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domingo, 24 de julio de 2016

Entrevista a Cristina Fernández de Kirchner... @dealgunamanera...

“Ser peronista nunca fue fácil en este país, y nunca fue gratis”…


La ex mandataria recibió en su casa a un grupo de periodistas de medios internacionales. Analizó la situación económica y política nacional, aseguró que no le tiene temor a la persecución judicial y alertó sobre los “presos políticos” como Milagro Sala.

Cristina Fernández de Kirchner recibió en su casa en El Calafate a un grupo de periodistas de medios internacionales, a quienes dio una extensa entrevista en la que analizó la actualidad del país y el continente. La ex presidenta aseguró que no tiene miedo de ir presa y afirmó que la “persecución judicial” en su contra es “uno de los riesgos” que asumió al “decidir que los trabajadores tienen que tener un salario que les permita vivir dignamente”. “Ser peronista nunca fue fácil en este país, y nunca fue gratis”, definió. Dijo que el ajuste se aplicó con la modalidad de “shock” para provocar “una flexibilización o precarización laboral obligada”. Y disparó contra la corrupción del actual Gobierno: “A mí no me encontraron ninguna cuenta en Panamá. Escuchar a alguna persona que tenga el apellido Macri hablar de saqueo del Estado, hablar de obra pública, me parece una falta de respeto a la memoria y a la historia reciente de los argentinos”.

Periodista: –A 8 meses de haber dejado el Gobierno, ¿cuál es su análisis de lo que sucede en el país y en la región?

CFK: –Desde una perspectiva regional, veo un retroceso de lo que fueron los gobiernos nacionales y populares, y un avance de la derecha conservadora o restauradora que trajo exclusión social y un nuevo realineamiento que abandonó la idea de unidad regional que primó en el espíritu de la Unasur, el Mercosur y la Celac desde que en 1999 Hugo Chávez asumió en Venezuela. A Chávez le sucedieron Lula en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina, el Frente Amplio en Uruguay, Fernando Lugo en Paraguay. Todo eso no fue casualidad: fue un movimiento regional en respuesta a la etapa del neoliberalismo de los ‘90 que había arrasado y fue una verdadera catástrofe social. Una de las características de estos gobiernos populares es que, a diferencia de los gobiernos populares del siglo veinte –quizás discutidos en cuanto a su metodología– fueron profundamente democráticos. Yo los llamaría Gobiernos nacionales, populares y democráticos. Hubo una profunda vida en democracia en cuanto a libertad de expresión, que se garantizó aún cuando surgieron expresiones que atentaban contra los gobiernos y que muchas veces intentaron ser experiencias destituyentes, como la que me tocó vivir a mí en el 2008 en Argentina o como la que le toca vivir ahora a Dilma Russef en Brasil.

En la Argentina veo un retroceso muy importante porque los logros que habíamos obtenido eran realmente formidables. Más allá de ese discurso de la pesada herencia, los números son objetivos: al 10 de diciembre del año pasado la Argentina había alcanzado el menor nivel de endeudamiento externo en moneda extranjera de toda su historia. Lo curioso es que el Gobierno surgido en 2003 fue el que había recibido el país con el mayor default de deuda soberana del mundo: 160 mil millones de dólares. A eso se le suman dos dígitos de desocupación, 54 por ciento de pobreza, 46 por ciento de indigencia, un índice de Gini que andaba por el 5 por ciento. No había paritarias en el país, los jubilados cobraban 200 pesos y terminamos un 9 de diciembre con el nivel de endeudamiento más bajo de toda la historia, que le permite al actual Gobierno y a los actuales gobiernos provinciales tomar deuda, un tipo de endeudamiento sobre el cual no tengo buen pronóstico. Los trabajadores argentinos habían logrado el salario con mayor poder adquisitivo de toda la región comparado en dólares. Con los jubilados pasó lo mismo: llegamos prácticamente a una cobertura universal del 97 al 98 por ciento, a partir de que también logramos recuperar la administración de las AFJP, lo que nos permitió también avanzar con las moratorias jubilatorias. Algunos se enojaban con las moratorias porque decían “no hacieron los aportes”, pero no se daban cuenta que así lográbamos mayor poder de consumo, mayor poder adquisitivo de la gente. Ninguna paritaria en la Argentina durante los 12 años y medio de gestión se cerró por abajo de la inflación, por eso había poder adquisitivo. Eso habla de una política de un gobierno que había concebido al salario no como un precio de la economía sino como un efecto dinamizador y organizador de la economía a través del consumo. Ahora las paritarias se cerraron todas por la mitad o menos de la inflación. En todo el mundo ha bajado el consumo producto de la crisis que no se resuelve, producto de que sigue habiendo, y cada vez más, una mayor desigualdad en la distribución de los ingresos que se extiende como una mancha de aceite en todo el planeta. Con una política comercial de libre importación como la que tenemos hoy, ese excedente mundial lo volvemos a ver en los supermercados argentinos: naranjas de cualquier parte del mundo, frutas de cualquier parte del mundo. Todo esto atenta contra el mercado interno. Esto no quiere decir que hay que tener una economía cerrada, sino una economía que cuide a los productores, a los inversores y a las pequeñas y medianas industrias locales.

Hoy veo retrocesos también en las libertades. No puedo dejar de mencionar el caso de Milagro Sala, presa política, ahora que también están presos otros militantes y dirigentes sociales, entre ellos su esposo. La carta abierta a los despidos: hoy el desempleo figura, junto a la inseguridad y la inflación, entre las principales preocupaciones de los argentinos. El desempleo no era un tema durante nuestra gestión. La inflación, que fue un tema que agitaron permanentemente desde los medios de comunicación hegemónicos, hoy es constante, superando el 50% en los alimentos. Creo que hubo tal vez una mala evaluación del gobierno entrante en cuanto a cuál iba a ser el resultado de su “negociación”, entre comillas, con los buitres. Lograron ordenar al Congreso casi haciendo fila para que votaran un acuerdo muy malo con los buitres y pensaron que iban a llover los dólares. Y no, las inversiones se rigen por otras cuestiones.

El 13 de abril nadie hablaba de tarifas de gas y de luz, y yo recuerdo haber dicho en Comodoro Py, cuando propuse el Frente Ciudadano, que iba a haber una reconstrucción de nuevas mayorías, ya no en base a como estaban ordenados partidariamente sino a cómo iban a resultar agredidos o no por la política económica. Y hable de la factura de luz, de gas y del chango del supermercado cuando no había ningún dirigente político en la Argentina que registrara esto. Estaban todos muy entusiasmados porque habían aprobado el acuerdo con los buitres y todo se iba solucionar. Y esto no me convierte a mí en clarividente, sino simplemente en una persona que estuvo sentada 8 años en el sillón de la Casa Rosada y no de prestada. Sabia que esos aumentos, cuando llegaran, iban a ser de un impacto fenomenal en la inflación, en la calidad de vida y en toda la actividad económica. Porque había una idea de que los subsidios eran para los morochos, para la gente pobre, para los villeros, para los negros, para los cabezas como decían antes despectivamente. Y no, los subsidios eran para toda la economía, eran para las pequeñas y medianas industrias y también para las grandes. Los subsidios eran salario indirecto para los trabajadores, para la clase media que podía consumir, viajar, comprarse un auto o cambiarlo o comprarse una casa. Y esto me parece que no fue correctamente visualizado y yo me acuerdo que el Ministro de Economía dijo que el aumento de tarifas tenía el valor de dos pizzas.

Creo que hubo una mala evaluación también en eliminar ingresos del Estado que pesaban sobre los sectores más concentrados de la economía con una alta rentabilidad. Así se dibujó un déficit que no existía. Resulta incoherente lo que dicen: si había déficit a reducir, uno siempre piensa que lo primero que hay que hacer es equilibrar fiscalmente el país, pero no reducir a los sectores de mayores ingresos los derechos de exportación, sacar las retenciones a la minería o los autos de alta gama. Es como un coctel que todo junto no cierra, porque es contradictorio. Tal vez no hubo una mala evaluación: lo que se quería era provocar un shock para que los trabajadores aceptaran cualquier tipo de salario por temor a perder el empleo. O sea una suerte de flexibilización o precarización obligada, por el temor a perder el salario o porque la plata no alcanza. ¿Fue esa la idea de provocar el shock? Ese es un terreno de hipótesis que no me gusta abordar, pero lo cierto es que mas allá de las hipótesis o de de las intenciones, el resultado me parece no ha sido el esperado. No ya por la sociedad a la que le habían dicho que no iba a haber tarifazo, que no iba a haber devaluación, que no se iba a perseguir a nadie, que no iba a haber despidos, que hasta el Fútbol para Todos se iba a conservar. No: simplemente ni siquiera fueron los resultados esperados por el propio equipo que se autodefinió a sí mismo como el mejor de los últimos 50 años.

Periodista: –Usted denunció varias veces una persecución por parte de lo que llamó el “Partido Judicial”. Recientemente su abogado dijo que estaba considerando recurrir a un tribunal internacional para denunciarlo. Yo quería preguntarle si efectivamente lo va a hacer, qué tribunal sería y qué piensa que va a pasar con esas causas.

CFK: –En toda la región se ve muy claramente la aparición de un partido mediático que juzga públicamente, un partido judicial que es como el espejo de ese partido mediático y un sector que interviene con estas dos patas fundamentales. En el caso de Brasil se vio muy claramente la intervención de ese partido judicial. En el país también se está viendo y no sólo ahora: así fue durante toda nuestra gestión, fuertemente intervenida por el partido judicial. La ley de medios, que fue un modelo contra la monopolización mediática, fue suspendida por el partido judicial que también volteó, para defenderse corporativamente, el intento que hicimos de democratizarlo. El proyecto consistía básicamente en que los académicos, jueces, abogados y diputados que integran el Consejo de la Magistratura fueran también elegidos por el voto popular, como son elegidos los diputados y senadores que conforman ese organismo. No los jueces que juzgan porque evidentemente eso no es conveniente. Bueno, fue la única vez que la Corte hizo uso del per saltum. Es el único poder en el mundo que es de carácter vitalicio. Todos los demás poderes están sometidos, por lo menos los institucionales del Estado, a elecciones y a revalidaciones. Pretendíamos además que al poder judicial se pudiera ingresar por mérito, por exámenes, y no porque seas pariente o amigo del juez o del secretario o del fiscal de turno. Y bueno, fue volteada pese a haber sido tratada por ambas cámaras con mayoría absoluta, la mitad más uno de cada uno de los integrantes del Parlamento. Fijate que ahora tenemos el problema de las tarifas y nada de eso significó un per saltum.

La persecución judicial me parece que es más que evidente. Además fue anunciada. Si uno lee las crónicas periodísticas durante el último mandato mío, ya decían que yo cuando abandonara el poder iba a tener serios problemas con la Justicia. Está escrito en letras de molde. O eran clarividentes o evidentemente forman parte de una articulación mediática judicial que es la que se está desplegando ahora. Yo fui denunciada cuatro veces por no ser abogada y el título me lo terminaron dando en Comodoro Py. Y no ahora, durante la gestión. Me investigaron por enriquecimiento ilícito desde 1995 hasta el 2012. Tres causas con sobreseimiento, y siguen. La causa de dólar futuro es lo más emblemático en materia de persecución judicial. El magistrado que inició la causa pensaba que los beneficiarios de los contratos de dólares futuros iban a ser amigos nuestros o conocidos nuestros, y resulta ser que cuando se investigó, los que habían sido beneficiarios de los contratos a futuro eran los mismos que habían hecho la devaluación. Y no solamente eran los mismos que habían hecho la devaluación sino que en el caso de uno de los funcionarios, el vicejefe de la Jefatura de Gabinete (Mario Quintana), era el que había pactado con el titular del ROFEX, que es uno de los de mercados a futuro, el precio de lo que iba a cobrar él como empresario cuando había pactado contrato de dólar a futuro. Él pactó su contrato a futuro y él arregló el precio siendo funcionario. Eso sí es delito, eso es negociación incompatible por interés de conflicto. Pero no están procesados los que devaluaron ni los que cobraron los contratos de dólar a futuro sino que estamos procesados nosotros que fuimos los que quisimos cuidar el valor de la moneda, porque sabíamos que una devaluación iba a tener un impacto brutal como el que tuvo. Y la última: embargar la pensión del presidente que es patético y hasta ridículo.

Esto revela la situación de persecución. Pero no me quejo: cuando vos decidís que los responsables del genocidio deben ser enjuiciados por los jueces de la Constitución y que reciban las penas por lo que hicieron; cuando vos recuperás los edificios como la ESMA para entregarlos a la memoria, no solamente del pueblo sino del mundo; cuando decidís recuperar la administración de los recursos de los trabajadores de empresarios privados que habían recibir comisiones por 12 mil millones de dólares; cuando decidís que los trabajadores tienen que tener un salario que les permita vivir dignamente y motorizar la economía; recuperar YPF, la empresa más importante de la Argentina, Aerolíneas Argentinas y AYSA; cuando vos decidís estas cosas, está claro que uno de los riesgos es la cárcel y que te persigan políticamente. Otro no tendría ese riesgo pero son los riegos que se deben tomar más allá de que ninguna de las causas, todas inventadas, tenga la más mínima entidad para condenar a nadie. Son los riesgos no jurídicos, porque jurídicos no los hay aplicando esta Constitución, estos códigos de procedimientos y estos códigos de fondo; no tendría por qué haber ningún riesgo. Aplicando los códigos de la política en la Argentina, y sí, es la historia Argentina además.

Periodista: –En los últimos meses hemos visto a personas cercanas a usted comparecer en la Justicia, ¿le preocupa la posibilidad de que se dicte una detención en su contra? ¿Cuál es su respuesta a esta cantidad de generalizaciones que se ven en los medios?

CFK: –En principio, respecto al temor a la cárcel, no. Si hubiese tenido temor no habría hecho las cosas que hice como Gobierno, posiblemente tampoco hubiese militado en los espacios políticos en los que milité desde muy joven. Ser peronista nunca fue fácil en este país. Y nunca fue gratis. En cuanto a los episodios mencionados, ninguna generalización es buena; lo que puede haber pasado con tal ex funcionario, y sin minimizarlo, tiene que ver con lo que puede pasar en cualquier gobierno.

Escuchar a alguna persona que tenga el apellido Macri hablar de saqueo del Estado, hablar de obra pública, me parece una falta de respeto a la memoria y a la historia reciente de los argentinos. Yo no tengo ninguna empresa constructora, de hecho lo dije el otro día al hablar con un colega tuyo, sostengo que es necesario crear en el Parlamento una comisión bicameral de auditoría de la obra pública. En la Argentina se invirtió en obra pública, durante los últimos doce años, 107 mil millones de dólares. En un lapso anterior, del ‘90 al 2002, se invirtió 18 mil millones de dólares. Lo único que pido es que se realice una auditoría sobre los últimos doce años para determinar que, si hubo sobreprecios, quién se los quedo. En este momento, en el que el Gobierno decretó la redeterminación de precios de obra pública, es imprescindible. ¿En qué obras se redeterminó, en las que ya tenía sobreprecios? Los últimos 45 mil millones que se decretaron para el soterramiento del tren Sarmiento, una obra que nunca pudimos empezar porque la UTE, la empresa que ganó la licitación, de la que forma parte IECSa, de Calcaterra, primo y amigo de Macri, junto a Odebrecht y otras empresas, requería financiamiento privado, no debía ser del Estado. Y ahora me vengo a enterar que por un decreto le asignan 45 mil millones para financiarlo. ¿Qué pasa con las empresas que perdieron esa licitación porque no tenían financiamiento externo? Por eso creo que debe hacerse esta auditoría de obra pública en los últimos doce años, ya que son 107 mil millones, de los cuales un 57 por ciento fue ejecutado por el gobierno nacional. El resto fue ejecutado y licitado por gobiernos provinciales y municipales. Lo único que hacía el Gobierno nacional era remitir el dinero. Y tenés unos 25 mil millones en vialidad, esa misma cifra en infraestructura energética, tenés 15 mil millones en viviendas, ejecutadas por las provincias, unos 12 mil millones en obras hídricas, 11 mil millones en transferencias del fondo federal solidario de la soja que ejecutaban los gobiernos municipales. Por eso sería muy interesante y necesario para determinar qué pasó, y cada uno deberá responder por lo que hizo. Yo vivo en esta casa, que está a mi nombre, y es mía desde antes de ser presidenta; no vivo en una casa hecha por ninguna constructora. Creo que el tema de la generalización no es bueno, y además con los conflictos de intereses y con algunos casos de público, notorio y escandaloso conocimiento, y para los fiscales, es simple. Basta con levantar la tira de un teléfono para saber con quienes hablaban esos funcionarios, con quienes se reunían. Vemos que algunos de los principales adjudicatarios de obra pública también forman parte del Gobierno, hay que ser cuidadosos con eso porque termina impactando de lleno en la política. Como si la política implicara que son todos iguales, que es sinónimo de corrupción; y cuando esto termina de enraizarse en una sociedad, finalmente se da el triunfo de las corporaciones, que siguen manejando a la gente con el concepto de que la política es corrupta. No, la política no es corrupta, puede haber políticos corruptos. Identifiquémoslos.

A mi no me encontraron ninguna cuenta en Panamá. Yo no tengo ninguna cuenta en el exterior. No tengo sociedades secretas que me descubrieron. Todo lo que dicen está escrito en mis propias Declaraciones Juradas, firmadas y presentadas por mi no solamente ante la Oficina Anticorrupción, sino ante la AFIP. ¿Puede ser alguien tan tonto de declarar cosas en una Declaración Jurada para que después en base a los números que están en la Declaración Jurada digan que cometió un ilícito? Y resulta ser que todos los días encuentran gente que si no tiene cuentas en el HSBC, que fugó dinero del país, aparece en los Panamá Papers, y después dice que se había olvidado que tenía una cuenta. ¿Alguien me hubiera aceptado a mi que yo dijera eso? Ni te cuento cuando le inventaron a mi hijo una cuenta con Nilda Garré de 40 millones de dólares en la tapa de Clarín. ¿Vos sabés la cantidad de gente que por ahí ve esa tapa y después ni se entera cuando Máximo habla por la radio y lo desmiente y se quedó con la tapa de Clarín diciendo que Máximo tenía 40 millones de dólares? O lo que pasó con el famoso auto de Milagro Sala: te puedo mostrar 4 hojas enteras de portales de todo el país diciendo “se encontró un BMW propiedad de Milagro Sala lleno de dinero”. Después salió la noticia de que no era cierto. ¿Vos sabés la cantidad de gente que leyó las 4 páginas de portales diciendo eso y no leyó después que no había ninguna plata de Milagro Sala?

Ayer mismo entro en uno de los portales que yo denomino House Organ de la Embajada y veo “Ex Senador K detenido en Ezeiza con 30 mil dólares”. Todos son K. Resulta ser que este ex senador (Nicolás Fernández) no fue elegido en 2011 porque yo le propuse al actual vice gobernador de la provincia, Pablo González, que fuera él quien se postulara como candidato a senador por Santa Cruz. Sin embargo ponen que el anterior senador, que es el que encontraron con los 30 mil dólares, es K. Saben una cosa, el hermano de ese ex Senador, que es un contador, que fue también funcionario nuestro en el BICE, es hoy colaborador en el Ministerio de Economía de Prat Gay, junto al Secretario de Hacienda. Por ese ex senador yo conocí al Dr. Lorenzetti, de quien es muy amigo. Él fue quien me lo presentó cuando yo era senadora, inclusive me decía que era un excelente candidato para ser miembro de la Corte. O por ejemplo lo que pasó con otro ex senador, a quien conocí y fue compañero mío de la UCR: trajeron a una persona de Paraguay (en referencia a Ibar Pérez Corradi), vinculado al tráfico de efedrina, diciendo y amenazando la Ministra de Seguridad que tiemblen los funcionarios del Gobierno anterior porque iba a hablar; y resulta que ahora dice que este ex senador, ex presidente de la UCR, artífice de la alianza entre la UCR y Cambiemos (Ernesto Sanz), recibió un soborno de 200 mil dólares para acusar al juez de la efedrina y destituirlo. Pero como es del partido radical es mentira. Entonces ¿Cómo es? Si son peronistas los denunciados, (Pérez Corradi) es un “arrepentido”. Si lo denuncian a alguien de Cambiemos o a un radical, es un “condenado”. Me parece que hay que comenzar a medir con la misma vara a todo el mundo.

Y lo que también veo en esta etapa, una de las cosas que más me preocupan, es que hay una suerte de disminución muy notable de la intensidad del Estado de Derecho. Siempre la vigencia del Estado de Derecho ha sido un obstáculo para imponer planes de miseria, hambre y transferencia de recursos de los sectores asalariados, clases medias, pequeñas y medianas empresas a los sectores más concentrados. Siempre era necesario hacer un golpe militar para poder hacer este tipo de planes. Hoy a través del partido mediático y del partido judicial esto ya no es necesario. Por eso es muy importante que los procedimientos judiciales sean de acuerdo a las garantías que establece la Constitución, sean de acuerdo a los códigos de fondo y los Códigos de Procedimiento. No se puede estar acusando o montando shows o espectáculos mediáticos en base a la violación de las garantías que tiene cualquier ciudadano, haya sido presidente o sea el barrendero. Y esto significa también que los dirigentes políticos que entiendan que a partir de denuncias inventadas no van a lograr mejor posicionamiento. La historia demuestra que esto no es así, que dura muy poco. No conozco a ninguno que haya pasado a la historia, o que haya logrado convencer a las grandes mayorías nacionales de un proyecto de país o de Patria a partir de estas cosas.


sábado, 4 de junio de 2016

Psicología de un gobierno empresarial… @dealgunamanera...

La acción le arranca la desesperación a la angustia...

El cambio sería así, en la visión de la gestión empresarial. Foto: Cedoc

A Mauricio Macri le gusta el desafío y su mente está entrenada en la toma de riesgo, igual que un emprendedor.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado 04/06/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

¿De dónde saca Macri su certeza? Ministros, secretarios de Estado y asesores del más alto nivel se desesperan frente a los reclamos de todo tipo por las consecuencias negativas que tuvieron sobre la actividad económica las medidas que tomaron este primer medio año de gobierno. Con ánimo de protegerlo, Ernesto Sanz trató de blindarlo legislativamente proponiendo un clásico acuerdo partidario con el PJ que le garantizara tranquilidad en el Congreso. Pero Macri lo desestimó y avanza en su método convencido del triunfo de sus ideas y técnicas.

¿Qué lógica es ésa, que no apela a las concesiones recíprocas tradicionales del poder? Se lo preguntarán desde Sanz hasta, en otro extremo, Cristóbal López, quien inicialmente trató de pactar con Macri, como se confirmó al conocerse la carta que le envió hace meses. ¿Provendrá del engaño que producen ciertos “senti-mientos” cuando las ideologías funcionan como formas de religión, algo tan visto en el alucinamiento de la política kirchnerista en los últimos años aunque en el PRO en sentido contrario?

"Segundo semestre" es un mantra que Macri repite para convencer de lo que él está convencido

Jaques Lacan –que había sido analista de marxistas como Louis Althusser y llegó a pensar que toda ideología era una patología colectiva– acuñó la frase: “El inconsciente es la política”. El reconocido profesor de Ciencias Políticas Fernando Mires acuñó otra frase: “Toda ideología es una patología colectiva así como toda patología es una ideología privada”.

Quizá categorías que no son del orden de la política sino de la psicología, y en el caso de Macri de la psicología de la mente empresarial, ayuden a comprender mejor de dónde proviene esa seguridad convencida de que en el segundo semestre la economía se recuperará fuertemente (hay chistes sobre que Macri es como los estudiantes con aplazos, que siempre les dicen a sus madres: “No te preocupes que lo recuperaré en el segundo semestre”).

Cabeza de CEO.

Hubo un coronel carapintada, Aldo Rico, que dijo: “La duda es la jactancia de los intelectuales”. No es casual que a comienzos del siglo XX, cuando aún no había escuelas de Administración, los primeros CEO de las grandes empresas mundiales fueran militares retirados, los únicos que por entonces tenían experiencia en organizaciones con gran número de personas.

Paralelamente, la psicología explica que no hay acción sin certeza. Y también que la acción engendra la certeza.

Simplificadamente: la angustia sería producto de la cavilación, de la duda. Más allá de que no puede conducir aquel cuyo estado es la duda, como De la Rúa, hay distintas fuentes de la certeza. La convicción en una ideología es una de ellas. La confianza en un método es otra.

Claramente, Macri no cree en la forma de hacer política a la usanza de los partidos políticos tradicionales. Radicales o peronistas, más allá de sus diferencias, comparten ser “lo viejo” a los ojos del Presidente.

Tanto foco en lo nuevo y el cambio de lo viejo también tiene una inspiración empresarial. Uno de los libros clásicos de gestión (para Macri gestión y gestión política es lo mismo) más recomendables para todo aquel que desee comprender la cabeza de los CEO es La estrategia del océano azul, del profesor de Harvard W. Chan Kim, el texto que mejor explica la asociación entre innovación (cambio) y éxito.

La metáfora de los océanos azules (lo nuevo) se contrapone a la de los océanos rojos (lo clásico), donde la competencia sobre los mismos paradigmas y productos conduce a una guerra que requiere enormes esfuerzos en espacios saturados.

La estrategia del océano azul en las empresas se parece en parte a la de Duran Barba en política: deconstruir las categorías existentes y reformular nuevas. Uno de los ejemplos preferidos de Harvard Business School es el del Cirque du Soleil: “Cuando apareció por primera vez, en 1984, los grandes circos, muchos de ellos centenarios, se dedicaban a compararse entre sí, exprimiendo los mismos actos circenses tradicionales: más payasos, más domadores famosos y más animales que elevaban sus costos sin modificar sustancialmente la experiencia del espectáculo, mientras caía en picada la demanda”.

Cirque du Soleil redefinió el problema en diferentes términos: viendo con otros ojos, abandonó el enfoque reactivo que mantenía hipnotizados a sus competidores siempre en lo mismo, creando una estrategia divergente que hizo foco en reinventar las prácticas del medio, desafiando las nociones convencionales existentes.

A Macri le gusta el desafío y su mente está entrenada en la toma de riesgo, igual que un emprendedor 

La innovación es la clave del éxito para un CEO moderno, y el mejor ejemplo dentro del Gobierno es el propio vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, quien modificó el concepto de farmacia al inventar Farmacity.

Desde esta visión, el “círculo rojo” de los grandes (y viejos) empresarios y otros poderes fácticos permanentes (sindicatos, medios, corporaciones) es el principal enemigo del cambio y una estructura anquilosada, que hay que transformar.

Pero no hay estrategia sin riesgo y, en el campo empresarial, los costos del fracaso son esencialmente materiales. En el político, las consecuencias son otras. Pero a Macri le gusta el desafío (o sea lo diferente) y su mente está entrenada en la toma de riesgo, igual que la de un emprendedor.

El segundo semestre del año comienza en un mes. El segundo semestre de Macri en el Gobierno comienza el próximo viernes 10 de junio.

La acción le arranca la desesperación a la angustia.


domingo, 3 de abril de 2016

Brutal ajuste… @dealgunamanera...

Brutal ajuste…


Aumentos, crisis con Elisa Carrió y dudas por Daniel Angelici. Alivio por Ricardo Jaime preso.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 03/04/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El ajuste ha llegado en toda su dimensión. “Es brutal”, lo reconoció el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo. Y esa dimensión es la que produce desasosiego en la población y genera controversias políticas no sólo entre el oficialismo y la oposición sino también dentro mismo del partido de gobierno. Es lo que reflejaron los altisonantes tuits que Elisa Carrió hizo públicos el miércoles pasado y que impactaron lo suficientemente fuerte al interior de Cambiemos como para que Mauricio Macri la convocara a una reunión urgente en la residencia de Olivos antes de su partida hacia los Estados Unidos.

En esa reunión que, según la diputada, fue “dura, franca y divertida”, quien también tuvo un protagonismo importante fue el ex senador Ernesto Sanz. Sanz se ha transformado en un hombre de extrema confianza y cercanía del jefe de Estado. La más importante fue la coincidencia sobre las implicancias negativas que para el Gobierno tendría una ruptura de la coalición.

El fantasma de lo que significó para el gobierno de Fernando de la Rúa la renuncia de Carlos “Chacho” Álvarez sobrevoló el ámbito de ese encuentro, en el que se le atribuye a Macri haberle dicho a Carrió que “si nosotros nos peleamos, Cristina se divierte”. Lo cierto es que, tanto el Presidente como Sanz, fueron duros con la diputada, a quien le señalaron que “su boca era más útil defendiendo al Gobierno que atacándolo”.

El asunto que más incómoda al Presidente es el de Daniel Angelici. Nadie atina a saber muy bien cómo ha adquirido semejante poder. Las voces en los ámbitos tribunalicios –sobre todo de los juzgados federales– confirman las gestiones de este abogado de trayectoria poco relevante que invoca transmitir los pareceres y enojos del Gobierno. Quienes tratan de encontrar una explicación a esta gama de conexiones que exhibe Angelici lo adjudican a su condición de presidente de Boca. “Muchos jueces, fiscales y secretarios de juzgados que son hinchas de Boca desesperan por una platea en la Bombonera”, señala un conocedor de esta trastienda inquietante. Los industriales llevaron su preocupación al ministro de Producción, Francisco Cabrera.

El secretario general de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Sacco, destacó que “tuvieron una muy buena recepción de la radiografía que le presentaron. Y si bien el presidente Macri está haciendo lo que prometió en la campaña electoral, la preocupación radica en la simultaneidad y velocidad con que se está implementando el sinceramiento de la economía”. En este sentido, el industrial graficó que “hay unos 39 mil puestos de trabajo en el sector de las industrias electrointensivas que aún no entraron en situación crítica pero que, con los aumentos y otros elementos de contexto, podrían peligrar.

Ese elemento de contexto es la crisis económica de raíces políticas por la que está atravesando Brasil. Si no se hace algo para enfrentar esa contingencia, la situación podría empeorar. Si debido a su propio ‘parate’, nuestro principal socio comercial comienza a enviar los excedentes de su producción hacia la Argentina, el problema podría escalar y serían 200 mil los puestos de trabajo que correrían riesgo en la industria”. Al Gobierno no le hace ninguna gracia admitir esta posibilidad y trabaja contrarreloj buscando salidas a esta delicada circunstancia. “Cuando Brasil estornuda, la Argentina sufre una neumonía”, dijo tiempo atrás la canciller, Susana Malcorra.

Se vive con salarios viejos para enfrentar tarifas nuevas. Eso no hace más que aumentar la pobreza.

Por su parte, fuentes cercanas a los legisladores que trabajan en la publicación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) Congreso, adelantaron que la medición correspondiente al mes de marzo se acercaría al 4%, guarismo que haría “peligrar la meta inflacionaria anual de entre 20% y 25% impuesta por el Gobierno, a un número mucho más cercano al 30%”. Si marzo arroja esos valores cercanos al 4%, el acumulado para el primer trimestre del año superará el 12%, un valor demasiado alto para cerrar el año de manera exitosa.

Es verdad que el valor que se paga en la mayoría de los servicios públicos en el Área Metropolitana es irrisorio. Pero lo que también es verdad es que los sueldos que gana la mayoría de sus habitantes son, asimismo, bajos. Se vive un presente de tarifas nuevas con salarios viejos. Por eso el índice de pobreza ha aumentado, tal como lo proyecta el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica, cuyo trabajo ahora el kirchnerismo pondera luego de haberlo denostado por años.

En el Gobierno se reconoce toda esta problemática para la que, hasta el momento, no ha ofrecido soluciones. Nadie discute sobre lo inevitable de este sinceramiento de la economía, producto del campo minado que dejó el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. La controversia surge a la hora de evaluar su implementación. Ahora se habla de una serie de medidas –incluiría un blanqueo de capitales– en cuya elaboración se está trabajando a toda máquina. El objetivo es reactivar la economía, que atraviesa un período de estanflación.

Para ello cuenta con la aprobación de la ley que hace posible pagarles a los holdouts. El proceso que llevó a la resonante victoria que el oficialismo obtuvo en ambas cámaras del Congreso –recordar que en Diputados el resultado fue de 165 votos a favor y 86 en contra y en el Senado 54 a favor y 16 en contra– tuvo entre sus artífices al ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Esto significó un duro revés para CFK, quien fatigó el teléfono de los diputados pertenecientes a La Cámpora y al núcleo duro del kirchnerismo para que presionaran a sus pares a votar en contra del proyecto de ley que había enviado el Presidente.

El apriete fue en vano. En el Senado, como se vio, las cosas a Cristina le fueron peor. Y eso alcanzó no sólo los guarismos de la votación sino también el sincericidio del jefe del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, quien al decir que había recuperado “su capacidad para decir lo que pienso”, blanqueó la brutal metodología de “obediencia debida” reinante durante el kirchnerato.

En el momento de cerrar esta columna se producía la detención del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime por la causa en la que se investiga la escandalosa compra de trenes a España y Portugal. Es una buena noticia para el presente de un país que debe luchar desesperadamente contra la corrupción.

Producción periodística: Guido Baistrocchi, con la contribución de Santiago Serra.

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domingo, 24 de enero de 2016

La presunta ilogicidad de la ilusión… @dealgunamanera...

La presunta ilogicidad de la ilusión…

Macri en Davos, a la expectativa de grandes inversiones. Foto: Instagram Mauricio Macri

Un empresario de primera línea acostumbrado a tratar con todos los gobiernos  decía: “Tengo que callarme en las reuniones para no desilusionar el optimismo que en mucha gente despierta el gobierno de Macri”. También para no cosechar la reprobación y el rechazo de quienes están entusiasmados, como les sucede a los columnistas claramente no kirchneristas ante la mínima crítica a Macri, salvo que se expresen en los medios filokirchneristas.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado 23/01/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En una conversación diferente –pero igualmente en off the record y para no contrariar el humor social de esperanza– otro empresario con experiencia política decía: “La apelación de Macri a que desatando los nudos que nos detienen, la riqueza de nuestros recursos naturales y humanos producirán el desarrollo es tan elemental que da miedo de que se lo crean ellos mismos. El eslogan de la dictadura fue ‘Argentina potencia’; el de Menem, ‘país del Primer Mundo’, y el de Macri ‘Sí, se puede’”.

El argumento es elemental porque hace muchas décadas se enseña en todos los colegios primarios que Argentina es el granero del mundo, que tiene los cuatro climas, que individualmente los argentinos triunfan en el exterior  y que “estamos condenados al éxito”, mientras pasan las décadas y esa profecía no se autocumple.

Pero quizás ser elemental (en ciertos campos) sea la clave del éxito de Macri, y una persona con mayor preparación política, siendo consciente de imposibilidades que Macri ni siquiera tiene en cuenta, directamente se autoexcluiría del mismo desafío. Por ejemplo, Ernesto Sanz rechazando su postulación como ministro de Justicia al percibir la forma –no política– de conducir de Macri y su poca predisposición a ser generoso con el radicalismo.

El gobierno del PRO (¿Cambiemos quedó en el olvido?) exhibe altas proporciones tanto de ingenuidad como de dureza, en ambos casos atribuibles también a la ignorancia, aplicándose la conocida sentencia sobre que el optimista es un pesimista mal informado.

Los muchos CEO incorporados desde la actividad privada a la administración de lo público comparten la misma virginidad que los funcionarios del PRO. 

Un político que llegara a ministro después de haber completado una carrera pública de concejal, legislador provincial, diputado y senador nacional o eventualmente intendente y hasta gobernador podría arribar al Ejecutivo nacional habiendo sido testigo de tal cantidad de frustraciones políticas como para optar entre la prudencia o el cinismo si no contara con esa llama de un deseo inapagable que caracteriza a muy pocos.

Los CEO, al ser tan novatos en política, siendo seniors en la actividad privada pueden tener en lo público el entusiasmo de un militante joven para quien aún es posible cambiar el mundo cada día. De hecho, además de aportar su experiencia, volver a sentirse apasionados debería ser una de las motivaciones honestas de quienes dejan sueldos y privilegios superiores en actividades donde ya habían alcanzado la posición más alta.

Macri mismo, a pesar de sus ocho años de gobernar la Ciudad de Buenos Aires, por la gran diferencia de dimensión entre una ciudad, aunque enorme, y un país, sumado a que el PRO sólo le aporta dos  años más de vida que su propia experiencia al frente de la Ciudad, mantiene una condición de cierta candidez para enfrentar sus responsabilidades presidenciales.

Noticias como una inflación de 6% en diciembre sin aún haber aumentado tarifas ni bajado subsidios, el pronóstico del Fondo Monetario de caída del producto bruto de Argentina para 2016, las mañas a las que apelarán los fondos buitre para tratar de maximizar sus beneficios  y el enfriamiento global de la economía con crónicas y recurrentes caídas en las diferentes Bolsas del mundo asustarían a todo aquel que no creyera mucho en sus propias fuerzas.

Lo mismo sucede con la población porque a pesar de las objetivas señales de dificultad creció el porcentaje de quienes confían en que la Argentina mejorará económicamente y se contagian del convencimiento que irradia el macrismo. No hay ilogicidad en esa ilusión, tanto en los gobernados como en el Gobierno. En economía las expectativas son tan importantes, y a veces más, que los fundamentos racionales.

Creer aun sin fundamentos no es siempre ilógico porque resulta tan terapéutico en el terreno económico como en el médico: Lévi-Strauss en su texto Los hechiceros y su magia explicaba la eficacia simbólica de profesiones que habían durado siglos –aún quedan chamanes en el mundo ejerciendo su forma de medicina– por el efecto que tiene la sugestión: si el paciente padece una enfermedad que se curará sola, creer que se va a curar porque intervino alguien a quien le asigna autoridad (en este caso del Gobierno, en la economía) hará que se cure más rápido. También vale para Macri, sus ministros y CEO (los hechiceros): si ellos creen que podrán, aumentarán las posibilidades de que terminen pudiendo.

Para Kant la ingenuidad era “manifestación de la sinceridad que es originalmente natural a la humanidad”. Friedrich Schiller en sus ensayos sobre la ingenuidad escribió que “apacigua el espíritu”. Y Nietzsche hablaba de las tres grandes ingenuidades: dos de ellas “el conocimiento como medio para la felicidad” y “como medio para la virtud”. Un consuelo frente a la falta de conocimiento de Macri y algunos de sus funcionarios sobre determinados temas. Acerca de la ilusión y las apariencias Platón decía que del mundo 
sólo caben opiniones y no verdades.

El mundo de la ilusión no es real, pero tampoco es que no exista; la ilusión crea realidades.



domingo, 1 de noviembre de 2015

Hacia el Balotaje… @dealgunamanera...

Un país distinto... 


Tensión en el sciolismo. Malhumor de Macri por los reclamos de cargos. CFK, patológica.

Desde lo numérico, la primera vuelta de la elección presidencial la ganó Scioli. Desde lo político, en cambio, el triunfador fue Macri. Para el candidato del FpV, el resultado fue una sorpresa; para el de Cambiemos, también. El batacazo lo dio María Eugenia Vidal.

El corte de boleta en la provincia de Buenos Aires explicó su victoria, cuya clave estuvo en su llegada a la gente que la percibió como una persona del común, honesta y con ganas de seguir siendo alguien del común. A su muy buena campaña la ayudó la muy mala imagen de su adversario, Aníbal Fernández.

La noche del domingo tuvo un componente dramático. Eso explica por qué los resultados se conocieron a última hora del día. Fuentes judiciales a cargo de la elección coinciden en afirmar que a las tres horas de haberse cerrado los comicios –es decir a las 21– en la mayoría de las mesas del país el escrutinio estaba terminado. Ante lo inexplicable de la demora, pasadas las 22.30 hubo una comunicación de uno de los jueces electorales con el ministro Alak.

La conversación fue tensa. Alak terminó reconociendo que la demora se debía a una decisión de la Presidenta, disgustada con los guarismos que lo ponían a Macri dos puntos delante de Scioli, había ordenado que no se difundiera ningún dato oficial hasta tanto no cambiara la tendencia. El ministro recibió un ultimátum: tenía 5 minutos para comenzar a hacer pública esa información si no quería que el Gobierno se viese expuesto a que la Cámara Electoral denunciara la maniobra.

Toda la semana se vio a un Scioli con rostro tenso. La estrategia de campaña del oficialismo tiene un leitmotiv: alimentar el miedo a Macri. A eso apuntan los miles de mensajes que se difunden por las redes sociales que se originan desde las usinas del kirchnerismo. Eso fue lo que hizo Cristina Kirchner el jueves. Ese acto representó un vademécum de los rasgos patológicos de su conducta y de lo que se vive en su entorno. Más allá de las apelaciones a votar por el candidato del FpV –a quien nunca nombró– y de una mención a Vidal, se la pasó hablando de ella y de su esposo. Para la Presidenta lo especial de la semana tenía que ver con una situación personal y familiar y no con el hecho institucional de la elección. En los sucesivos discursos de ese día, no hizo más que hablarle a la militancia. Parece no haber advertido que con eso no alcanza para que el oficialismo gane el 22-N.

En la reunión que Scioli tuvo con los gobernadores alineados por ahora en el FpV, se hizo un análisis crudo del resultado electoral, se señalaron errores de la campaña y hubo reproches para CFK y su estilo de confrontación, algo que hoy rechaza la mayoría de la sociedad.

Las vivencias dentro del Gobierno hablan del zafarrancho que produjo el resultado electoral. En Economía todo se paralizó, hay menos gente en las oficinas y las cocheras están vacías. Ya se vieron varios ágapes de despedida. La elección cayó como una bomba puertas adentro. Hay una movida muy fuerte para tratar de asustar empleados. “Los pocos cargos que se concursaron tienen un período de prueba de un año –a diferencia del sector privado que es de tres meses– entonces será el próximo gobierno el encargado de ratificar o rectificar esos nombramientos. El ministerio aparece empapelado con notas y carteles que dicen que Macri nos va a echar a todos. Incluso están usando una vieja tapa de Clarín de cuando Macri asumió en la Ciudad, que decía que haría una limpieza en la administración porteña”, cuenta un funcionario de carrera.

La noche del escrutinio, Alak recibió un ultimátum de la Cámara Electoral.

En materia de comercio exterior comenzó a circular el rumor que indicaba que La Cámpora –en retirada– había montado un sistema paralelo para vender las DJAI (Declaración Jurada de Anticipación de Importaciones) al 15% del valor de lo que se deseaba importar. Tan fuerte fue que la subsecretaria de Comercio Interior, Paula Español, decidió suspender las actividades del jueves y viernes. No ingresó nada.

La consecuencia: aquellos importadores de estaban aguardando la autorización de su DJAI terminaron recurriendo a la Justicia para pedir un amparo que los proteja. Los amparos pasaron del 30% al 70% en las últimas semanas. “Augusto Costa, (secretario de Comercio), Español y Ariel Langer (subsecretario de Comercio Exterior) tienen los días contados. Sabían que tenían el futuro complicado con Scioli y sus allegados intentaban realizar operaciones en los medios afines indicando que el comercio exterior fluía y que había coordinación de trabajo con los equipos sciolistas, lo cual era falso”, señala otra fuente de Economía.

Sorprendidos. Para Cambiemos el resultado también tuvo sorpresas. El objetivo de máxima era llegar al ballottage con una diferencia no mayor a 8 puntos. Como siempre ocurre en una elección, los resultados mandan y son los que determinan cursos de acción y consagran o no a las personas que los encarnan. Por eso, el domingo también fue la hora de la victoria para Ernesto Sanz, Elisa Carrió, Marcos Peña y Jaime Duran Barba.

En este momento de euforia, Macri, que sabe que no es poco lo que aún le falta para ganar, está enojado con el festival de llamadas y operaciones que recibe. No todos, pero algunos sectores ya están desesperados por cargos, circunstancia que lo malhumoró por lo que bajó la orden de poner fin a toda esa parafernalia.

El grueso de la elección lo definirán los cinco millones de votos que fueron a Massa. Según números que se manejan allí, del 21% obtenido, 9 puntos van a Macri, 6 a Scioli y los otros 6 están indecisos. “Sólo en Córdoba es seguro que Macri gana el 22. En el resto del país, no”, sostienen desde el massismo.

Respecto a posibles acuerdos, siguiendo lo sostenido, las fuentes de UNA aseguran que Massa no quiere que gane Scioli ni tampoco quiere apoyar a Macri. “Hay un punto central: Sergio está en un aprieto, porque si bien no quiere que gane Scioli, tampoco quiere que gane Macri y que él sea el culpable de que el peronismo pierda el poder. Una cosa es que gane Macri y otra es que gane Macri con su apoyo”.

Gane quien gane la elección, lo cierto es que desde el domingo la Argentina es un país distinto: nadie tendrá el poder absoluto, por lo que quien llegue al gobierno deberá negociar acuerdos con las otras fuerzas. Esa necesidad de acuerdos es la que representa el fundamento de la democracia y de la república, valores que a lo largo de la así llamada “década ganada” el kirchnerismo desdeñó.

Producción periodística: Guido Baistrocchi, con la contribución de Santiago Serra.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 1º/11/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.