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domingo, 24 de septiembre de 2023

Una pobreaza de ideas... @dealgunamaneraok...

 Una pobreza de ideas…

"En bandeja"... Luis Barrionuevo. Dibujo: Pablo Temes.

La ciudadanía es rehén de una dirigencia que no está a la altura de las circunstancias.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 23/09/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El oficialismo avanza con el “plan platita” a toda prisa y sin pausa. El Gobierno se ha transformado en un grupo de nerones que, con tal de ganar la elección presidencial, está dispuesto a hacer cualquier cosa. Ese hacer cualquier cosa implica, entre otras medidas, aumentar el gasto público sin ningún tipo de límites y sin ningún pudor. 


Cuenta para ello con la “maquinita” del Banco Central y con la ayuda de sectores de la oposición. Es lo que se vio el martes en la sesión de la Cámara de Diputados en la que se aprobó la eliminación de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias y la creación del régimen de mayores ingresos para los que cobran más de quince salarios mínimos. Si bien el Frente de Todos contra Todos tenía asegurado el quórum debido a la ruptura del Interbloque Federal, fue Javier Milei, junto a sus diputados, quien le dio al kirchnerismo un apoyo que marcó la contradicción del líder libertario y le terminó abriendo definitivamente la puerta para dar media sanción al proyecto, hecho que significó un rotundo triunfo político para Sergio Massa y sus secuaces. Parte de la Unión Cívica Radical también se sentó en sus bancas. Las miradas de desconfianza y los reproches más severos se posaron sobre los disidentes de Evolución, el grupo de radicales liderados por Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, por su rol en el manejo de las Universidades. La sospecha se basaba en un supuesto intercambio de favores con el oficialismo para aumentar los fondos para la creación de nuevas casas de estudio. Las mañas y la inmoralidad de la vieja política no se detienen ni siquiera cuando el conjunto de la sociedad reclama por mayor compromiso y transparencia. Es justo mencionar también a los otros diputados de la línea Evolución del radicalismo: Marcela Antola; Gabriela Brower y Danya Tavela que, haciendo caso omiso de las directivas de la jefatura de su bloque, también decidieron bajar al recinto para apoyar la creación de la Universidad Nacional de Río Tercero, tema que, casi a modo de anzuelo, Unión por la Patria  había incorporado  en el orden del día de la sesión. Crear universidades está muy bien; utilizar esa iniciativa noble como herramienta de la transa política –que muchas veces esconde negocios turbios– está muy mal.  


Juntos por el Cambio continúa sin hacer pie. Y las reiteradas apariciones de Mauricio Macri en distintos canales de televisión para apoyar a Patricia Bullrich terminan por sembrar más dudas que certezas. El expresidente no debió haber coqueteado nunca con el líder libertario. A pesar de todo y contra todo, en el equipo de la exministra de Seguridad sostienen que lo peor ya pasó y que han logrado encaminar la campaña. Hay que destacar los esfuerzos que viene haciendo Carlos Melconian, quien conducirá el Ministerio de Economía si JXC se alzara con el triunfo. El economista es la mejor espada que tiene el bullrichismo para contrarrestar y bajar a tierra las disparatadas ideas económicas de Javier Milei. De reojo lo miran Luciano Laspina y Hernán Lacunza que, hasta el momento, no tienen ubicación definitiva dentro del armado. 


Por estas horas el libertario sigue acelerando su motosierra y les dice a propios y ajenos que está a un paso de ganar en primera vuelta. Serían 2 puntos de acuerdo a sus mediciones. La noche del viernes no pasó desapercibida. Milei entró al salón de eventos del Golden Center de Parque Norte como si fuera un rockstar. El encuentro fue organizado por Luis Barrionuevo, el flamante aliado que entra en contradicción directa con el discurso anticasta. Es por eso que a último momento el líder gastronómico se bajó de la grilla y evitó la foto que hubiera puesto en peligro el relato libertario. La gente no come vidrio y el ánimo social no está para sufrir otra desilusión. Por eso, Milei busca pisar sobre seguro y, como buen admirador de Carlos Bilardo, mide cada centímetro de su avance. El ejemplo más claro es el hermetismo que mantiene con algunos de los nombres que lo acompañarían en un futuro gobierno. La figura del ministro de Economía está guardada bajo siete llaves. Lo mantendrá en secreto hasta después de la elección para blindarlo de cualquier posible operación política de desgaste. 


Llegar al ballottage como sea


En la vereda de enfrente, Sergio Massa sigue aprovechándose de su doble rol de ministro y candidato. Sus acciones son de una irresponsabilidad supina. El ministro sirve en bandeja un abanico de opciones para que el candidato se luzca. Una falta de ética pocas veces vista por su desfachatez sin pausa ni disimulo. En el Fondo Monetario están que trinan. El “plan platita” y su batería de medidas que dejan a la Argentina al borde de una hiperinflación es muy difícil de digerir. “Sergio sabe lo que hace. Cerró filas con Cristina para avanzar contra viento y marea y llegar al ballottage. Una vez logrado el objetivo será más fácil dar la pelea contra un personaje descarriado al que muchos temen por sus ideas extremas. Ya no se trata de liberalismo o de la derecha. Para muchos Milei representa el caos y, en ese contexto, Sergio ofrece una salida mucho más racional”, sostienen cerca del tigrense. 


Otros dos hechos políticos marcaron la semana. El primero –de corte judicial– pone la lupa sobre la corrupción y muy posiblemente sobre el origen de los fondos de campaña. Es que en tiempo récord la Cámara de Apelaciones de La Plata liberó a Julio Segundo Rigau, el puntero bonaerense del PJ que fue descubierto con cincuenta tarjetas de débito robadas de la Legislatura bonaerense mientras retiraba el dinero de un cajero automático. El total de los fondos es aún una incógnita pero el cálculo realizado en base a los tickets de los últimos movimientos bancarios llega a los 27 millones de pesos. Salvo contadas excepciones, la dirigencia política bonaerense ha mantenido un sugestivo silencio.  


El otro hecho político que no pasó desapercibido fue el debate de los candidatos a vicepresidente que, como es costumbre, se llevó a cabo en el programa periodístico A dos voces. Las chicanas, los golpes bajos, los gritos y las interrupciones constantes desnudaron la pobreza de ideas y la falta de profesionalismo de los participantes. Puede discutirse largamente quién ha sido el ganador de la noche; lo que no puede pasarse por alto es que los grandes perdedores serán los ciudadanos que continúan siendo rehenes de una dirigencia que no está a la altura de las circunstancias.





    

viernes, 15 de septiembre de 2023

Llegar al ballottage como sea… @dealgunamaneraok...

Llegar al ballottage como sea…

La parte del león. Dibujo: Pablo Temes

El oficialismo improvisa medidas, JxC busca despejar la sombra de Macri y Milei sigue sembrando dudas.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 09/09/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El fallo adverso a la Argentina por la expropiación de YPF de la jueza de Nueva York Loretta Preska no representa ninguna sorpresa. Es la consecuencia lógica de un verdadero disparate. Ese es el calificativo que mejor describe aquella precipitada y temeraria decisión, tomada por Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof en abril del 2012 y acompañada en el Congreso por gran parte del peronismo. 

El caso YPF representa, además, un claro ejemplo –uno más– de la mentira y contradicción del kirchnerismo. En la década de los 90, el matrimonio Kirchner fue un propulsor entusiasta de la privatización de la empresa de la cual se benefició ampliamente. Las regalías que recibió el entonces gobernador de Santa Cruz fueron un oxígeno muy importante para su gestión y fuente de controversias y sospechas nunca aclaradas sobre el destino que se les dio. Tal fue la importancia de esos fondos que fueron la moneda de canje que llevó a Néstor Kirchner y a su esposa a apoyar fervorosamente esa privatización que no estuvo exenta de escándalos. Para completar este breve ejercicio de memoria, recuérdese que el miembro informante del proyecto fue el diputado por Neuquén, Oscar Parrilli, y que la vicepresidenta, que en aquel momento era diputada, presionó a los legisladores provinciales de Santa Cruz para que aprobaran a nivel local la privatización propuesta por el expresidente Carlos Menem. Queda claro, entonces, que la falsa épica kirchnerista y la defensa de las empresas del Estado son un compendio de mentiras y vanidades que forman parte del relato fundacional que quisieron hacernos creer. Sólo falta recordar la soberbia de Axel Kicillof en sus largas peroratas vacías de contenido en tiempos de la expropiación. Las consecuencias están a la vista.

Massa, en plan “vamos viendo”

Para Sergio Massa, este fallo ha sido un golpe fuerte. “Un verdadero mazazo”, como lo definió alguien del kirchnerismo que no profesa mucho cariño por el ministro-candidato. Los números de la economía son una catástrofe. El índice de inflación de agosto pinta mal. Por eso, con una cara de circunstancia poco creíble, Massa salió a hablar en la TV Pública después del partido que la Argentina le ganó a Ecuador por 1 a 0. Creyó que colgándose de la Selección obtendría algún rédito. Todo lo del oficialismo es burdo e impostado. Por supuesto que le salió mal. Para la mayoría de los que lo vieron, lo del ministro fue malo. Hasta se pareció a CFK cuando habló de funcionarios que no estuvieron a la altura. ¿Se incluyó él? ¿Lo incluyó al Presidente?

En el oficialismo todo es improvisación. Una muestra de ello es el anuncio que hizo el exintendente de Tigre sobre la eliminación del impuesto a las ganancias de los asalariados, un reclamo a todas luces justo. Massa dijo que, de ser electo presidente, lo eliminará. Ante esta aseveración, tuvo que salir el titular de la AFIP, Carlos Castagneto, a corregirlo, recordándole que la modificación del pago del tributo debe ser aprobada por el Congreso: “Hay que modificar una ley y hoy no tenemos el quórum para que esa ley salga”. Sin comentarios.

Los esfuerzos crecientes del oficialismo por rivalizar con Javier Milei no cesan. Hay que conseguir un lugar en el ballottage como sea. De ahí que la batería de promesas electorales incluyan propuestas que, de ser viables, bien podrían comenzar a implementarse en tiempo presente. Nada de eso. Todo está condicionado al resultado electoral. Hay que mantener el anzuelo a flote.

Para colmo de males no hay ideas nuevas para contener los precios y los desbordes de la economía. Massa sigue chocando con las viejas recetas que se utilizaban en tiempos de Guillermo Moreno. Los controles de precios y las amenazas a los empresarios con cucos que no existen para contener la inflación ya no surten ningún efecto. El secretario de Comercio Matías Tombolini, no tiene la impronta de su antecesor y los aprietes para contener las remarcaciones sólo funcionan con acatamiento dispar en la Capital Federal con las grandes cadenas de supermercados. En los comercios de cercanía del Conurbano Bonaerense la realidad es otra. La inflación castiga con fuerza a los más débiles. 

Hablando de debilidad, Patricia Bullrich no quiere quedar bajo el ala de Mauricio Macri. Considera que es un salvavidas de plomo tierra adentro del Gran Buenos Aires. Es por eso que durante la semana salió varias veces a pedir independizarse del líder del PRO. Lo que en verdad saca de las casillas a la exministra de Seguridad es el coqueteo del expresidente con Javier Milei. “Ahora sí estamos en la recta final, y no hay lugar para ambigüedades” –aseguran en el campamento bullrichista.

El porqué de los elogios a Milei

La apuesta por Carlos Melconian para ocupar el Ministerio de Economía, en un eventual gobierno suyo no fue gratuita. Apenas un mes atrás, el diputado nacional y economista Luciano Laspina, encabezaba reuniones de trabajo con empresarios de diferentes sectores como el futuro hombre de la cartera económica. En algunos de esos encuentros lo acompañaba Federico Pinedo como la pata política del binomio. Hay heridas que tardarán en sanar aunque Melconian se está encargando personalmente de contener a los desencantados, con ofrecimientos en distintos espacios de poder. El Banco Central de la República Argentina es uno de ellos.

Mientras tanto el libertario Javier Milei, sigue sembrando dudas. A los riesgos concretos en materia de gobernabilidad, se suman las observaciones de propios y ajenos sobre sus desequilibrios y falta de templanza a la hora de enfrentar adversarios, periodistas y a todo aquel que se atreva a pensar distinto.

La Argentina ya ha sufrido varias decepciones. La grieta es la consecuencia palpable de la división social provocada por líderes mesiánicos y caudillismos disfuncionales. El libertario debería aprender un poco más de la historia reciente para no cometer los mismos errores. La sociedad está quebrada y con una alta dosis de resignación. Ningún candidato puede darse el lujo de sumar otro fracaso.



   

sábado, 12 de agosto de 2023

Una vergüenza política... @dealgunamaneraok...

 Una vergüenza política…


Córdoba. Bullrich no suspendió la convocatoria. Se subió al estrado y dijo su speech. Fotografía: Agencia Telam
 

Frente a un hecho atroz como fue el asesinato de una niña estudiante de Lanús, la respuesta de la política es mostrar que no tiene respuesta, pero a su vez burlarse de la gente diciendo que levantaban los actos de cierre, pero continuando de otra forma con su campaña proselitista.

© Escrito por Hugo Haime, Consultor y Analista Político, el viernes 12 de agosto de 2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.  

Ante el hecho aberrante, ante la iniciativa de Grindetti-Bullrich que habían programado su acto de cierre en Lanús, Larreta y el peronismo inmediatamente hicieron lo mismo. Parecía que habían suspendido las campañas. Pero no, lo que se suspendió en realidad fue hablarles a sus propios militantes desde tribunas efervescentes en donde se escuchan bombos y  aturde la música. Ya por la tarde unos se tiraban el muerto a los otros, y por la noche se paseaban sin pudor por los canales de TV. Al comienzo, dando el sentido pésame, y luego avanzaban desarrollando sus plataformas. 

Es más, Bullrich en Córdoba no suspendió la convocatoria. Se subió al estrado, dijo su speech político y pidió que no festejen. Luego de tamaños hechos, cómo pretenden que la mayoría de los ciudadanos, más allá de a quién voten, no se pliegue al que se vayan todos. Hay mucho para reflexionar sobre lo sucedido. 

Dado que en forma permanente hay sucesos similares en el Conurbano, nos preguntamos si el asesinato hubiera ocurrido en otra localidad en la que no estuviera involucrado un candidato a gobernador e intendente del lugar y en la que se haría el acto de cierre de la campaña presidencial, si hubieran suspendido el acto. Supongamos que el caso hubiera sucedido en Chascomús o en Gral. Alvear en La Pampa. Apuesto que no. Es más, se hubieran dedicado a mencionar el tema sin pudor. El peronismo, obviamente para no desentonar, también suspendió los dos cierres programados, el de gobernador y el de presidente.  

Un electorado que teme al presente y duda del futuro  

Todos los días por los canales de televisión conocemos sucesos parecidos. No hay nada nuevo. Los personajes son los mismos. La droga, la violencia, la falta de normas, la impunidad, el dolor de una familia, la impotencia, la indignación popular. En Lanús estuvieron todos los ingredientes. Menores involucrados que se saben inimputables, utilizados por adultos como modo de esconder sus delitos. Bandas de delincuentes que están localizadas, pero ante las cuales no se actúa con eficiencia. El interrogante sobre si llegó o no a tiempo la única ambulancia municipal. La mirada sobre la Policía y sobre la Justicia. Intendentes que no viven en el lugar y además tienen otras ocupaciones, como ser presidentes de clubes de fútbol. 

Por caso, Grindetti no es solo intendente de Lanús, también es presidente de Independiente. Poco tiempo le queda para ejercer su responsabilidad en el municipio, y delega en Kravetz, su aspirante a la sucesión. Este, hasta ahora, aparecía como quien era capaz de ocuparse de la seguridad en el municipio, haciendo campaña electoral sobre ello. Hace años que el principal problema de Lanús es la inseguridad, como lo es en una gran parte de los municipios del Conurbano. 

La población cree que resolverla les corresponde a los tres niveles políticos: nacionales, provinciales y municipales, los que, en vez de coordinar, se echan la culpa entre sí o se sacan la responsabilidad de encima. También tenemos a quienes  juegan de defensores de menores pobres, y entonces aparece el discurso sobre la criminalización de la pobreza. Todo parece una película repetida. La política reacciona echando culpas cuando aparece involucrada. En Rosario sucedió algo parecido; el Estado reacciona tarde. Lo sucedido en Lanús es solo una muestra del drama por el que están pasando diariamente millones de familias. 

La pregunta persistente que se hace la población es de quién es la culpa, si de la falta de leyes adecuadas, si de la incapacidad de tomar el problema de la inseguridad como un todo, si de la situación económica que incrementa la pobreza y la marginalidad, si de quienes impiden que se cumplan con los días mínimos de escolaridad, si de la baja calidad educativa. Podríamos seguirla al infinito con las preguntas y la asignación de culpabilidades. 

Hoy estamos en un momento álgido, en el que la relación entre la dirigencia y la sociedad está rota, al punto tal que luego del asesinato de Morena los vecinos, además  de sollozar su pena, decían todo el tiempo: “Tenemos miedo, vivimos con miedo, y los políticos solo vienen para pedirnos el voto”. Por ello mismo, que haya o no acto de cierre nada cambia, solo pone en evidencia la imposibilidad que tiene la dirigencia de pensar en grande.



   

domingo, 6 de agosto de 2023

Rumbo a las Paso. Gestos que no dicen nada… @dealgunamaneraok...

 Rumbo a las Paso. Gestos que no dicen nada…


En ropa de combate. Patricia Bullrich. Dibujo: Pablo Temes.

Llega a su fin una campaña devaluada, en la que ya nada sorprende. Unos ignoran la realidad, otros privilegian la pelea fratricida.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 05/06/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“No puedo pagar la luz”. El testimonio de un habitante del Conurbano Bonaerense que muestra ante las cámaras de televisión la factura que lo ha dejado estremecido se reproduce por miles. También entre los comerciantes de distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires. 

Algunos de ellos piensan en cerrar. En contraposición a esta realidad indiscutible y dura las mismas pantallas traen la palabra de la inefable portavoz presidencial Gabriela Cerruti, negando que ello sea así. Una vez más, kirchnerismo puro. Aquí no pasa ni ha pasado nada.

En esa misma dimensión cabalga la campaña de Sergio Massa. El candidato habla como si el ministro de Economía y el Gobierno fueran de otro. Por eso, evita al máximo posible su contacto con periodistas que no le responden. Cuando eso ocurre, la insustancialidad de sus respuestas queda expuesta sin tapujos y su malhumor se hace indisimulable. Se enoja y, entonces, a quien le formula preguntas y repregunta con agudez y fundamentos, lo único que atina a decirle es que le está faltando respeto. Es lo que pasó en Córdoba el jueves pasado. Vale la pena recordarle al ministro-candidato que el enojo, es algo propio de los necios. 

Es cada vez más difícil hacer encajar la realidad en el relato. No hay peor ciego que el que no quiere ver.   

Mientras tanto, el deterioro de la situación económica no se detiene. La euforia del anuncio del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional tuvo la duración y el efecto de un leve suspiro. No cambió nada. En el Gobierno viven día a día o, mejor dicho, hora a hora. Nada se puede planificar en este torbellino de impericia. Nada se puede prever. El dólar blue sigue imparable. Ya nadie tiene dudas de que seguirá en ascenso hasta las elecciones. El cepo a las importaciones y la falta de reservas del Banco Central dan testimonio en ese sentido. No hay “¡Ah, pero Macri!” que alcance a parar esta debacle. Lo único a lo que recurre el Gobierno es a estrangular aún más el cepo con el consecuente aumento de las dificultades para la importación de insumos que son esenciales para el aparato productivo. Aún así, el Presidente y el gobernador de la provincia de Buenos Aires se solazan hablando de cifras de un crecimiento económico que nadie ve. Otra vez, ¡kirchnerismo puro!  

Un condimento extra alimenta la incertidumbre política. La cantidad de encuestas que pululan entre los diferentes candidatos no sorprende por la polarización entre los competidores, sino por arrojar resultados muy dispares entre sí con diferencias que, en algunos casos, llegan a los 10 puntos. Otro dato que abona la falta de certezas: en las elecciones provinciales que ya se han celebrado con un cronograma diferente del nacional hubo hasta el momento, más de un millón de votos en blanco y un aumento exponencial del ausentismo. La gente no está yendo a votar.   

En el oficialismo temen que un resultado que lo deje relegado al tercer puesto o una derrota contundente, dispare una incontenible inestabilidad política, económica y social derivada de la falta de poder real hasta las elecciones generales. Sergio Massa ya ha tomado nota de esta posibilidad y se prepara para cubrir cualquier escenario. Puertas adentro se sigue quejando por el fogoneo a la candidatura de Juan Grabois, que distintos sectores estimulan a modo de fuego amigo. El tigrense está convencido de que Máximo Kirchner y su madre, la vicepresidenta en funciones, están a la cabeza de ese movimiento. La explicación es sencilla: el relato no puede claudicar y la figura del actual ministro de Economía no puede crecer lo suficiente como para acumular un poder tal que le permita borrar de un plumazo lo que queda de kirchnerismo duro. CFK es experta en los juegos de poder y sabe que Sergio Massa no es confiable para su futuro inmediato. En este contexto, todo puede suceder. Incluso lo impensado: parece una burla del destino, pero el principal candidato presidencial de Unión por la Patria aún no pudo hacer pie con un acto en La Matanza, bastión histórico del peronismo en general y del kirchnerismo en particular. Sucede allí algo muy particular.

Una campaña sin sorpresas


En el Movimiento Evita perciben cierta inclinación del ministro por el intendente Fernando Espinoza, quien deberá competir en la interna municipal con Patricia Cubría, esposa de Emilio Pérsico, líder del movimiento. Massa prefiere no correr riesgos y dejar que Axel Kicillof siga negociando para llegar a buen puerto. La otra razón por la cual el candidato oficialista no hace pie en lo más profundo del Conurbano es la propia realidad: con base en datos oficiales se estimó que la pobreza fue en el primer trimestre de este año de 38,7%. Prácticamente 4 puntos porcentuales más arriba con relación al mismo período de 2022 (34,3%). Peor aún, cerca de 100 mil chicos cayeron en la indigencia en un año. 

“En la Argentina no hay hambre”, había dicho sin inmutarse unos días atrás la vocera presidencial quien, además minimizó el impacto  de la pobreza en los niños. Más de lo mismo. Es cada vez más difícil hacer encajar la realidad en el relato. No hay peor ciego que el que no quiere ver. 

Dentro de No tan Juntos por el Cambio no existe la paz. La ex orgullosamente bonaerense María Eugenia Vidal lo sabe muy bien. Apenas se pronunció públicamente a favor de Horacio Rodríguez Larreta, una catarata de críticas de sus correligionarios le cayó encima. Uno de los más vehementes fue el diputado nacional 
Cristian Ritondo, quien aseguró que la exgobernadora le había dicho que se mantendría neutral. Ritondo fue ministro de Seguridad en el gobierno de Vidal, pero parece que la ferocidad de la interna está por sobre los vínculos y las lealtades. Es tiempo de pronunciamientos. Al menos eso creen en la coalición opositora. Jorge Macri le venía pidiendo un gesto inequívoco a HRL, y ahora Patricia Bullrich hace lo propio con Mauricio Macri. ¿Es acaso más importante forzar una declaración de un “compañero de equipo” que salir a buscar con propuestas y sentido común el apoyo de los votantes? 

Ya nada sorprende en una campaña devaluada y llena de gestos que no dicen nada.
 



   

domingo, 30 de julio de 2023

Incapacidad. Una campaña sin sorpresas… @dealgunamaneraok...

Incapacidad. Una campaña sin sorpresas… 

Pato Blindaje 2023. Patricia Bullrich. Dibujo: Pablo Temes

Algunos candidatos se acordaron a último momento de dar a conocer sus propuestas para una elección que sigue sin despertar interés.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 29/07/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

Es bien sabido, desde hace años, que la esencia del kirchnerismo es la mentira y la contradicción. Son dos características fundamentales para la elaboración del así llamado relato. Su impronta es tal que los conversos las han adoptado con notable naturalidad. El que picó en punta fue Alberto Fernández. Entre las tantas mentiras del presidente saliente se recuerda aquella del martes 15 de marzo de 2020, cuando dijo: “El viernes comienza la guerra contra la inflación”. Quien no le va en saga –a la manera de un verdadero discípulo– es Sergio Massa.

El ministro de Economía –que supo enojarse con muchos periodistas porque no lo llamaban superministro– dijo el viernes en San Juan: “Vengo a comprometerme y decirles que voy a ser el presidente que derrote a la inflación y que defienda el salario”. De no existir los videos y los audios que así lo atestiguan, algún desprevenido podría haber pensado que se trataba de una humorada surgida del talento de Ariel Tarico en sus agudas y magistrales imitaciones que son furor.

El ritmo lo marca el Fondo

Desde el 3 de agosto de 2022 –día en que asumió el cargo– hasta fin de junio, la inflación interanual llegó al 100%. Y ya se sabe que el índice de precios al consumidor –el famoso IPC– de julio estará por arriba del 6% que hubo en junio. La gestión de Massa al frente del Ministerio de Economía pasará a la historia precisamente por sus altísimos niveles de inflación. Tanto es así que el Banco Central anunció hace pocos días que dispuso posponer la difusión del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) para después de las PASO. 

El REM, que debería publicarse el viernes 4 de agosto próximo, se dará a conocer dos días después de esa elección. Es una encuesta que se realiza entre bancos, centros de estudios y consultores, cuyo fin es el de dar a conocer pronósticos y proyecciones sobre los indicadores claves de la economía, como por ejemplo, tasas de interés, dólar y cifras de crecimiento. 

¿Alguien puede creer que escondiendo, maquillando o posponiendo datos, la realidad pasará inadvertida para los círculos de poder y la sociedad toda? Son recetas perimidas que nos obligan a volver a citar en esta columna al enorme fracaso de Guillermo Moreno al frente de la Secretaría de Comercio Interior; tiempos en que los números se dibujaban y el Indec se encontraba intervenido. 

Se trata, una vez más, de esa costumbre infantil y disfuncional que sostiene que lo que el kirchnerismo no admite no existe. Es la negación misma de la realidad. 

Un espectáculo decadente

Sergio Massa no está cómodo. Sabe que la intención de voto no lo acompaña como quisiera de cara a la próxima elección. Ya se resignó a recibir los embates del fuego amigo disparados por Juan Grabois y Luis D’Elía. Nadie hará nada para contenerlo. De hecho, la vicepresidenta en funciones sabe que no puede desconocer esa parte estructural del relato militante y ha decidido seguir jugando a dos puntas. 

En el entorno del ministro y candidato se dan por conformes con mantener fuera de la escena política al presidente Alberto Fernández: 

“Sergio no tiene nada en contra de él pero no podemos dejar que su figura influya de manera negativa en la campaña. No suma. Es mejor mantenerlo alejado”, admiten cerca del tigrense. Es lógico. Nadie quiere pegarse a un presidente que llega al final de su gestión con un esfuerzo enorme, desgastado y vapuleado política y personalmente por los propios. Eso explica la poca o nula actividad en su agenda casi totalmente limitada a los eventos internacionales de poca monta. La caída en su imagen y el derrumbe de su popularidad desde el inicio de la pandemia hasta hoy, sin dudas será un caso de análisis en los futuros estudios de opinión pública y propaganda. 

La semana volvió a retrotraernos a los tiempos de cuarentena, cuando salió a la luz que la ministra de Salud, Carla Vizzotti, había permitido en tiempos de aislamiento que conocidos o allegados pudieran despedirse de sus familiares en estado crítico cuando nadie más podía hacerlo. Nadie está cuestionando un gesto de humanidad pero es innegable que todavía siguen y seguirán apareciendo ejemplos de la doble vara moral y ética del kirchnerismo. El vacunatorio VIP y la fiesta de Olivos serán los ejemplos por excelencia de esa doble moral. Para el Gobierno y los amigos del poder, todo estaba permitido. Para el ciudadano común, las reglas generales de la ley. Inadmisible. 

Un Massa para cada gusto 

En Juntos por el Cambio están haciendo todo lo posible –aunque no parezca– para bajarles el tono a las disputas internas. Operadores políticos del alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y de la exministra de Seguridad Patricia Bullrich intentaron acercar posiciones para allanar el camino a la posibilidad de que los precandidatos presidenciales compartieran el búnker el día de las PASO –idea inicial del larretismo–  pero como las cosas fueron de mal en peor, también se cayó la idea de una foto conjunta el mismo 13 de agosto cuya intención era demostrar que la pelea real será contra el kirchnerismo. El encono entre ambos tuvo un nuevo detonante: las críticas de HRL a la propuesta de Bullrich de impulsar “un blindaje” de las reservas para poder remover el cepo en los primeros días de su hipotética gestión. En realidad, hay un tímido intento de fondo de endurecer al jefe de Gobierno porteño en el tramo final de la campaña. “No se trata de halconizarlo. Horacio se siente cómodo y sabe que ha llegado hasta acá sin gritos ni portazos, con diálogo y gestión”, se definen en Uspallata y contraatacan: “Últimamente cada vez que Patricia habla, la caga. Hay que dejarla seguir sin interrupciones, nosotros ya tenemos nuestro manual”. Del otro lado de la coalición opositora reconocen a regañadientes que las últimas declaraciones públicas de su líder no han sido felices pero atribuyen su silencio a una supuesta ventaja en las últimas encuestas de opinión: “Estamos liderando, que el desgaste lo haga el otro”.

No se esperan sorpresas para el tramo final de la campaña. Algunos candidatos se acordaron a último momento de dar a conocer sus propuestas para una elección que sigue sin despertar interés como ha quedado demostrado en los altos niveles de abstención que se registraron en los comicios provinciales. Niveles preocupantes que tienen como únicos responsables a los líderes de la actual dirigencia política, incapaces de contribuir a la democracia y a la formación de ciudadanía.