lunes, 9 de diciembre de 2019

Avenida A.R.A. “San Juan”: homenaje en Puerto Belgrano… @dealgunamanera...

Avenida A.R.A. “San Juan”: homenaje en Puerto Belgrano…


Quedaron inauguradas las señaléticas que indican el cambio de denominación de la Avenida al Centro por Avenida Submarino A.R.A. “San Juan”.

© Publicado el jueves 06/12/2019 por el Periódico Digital Gaceta Marinera de la Ciudad de Punta Alta, Provincia de Buenos Aires.

Hoy por la mañana, frente a la sede del Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada (COAA), se realizó una ceremonia en la que se descubrió la señalética que renombra a la Avenida al Centro como Avenida Submarino ARA “San Juan”.


El acto estuvo presidido por el Comandante de Adiestramiento y Alistamiento, Contralmirante Fabián Gerardo D’Angelo, acompañado por el Comandante de la Flota de Mar, Contralmirante Julio Horacio Guardia; y el Jefe de la Base Naval Puerto Belgrano (BNPB), Capitán de Navío Gustavo Alberto Ticozzi. Además se hizo presente en el lugar personal militar y civil de diferentes destinos de la BNPB, Veteranos de Guerra de Malvinas e invitados especiales. 


Luego del ingreso de las autoridades, el inicio estuvo signado por el izado de pabellón. Acto seguido se dio lectura a la orden permanente del COAA sobre homenaje al submarino. En la misma se indica:

“La Avenida al Centro constituye una de las principales vías de tránsito por ser el canal de traslado directo entre la Jefatura de la BNPB y el COAA; y su denominación no responde a ningún tipo de homenaje precedente. Por ello a partir de la fecha se reemplazará la denominación de Avenida al Centro por el nombre Submarino A.R.A. San Juan"

Así, se procedió al descubrimiento del cartel que indica la nueva nomenclatura de la calle y que representa un homenaje a la unidad y a sus 44 tripulantes.


Por otra parte, el Subdirector de Asistencia y Tratamiento de la Unidad Penitenciaria Nº4 de Bahía Blanca, Prefecto Javier González, entregó una maqueta del submarino que fue construida por los internos del penal. Consecutivo, el Contralmirante D’Angelo expresó su agradecimiento en nombre de la Armada Argentina y de los familiares de los tripulantes que se encuentran en patrulla eterna.


“Para todos nosotros, como marinos, guardamos un sentimiento de gratitud, de respeto profesional a aquellos que dieron su vida en el cumplimiento del deber. Nos emociona que el resto de la sociedad lo reconozca de esa manera”, concluyó el Comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada.


Para finalizar se entonaron las estrofas de la Marcha de la Armada que fue ejecutada por la Banda de Música de la Base Naval Puerto Belgrano.




domingo, 8 de diciembre de 2019

Cantautores - Luis Eduardo Aute - De Alguna Manera... @dealgunamanera...

Cantautores...

De Alguna Manera…

Intérprete: Luis Eduardo Aute…


Información General: Luis Eduardo Aute      





Danzas Folclóricas Argentinas - Pericón Nacional - Los Hermanos Abrodos... @dealgunamanera...

Danzas Folclóricas Argentinas...

Pericón Nacional…


Interpretes: Los Hermanos Abrodos…



Información General: PERICÓN NACIONAL (DANZA)




Superliga Argentina. Huracán 0 vs. Arsenal Fútbol Club 2... @dealgunamanera...


El Globo perdió contra Arsenal en el Palacio…


En el último encuentro oficial de la temporada, el primer equipo del Club Atlético Huracán cayó por 2 a 0 frente al conjunto de Sarandí con goles de Juan Cruz Kaprof y Juan Manuel García.

© Escrito por Nicolás Roncoroni el sábado 07/12/2019 y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fotografías. Daniel Méndez. Síntesis del Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provincia de Río Negro.

Huracán y Arsenal Fútbol Club protagonizaron esta tarde el cotejo que abrió la jornada de sábado de la fecha 16 de la Superliga Argentina de Fútbol 2019-2020. Los quemeros llegaban a este partido después de caer contra Unión en Santa Fe, mientras que los dirigidos por Sergio Rondina venían de igualar como local contra Lanús.

En el primer tiempo, los dos equipos contaron con situaciones de trascendencia para doblegar al rival. Juan Manuel García estuvo a nada de abrir el marcador, pero Mariano Bareiro rechazó la ejecución sobre la línea. Los comandados por Néstor Apuzzo respondieron con un remate de Nicolás Cordero, que Daniel Sappa quitó al córner.

Tiempo después, Nicolás Giménez recibió el balón en la puerta del área y pateó muy cerca de la valla de Antony Silva. Sobre el cierre de los 45 minutos iniciales, el juvenil Cordero volvió a exigir una buena intervención del arquero visitante tras ganarle de cabeza a los centrales contrarios.

En el arranque de la segunda etapa, Juan Cruz Kaprof definió un contragolpe letal para poner el 1 a 0 a favor de los de Sarandí. Al instante, García estuvo a nada de meter un nuevo tanto, pero el paraguayo Silva logró tapar la ejecución. La más clara del Globo en este período llegó en los pies de Norberto Briasco, quien remató de media distancia y Sappa nuevamente sacó la pelota.

Cerca del cierre del encuentro, con un Huracán totalmente posicionado en ofensiva, el delantero García se desquitó de las situaciones desperdiciadas y puso el 2 a 0 final a favor de Arsenal.

Síntesis:

Huracán: 0

Antony Silva; Nicolás Romat, Saúl Salcedo, Mariano Bareiro y César Ibáñez; Adrián Calello y Mauro Bogado; Rodrigo Gómez y Agustín Curruhinca; Lucas Barrios y Nicolás Cordero. DT: Néstor Apuzzo.

Arsenal: 2

Daniel Sappa; Fernando Torrent, Fabio Pereyra, Franco Sbuttoni y Emiliano Papa; Jesús Soraire, Ezequiel Piovi y Gastón Álvarez Suárez; Nicolás Giménez; Juan Cruz Kaprof y Juan García. DT: Sergio Rondina.

Goles en el segundo tiempo: 1m Juan Cruz Kaprof (A y 42m Juan Manuel García (A).

Cambios: en el segundo tiempo, 13m Norberto Briasco por Lucas Barrios (H), 20m Emiliano Méndez por Piovi (A) y Joel Soñora por Kaprof (A), 21m Fernando Coniglio por Romat (H), 35m Mateo Carabajal por Soraire (A), 42m Brian Maidana por Curruhinca (H).

Amonestados: Bareiro, Bogado (H); Piovi (A).

Árbitro: Néstor Pitana.

Cancha: Huracán.



 Video TNT Sport.





Mauricio, el cuco de Alberto Fernández… @dealgunamanra...

Mauricio, el cuco de Alberto Fernández…

Por la vuelta. Gustavo Beliz. Dibujo: Pablo Temes

El presidente electo les pidió prudencia y trabajo en equipo a quienes serán sus ministros y les recordó qué pasa si fracasan: “Viene Macri”.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 08/09/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


"Habemus gabinete”. Los rumores dieron paso a los hechos y desde el martes le tocará a cada uno de los ministros acompañar a Alberto Fernández en la difícil y titánica tarea de gobernar la Argentina.

El presidente electo decidió tener un gabinete numeroso. Mauricio Macri hizo lo mismo al comienzo de su gestión. No le sirvió de nada. El éxito de un gobierno no depende de la cantidad de ministerios.

El elenco ministerial es heterogéneo, en su mayoría moderado e integrado por personas que no tienen prontuario.  

Economía. El área económica quedó –una vez más– dividida: el ministro de Hacienda, Martín Guzmán, se encargará principalmente del tema de la deuda; y el de Producción, Matías Kulfas, de la economía de todos los días.

El tema de la deuda es, sin duda, un asunto capital. Si no se resuelve de una manera inteligente y realista, será imposible la implementación de cualquier plan económico con aspiraciones de éxito. Es una verdad de Perogrullo.

Alberto Fernández se inclinó por un ministro de Economía de un muy buen nivel académico, pero sin peso político propio.

He ahí un desafío, porque siempre ha resultado ser un problema la presencia en ese cargo de alguien sin poder propio. A Guzmán le pertenece la idea que cautivó a Alberto Fernández de no pedirle más plata prestada al Fondo Monetario Internacional. El poder político en el área económica lo tiene Kulfas, amigo de Guzmán. El Ministerio de la Producción va a manejar las áreas de Producción, Minería y Comercio, es decir, del corazón de la economía del país.

Relegado quedó Guillermo Nielsen. Sus críticas a Axel Kicillof fueron letales para sus posibilidades ministeriales. Es verdad que a él le interesaba el área de energía, pero su proyección –hasta hace tres semanas– era otra.

A mediados de noviembre, en ocasión de una conferencia que dio en Miami, Nielsen se encontró con Alejandro Werner –uno de los hombres del FMI que tiene a su cargo el caso argentino–, quien bajó desde Washington, para conocer sus ideas para la renegociación de la deuda. Relegados fueron también Emanuel Álvarez Agis y Martín Redrado.  

Bien y mal. La inclusión de Gustavo Beliz es elogiable. La de Carlos Zannini, no. El argumento que dio AF para explicar su designación fue decididamente malo: “No me lo impuso nadie”, dijo, y agregó que era  una reivindicación por los 107 días que estuvo injustamente preso.

Más allá de lo criticable de la prisión preventiva que padeció, Zannini está procesado en la sensible causa por la firma del memorándum de acuerdo entre la Argentina e Irán que Alberto Fernández supo criticar severamente.

Massa. En el reparto de cargos y cuotas de poder, a Sergio Massa le tocó el Ministerio de Transporte y AySA. A Transporte va el ex intendente de Junín Mario Meoni, amigo personal de Massa. Meoni es un hombre honesto proveniente del radicalismo, que se fue con Julio Cobos para luego recalar en el Frente Renovador. Persona de buen diálogo con todos y muy crítico del matrimonio Kirchner. No le será fácil lidiar con Moyano y otros.

A AySA va Malena Galmarini. Su designación causó sorpresa. AySA es una empresa estatal que, a través de los planes de construcción de la red de agua corriente y de cloacas, tiene una profunda penetración en el conurbano bonaerense. Galmarini aspira a repetir ahí la experiencia de su esposo en la Anses, el trampolín que le permitió salir del anonimato.

Kirchnerismo. La Anses y el PAMI han quedado bajo el ala del kirchnerismo. En la jerga del poder se los conoce como “la caja”. Manejan plata –mucha– y territorio. Tienen un valor estratégico.

Al PAMI va la hasta ahora diputada Laura Volnovich, especialista en temas de seguridad social que pertenece a La Cámpora. A la ANSES va Alejandro Vanoli, ex presidente del Banco Central, que durante su gestión representó exactamente lo contrario de la actitud de diálogo que pregona Alberto Fernández.  

Prudencia. El presidente electo les pidió a sus funcionarios prudencia y un trabajo en equipo y sin cortocircuitos “porque si no, ya saben lo que viene: Macri”.

Esa afirmación refleja con exactitud la ecuación política de los últimos años de la Argentina. Macri fue producto  del autoritarismo y de la intolerancia del matrimonio Kirchner, que dividió al peronismo y al país.

Viceversa, la vuelta al poder del peronismo y del kirchnerismo es producto de los graves errores cometidos por el actual gobierno y del efecto paradojal que produjo su actitud de fomentar la grieta que desembocó en la reunificación del peronismo disperso.

Mal discurso. El discurso de fin de mandato de Mauricio Macri fue en líneas generales, malo. Le faltó una autocrítica verdadera –decir que no se está satisfecho por los resultados económicos no es una autocrítica– y se ató al nuevo eslogan –“dejamos una vara alta”– con el que pretende darle a su gobierno un vuelo que no tuvo.

Eso no significa desconocerle el mérito de haber normalizado el Indec y restituido su credibilidad o la obra pública de calidad y sin sobreprecios. Pero decir que se “deja una vara alta”, que las bases de la economía están mejores con el 40% de pobreza, con récord  de inflación, con empresas suspendiendo personal, cerrando y/o entrando en default es no tener idea de la gravedad de la situación económica y social del país.

La alocución cayó mal, incluso, en muchos sectores de Cambiemos. “¿De qué país está hablando?; ¿dónde vive?”, se preguntaban muchos de sus dirigentes al escucharlo.

Macri termina su mandato con más del 60% de imagen negativa. Tan alto es el rechazo que genera que hasta puede perder hoy la elección en Boca, en la que equivocadamente se involucró, como reveló Juan Román Riquelme en la entrevista con Jorge Rial.    

En su discurso, Macri apeló al remanido recurso de repartir las culpas de la catástrofe económica que generó su gobierno entre la herencia recibida, la sequía, el escenario internacional y el resultado de las PASO. Es lo mismo que hacía –y hace– Cristina Fernández de Kirchner.





sábado, 7 de diciembre de 2019

Panorama económico: Las enseñanzas del fracaso de Macri… @dealgunamanera...

Lo que no hay que hacer con el dólar…


¿Qué pasaría si Alberto Fernández anunciara el fin del cepo macrista una semana después de llegar a la Casa Rosada? El camino que va de la dolarización neoliberal a la desdolarización heterodoxa de la economía.

© Escrito por David Cufré el sábado 07/12/2019 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“Vengo a anunciar el fin del cepo cambiario, el que quiera comprar dólares podrá hacerlo sin restricciones”. Si Alberto Fernández comunicara eso una semana después de asumir la presidencia sería tomado como un desvarío. No se puede abrir la compra de dólares cuando el país tiene un problema crucial de insuficiencia de divisas. Por eso hay un cepo. No tendría sentido. Faltan dólares, entonces el Banco Central administra los existentes asignando prioridades.

Eliminar el cepo expondría a la economía a otra grave devaluación y a más fuga de capitales. Eso que hoy es una obviedad no era interpretado igual el 16 de diciembre de 2015, cuando Cambiemos lanzó su política económica. Ese día Alfonso Prat Gay se presentó efectivamente en conferencia de prensa y dijo: “Vengo a anunciar el fin del cepo cambiario, el que quiera comprar dólares podrá hacerlo sin restricciones”. Y obtuvo un apoyo masivo. El resultado de ese desvarío es lo que se ve ahora: la pobreza arriba del 40 por ciento, la inflación más allá del 50, el país en default, enredado con el FMI. Un desastre. Y con un cepo de 200 dólares.

El gobierno de Alberto Fernández arranca con esa ventaja en relación al tema cambiario respecto del gobierno de Cristina. Los argentinos conocen las dos herencias. La de Cristina y la de Macri. Eso le da un margen político para administrar la cuestión del dólar que Cristina no tuvo en su gobierno de 2011 a 2015. A la ex presidenta y vicepresidenta electa le tocó afrontar la restricción externa (insuficiencia relativa de divisas) en un contexto internacional muy complicado. Bajo ataque de los fondos buitre, con la justicia y el gobierno de Estados Unidos en contra. Además, la construcción del sentido común mediático, con su staff de economistas, clamaba a gritos por el fin del cepo. Hoy Alberto no sufrirá esa presión que padeció Cristina. Hay consenso en que no se pueden rifar más dólares, incluso entre quienes presionaron para terminar con las regulaciones cambiarias y avalaron un brutal endeudamiento del Estado como consecuencia de esa decisión.

Empresarios que antes se quejaban por las trabas para comprar dólares ahora aceptan el cepo como una tabla de salvación frente al descalabro cambiario y financiero que deja Macri. Ocurre en la industria, en el comercio y en la construcción, los tres sectores que más empleo demandan. Ya no hay jubilados caceroleando contra el cepo, ni trabajadores que protesten como lo hacían en 2015. En ese sentido, el gobierno de Fernández tiene una oportunidad para empezar a generar políticas que tiendan a desdolarizar la economía. El primer paso está ganado: ya no se considera la compra de dólares como un derecho humano, como prácticamente sucedía en 2015.

A partir de ahí, hasta llegar a la meta de consolidar un modelo de desarrollo social, económico y productivo que logre revertir la economía bimonetaria que padece la Argentina desde que Ricardo Zinn metió la cuña neoliberal detrás de Celestino Rodrigo en 1975, durante el gobierno de Isabel Martínez, no será un camino fácil ni corto. Pero Fernández gozará de una luna de miel en la que nadie le reclamará que habilite la compra de dólares.

El paso siguiente será encarar una negociación consistente de la deuda con el FMI y con acreedores privados, que resguarde el interés nacional y despeje presiones cambiarias para cancelar vencimientos. Estabilizar el dólar es indispensable para que la economía se pueda encender, como dice el presidente electo. Coinciden en ello economistas de todas las tendencias. Hasta Hernán Lacunza, el ministro de Hacienda residual de Macri, planteó en la semana que la deuda así como la deja su gobierno no se puede pagar. Por eso es que el país ya está en default, aunque hasta ahora solo se haya reconocido a un grupo particular de bonistas.

Frente a esa realidad, los economistas e instituciones del poder financiero saldrán como siempre en defensa del interés de los acreedores, que son quienes los financian. La elección de Martín Guzmán para negociar con ellos es un primer mensaje claro de Fernández de su voluntad de responder con firmeza.

Aceptación social del cepo y comprensión de la necesidad de renegociar la deuda constituyen una plataforma que tendrá el próximo gobierno para encarar misiones más difíciles. Mercedes Marcó del Pont las expuso en un documento reciente de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo, que dirige. El título era el siguiente: “La desdolarización de la economía como política de Estado”. Allí advirtió sobre “los límites que impone el bimonetarismo, no sólo a las posibilidades de estabilización monetaria y financiera, sino también al desarrollo”.

La designada nueva titular de la AFIP explicó luego en ese artículo: “El neoliberalismo ha contribuido en mucho a consolidar este fenómeno, que se exacerba en las etapas de valorización financiera. La desdolarización requerirá tiempo y un abordaje integral por parte de las políticas públicas. El Banco Central tiene mucho para aportar en esta materia, pero no debería estar solo en la tarea, que implica una gran cantidad de aristas. Identificar esta cuestión como un problema y delinear caminos superadores quizás debería ser parte de los consensos que se buscan materializar en el acuerdo social al que nos está convocando el Frente de Todos”.

Este último aspecto es clave. La necesidad de definir un nuevo contrato social frente a la catástrofe que entrega Cambiemos incluye un debate profundo sobre cómo ir dando pasos hacia la recuperación de la moneda nacional. A diferencia de otras etapas, la que empieza el próximo martes también hereda un aprendizaje de lo que no hay que hacer que deberá ser afianzado, para que nunca más los cantos de sirena neoliberales dejen a la sociedad patas para arriba y con el 60 por ciento de su futuro debajo de la línea de la pobreza.

“Si algo ha quedado nítidamente al descubierto a lo largo de estos cuatro años son las enormes consecuencias redistributivas de los modelos neoliberales. La masiva transferencia de ingresos desde la economía real hacia el capital financiero no se puede interpretar disociada del régimen monetario, cambiario y financiero impulsado desde el Banco Central. El telón de fondo de este proceso fue la decisión política de liberalizar el mercado de cambios y la cuenta capital, abandonar las atribuciones para regular el sistema financiero y garantizar ganancias extraordinarias para los bancos”, remarca el informe de FIDE. Es una hoja de ruta escrita por Macri, Prat Gay, Federico Sturzenegger, Luis Caputo, Nicolás Dujovne y el FMI sobre lo que no hay que hacer.




Procesan a Juan José Aranguren y Laura Alonso por el "Caso Shell"… @dealgunamanera...

Procesan a Juan José Aranguren y Laura Alonso por el "Caso Shell"…

Juan José Aranguren y Laura Alonso. Fotografías: Cedoc 

El exministro de Energía y la titular de la Oficina Anticorrupción son investigados por negociaciones incompatibles en la función pública.

© Escrito por Cecilia Devanna el viernes 06/12/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción (OA), y Juan José Aranguren, exministro de Energía, fueron procesados este viernes 6 de diciembre por decisión del juez federal Luis Rodríguez por contratos firmados por el Gobierno de Mauricio Macri con Shell. En el caso de Aranguren es por el delito de negociaciones incompatibles con la función pública y en el de Alonso, por encubrimiento y abuso de autoridad.  

La causa, en la que ambos fueron indagados la semana pasada, comenzó por una denuncia de los legisladores del Frente para la Victoria (FpV), Rodolfo Tailhade y Martín Doñate. La presentación se hizo en el año 2016 y apuntaba a determinar si Aranguren incurrió en el delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública. En particular, señalaba las decisiones tomadas durante su gestión, que —según la denuncia— habrían apuntado a beneficiar a la petrolera Shell en operaciones de compra de gas a Chile, lo que supondría para él un beneficio económico al continuar siendo accionista del Grupo Royal Dutch Shell PLC. 


En el caso de Alonso, la hipótesis de la justicia es que, como titular de la OA, habría encubierto la conducta de Aranguren, cuando estaba obligada a investigarlo.  El procesamiento es por el delito de encubrimiento para ayudar a eludir las investigaciones de la autoridad o a sustraerse a la acción de ésta, agravado por ser funcionaria pública, en concurso ideal con el delito de abuso de autoridad.


En su resolución de 136 páginas, Rodríguez sostuvo que: “el denominador común que poseen las conductas reprochadas a los imputados Aranguren y Alonso, radica en que las acciones de los mismos son impropias a los compromisos internacionales asumidos por nuestro país en materia de anticorrupción”.

Tras lo cual apuntó directo a la titular de la OA y aseguró: “pero lo paradójico de este expediente es que Laura Alonso se encuentra a cargo de la Oficina Anticorrupción, es decir, el organismo administrativo que debía controlar la actividad del entonces Ministro de Energía y Minería de la Nación, Ing. Juan José Aranguren”.

Luego, el magistrado agregó que: “se ha demostrado, con el grado de certeza aquí exigido, que Juan José Aranguren en su calidad de Ministro de Energía y Minería se interesó en que la empresa Shell incrementara sus operaciones de importación de petróleo crudo y derivados, demorando los controles que le correspondían en razón a su cargo y determinando tardíamente la implementación de un registro que permitiera controlar esta situación”.

En esa línea, sostuvo: "Y que ello permite dar por acreditado el aspecto objetivo de la figura de negociaciones incompatibles en el ejercicio de la función pública en orden al incremento desmedido de la empresa Shell”. En tanto que, sobre las resoluciones tomadas en el caso por Alonso, Rodríguez consideró que "parecen estar más dictadas para calmar un clamor social en torno a una tenencia de acciones que no se encuentra prohibida por ley, que para disipar las cuestiones allí planteadas por los denunciantes en orden a los fines propios de esa oficina, esto es la lucha contra la corrupción”.


Para el juez, "todo esto sirvió como un vil intento de ayudar al encartado Aranguren a evitar la investigación llevada a cabo por estos estrados, dándole el respaldo de quien se encuentra a cargo de la oficina que debe velar por el cumplimiento de las previsiones establecidas en la Convención Interamericana contra la Corrupción”.


Con sus procesamientos, ambos se convierten en los dos nuevos funcionarios o ex funcionarios de Cambiemos en esta situación. Se suman a Luis María Blaquier, ex funcionario del actual oficialismo, quien fue procesado en el marco de una causa en la que se investigan irregularidades en el manejo del Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS) del ANSES.  

CD/FF





Entrevista a Wolfgang Merkel. Socialdemocracia, liberalismo progresista y extrema derecha… @dealgunamanera...

Socialdemocracia, liberalismo progresista y extrema derecha… Entrevista a Wolfgang Merkel…


¿Qué está pasando con la socialdemocracia europea? ¿Cuáles son las tendencias y los debates más visibles de la izquierda democrática? ¿Cuáles son las distintas formas en las que los progresistas pueden enfrentar a la extrema derecha? Sobre estos temas y sobre la actualidad europea y la realidad alemana, opina en esta entrevista el politólogo Wolfgang Merkel.

© Publicado por Internationale Politik und Gesellschaft (IPG) es una revista socialdemócrata de la Fundación Friedrich Ebert que aborda cuestiones y temáticas de política internacional y europea.


En las encuestas de opinión, una mayoría de los alemanes declara que no puede expresar abiertamente opiniones políticas. ¿Qué relación tiene el embrutecimiento del debate público con esta percepción?
En Alemania, como en la mayor parte de los países occidentales (no en Europa del Este), existe un claro dominio liberal del discurso público. Este apuesta a las libertades individuales, la igualdad de género y la política climática contra el calentamiento global. El horizonte es cosmopolita. Desde el punto de vista normativo, no puede esgrimirse nada en su contra.

Pero con la hegemonía viene también, no pocas veces, la hybris. Los líderes de opinión provenientes de las elites y las clases medias urbanas con alto grado de educación formal también reivindican como suya la moral correcta en sus debates. Ya no se trata de más o de menos, no se trata de debate, consenso y acuerdos. Se trata de dominio, de moral o inmoral, verdadero o falso, correcto o incorrecto. Tertium non datur. Es el mundo dicotómico de la moral justiciera. Pero también se trata de exclusión. La exclusión amenaza no solo a racistas y xenófobos. También amenaza a todos aquellos que no usan la terminología correcta y argumentan de manera conservadora o reaccionaria.

El embrutecimiento del discurso público tiene así, por lo menos, dos fuentes: en primer lugar y principalmente, el populismo de derecha, que traspasa conscientemente las llamadas líneas rojas, por convicción o con astucia estratégica. Ahí se ha instalado un gramscianismo de derecha. Los liberales de izquierda, con su hybris intransigente y su anhelo de exclusión, son la otra fuente. Ambos bandos polarizan el debate. Pero un debate genuinamente democrático debe ser radicalmente abierto y pluralista (Laclau, Mouffe, el propio Gramsci) y no permitir únicamente la moral «correcta» que traza estrechas líneas rojas.

¿Cómo se relaciona este hallazgo con el éxito de los extremos políticos?
Me niego a hablar automáticamente de extremos en plural. Probablemente haya una extrema izquierda violenta en el páramo intelectual de los autonomistas. Pero esa izquierda no existe en Alemania en forma de partido. Die Linke no es hoy un partido extremista, si alguna vez lo fue en la República Federal de Alemania. El extremismo está representado en Alemania particularmente por fracciones de las «elites» de Alternativa para Alemania (AfD): el «Ala» (la facción más extremista de AfD) y sus archipiélagos extraparlamentarios deben mencionarse aquí en primer lugar. AfD es, ante todo, el resultado de las fallas en la representatividad de los partidos tradicionales. Pero su éxito es alimentado también por los discursos autorreferenciales y apartados de la realidad del tercio superior de la sociedad. El tercio inferior (en educación) no se ve representado allí y busca una «voz». Esa voz es lo que ofrecen los populistas de derecha de todos los países.

La reducción del centro político, ¿es una tendencia que podría detenerse?
No es tan sencillo. Por ejemplo, los Verdes ciertamente no están en el centro de la línea de conflicto cultural entre el cosmopolitismo y el comunitarismo chovinista (solo una variante del comunitarismo), sino en el polo cosmopolita. Desde el punto de vista socioeconómico, se han corrido fuertemente al centro. Allí conforman el nuevo y joven centro político. En cierto sentido, con la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), los Verdes y el Partido Democrático Libre (FDP), el centro político cuenta ya con demasiados partidos. Esto (casi) le ha costado la vida al SPD. El SPD se quedó observando pasivamente en el centro cómo Die Linke se afirmaba en el espacio político de la izquierda. Y en el eje cosmopolita, el SPD es menos creíble que los Verdes. El centro político no es débil, sino que está superpoblado en el sentido de una representación pluralista más equilibrada. La tendencia que, en mi opinión, resulta imparable, es el declive de los partidos populares. Esta tendencia es secular y se da en toda Europa.

La característica esencial de un partido popular es la aspiración de conectar ámbitos sociales y políticos. ¿Hay algún ejemplo en el mundo donde esto siga ocurriendo?
Casi no hay, ni en Alemania ni en Europa. Esto tiene que ver con la estructura competitiva bidimensional de las democracias occidentales: la dimensión socioeconómica y la cultural y sociomoral. El partido Ley y Justicia (PiS) en Polonia y Fidesz en Hungría lo han logrado relativamente bien en el eje de conflicto socioeconómico. En el eje cultural, permanecen en el ámbito sociomoral del catolicismo reaccionario, el nacionalismo y el iliberalismo. La CDU conserva aquí cierto atractivo para el viejo centro y también para diferentes estratos sociales. Pero su poder de atracción se está erosionando notoriamente. Y esto es porque ya casi no tiene llegada a los grupos de derecha y conservadores de derecha. Estos se han convertido en el botín de AfD. El SPD ya no es dominante en ninguna clase, en ningún estrato y en ningún ámbito. Eso no es lo único que ha hecho que el SPD haya dejado de ser un partido popular. Los furiosos ataques de algunos líderes socialdemócratas alemanes a la socialdemocracia danesa, que está volviendo a parecerse al típico partido popular tradicional de centroizquierda, muestran una peligrosa mezcla de intolerancia, incapacidad para aprender y desubicada hybris moral.

Y sin embargo, los partidos de centroizquierda están esforzándose por contrarrestar su pérdida de gravitación. ¿Ve aquí tendencias programáticas generales en el plano internacional?
No detecto ninguna tendencia general. Actualmente tienen éxito partidos socialdemócratas que son muy diferentes entre sí. En primer lugar, los socialdemócratas portugueses. Han gobernado con éxito en una coalición de izquierda y amortiguado bien las exigentes medidas que la euroausteridad impone a la sociedad. Sus socios de coalición más pequeños garantizaban una cierta identidad cultural de izquierda en el gobierno, mientras que el Partido Socialista podía presentarse como abogado socioeconómico de los desfavorecidos. Los socialistas españoles parecen estar recuperando la memoria de su identidad socioeconómica de izquierda y muestran sus posturas progresistas en la política de refugiados y climática. En la política de refugiados, sin embargo, lo hacen en un país con un número bastante pequeño de inmigrantes y refugiados en comparación con Alemania, Suecia o Austria.

Luego están los socialdemócratas daneses. Han cerrado fuertemente las fronteras a los refugiados y solicitantes de asilo a la manera tradicional danesa, pero simultáneamente han mantenido, e incluso ampliado, un Estado de Bienestar intacto y redistribuidor. Más que los suecos. En este aspecto son los que mejor encarnan en Escandinavia la tradición socialdemócrata del folkhemmet tal como nació en Suecia a fines de la década de 1930. Después están los suecos. Se han expresado con cautela en cuestiones de refugiados, pero actúan como pioneros en política climática, cuestiones de género y otros temas de la modernidad cultural. Me parece inevitable que los socialdemócratas de todos los países vuelvan a posturas de izquierda en política fiscal, económica y social. Creer que se puede ser más verde que los Verdes en cuestiones posmateriales es incorrecto, y al SPD pronto podría costarle los últimos votantes del sector obrero.



En muchos lugares, los partidos también están experimentando con nuevas ideas de participación. ¿Ve en este aspecto fenómenos prometedores?
Los partidos democráticos hoy ya no pueden mantenerse alejados del debate sobre las llamadas innovaciones democráticas. Estas van desde la (vieja) idea de los referendos, pasando por los consejos de ciudadanos, los townhall meetings, los deliberative mini-publics y la idea algo desesperada de hacer atractiva para el siglo XXI la demarquía de la antigua Grecia. Mi opinión es que estas «innovaciones» a veces son adecuadas como complemento de la democracia representativa. Pero no son un sustituto. En particular, deben pasar una prueba de tornasol. No deben ser socialmente selectivas. Y la mayoría lo es. Puede considerarse como regla general para la participación política que cuanto más exigentes cognitivamente son estas nuevas formas de participación, más excluyen a los estratos (educativos) más bajos. Incluso cuando no sea lo que quieren sus abogados: los experimentos democráticos, si se implementasen masivamente, tienen todo lo necesario para crear democracias elitistas. Incluso más elitistas que lo que ya son hoy en día. La participación actual de dos tercios amenazaría con convertirse en una democracia de un tercio.

Los temas que encienden las divisiones sociales parecen estar cambiando constantemente. ¿Cómo se explica este cambio?
Esto tiene algo que ver con la apertura de las sociedades democráticas. Surgen nuevos problemas o son construidos discursivamente y se los coloca en primer plano. Los debates públicos empeoran cuando siempre se ofrecen los mismos temas, políticas y soluciones. Los nuevos partidos en ascenso son especialmente los que deben buscar nuevos temas, si los temas viejos ya están siendo utilizados por los viejos partidos. Los Verdes son, con sus fuertes políticas posmaterialistas, un ejemplo clásico. Desde principios de la década de 1980, las han puesto en un primer plano de sus discursos. El innegable cambio climático combina perfectamente con la carpeta de políticas de los Verdes y su innegable credibilidad en cuestiones ambientales. Pero también dudo de que la cuestión climática continúe teniendo esta presencia en los medios si el calentamiento global no empeora dramáticamente. Tampoco la política climática dominará los discursos políticos durante años.

El economista político germano-estadounidense Albert O. Hirschman ha comparado la cambiante atención que deparan los discursos en la política con un movimiento pendular entre la búsqueda de intereses privados y la pasión por lo público, la res publica. Este movimiento pendular hará también que cambien los temas en los que el discurso público y la política hagan énfasis en el siglo XXI. Pero incluso los temas viejos pueden ser reciclados. Lo estamos experimentando en una nueva edición del nacionalismo. En este caso, la lógica discursiva sigue un vacío de representación que han dejado las elites tradicionales. Aquellos que ya no quieren hablar del Estado-nación (con ropaje democrático) no deberían sorprenderse del neonacionalismo con carcasa no democrática.

El tema del clima actualmente parece contribuir a la polarización. ¿Cómo podría ser una oferta política convincente de los partidos de centroizquierda en este tema?
Es evidente. La dimensión ecológica de la política climática debe estar acompañada por un reparto social de los costos. Por ejemplo, la fijación de precios para las emisiones de dióxido de carbono afecta únicamente a los estratos más bajos. Los estratos más ricos pueden hacer frente fácilmente al cargo adicional y luego podrían eventualmente ser recompensados con el privilegio de un menor tráfico vial y aéreo. En el SPD ya hay proyectos para una política socioecológica de este tipo. El SPD debería seguir ampliándolos. Además, la política climática debe ser internacionalizada. Si Alemania y Escandinavia la impulsan en soledad, no se gana nada a escala mundial. Hay que convencer a China, la India, Estados Unidos, Brasil y Rusia. Si esto no sucede, tampoco tendría efecto una intensificación de la deficiente política climática alemana en la lucha contra el calentamiento global. Y en lugar de una política con efectos concretos, estaríamos poco menos que dándonos una vanidosa palmadita en el hombro.

Wolfgang Merkel es director del Departamento de Democracia y Democratización del Centro de Investigación de Ciencias Sociales de Berlín (WZB), jefe del Rule of Law Center del WZB y profesor de Politología Comparada e Investigación de la Democracia en la Universidad Alexander von Humboldt de Berlín

FuenteIPG