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domingo, 4 de julio de 2021

El efecto Manes... @dealgunamanera...

 El efecto Manes...


Facundo Manes. “Estar o no estar...Esa Es la cuestión”. Dibujo: Pablo Temes.

La irrupción en el radicalismo bonaerense del científico puede ordenar la interna provincial.

El escenario al día de hoy es de PASOManes vs. Santilli. Por otra parte creemos que es el mejor mecanismo para poder llegar a la oferta electoral más competitiva”. Ésta es la última definición que ensayó una fuente de peso de la Unión Cívica Radical (UCR) que da por tierra con todos los intentos de llegar a una lista de unidad dentro de Juntos por el Cambio. 

La definición no es menor, teniendo en cuenta que desde el centenario partido se habían esforzado a lo largo de toda la semana en sostener y gestionar los apoyos para que Manes encabece una lista conjunta que aglutine a los dos o tres sectores en pugna, ya que en el PRO la disputa en Provincia sigue sin resolverse entre Jorge Macri y Diego Santilli.  

Por su parte, en el entorno del jefe de Gobierno porteño piden “desdramatizar la contienda”. Está claro que tienen un horizonte bien definido y que, desde hace rato, le han perdido el miedo a las primarias. La pregunta para ellos es más bien de mediano plazo, es decir, cuando llegue la recta final hacia el 2023 y haya que pesar los proyectos presidenciales de Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal cuya firme decisión de abandonar la provincia de Buenos Aires no deja de impactar.  

¿Qué le pasó a la ex gobernadora que pasó de definirse como “Orgullosamente bonaerense” a esta actitud que tiene aires de huida? 

Por estas horas, en la dura interna del PRO, la candidata a encabezar la lista de diputados en CABA es Vidal. A cambio, Patricia Bullrich pretende colocar en los primeros puestos a su gente. Dos de esos nombres son Fernando Iglesias y Gerardo Millman. 

En el radicalismo bonaerense, cuya estructura territorial y partidaria le permite hacer una demostración de fuerza cabal a cualquier coalición opositora que la contenga, reina un clima de entusiasmo que no se veía desde hace mucho. “Lo que no teníamos desde hace tiempo era una figura capaz de despertar el interés de los votantes no estrictamente radicales –que son muchos y están diseminados por todo el electorado– que quieren escaparle a la grieta. Hoy Facundo Manes representa esa posibilidad” –señala un integrante del partido que se ilusiona con lo que pueda venir. 

Jorge Macri y HRL se juntaron dos veces en la semana: una, el lunes por la mañana; la otra, en el mediodía del jueves. Por ahora están lejos de un acuerdo de unidad. Agendaron un nuevo encuentro para la semana que comenzará mañana. En cuanto a Manes, para el intendente de Vicente López el recién llegado a la política podría ser un factor que ordene las cosas en la interna provincial y haga posible evitar el enfrentamiento con Santilli, opción que, a estas alturas,  parece poco probable. ¿Los patitos en fila? 

El hecho político más significativo de estas últimas horas es la abdicación del Gobierno en su supuesta “cruzada por la dignidad” contra el laboratorio Pfizer. La intrincada y confusa explicación que, en la tarde del viernes, dio la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra, para intentar justificar el cambio de posición del Gobierno respecto a la negociación con el laboratorio por la compra de la vacuna contra el covid-19, no hizo más que hacer evidente el encaprichamiento que llevó el oficialismo a rechazar un acuerdo que hubiese representado al país contar con ocho millones de dosis. 

¿Cuántos casos menos hubieran significado esas dosis? 

¿Cuántas muertes menos? 

La decisión no tuvo que ver solo con aspectos humanitarios y/o sanitarios, sino también electorales. La aparición de la cepa Delta, el amesetamiento del número de casos, el alto índice de fallecimientos –cada dos días mueren en la Argentina por covid-19 mil personas, lo que hará que en diez días la cifra de decesos llegue a cien mil– alejó la expectativa de alguna reactivación de la economía que le diera oxígeno al Gobierno.  

Lo único que le queda es la vacuna. Ahí estuvo la mano de Cristina Fernández de Kirchner quien, en la semana, apareció públicamente una vez más con el objetivo de alinear detrás de sí a sus predilectos. En realidad la palabra correcta que describe el accionar de la ex presidenta en funciones es auxiliar. Ordenar a los suyos, para volver a inyectar una dosis de épica discursiva, en la alicaída provincia de Buenos Aires. El escenario fue el relanzamiento del programa Conectar Igualdad que se llevó a cabo en el municipio de Lomas de Zamora. Martín Insaurralde y Axel Kicillof la miraban buscando su sonrisa cómplice ante cualquier intervención. El ministro del Interior Wado de Pedro observaba desde la tribuna. Hubo palos para la oposición por la deuda contraída; nada que sorprenda. Lo impactante fue no solo la reivindicación del bochornoso Plan Qunita, luego de que una fiscal de Justicia Legítima pidiera el sobreseimiento de los procesados Aníbal Fernández, Daniel Gollán y Nicolás Kreplak, borrando de un plumazo las pruebas aportadas en la instrucción, sino el “palo” para el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, que fue ministro de Salud en el segundo gobierno de la Dra. Fernández de Kirchner.  

El otro “palo” se lo llevó el ministro de Economía, por quien la vicepresidenta ya no guarda afecto alguno. En fin, una CFK en estado puro que se adueñó de la escena para reavivar el ánimo en el distrito que concentra su base electoral. Claro que, entre tanto torbellino para hablar del programa Conectar Igualdad, el parloteo la llevó a distorsionar un relato sobre L-Gante que el rapero se vio obligado a enmendar. Nada que sorprenda. La fabulación y la mentira son la esencia pura del kirchnerismo. 

 

Producción periodística: Santiago Serra.






jueves, 7 de enero de 2021

La metamorfosis del Presidente... @dealgunamanera...

 La metamorfosis del Presidente... 

Samsa vernáculo, Franz Kafka. Dibujo: Pablo Temes 

El prestigio y la credibilidad de Alberto Fernández se erosionan para satisfacer los deseos de impunidad de CFK. 

© Escrito por Nelson Castro el domingo 03/01/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


En un artículo sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman publicado en el diario La Nación el 16 de febrero de 2015, escribió Alberto Fernández: “Un fiscal que denunció penalmente a la Presidenta apareció muerto días después de formular su demanda y solo un día antes de fundar su imputación ante el Congreso Nacional. En el centro del poder, allí donde la denuncia tocaba fibras, hablaron de suicidio y de asesinato, acusaron al muerto de ser un padre desatento y un títere de factores que operan en las sombras y hasta afirmaron que una suerte de lucha fratricida entre servicios de inteligencia acabó detonando esa muerte. Todo lo dicho sería poco importante de no ser que ha salido de la boca de la Presidenta imputada por el fiscal muerto”.

 

Dijo el mismo Alberto Fernández el jueves pasado en un reportaje con Radio 10 que ahora no le cabían dudas de que Nisman se suicidó. ¿Hubo algún dato nuevo en la investigación de este magnicidio institucional que haya conocido el Presidente y permanezca oculto a la opinión pública? De lo que se sabe, nada de eso hubo. Lo que hay es un presidente que día a día no duda en hacer añicos el valor de su palabra en pos de satisfacer los deseos de impunidad de la ex presidenta en funciones, Cristina Fernández de Kirchner.

 

Nada se escucha, en cambio, hacia los que dictaminan en favor de la vicepresidenta, como el juez federal de la Seguridad Social Ezequiel Pérez Nami, quien la autorizó a cobrar su pensión como ex presidenta más la de su marido, el ex presidente Néstor Kirchner, con intereses retroactivos y sin pagar el impuesto a las ganancias. Esta sentencia se conoció el mismo día en que se aprobó otra reforma para el cálculo de haberes que representa otro perjuicio para los millones de los ciudadanos y ciudadanas que experimentan a diario la condena de ser jubilados y pensionados en la Argentina.

 

Dijo siempre el Presidente que en la Argentina no hay presos políticos, sino detenciones arbitrarias. Sin embargo, un número creciente de sus funcionarios viene sosteniendo que sí los hay. ¿Cuánto faltará para que el Dr. Fernández cambie de parecer y se lance decididamente a presionar a jueces y fiscales que no satisfagan las demandas de CFK?

 

Supo prometer el Presidente que en su gobierno habría respeto hacia los que piensan diferente. Pero el jueves mandó al psiquiatra a los periodistas que expresan críticas hacia la desvaída gestión de su gobierno, a los que acusó de pregonar el odio y los ataques contra la ex presidenta en funciones. Según el Presidente, el “amor” es patrimonio exclusivo del kirchnerismo. ¿Alguien ha escuchado o visto últimamente a CFK prodigar alguna muestra de “amor”? Por el contrario, lo que se ve en ella es un gesto siempre enojado, y lo que se le escucha son malos tratos a los funcionarios del Gobierno “que no funcionan” y a todos los que piensan diferente.

 

Afirmó también Alberto Fernández que en diciembre pasado se vacunarían millones de personas. Finalmente, fueron poco más de 32 mil. La metamorfosis del Presidente es continua y se acentúa. Es una metamorfosis denigratoria de su dignidad, de la credibilidad de su palabra y de su prestigio.

 

Interna bonaerense. CFK sabe que la gestión no va de la mejor manera. Nunca mostró demasiado interés por el sello provincial, pero necesita calmar la ansiedad y asegurar el futuro. Y sin la provincia de Buenos Aires no hay futuro. Pragmatismo puro, uno de los requisitos del manual del peronismo. Una voz que recorre el Conurbano lo describe con claridad: “La unidad en tiempos difíciles es la llave para la estabilidad en el poder. Más allá de la simpatía o antipatía que CFK pueda tener con los dos intendentes que se alternan en la presidencia del PJ bonaerense –por un acuerdo celebrado hace un par de años– la unión es lo fundamental”.

 

La ex presidenta en funciones sabe que ella es artífice y la garante de esa unidad porque el voto en ese territorio y, más precisamente en el Conurbano, es kirchnerista.  Entonces habrá unidad bajo su presencia y conducción o no habrá nada. Por eso su hijo Máximo está negociando con intendentes como Martín Insaurralde para preparar el terreno y hacer viable su proyecto de presidir el PJ bonaerense.

 

No se han escuchado públicamente voces de los líderes territoriales que, con determinación verdadera, demuestren su oposición. Puntualmente la referencia es a Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverria que aún debe presidir el PJ provincial durante 2021. Esto es así porque los alcaldes están haciendo cálculos. Nadie quiere quedarse parado en la vereda incorrecta. Para un jefe comunal el territorio lo es todo. Y las sospechas aumentan: “Si Insaurralde ya está operando a favor de Máximo es porque el acuerdo está muy avanzado”, consigna la misma fuente.

 

Con el encumbramiento del hijo de CFK, La Cámpora empieza a jugar su partido para copar el PJ. A esos efectos es absolutamente funcional la ley impulsada por María Eugenia Vidal –apoyada en su momento por Sergio Massa– para limitar las reelecciones indefinidas de los intendentes. Toda esta trama va transformando a Alberto Fernández en un personaje absolutamente secundario.

 

Mientras tanto, el coronavirus. El aumento de los contagios es el tema del momento en materia sanitaria, y de política económica. El Gobierno se muestra a favor de endurecer las medidas pero nadie se atreve a arriesgar una fecha. “Enero parece intocable. La lógica peronista choca de frente con la idea de cortar el descanso –merecido– luego de 10 meses de encierro”, dicen desde el Patria. Otra incógnita es qué pasaría con la economía y la educación si la segunda ola llega antes que la vacuna haya generado suficiente cantidad de personas con inmunidad. “Si se restringen actividades, el golpe sería brutal y la caída palpable en el corto plazo. Si se opta por relanzar el IFE para paliar las consecuencias se refuerza la espiral inflacionaria vía mayor emisión monetaria. Es un callejón sin salida”, reconoce un consultor especialista en precios y mercados al consumidor.

 

La educación es el otro interrogante ante un posible rebrote de casos. ¿Alcanzan las burbujas implementadas en el último mes del calendario escolar si la pandemia retoma fuerza en los primeros meses del año? Son preguntas que aún no tienen respuesta y el margen de reacción del Gobierno parece, una vez más, tensar la cuerda para tropezar con los mismos errores.

 

Producción periodística: Santiago Serra.






domingo, 21 de junio de 2020

Los enojos del Presidente… @dealgunamanera...

Los enojos del Presidente…

María Eugenia Vidal. Dibujo: Pablo Temes

La cuarentena ya golpea la popularidad de Fernández y el caso Vicentin muestra que el ‘volvimos mejores” es mentira.


© Escrito por Nelson Castro el sábado 20/06/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Los necios dan rienda suelta a su enojo, pero los sabios calladamente lo controlan”, es uno de los proverbios del Eclesiastés. Sería muy conveniente que el Presidente lo tuviera en cuenta. Sus enojos comienzan a ser una norma ante lo que lo disgusta: los runners, los comerciantes que en su necesidad de supervivencia desesperan por abrir sus negocios, la gente que necesita trabajar o ir a una consulta médica, o las preguntas de los periodistas que dejan expuestas la falta de fundamento de sus decisiones o su necesidad de una mejor lectura de la Constitución –algo increíble en un profesor de Derecho– como muy bien se lo hizo notar Cristina Pérez.   

La cuarentena, que supo darle al Gobierno altísimos niveles de aprobación, se ha transformado hoy en día en un galimatías que, a la manera de un boomerang, ha convertido ese apoyo en un hecho lejano. A esto contribuyen varias cosas demostrativas de una evidente planificación ausente o fallida que se verifica día tras día. Uno de los motivos para imponer la cuarentena temprana fue aprovechar el tiempo a fin de preparar al sistema  salud adecuadamente para hacer frente a la mayor cantidad de casos que se esperaba para esta época. Por eso sorprende escuchar que el Ministerio de Salud bonaerense hable de un posible colapso del sistema.

¿Qué pasó?

Uno de los problemas es que Axel Kicillof está en estado de pánico. Esa es una dificultad importante.   

Otro problema serio es el de las terapias intensivas. El inconveniente es doble porque no es solo la cantidad de camas sino también la disponibilidad de personal especializado –médicos, enfermeros y kinesiólogos intensivistas– y los cuidados que se les proveen.

Enfrentar esta previsible circunstancia –que no se habría solucionado con la ideológica idea de los médicos cubanos– demanda planificación.   

Un caso desgarrador ha sido el del fallecimiento del jefe de Terapia Intensiva del Hospital Julio Perrando de Chaco, Miguel Duret, quien contrajo el Covid-19 como consecuencia de haber tenido que intubar a un paciente que padecía la enfermedad provocada por el virus, sin poder contar con la protección adecuada. Curiosa –y lamentablemente– no se lo ha escuchado al Presidente esbozar ni siquiera una crítica al gobernador Jorge Capitanich por las penosas y peligrosas condiciones en las que los médicos y el equipo de salud deben trabajar en ese nosocomio.

Recuérdese que, ante la queja de una médica a causa de esas carencias, la directora del hospital, Nancy Trejo, amenazó con sancionarla. Tampoco se lo escuchó a Fernández alzar la voz contra ese apriete. En su carta, los médicos residentes del Perrando fueron lapidarios: “‘No usan los elementos de protección personal’”. Podrido de escuchar y leer eso. Más que nadie sabemos lo que tenemos que usar o no. No es el primer microorganismo contagioso que se nos cruza.

Desde el primer día, nosotros sí, estamos leyendo sobre protección personal, y lo que debemos hacer y no hacer… Colocar un tubo en tórax a un paciente Covid-19 que se está muriendo, con un barbijo de tela vegetal y uno quirúrgico encima, no es por elección señores. ‘No usan los elementos de protección personal’. Basta. No hay”. ¡Lapidario! El peronismo gobierna Chaco hace 17 años.


Los casos de los políticos contagiados –Martín Insaurralde y María Eugenia Vidal, entre otros– hablan de irresponsabilidad. Insaurralde es un paciente de riesgo considerable: padeció un tumor de testículo, es asmático y sufre de insuficiencia renal. Su delicado cuadro clínico –fiebre que no cedía y trastornos de la función respiratoria– obligó a darle plasma de convalecientes para proporcionarle los anticuerpos necesarios para combatir al virus. No se entiende cómo, con sus antecedentes, no observó una conducta más prudente por él, su familia y quienes trabajan con él. Igualmente imprudente fue Vidal.

Se entiende que los dirigentes con cargos se reúnan presencialmente –guardando las distancias y usando barbijos– en una sesión de trabajo. Pero el almuerzo del que participó Vidal con Rodríguez Larreta, Lousteau y Monzó fue una típica mesa de rosca política. ¿Cómo pedirle después al que no puede ir a trabajar que no se indigne?

El caso Vicentin.

A medida que el caso Vicentin se complejiza, su volumen político crece. Ahora que se conoce mejor su trama, la figura del Presidente se va desdibujando. No es novedad que fue un proyecto de la vicepresidenta. Se sabe ahora que AF no estuvo muy convencido de la conveniencia de avanzar con la medida. Si no estaba seguro, ¿por qué lo hizo? ¿No se animó a contradecir a CFK? ¿Le teme?

La reacción contraria que desde el primer momento generó esta iniciativa fue de alto impacto. Las manifestaciones de protesta de los habitantes de Avellaneda y Reconquista, donde la empresa tiene su sede, fueron el puntapié inicial. La postura firme de los empresarios cordobeses exigiendo a los cuatro diputados que responden al gobernador Juan Schiaretti a votar en contra de la expropiación, más la posición contraria y categórica de Roberto Lavagna, auguraban el fracaso del proyecto en la Cámara baja.

Era otra 125 en potencia. En un reportaje con el periodista Roberto Navarro, advirtió que la solución pasaba por la propuesta del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, o por la expropiación. Se sabe que el kirchnerismo no se ha dado por vencido: “El objetivo principal es entrar en Vicentin, más allá de que no se pueda expropiarla”, es el textual que se escucha entre su filas. ¿Qué hará AF?

Promesas incumplidas. Éramos pocos y apareció Carlos Zannini. Zannini se desempeña como procurador general del Tesoro. Como ya se dijo aquí, la suya ha sido una de las peores designaciones que hizo Alberto Fernández.

El procurador del Tesoro es el abogado del Estado; es decir, el que debe velar por el cuidado de sus intereses. Siendo esa su función, no se entiende cómo ha expresado una opinión favorable a que con los dineros públicos se le pague una pensión vitalicia a Amado Boudou, condenado en primera y segunda instancia por el caso Ciccone no solo a la cárcel, sino también a una inhabilitación de por vida para ocupar cargos públicos.

La resolución de Zannini es una más en la búsqueda de impunidad, objetivo claro del kirchnerismo en el poder. Esta decisión del procurador del Tesoro demuestra que, cuando el Presidente dijo que volvían para ser mejores, mintió.





domingo, 20 de agosto de 2017

Rumbo a Octubre… @dealgunamanera...

Puentes de campaña...

Randazzo se muestra autocrítico en esta campaña electoral. Foto: Twitter Randazzo.

Gobernadores e intendentes parecen ser los hombres clave de la elección que viene. Los caminos del PJ.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 20/08/2017 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El oficialismo está exultante. El resultado a nivel país consolidó el modelo de Cambiemos a nivel nacional y lo coloca como el principal partido político de cara a octubre. Mauricio Macri está demostrando que puede haber un gobierno no peronista con poder y con capacidad de gestión. Luego de una campaña en donde se instaló –intencionadamente– que se elegía entre dos modelos de país diferentes, el oficialismo fue respaldado por el voto de la gente. Desde el riñón del macrismo sostienen que el resultado no fue una sorpresa. En la semana anterior a las PASO ya sabían que iban a encontrarse con una elección pareja en la Provincia. En el camino hacia octubre la estrategia proselitista seguirá de la misma manera. Se hará una campaña corta con María Eugenia Vidal a la cabeza. 

Las conversaciones con los intendentes no alarman demasiado al oficialismo; confían en que van a priorizar la relación con el gobierno provincial y que la figura de Cristina Fernández de Kirchner marcha hacia su inexorable ocaso en octubre, por lo que los intendentes del PJ no la apoyarían. “Están tratando de subirse el precio, pero quedaron desdibujados” sostienen desde el riñón del PRO, y agregan que “la ex presidenta podrá sacar un punto más, pero no más de eso; tiene un techo. Nosotros vamos a caminar las comunas donde obtuvimos resultados más flojos y apuntamos a sumar tres o cuatro puntos más”.

Mutaciones. Saben que el votante de Massa en general es un votante antikirchnerista, los votantes peronistas se quedarán con él y los que no, migrarán al PRO. En cuanto a los votantes de Florencio Randazzo, en el Gobierno creen que no tiene mucho más para caer; “podrá perder un punto como mucho” sostienen con convicción.

Desde el randazzismo, por su parte, aseguran que el proyecto sigue firme: “Es ridículo darle crédito a las versiones de que nos bajamos. Desde el principio iniciamos una carrera larga: la renovación del peronismo sin apuros electorales”, aseguran las principales espadas de “Cumplir”. Randazzo se quedó conforme; tenía expectativas de superar su número, pero sabía que las cartas con las que jugaba estaban lejos de ser las mejores.

Ahora viene la estrategia de cara a octubre. En ese derrotero son conscientes de que corren el riesgo de que se busquen sus votos y aseguran que “existen muchas operaciones dando vueltas”. De esto habló por estas horas –confirmándolo sin tapujos– Juan Manuel Abal Medina. “Los intendentes están preocupados por su propio futuro, la caja mueve más que las convicciones y saben que a fin de cuentas, una buena relación con la Provincia se traduce en ejecución de presupuesto y obras”, sostiene una fuente allegada a Randazzo. Dos intendentes del PJ (Mariano Cascallares de Almirante Brown y Martín Insaurralde de Lomas de Zamora) estarían negociando ayudar a Vidal, manteniendo su propia mayoría a cambio de que Cristina no gane en sus municipios, facilitando el corte de boletas.

Una de las espadas de Randazzo en la Provincia, intendente de una de las zonas más calientes, aseguró que sigue pensando que hay que renovar el peronismo, hacer autocrítica, democratizarlo, pensar propuestas para el futuro de la gente y que, si bien “CFK es una referente para un sector duro, no puede ser un tapón que impida la renovación”.

Cómo se lee. La ex presidenta plantea mediáticamente como un triunfo el resultado de las PASO, pero dentro del partido saben que la elección fue mala y que puede ser peor. Las proyecciones indican que al término del recuento definitivo se impondrá por una diferencia que va de medio a dos puntos. En verdad, ella está enojada con las consultoras que le auguraban un triunfo por un margen de diez puntos. Se confió, y los resultados hablaron por sí solos. Algunos sectores dentro de Unión Ciudadana hacen por estas horas una autocrítica. “Si Cristina hubiera aceptado una interna con Randazzo, teníamos el triunfo asegurado”, señalan con pesadumbre. Es que, una vez más, CFK aplicó la lógica de la ilógica. Ese es uno de sus males.

Existe el rumor de que los intendentes, ex socios del Movimiento Evita, pidieron una reunión con el cristinismo duro para acercarse a la ex presidenta, pero desde el entorno de Fernando  “Chino” Navarro lo desmienten y sostienen lo contrario. Fue Jorge Taiana quien pidió una reunión con ex socios del Movimiento Evita para acercarse y replantearse la estrategia de cara a octubre.Hay señales del massismo de querer peronizar la campaña PASO 2019 con Randazzo, pero –por ahora– el ex ministro del Interior no quiere saber nada de eso.

En Massa. En las huestes de Sergio Massa hubo replanteos y reproches por el rumbo que tomó la campaña: allí se coincide en que haberse centrado en propuestas como “Bajemos los precios”, o la lucha contra la corrupción sin proponer ninguna medida concreta, los llevó a caer en la misma bolsa que el resto. “Nos acusaron de que Massa no es creíble, pero con libretos armados. Hay que volver a las apariciones viscerales, reales y emotivas” –sentenció una fuente del Frente Renovador.

Una diputada massista agregó: “El Gobierno va a agitar el fantasma de la debilidad de nuestro frente y de las peleas internas y posibles fugas”. Ante esta perspectiva, el objetivo de Massa es mantener la unidad y definir nuevas estrategias.  “Acusamos el golpe, pero estamos fuertes. Vamos por la cristalización del núcleo duro”, sostiene otra fuente de 1País que no pierde el entusiasmo al analizar los datos de los resultados del domingo y compararlos con los de 2015. “Mantuvimos y superamos los números del 2015. En octubre de 2015, en plena polarización para elegir presidente, Scioli sacó 36; Macri 32 y nosotros 23”.

Massa impulsa avanzar hacia un contacto con gobernadores justicialistas que necesitan que exista un perfil peronista en la provincia de Buenos Aires para que CFK no vuelva a concentrar poder. Busca sacar provecho del enojo y la decepción que muchos de ellos tienen con Randazzo por su escasa cosecha de votos. Juan Manzur llegó a decir que “Randazzo puso el último clavo del cajón del PJ”. El resultado de las PASO demuestra que el peronismo se debe aún un debate interno serio que abra el camino a una renovación aún ausente.

Producción periodística: Santiago Serra con la contribución de Lucía Lopreiato.


domingo, 23 de julio de 2017

Encuestas y realidad… @dealgunamanera...

Encuestas y realidad…

¡De Números, ni hablar! Jaime Duran Barba. Dibujo: Pablo Temes

Los sondeos le dan valor de realidad al futuro. Así lo entienden Macri e intendentes que van con CFK.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 22/07/2017 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Hay que pasar el invierno. El frío finalmente llegó con toda su crudeza, y en plena campaña, las cosas se complican para el Gobierno. Y ahí surgen las disputas internas entre los que se sienten cerca de la gente y los que ven la vida desde un escritorio o un despacho. Para estos últimos, no hay lugar para la sensibilidad. Vaya como ejemplo esta anécdota.

En la provincia de Buenos Aires, el intendente de General Madariaga, Carlos Santoro (Cambiemos), presentó un recurso de amparo para socorrer a los vecinos que estaban angustiados por la llegada de las facturas de gas que, en algunos casos, superaron largamente los 5 mil pesos. La intención del jefe municipal fue frenar los aumentos, considerando que el año pasado junto a su par de Villa Gesell habían elevado un pedido para que esas localidades fueran incluidas –al igual que sus vecinas Mar del Plata y Mar Chiquita– en la categoría de “zona fría”. Esta es una categoría que resulta en importantes beneficios para sus habitantes. La respuesta había sido negativa. A mediados de marzo de este año el jefe comunal insistió con esa solicitud que, al no tener respuesta positiva, desembocó en el amparo presentado hace diez días.

Reto. 

El color político de Santoro le valió un reto del propio ministro Juan José Aranguren, quien lo llamó y le preguntó qué era lo que estaba haciendo, para luego ordenarle que si no podía levantar el amparo le enviara lo presentado para su análisis a fin de estudiar el caso. La intención era evitar el efecto contagio ante la eventualidad de que la Justicia le diera la razón, hecho que generaría un nuevo problema que, en lo posible, sería mejor solucionar puertas adentro del paraguas partidario.

Esta es una parte de la realidad que no trasciende pero que mantiene en alerta a María Eugenia Vidal. Es que –a los ojos de la gobernadora– ante el afán de mantener la casa en orden hay funcionarios que pierden de vista el objetivo de máxima, que es estar cerca de la gente. La mujer fuerte de Cambiemos lucha para que no se pierda el costado social de la gestión por más que la planilla de Excel muestre los números en rojo. En campaña no se puede cometer esos errores.

La campaña de Cambiemos –ante la falta de resultados positivos en materia de economía– seguirá ligada a la confrontación con el pasado, la apelación a la lucha contra la corrupción y la necesidad de profundizar el cambio. Como le pasa a cualquier gobierno, el actual es rehén de la realidad. Y el presente abunda en datos y vivencias que reflejan una situación socioeconómica muy difícil para muchos.

El 33% del índice de pobreza es algo que se palpa en la calleLa vivencia que están teniendo los principales candidatos de Cambiemos en la tercera sección electoral –que es la que define la elección–los está impactando. El nivel de marginalidad es brutal. Allí no se vive sino que, en muchísimos casos, se sobrevive. Por eso, el propio Duran Barba sugirió que se dejen los temas de la economía de lado. Salvo en boca de expertos. Al parecer, más allá del lanzamiento de créditos blandos y el asistencialismo, agregado a la lucha por el control de la inflación, no habrá grandes novedades para los más necesitados. Cada maestro con su librito, y el oficialismo, con el mismo desde hace un largo tiempo.

En la vereda de enfrente también existen los cautivos de la realidad. Pero muy lejos del síndrome de Estocolmo, los rehenes de CFK comienzan a hablar por lo bajo: “No podíamos suicidarnos detrás de un nuevo proyecto de peronismo con los números de las encuestas indicando que en el Conurbano profundo y no tan profundo el clamor por CFK todavía es alto. Queremos un mandato en paz”, se escuchó decir al colaborador de un intendente que no está feliz por apoyar a la ex presidenta pero que prefiere tragarse el sapo. “Ella sigue igual que siempre, pero optamos por acompañar un resultado que parece puesto. Hay que tomarlo como mal menor. 

Los que realmente la quieren se cuentan con los dedos de una mano”, dijo otro funcionario municipal que recuerda muy bien alguna de las barbaridades que decía Martín Insaurralde sobre Cristina en reuniones del grupo Esmeralda, antes de cambiarse de bando. ¿“Alguien piensa que cambió de opinión? ¡No! eligió con las encuestas en la mano”, vociferó un economista que conoce las internas de ambos espacios. “El problema es que, más allá de la inquietud por la gestión, los intendentes son muy mezquinos. Nadie la quiere pero todos se tapan la nariz y acompañan”, concluyó.

Luego de un optimismo infundado que inexplicablemente imperó en despachos gubernamentales, el baño de realidad les va llegando a todos. La mayoría de las encuestas que se analizan en la Rosada generan preocupación. La ex presidenta está ganando. El primero en tener noción de esto es Macri. El Presidente ya comprendió que la suerte de su gobierno se juega ya en las PASO. Si el Gobierno pierde por más de 5 puntos, las posibilidades de un triunfo en octubre serán muy difíciles. Lo que está en juego, además, es la gobernabilidad.

Indicios. 

Lo que está pasando con el dólar en estos días es un indicio de lo que va a suceder si Cristina Fernández de Kirchner gana. Si hasta aquí –con todas las expresiones de entusiasmo que recibió– la lluvia de inversiones de la que tantas veces habló Macri nunca llegó, es un hecho que nunca vendrá si el Gobierno pierde. Y esto no es producto de un ejercicio deductivo, sino una información que el jefe de Estado ya conoce. Ha transcurrido casi la mitad de su mandato y la economía no arranca. Va a ser muy difícil que lo haga si no se atacan aspectos estructurales claves. Uno de ellos es el enorme déficit fiscal. Para lograrlo habrá necesidad de buscar acuerdos políticos que serán de cuasi imposible logro con una CFK triunfadora. 

Porque una cosa es cierta: de ganar, al otro día habrá de comenzar su campaña por la vuelta a la presidencia en 2019, una obsesión fogoneada por una sed de revancha incontenible.

Producción periodística: Santiago Serra.