña, somos un grupo muy unido. Tenemos bronca porque no se nos dan los resultados pero hay que seguir luchando. Es fútbol, a veces se gana, a veces se pierde".







Grieta y Ceguera. @dealgunamaneraok...

 Alberto sin prejuicios... 


Discurso, Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes

 

El discurso del Presidente estuvo direccionado a diversos públicos. Fue una pieza de comunicación política, no un manifiesto cristinista.

 


© Escrito por Eduardo Fidanza (*) el sábado 06/03/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

 

Que la grieta obnubila no constituye ninguna novedad. Ahora, cuando vemos que esa distorsión impide enfoques mínimamente equilibrados, afectando a periodistas en condiciones de evitarla, podemos coincidir con la escéptica opinión de David Rieff, un ensayista norteamericano muy próximo a la Argentina: “Ahora solo se habla con personas que piensan lo mismo que tú”.

 

Dirigirse a audiencias que a priori aceptarán complacidas los argumentos que coinciden con su ideología es hacer, además de un negocio, lo que observa Rieff. Convierte el trabajo intelectual en una tautología: no agrega información; incurre, según el diccionario, en una “acumulación reiterativa de un significado ya aportado desde el primer término de una enunciación”.

 

Este sesgo tuvo plena expresión en el modo que los medios recibieron el discurso presidencial del lunes pasado. Con pocas, aunque valiosas excepciones, el dictamen fue la condena absoluta, si se trataba de medios con audiencia opositora; o de aclamación, sin el más mínimo matiz, si su público era oficialista.

 

Un cúmulo de afirmaciones cargadas de juicios de valor estructuraron estos enfoques, deduciendo de allí, como la vieja escolástica, conclusiones que no suman conocimiento. Nos centraremos en los medios críticos, cuya premisa es que Alberto Fernández constituye un apéndice de Cristina Kirchner. Asumen la caricatura del Presidente que las redes consagraron como “Albertítere”.

 

Esa creencia es el eje que organizó la interpretación del discurso, determinando énfasis y omisiones. Lo remarcado fue el cuestionamiento a la Justicia, la oposición y los medios (nada nuevo en el kit oficialista), donde la prensa opositora ve la mano de la vicepresidenta, que habría incluido esos contenidos para mejorar su situación judicial, algo que se está demostrando ineficaz.

 

A partir de esa selección temática se expusieron argumentos recalentados: el albertismo murió antes de nacer, el Presidente es un mero instrumento para ir por todo, lo dicho está al servicio exclusivo de los intereses de Cristina, la querella que ella promueve contra Macri dificultará el trato con el FMI, etc. Por cierto, esto reaviva en muchos lectores de esos medios otro prejuicio rector: “Somos (o seremos) Venezuela”.

 

¿Y si las cosas no fueran tan esquemáticas? ¿Y si se incorporaran dimensiones omitidas a la noticia? ¿Y si, con honestidad intelectual, se incluyeran párrafos del discurso presidencial que proponen un acuerdo pluralista? Entonces el enfoque se enriquecería tornándose más equitativo, aunque las audiencias que no toleran el “sin embargo” quedarían desconcertadas comprometiendo la monetización de la grieta.

 

Para enriquecer el análisis, proponemos considerar otros ángulos e hipótesis, menos explorados.

 

Primero, que existiendo dos coaliciones que reúnen el 90% de los votos, las tensiones al interior de ellas son normales y obligan a discursos sinuosos para preservar la unidad, que es clave. El que por inflexible la quebrara sería el responsable de una segura derrota.

 

Segundo, que la proximidad de las elecciones politiza los discursos de apertura legislativa, que suelen ser para los oficialismos el primer acto de campaña. En ese contexto, la definición de un enemigo es una de las opciones básicas del menú ofrecido por el marketing político.

 

Tercero, que es probable que Alberto Fernández no sea una marioneta, como sostiene convencido el periodismo opositor. Indicios muestran que aspiraría a la reelección. Los dejan trascender voceros oficiosos con muy buena información; y el jefe de Gabinete, reflejando a la mesa chica, cree que sería lógico que así fuera, según le respondió a Jorge Fontevecchia meses atrás.

 

Cuarto, que la dinámica de puro antagonismo exhibido por las fracciones radicalizadas del oficialismo y la oposición, produce contenidos previsibles y belicosos. El discurso presidencial no fue ajeno a ese cariz. La política, en consonancia con los medios, se tornó un juego agresivo y tautológico.

 

Incorporando nuevos factores al análisis se percibe un texto menos homogéneo, lo que permite direccionarlo a diversos públicos. Las invectivas fidelizan a los militantes y acompañan los arrebatos impotentes de Cristina; la elección de Macri como enemigo refuerza la identidad y convoca a los millones de desilusionados con el ex presidente; el llamado al consenso respetando las ideas del otro, busca seducir a los moderados, que decidirán la suerte de Fernández.

 

Es significativo este último aspecto, en el que trabaja Gustavo Béliz: la idea de una democracia sinfónica, metáfora del pluralismo extraída del teólogo católico Hans Urs von Balthasar. Constituye una sofisticación de la “Argentina unida” del eslógan, sobre la que el Presidente podría basar la reelección, si a su gobierno le fuera bien.

 

El emblema de ese consenso es el Consejo Económico y Social, que el Presidente homologa a sus ideales. A eso debe sumarse su estudiada identificación con la Justicia: se asimila a un “hombre del Derecho” que quiere reformarla, no arrasarla como su vicepresidenta. Con menos prejuicios, aflora el albertismo.

 

La distinción de Eliseo Verón entre los destinatarios de la enunciación presidencial muestra hasta qué punto la alocución inaugural es una pieza típica de la comunicación política en lugar de un manifiesto cristinista. El discurso construye al otro “positivo”, oponiéndolo al otro “negativo”. Los militantes y los argentinos de bien somos “nosotros”, los opositores y sus banderilleros son “ellos”.  

 

Nada nuevo, todos los gobiernos hacen más o menos lo mismo. En realidad, la diferencia sustantiva no es retórica sino política. Remite a Cristina y La Cámpora. ¿Por qué? Porque hay una brecha insalvable entre el poder que ostentan y el bajo prestigio social que cosechan. Acumularon capital material, no simbólico. Ocupan áreas claves de la administración, pero la mayoría los repudia.

 

¿Quién continúa saldando por ahora ese débito? Alberto Fernández, cuya imagen positiva es equivalente a la negativa de la vicepresidenta y su hijo. Si como aquí se conjetura, el Presidente poseyera un proyecto, deberíamos aguardar un choque entre ellos en algún momento. Si el Gobierno ganara las elecciones, tal vez la discusión empiece por quién es el padre (o la madre) de la victoria.

 

Un anticipo de las visiones en pugna puede encontrarse en el discurso del 1° de marzo, leyéndolo sin preconceptos, aunque eso desilusione un poco a las audiencias cautivas. Acaso sea el mejor modo de evitar un disgusto mayor, si descubrieran que no todo se explica por el poder absoluto de Cristina, como le vendieron sus referentes mediáticos. 

(*) Eduardo Fidanza. Licenciado en Sociología, Universidad de Buenos Aires. Fundador y director de Poliarquia Consultores. Analista político e investigador social. Ex columnista semanal del diario La Nación. Miembro de número de la Academia Nacional de Periodismo. Ex profesor titular regular de la UBA.





domingo, 7 de marzo de 2021

Tiempo de revanchas… @dealgunamaneraok...

 Tiempo de revanchas… 


Afinando, Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes

El Presidente, profesor de Derecho, y la vice, una exitosa abogada, cargaron contra el Poder Judicial. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 06/03/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

Más nafta para avivar el fuego. El alegato de Cristina Kirchner en la causa dólar futuro transitó el camino por donde ella se siente más cómoda: una escenificación televisiva adecuadamente producida, el uso del despacho de la presidencia del Senado, una gestualidad ampulosa y un discurso de barricada de fuerte contenido político que le sirvió para invertir los roles y pasar de acusada a acusadora. 

Hizo acordar a los Aló Presidente con que fatigó la cadena de radio y televisión durante sus mandatos. Arremetió contra el Poder Judicial, lo vinculó a operaciones políticas para favorecer la elección de Mauricio Macri, volvió a hablar de lawfare y dejó en claro que usará todo su poder para ir tras ellos. 

Todo apenas 72 horas después de que el presidente Alberto Fernández pronunciara su discurso ante la Asamblea Legislativa con un tono muy similar. “Ella aprovechó la situación y profundizó a su manera algunos de los puntos enunciados por el Presidente. Después salieron los duros a exacerbar los ánimos y no se habló de otra cosa que de supuestos embates a la Justicia”, dicen en Balcarce 50. 

A esta altura de los hechos, ya no es creíble la idea de que el Presidente es una víctima de su vice. Es más, el discurso de Alberto Fernández también estuvo teñido de revanchas personales. “Tenía la necesidad de devolver alguno de los golpes que viene recibiendo de la oposición desde que se desató el escándalo del vacunatorio vip. Fue un mensaje hacia adentro y hacia afuera del Frente de Todos”, señalan en su entorno. 

El Presidente sintió la necesidad de hacer saber que la reforma judicial, que incluye la reforma del Ministerio Público Fiscal, es una idea suya. Pero cuando aparecieron CFK y sus secuaces –Oscar Parrilli siempre está a la cabeza– con sus exabruptos y disparates, esa pretensión se esfumó. Tanto que obligó a la ministra de Justicia, Marcela Losardo –a la que el kirchnerismo quiere echar desde siempre– a aclarar que una comisión bicameral para analizar el comportamiento de los jueces es absolutamente inconstitucional.   

El reto a Parrilli y el silencio de Massa. Mientras ardía la discusión por la constitución y la viabilidad o no de la bicameral para “supervisar” –controlar– la tarea de los jueces, el silencio de Sergio Massa fue una constante. El presidente de la Cámara de Diputados sabe perfectamente que, cuando termine la pirotecnia verbal, deberán recurrir a él para cualquier iniciativa dentro de su ámbito. Dejó que Oscar Parrilli se fuera de boca y esperó su momento. Ese momento llegará este lunes cuando se reúna con el Presidente. Parrilli no solo se metió en terreno de Massa al resaltar que “el Presidente pidió una comisión bicameral que investigue a la Justicia” sino que expresó sin eufemismos los deseos de su jefa. 

En Casa Rosada se sostenía que CFK estaba furiosa con Parrilli a quien retó y mandó callar. Habrá sido un enojo por haberle quitado protagonismo en su proyectado día de furia. Según se explica desde el oficialismo, la razón de ser de la bicameral es llamar a audiencias públicas para transparentar y generar mecanismos de celeridad en la Justicia. 

La idea es colocar allí para que ejerza la presidencia a alguna figura que tenga el consenso de la mayoría. El nombre en el que se piensa por estas horas es el de Graciela Camaño. 

Nada de esto está contemplado en la Constitución Nacional. El profesor de Derecho –¿Es aún profesor o ya no lo es?– Alberto Fernández debería saberlo; la “exitosa abogada” Cristina Fernández de Kirchner, también.   

Mientras tanto los problemas de la gente. En su discurso del lunes el primer mandatario intentó –una vez más– encapsular el escándalo del vacunagate haciendo alusión a su decisión de pedirle la renuncia a Ginés González García. Los hechos, sin embargo, lo desmienten. La realidad vuelve a chocar contra la frialdad del relato. La vacunación en la provincia de Buenos Aires sigue con rumbo incierto y de manera poco profesional. “A mi madre la vacunaron en la escuela situada en las calles 7 y 609 en las afueras de la ciudad de La Plata. 

El operativo era llevado adelante por chicos muy jovencitos de La Cámpora. Todos los vacunados deben permanecer en el lugar unos 30 minutos por precaución luego de ser inoculados. Pero si algo ocurría, no había personal capacitado ni una ambulancia para actuar en caso de emergencia” –se quejó una reconocida médica de la capital provincial–. 

La radiografía en el resto del país no es muy distinta. El último escándalo de vacunados vip sacudió a la política de Tucumán. Está claro que todos saben que no será el último. El subregistro en los asientos de las dosis aplicadas es un problema nacional que facilita el clientelismo y el uso político de un instrumento vital. Esto venía sucediendo desde mucho antes de la pandemia del Coronavirus. Si en los principales hospitales nacionales y provinciales –algunos de renombre internacional– los registros son deficientes se puede deducir fácilmente lo que sucede en los rincones más alejados del país. 

Formosa. Lo que está sucediendo allí es un hito. Llega un día en que el abuso de poder en todas sus formas, tal como lo viene implementando Gildo Insfrán a lo largo de sus más de 25 años al frente de la gobernación, agota la paciencia de la ciudadanía. 

Una anécdota ilustra a la perfección lo que representa en los hechos la barbarie de ese régimen. Quien esto escribe estuvo en Formosa por última vez en 2002. Al llegar al hotel y registrarme, el gerente se apersonó y lo que dijo fue impactante: “Discúlpeme, no puedo alojarlo porque, por orden del gobernador, cuando se aloja un periodista tenemos la obligación de comunicárselo a la jefatura de la policía de la provincia”. Esto –que le sucedió y aún sucede– a varios colegas es la norma. Es decir, la existencia de un Estado policial y persecutorio. Una persecución brutal y violatoria de los Derechos Humanos. 

El lamentable comunicado firmado por el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla –en el que intenta desviar la responsabilidad de los hechos a los medios de comunicación y a la oposición junto a su desinterés por poner límite a tanta barbarie–, debería ser causa suficiente para que el Presidente le pidiera la renuncia.   

Formosa es la Venezuela de la Argentina. ¿Será la única? 

Producción periodística: Santiago Serra