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viernes, 3 de octubre de 2014

¿Cuándo nos ocuparemos de la educación?... De Alguna Manera...


Crisis de valores...  


La situación de la educación en la Argentina es crítica. Todos los datos disponibles lo ponen de manifiesto. El gobierno nacional tiende a negarlo, posiblemente porque se siente políticamente vulnerable en ese plano; pero, con algunas excepciones, desde los espacios opositores hay pocas señales de que el tema sea enfocado con la profundidad y la urgencia que requiere, posiblemente porque se eluden debates internos que son vistos como divisivos. 

En el plano de la educación esa tendencia a eludir el debate de temas importantes para preservar supuestas o reales cohesiones políticas o ideológicas es fatal.

La educación es un plano crítico porque determina el futuro de varias generaciones. Si hoy no formamos jóvenes para que mañana puedan ser trabajadores competitivos, está claro que los jubilados de pasado mañana representarán una carga más pesada a los trabajadores de ese momento, porque sus ingresos serán menores. Ninguna ideología, ningún malabarismo retórico, puede modificar esa realidad: una economía menos competitiva es una economía más pobre. La educación es uno de los factores centrales en la compleja cadena que ha ido alejando al país de los estándares competitivos del mundo.

La mejora de la educación parece, y posiblemente sea, una tarea ciclópea. Hay diversos diagnósticos. El sistema educativo es menos inclusivo de lo que debería ser, en primer lugar en el nivel secundario, que ya tendría que ser universal, pero también en el primario –un problema que, si bien es más reducido, es más dramático–.

Igualmente grave es que cursar la educación formal no garantiza una formación adecuada. 

Las serias dificultades de comprensión de textos y de expresión escrita, la nula asimilación de información histórica y geográfica, los déficits que señalan las prueba PISA, son constatados en todo el país. Basta recordar que hace unos años un experto internacional, después de visitar diversas escuelas en distintos niveles socioeconómicos en nuestro país, identificó dos problemas que consideró muy graves: uno es que muchos chicos no van al colegio, otro es que algunos chicos, bien dotados intelectualmente, van al colegio, y allí muchas de sus capacidades intelectuales son anuladas o desaprovechadas.

Otro problema es el escaso número de días de clase efectivos, producto en parte de decisiones políticas inexplicables pero también de los paros docentes que son parte del estado natural de las cosas desde hace décadas. Los sindicatos son un problema; en privado lo reconocen muchos dirigentes políticos, pero lo cierto es que parte del poder de los sindicatos se refleja en su capacidad de paralizar toda iniciativa que pueda llevar a establecer como prioridad para todos el mejoramiento de los estándares en calidad de la educación y en prestación de los servicios que se esperan de los docentes. Los gremios son un obstáculo para ambas cosas. Para mejorar la situación educativa es imprescindible encarar un diálogo constructivo con los gremios docentes; y para que ese diálogo pueda tener lugar es imprescindible una estrategia orientada a la búsqueda de soluciones estables y no sólo de parches circunstanciales.

No hay duda de que hay un problema en la relación entre la oferta y la demanda educativa. La demanda –por lo menos en los niveles preescolar, primario y secundario, pero en parte también en el universitario– son los padres. ¿Por qué el involucramiento de las familias de los padres en las escuelas en la Argentina es bajo? Hay datos y registros que dan para avalar las más diversas teorías. Hay una crisis de valores en la sociedad: a muchísimos padres no les interesa el desempeño educacional de sus hijos, no demandan una mejor educación. Es indudable.

Pero hay instancias contrarias; para no ir más lejos, la cantidad de padres, o madres solas, muy pobres que deciden enviar a sus hijos a escuelas privadas para asegurarles mejor educación es una señal inequívoca de compromiso. El mayor involucramiento de los padres en la educación de sus hijos tiene que ser estimulado. En muchos casos son los directores y los docentes quienes producen esos estímulos; como regla, no parece ser una política generalizada.

Para mejorar la educación habrá que hacer muchas cosas. Algún día hay que empezar. Y hay que informar a la sociedad de lo que se hace y de los resultados. También en ese plano estamos muy rezagados en comparación con el resto del mundo, incluyendo a nuestros vecinos de la región, donde hasta el desempeño de cada escuela es conocido por toda la población.

© Escrito por Manuel Mora y Araujo, Sociólogo, el Sábado 27/09/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


domingo, 16 de diciembre de 2012

La Educación Prohibida... De Alguna Manera...


La educación prohibida...
La Educación Prohibida es una película documental que se propone cuestionar las lógicas de la escolarización moderna y la forma de entender la educación, visibilizando experiencias educativas diferentes, no convencionales que plantean la necesidad de un nuevo paradigma educativo.

La Educación Prohibida es un proyecto realizado por jóvenes que partieron desde la visión del quienes aprenden y se embarcaron en una investigación que cubre 8 países realizando entrevistas a más de 90 educadores de propuestas educativas alternativas. La película fue financiada colectivamente gracias a cientos de coproductores y tiene licencias libres que permiten y alientan su copia y reproducción.

La Educación Prohibida se propone alimentar y disparar un debate reflexión social acerca de las bases que sostienen la escuela, promoviendo el desarrollo de una educación integral centrada en el amor, el respeto, la libertad y el aprendizaje.


Sinopsis

La escuela ha cumplido ya más de 200 años de existencia y es aun considerada la principal forma de acceso a la educación. Hoy en día, la escuela y la educación son conceptos ampliamente discutidos en foros académicos, políticas públicas, instituciones educativas, medios de comunicación y espacios de la sociedad civil. Desde su origen, la institución escolar ha estado caracterizada por estructuras y prácticas que hoy se consideran mayormente obsoletas y anacrónicas. Decimos que no acompañan las necesidades del Siglo XXI. Su principal falencia se encuentra en un diseño que no considera la naturaleza del aprendizaje, la libertad de elección o la importancia que tienen el amor y los vínculos humanos en el desarrollo individual y colectivo.

A partir de estas reflexiones críticas han surgido, a lo largo de los años, propuestas y prácticas que pensaron y piensan la educación de una forma diferente. “La Educación Prohibida” es una película documental que propone recuperar muchas de ellas, explorar sus ideas y visibilizar aquellas experiencias que se han atrevido a cambiar las estructuras del modelo educativo de la escuela tradicional.

Más de 90 entrevistas a educadores, académicos, profesionales, autores, madres y padres; un recorrido por 8 países de Iberoamérica pasando por 45 experiencias educativas no convencionales; más de 25.000 seguidores en las redes sociales antes de su estreno y un total de 704 coproductores que participaron en su financiación colectiva, convirtieron a “La Educación Prohibida” en un fenómeno único. Un proyecto totalmente independiente de una magnitud inédita, que da cuenta de la necesidad latente del crecimiento y surgimiento de nuevas formas de educación.

© Fuente: http://www.educacionprohibida.com Publicado el lunes 13 de Agosto de 2012.


La película:

La educación prohibida...