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domingo, 31 de marzo de 2013

Matar a los diarios... De Alguna Manera...


Matar a los diarios... 

CLARIN, LA NACION Y PERFIL, los blancos principales de un ataque económico del Gobierno.

ALBERTO FERNANDEZ: Vinieron a verme Lanata y Cavallo. Necesitaban publicidad del Estado para el diario. Les dije que sí.

LUIS MAJUL: Ellos dicen que el Gobierno no puso ni un peso de publicidad.

AF: Al principio sí se puso. Lo que pasó es que ni bien arrancaron pusieron una tapa muy crítica. No recuerdo qué decía. Sí recuerdo que llamé a Jorge y le dije: “Che, ¿no me podían haber dado un poco más de tiempo?”. La tapa generó una irritación enorme. Y Kirchner me recriminó: “¿Viste? ¡Vos les das publicidad y mirá lo que nos hacen!” (sic).

LM: ¿Escuchó alguna vez decir a Kirchner que Lanata era un extorsionador?

AF: No. Para Kirchner, Lanata no era tan preponderante. No lo veía como su principal problema. A Néstor le molestaban, en especial, PERFIL y Noticias.

LM: Lanata y los demás accionistas argumentaron que una de las razones por las que se fundió Crítica fue la falta de publicidad oficial.

AF: A mí me parece que el problema fue que no encontró su nicho. Porque Crítica era un diario que daba como diario opositor, pero ese espacio lo tenía más ganado PERFIL o Noticias. Soy de los que piensan que la publicidad oficial no le determina la vida a ningún medio de comunicación grande. Para un diario del interior la publicidad oficial es importante, pero para competir con La Nación o Clarín tenés que tener otro tipo de publicidad.

El problema de Crítica no sólo fue la poca venta inicial y la carencia de pauta oficial. También fue, como lo previó Lanata el día de la fiesta, la ausencia de anunciantes privados. La mayoría se borró porque el Gobierno llamó para presionarlos.

De la biografía de Lanata escrita por Luis Majul.

* * *

El boicot publicitario de los principales anunciantes de los diarios, promovido por el Gobierno, es la extensión de la misma práctica que el kirchnerismo ya les aplicó al diario PERFIL y a la revista Noticias desde 2003. Y luego al diario Crítica, que dirigió Jorge Lanata entre 2008 y 2010.

Ahora les toca también a los diarios Clarín y La Nación padecer tanto la carencia de publicidad oficial como la presión del Gobierno sobre los anunciantes privados. No es fácil sobrevivir en esa situación. A lo largo de estos diez años, Editorial Perfil ha tenido que achicarse sostenidamente, discontinuando varias publicaciones, reduciendo su personal y hasta sus instalaciones, al mismo tiempo que desaprovechó su potencial creativo.

Es muy triste tener que desarmar lo que costó tanto construir. Además del enorme costo económico, está el costo emocional que hace estragos en la autoestima, una herramienta que es imprescindible para desarrollar cualquier actividad creativa.

Inevitablemente, ahora atravesarán ese desierto también Clarín y La Nación. Vienen momentos muy malos para el periodismo profesional.

Quienes nada sufrirán serán los medios sustentados con la publicidad del Gobierno, haciendo doble daño a los diarios no oficialistas porque mientras se les cortan los recursos para que languidezcan, al mismo tiempo se les da suministros a los competidores afines al kirchnerismo. Adepa acusó el miércoles al Gobierno de querer ahogar a los diarios; en realidad, los mata por inanición.

Los diarios ya tenían un problema previo al kirchnerismo porque, desde comienzos de la década pasada, por cada peso de publicidad que se invertía en internet se venían perdiendo diez pesos en papel. Y mundialmente se discuten las formas en las que se podrá sustentar el periodismo de calidad. Así como el Papa se refirió al riesgo de que la Iglesia termine convirtiéndose en “una ONG piadosa”, los diarios padecen la misma amenaza: convertirse en ONGs de difusión, mantenidas por el aporte de terceros que, si fueran pocos (por ejemplo, sólo gobiernos o sólo grupos poderosos), perderían su independencia y por eso mismo no podrían cumplir su misión. Los medios sostenidos por el apoyo del Gobierno en la Argentina son el mejor ejemplo de lo que podría suceder.

La similitud del periodismo con la Iglesia frente al temor de convertirse en una ONG encuentra otros ejemplos en la metáfora con la que se enseña periodismo en todas las universidades del mundo, sobre que la redacción es la iglesia y la empresa editorial es el Estado de un diario, y en que se llame catedrales a las redacciones de los grandes diarios. Pero acaba ahí; el periodismo argentino tendrá que defenderse solo y le será muy difícil, salvo que la Justicia venga en su ayuda. Como lo indica –si no fuera por lo que significa, sería hasta casi humorístico por lo grotesco– excluir expresamente a los medios de la moratoria impositiva que lanzó el Gobierno esta semana, un caso de discriminación sectorial nunca visto.

La confesión de Alberto Fernández en la biografía de Lanata (Kirchner: “¿Viste? ¡Vos les das publicidad y mirá lo que nos hacen!”) lo dice todo.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado 30/03/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


viernes, 1 de junio de 2012

Página/12, 25º aniversario... De Alguna Manera...

Caparrós defendió al "desaparecido" Lanata ante el "olvido" de Página/12...

 Martín Caparrós junto a Jorge Lanata.

En el 25º aniversario de la fundación del diario, nadie mencionó a su creador y director. El escritor fustigó esa actitud. "Son unos idiotas", calificó.

Lanata sigue generando polémica. Pero esta vez no es por su programa de Canal 13, Periodismo Para Todos, ni por su enfrentamiento con otros periodistas, sino por el diario Página/12, que él mismo fundó en 1987. Ocurre que el matutino cumplió 25 años desde su nacimiento y festejó con un suplemento especial sobre su historia y con una fiesta en la ex ESMA de la que incluso participó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Pero nadie, ni las decenas de autores que participaron del suplemento, ni la mandataria, lo mencionaron como fundador y director del diario.

Ahora se sumó a la controversia Martín Caparrós, que acompañó a Lanata no sólo en Página/12, sino también en Crítica de la Argentina. "Seré breve: Lanata fundó y dirigió Página/12. Otra vez: Lanata fundó y dirigió Página/12, y parece un chiste que yo esté escribiendo esta frase", aseguró el escritor.

"Parece chiste que yo esté escribiendo esta frase –o que esta frase deba ser escrita– pero ese diario acaba de cumplir 25 años y lo celebró con un número especial que incluía a la mayoría de sus plumas actuales y ninguna –ninguna– de ellas hizo la menor referencia a Jorge Lanata: lo desaparecieron de su historia. Como si el diario hubiera salido solo, por generación espontánea, sin director, sin creador. O como si lo hubiera hecho un ente anónimo, secreto, clandestino", agregó Caparrós en su blog de el diario El País, llamado "Pamplinas".

El último ganador del premio Herralde opinó que "se pueden discutir lecturas de la historia, interpretaciones de la historia, explicaciones de la historia. Pero no ciertos hechos precisos de la historia. Cambiarlos no se llama discutir: se llama mentir. Y si se tiene poder –el poder de reescribir esa historia desde un diario o un púlpito o un trono–, se llama abuso de poder, autoritarismo, estalinismo, canallada".

"Digo: estoy hablando de unos idiotas que se creen que los demás somos tan idiotas como ellos y que pueden engañarnos con mentiras berretas. Estoy hablando de una banda de mentirosos y mentirosas que se jactan de respetar la Verdad y la Memoria y se cagan en cualquier verdad y cualquier memoria que no les guste o no les sirva, y se creen que pueden inventar cualquiera que sí, incluso cuando casi no importa –y más, por supuesto, cuando sí. Estoy hablando de personas penosas, peligrosas. Personas que me están dando miedo. Por eso estoy hablando", concluyó Caparrós.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 1º de Junio de 2010.


domingo, 18 de marzo de 2012

Vanguardia... De Alguna Manera...

Vanguardia...

¡Qué hermosas las sendas
Que no tienen fin!
¡Qué hermosos los días
Que no tienen noche!
¡Qué hermosas las cosas
Que nunca se hicieron!

(Rebeldía, Alfonsina Storni)


Ver a varios periodistas de distintas redacciones de Editorial Perfil aportando el mejor periodismo de investigación del actual diario Clarín. O ver varios directores de publicaciones de distintas épocas de Editorial Perfil conduciendo hoy el diario La Nación. O ver tantos columnistas emblemáticos del diario PERFIL en Radio Mitre, TN y pronto hasta en Canal 13, me lleva a reflexionar sobre las distintas escuelas y ciclos del periodismo argentino.

Me decía un amigo: “Es un fenómeno que no sólo se da en Clarín y La Nación, también en la dirección del diario oficialista Tiempo Argentino, en la mayoría de los medios gráficos de Szpolski y en el diario económico El Cronista hay periodistas que se formaron en Editorial Perfil”.

Y no es casual que, salvo los diarios populares, este fenómeno sólo encuentre su excepción en Página/12 y Ambito Financiero, donde se siguen destacando casi exclusivamente periodistas formados en sus propias redacciones. Es que Página de Lanata y Ambito de Julio Ramos fueron en los ochenta y a comienzos de los noventa, escuelas formadoras de talento suficiente como para autoabastecerse e irradiar al resto.

Parte de la explicación se encuentra en las mayores posibilidades de contratación de Clarín y La Nación que pueden, simultáneamente, desarrollar y mantener los talentos propios y contratar los mejores de los vecinos. Pero no todo el fenómeno se explica por eso, lo material sólo muestra sus consecuencias económicas.

Lo interesante son las causas que producen la novedad para continuamente recrearla y satisfacer las necesidades de innovación que tiene la sociedad. El periodismo es actor fundamental de los cambios culturales que se van produciendo en cada época.

Los que hoy critican al periodismo por conservador olvidan que los cambios progresistas actuales fueron también posibles porque el periodismo estuvo entre los primeros de los rebeldes de los noventa.

La ideología que exhibió el kirchnerismo fue tomada del Frepaso y del sector más progresista de la Alianza (Chacho Alvarez, Garré, Bielsa, cuadros posteriores del ARI, Ocaña, Timerman), forjada al calor del antimenemismo donde el periodismo fue la gran vanguardia. Las reminiscencias antiperonistas que quedan en el Frente para la Victoria son de esa cultura antimenemista.

Fue el periodismo quien demolió la imagen metafísica del mundo que tenía Menem. Los valores que hoy la mayoría de la sociedad considera políticamente correctos fueron divulgados por el periodismo en su crítica a los 90, mientras el menemismo gobernaba.

¿Cómo debería ser el nuevo periodismo para continuar siendo vanguardia de la sociedad y aportarle una síntesis superadora para el poskirchnerismo?

Con la llegada de la democracia, al periodismo le llevó un tiempo sacarse definitivamente los temores de la dictadura. Eso produjo que uno de los principales atributos del periodismo en la década pasada fuera la valentía. Animarse, confrontar, exponerse y no tener miedo fueron esenciales para la construcción del periodismo de la democracia. Y hoy esos mismos atributos ya no caracterizan a la vanguardia del periodismo porque están en todos los medios. A veces muy bien usados, otras no tanto.

Pero la inconformidad del posmenemismo no puede seguir siendo la misma sin convertirse por el solo paso del tiempo en conservadurismo. Tampoco la inconformidad ante el kirchnerismo podría ser un péndulo que nos volviera a valores de los noventa (promovidos primero por Ambito Financiero y Neustadt en los años 80), aunque fueran más o menos maquillados en variantes de diferente corrección política, desde el macrismo al sciolismo.

Dicho sea de paso, Scioli debe prepararse para superar el año próximo embates comparables a los que este año está sufriendo Macri. El 2013 será un año clave porque quien quiera tener posibilidades de ser recambio en 2015 deberá quedar posicionado en las elecciones de 2013.

El sábado de la semana pasada, en este mismo espacio y bajo el título “Iguales”, se reflexionó sobre cómo lo que parece encontrarse en las antípodas son momentos opuestos del mismo péndulo. Hoy se vuelven a escuchar críticas a un gobierno por ganar las elecciones con mensajes de izquierda y luego gobernar con ideas de la derecha. Tampoco las tensiones alrededor de la imprenta Ciccone son nuevas: a comienzos de los noventa, Cavallo había acusado a Yabrán de apropiársela.
Lo nuevo en periodismo superará la dicotomía entre periodismo militante (un traslado de la emotividad del periodismo deportivo a la política) y periodismo hegemónico, términos tan contradictorios en frases como intrínsecamente.

Desgraciadamente, eso nuevo todavía no emergió. Estamos en el clásico interregno donde lo que está muriendo aún no murió y lo que está naciendo aún no nació.

Pero se podría conjeturar con algunos atributos que debería tener esa sopa genética que parirá el futuro ciclo del periodismo. Probablemente la inteligencia pase a ser un atributo más valorado que la falta de temor. La síntesis de lo diverso, más que la capacidad para confrontar. El valor no sólo será medido por la disposición a rebelarse contra quienes lo merezcan sino a rebelarse frente a lo mediocre y conformista de uno mismo.

Los imaginarios del kirchnerismo comenzaron su proceso de caducidad. Poco a poco se convierten en dimensiones extraviadas. El ímpetu de la política de comercio exterior de Moreno irá perdiendo su efecto de la misma forma que los controles de precios con los que pretendió domar la inflación hace tres años.

Las demandas del futuro no encontrarán soluciones en las mismas respuestas del pasado. Dio vergüenza ajena escuchar a Alberto Fernández decir que Cristina Kirchner traiciona a Néstor Kirchner al reformar el Banco Central, quedándose sólo en la forma cuando en el fondo el ex presidente se quedaba con todas las cajas. O las tres encuestas, que se publicaron el fin de semana pasado en diarios oficialistas, que indicaban que la imagen positiva de la Presidenta no había caído; “justo” cuando PERFIL informaba que había perdido 17 puntos. Uno de los encuestadores abrió el paraguas en el diario Tiempo citando “la ley de la gravedad de las ciencias sociales: si los sujetos definen una situación como real, es real en sus consecuencias”.

La vanguardia muere de éxito. Para seguir siendo, precisa ser otra. El periodismo es vanguardia o pasado momificado.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Airees el sábado 17 de Marzo de 2012.